Notas

[1] En la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938, y como represalia, aparentemente, por el asesinato en París por un judío polaco del diplomático alemán Ernst vom Rath, simpatizantes nazis y miembros de las fuerzas de choque del partido nazi asaltaron 7500 tiendas de comerciantes judíos y destruyeron 177 sinagogas, con un elevado número final de muertos y heridos. La policía recibió la orden de no intervenir. Se obligó a la comunidad judía a pagar más de 1000 millones de marcos al Estado del Tercer Reich, que se incautó además de las indemnizaciones por daños de las compañías de seguros a los propietarios judíos. Más de 30 000 judíos adinerados fueron detenidos y obligados a emigrar tras ceder sus fortunas. La noche de estos sucesos, instigados desde el poder y a la que se quiso dar el aspecto de una respuesta «popular» espontánea, pasó a ser conocida como la «Noche de los cristales rotos». (N. del T.) <<

[2] Esta frase consta en la conferencia original. Falta en el texto impreso en 1963. (N. del E.) <<

[3] En determinados juegos de azar, un jugador puede hacer de banca, cobrando y pagando. Con la expresión va banque (banca) el que así lo desea declara que asume este papel, lo que le sitúa frente a los otros jugadores. (N. del T.) <<

[4] Con «jerga de la autenticidad» (Jargon der Eigentlichkeit) alude Adorno a la «analítica existencial» de Martin Heidegger y a sus vulgarizaciones. La expresión dio título a uno de sus libros, del que hay edición castellana traducida como: La ideología como lenguaje, Madrid, Taurus, 1971). (N. del T.) <<

[5] Una serie de comunicaciones recibidas me indican la conveniencia de aclarar este punto. No opino que la fortuna superior exija la erradicación de todo acento dialectal en aras de un lenguaje culto riguroso y sin concesiones, ni menos que se confunda con ella. La más elemental experiencia de la entonación vienesa instruye bien sobre lo mucho que la humanidad lingüística se realiza precisamente en estos acentos. Pero la diferencia entre un alemán que depura el dialecto de su tosquedad asumiendo reconciliadoramente su huella y un idioma en el que ambas capas lingüísticas permanecen de modo irremediable en situación de incompatibilidad, y en el que la corrección pedante es desmentida por restos de un dialecto informe, es una diferencia que afecta al todo. Porque, en realidad, no es otra que la diferencia entre la cultura que asume en sí y supera lo que se declara solidario de la naturaleza, y un mecanismo de represión real que se perpetúa en el espíritu. En su hechizada estela retorna lo natural reprimido, sólo que deformado y destructor. En cuanto a si una persona tiene un órgano lingüístico: su formación cultural se muestra precisamente en su capacidad para percibir tales matices. <<

[6] Alusión a un difundido semanario alemán de información general, Der Spiegel, de gran influencia política. (N. del T.) <<

[7] Tengo que agradecer esta indicación a Jacob Taubes. <<

[8] Movimiento eclesial protestante, de orientación antinazi, en el que figuraron teólogos de la relevancia de Karl Barth. (N. del T.) <<

[9] Por el Profesor Jujo Torres Santomé (Universidad de La Coruña). <<