CALUMNIA, QUE ALGO QUEDA

La era del bulo informatizado

Uno de los momentos culminantes de la ópera El barbero de Sevilla es el aria «La calumnia», en la que el insidioso don Basilio describe cómo un simple rumor puede aplastar a un enemigo con más fuerza que un cañón. En la actualidad, los fabricantes de bulos e infamias están de enhorabuena. Los días de los susurros ya son cosa del pasado y la tecnología se ha convertido en su mejor aliada para distribuir basura y destrozar reputaciones.

En un artículo sobre el tema, encontramos la opinión de Miguel Pérez, presidente de la Asociación de Usuarios de Internet (AUI):

Internet ha sido determinante para la difusión de los rumores-basura. Es muy fácil llevar noticias como éstas a millones de correos, con total impunidad. Por 10 dólares compras millones de direcciones.[1]

Los propagadores de rumores electrónicos tienen dos mecanismos principales para divulgar sus historias. La primera es realizar un mailing masivo inicial y luego dejar que la cosa siga su curso, como ya lo hemos expuesto al describir el «pásalo». El segundo sistema es más directo, aunque paradójicamente menos seguro. Consiste en enviar el mensaje directamente a los medios de comunicación. Con suerte, alguno pica. Los más propensos a difundirse son los llamados «confidenciales» —a falta de información privilegiada diaria, a veces los medios no tienen otra opción que echar mano de lo que sea—. Una vez que el confidencial se divulga en Internet, es más fácil que la televisión, la prensa o la radio se hagan eco del bulo. Este tipo de rumores ha llegado a tener tal importancia que los expertos en comunicación política y corporativa se plantean utilizarlos como una herramienta más. El rumor se emplea, en la mayoría de los casos, para desestabilizar o desprestigiar a una persona u organización, y atajarlo es tarea casi imposible. El rumor está continuamente presente en nuestras vidas y hay que acostumbrarse a convivir con él. Como comunicación oral interpersonal —aunque su modo de transmisión sea masivo utilizando medios como Internet—, el rumor requiere la mediación de una serie de actores que en complicidad deciden presionar a un grupo o a una persona mediante la creación de un mensaje interesante y ambiguo, de fuente desconocida pero fiable.

Su transmisión es encadenada y exponencial, ya que el emisor del rumor transmitirá el mensaje a otros receptores y éstos, a su vez, a otros que lo seguirán difundiendo de forma rápida y creciente hasta que se interrumpa y muera, lo cual puede tardar mucho en suceder.

Las funciones del rumor son varias, aunque cabe destacar tres: la primera está dada por el ataque a una determinada persona o institución; la segunda tiene que ver con el elemento de persuasión utilizado para que la opinión pública se decante en un cierto sentido; la tercera puede definirse simplemente como una función gratificante para los que difunden el rumor.

Según algunos sociólogos, la difusión de estas historias es causada por algunas razones ligadas al nivel socioeconómico del público. Se trata de generar en las personas de menor nivel socioeconómico la ilusión de estar mejor informadas, lo que les situaría en una posición de ventaja que de alguna manera contribuye a compensar la desigual posición económico-social de partida. Esto se ve claramente en los centros de trabajo, donde los rumores suelen fluir de abajo hacia arriba merced a la gratificación que para el de menor estatus supone la transmisión de rumores a su superior. Además, entre los que manejan rumores se genera una sensación de poder, derivada del hecho de manejar «información privilegiada».

La canción del verano (y del invierno)

Hace ya tiempo que la popularidad de los cantantes ha provocado que sus vidas privadas hayan sido objeto de interés y especulación por parte del público. De ahí al bulo sólo hay un paso. En otras épocas, lo que se comentaba eran los tórridos romances (generalmente prohibidos) de cupletistas y folclóricas. Más tarde, lo que despertaba el morbo del respetable eran los excesos de los rockeros de moda. En la actualidad, lo que interesa son asuntos mucho más frívolos, siguiendo el compás de los tiempos. Si no, tomemos como ejemplo lo que la rumorología ha dicho sobre algunos de los artistas surgidos del famoso concurso de karaoke Operación Triunfo.

Uno de los primeros bulos que tanto circularon sobre los «triunfitos» era el que unía a David Bustamante y Sergio Dalma como pareja no precisamente artística. En este caso, el inventor del infundio al menos se basó en un hecho cierto: la confesada admiración (profesional) del cantante cántabro por Dalma, a quien desde antes de su entrada en la Academia había considerado como uno de sus modelos a imitar. Mucho más simpático, aunque con bastante más mala leche, fue el bulo que insinuaba que Bustamante había acompañado a los Village People en una actuación en Alcobendas (Madrid), en 1998. El chiste queda manifiesto cuando descubrimos que no se trataría sino del albañil del peculiar conjunto, en una clara alusión al pasado de Bustamante en el andamio.

La enfermedad de garganta que alejó a la popular Rosa «de España» López de los escenarios durante una temporada dio lugar a toda suerte de especulaciones infundadas que iban de la depresión al embarazo. La propia Rosa comentaba estos rumores:

Se dijo que tenías problemas psicológicos.

Pero si yo mal no he estado… Si no se hubiera dicho que estaba embarazada ni todas esas cosas, a lo mejor me hubiera curado muchísimo antes, porque no habría tenido que salir a hablar, a dar explicaciones sobre todas esas mentirijillas…

Esa es la otra cara de la fama, ¿no?

Sí, si estás cansada, dicen que estás deprimida; si te tomas un descanso, es que has tirado la toalla; y si das un abrazo o un beso a alguien, es que te has quedado embarazada…[2]

Capítulo aparte merecen los bulos y rumores sobre lo que sucedía en la academia de Operación Triunfo pero no aparecía en la televisión. De hecho, este género de bulo ha afectado a todos los concursos del estilo de Gran Hermano. Los más sabrosos de estos chismes son, cómo no, los que hacen referencia a relaciones sexuales entre los concursantes. En la época del primer OT, por ejemplo, la rumorología a través de e-mail se recreó en la escena de Chenoa y Bisbal, pillados por Nina en el baño haciendo algo más que conversar. Las felaciones homosexuales, presuntamente filmadas pero no emitidas, eran otra de las temáticas favoritas de los inventores de historias para no dormir.

No obstante, no vaya a pensarse el lector que los ex concursantes de OT son los únicos que sirven de materia prima para la maledicencia popular. Cualquiera que alcance la suficiente popularidad es candidato a convertirse en protagonista involuntario de estas historias. Buen ejemplo de ello es el grupo Estopa, de cuyos miembros se ha llegado a decir que retrasaron un vuelo al tener que ser desalojados del avión antes del despegue a causa de un coma etílico. Por supuesto que esta historia es tan falsa como el resto de las que se recogen en este capítulo, y la única posible fuente de inspiración que se nos ocurre es que las canciones del simpático dúo entrarían por méritos propios en cualquier recopilación que se llamara, por ejemplo, «Grandes éxitos del botellón», aunque viendo cómo está la industria discográfica mejor no dar ideas…

Terrorismo musical

Sin embargo, todo esto no pasa de lo anecdótico comparado con lo de tachar a alguien de pro-etarra, tal como se comprueba en este e-mail:

Me acaban de dar una noticia que me ha dejado sorprendido y, a la vez, acojonado. No había oído nada hasta ahora. Vosotros quizá ya lo sabéis, pero por si acaso voy a contároslo.

El pasado jueves, en el programa de Pedro Ruiz, habían invitado a la tertulia a los componentes de La Oreja de Van Gogh. Al parecer, en el transcurso de la entrevista, Pedro Ruiz les preguntó si era cierto que donaban la mitad de sus ingresos a una ONG. Respondieron que sí. Pedro Ruiz les preguntó qué ONG, si Cruz Roja, Médicos sin Fronteras…

Respondieron que no, que era una ONG de un nombre que no me acuerdo. Resulta que a Pedro Ruiz ese nombre le sonaba a algo y les dijo: «… pero esa ONG ¿no es una organización pro-etarra?».

Ellos respondieron que sí, que los miembros de ese grupo eran de esa ideología, que se consideraban pro-etarras. Pedro Ruiz, en directores echó del programa. Muy bien hecho… con un par.

Me he quedado helado porque es un grupo que me gusta bastante y no me esperaba nada de esto. Para los que, como yo, estáis en contra de que haya gente que asesine, que sepáis que la mitad de lo que ganan cada vez que se compra un disco suyo, la mitad de los ingresos por la compra de una entrada a un concierto va destinado a ETA para que compre armas, dinamita, ponga coches bomba y dé tiros en la nuca. Es bueno que la gente lo sepa y no esté engañada. Boicot total.

Gracias por vuestra atención y saludos a todos.

Como el bulo se extendió a gran velocidad, RTVE recibió por aquellos días multitud de llamadas intentando confirmar la veracidad de este texto. El infundio llegó a ser tan popular que incluso comenzaron a circular diversas parodias y hasta una respuesta presuntamente atribuida a los integrantes del grupo:

Hola,

Estamos al tanto del… bulo que algún mentiroso irresponsable ha tenido a bien en difundir por ahí. Bien, lo primero que queremos decir es que no es la primera vez que escuchamos tonterías sobre nosotros.

Para que os hagáis a la idea, hasta se dijo que uno de nosotros era ciego o que un misterioso compositor canario (?) nos hacía las canciones a nosotros y también a Extremoduro (de traca, vamos) y eso sin comentar la de amigos que se supone que tenemos en las altas esferas de la política que han conseguido que vendamos los discos que estamos vendiendo…

Por cierto, ¡es particularmente delirante cómo nuestra supuesta ideología cambia de signo radicalmente de bulo a bulo!

Creemos que cualquier persona con un mínimo de pensamiento crítico se dará cuenta de que esta última chorrada que ahora nos ocupa no se sostiene por ningún lado: Pedro Ruiz jamás invita a su programa (por cuestiones de formato) a más de una persona. El pasado jueves estábamos en San Sebastián preparándonos para ir a Badajoz a tocar, etc.

La única vez que fuimos a La noche abierta fue hace bastantes meses a tocar un tema —concretamente, París— en directo. En fin, como decimos, cualquiera que dedique cuatro minutos de «investigación» verá, como es obvio, que todo es una torpe patraña.

La única reflexión que nos queda por hacer (pasado el inevitable cabreo que como os imagináis nos hemos llevado) es ¿por qué? ¿para qué?

Sabemos que no le gustamos a todo el mundo, y nunca lo hemos pretendido, pero de ahí a difundir estas sandeces hay un trecho.

Al que no le guste nuestro grupo que no lo escuche, ¡nadie le obliga!

En fin, para acabar que ya nos estamos enrollando demasiado, queremos agradecer a todos los fans y no fans (que también nos han escrito) su reacción de incredulidad ante este tipo de tonterías que, como alguien bien ha dicho, suena parecido a «lo de Ricky Martin y la mermelada».

Bueno, un saludo a todos y no dudéis en escribirnos para cualquier cosa.

Aunque tardemos, siempre contestamos ¡Prometido!

Amaia, Xabi, Pablo, Alvaro y Haritz

La Oreja de Van Gogh

lodvg@yahoo.es

¡Ah! No dudéis en pasar este e-mail a todo el que os dé la gana, que así nos echáis un cable.

Desconocemos si este correo es auténtico o no, pero gracias a un artículo periodístico podemos tener noticia de la reacción del grupo en el momento de conocer la existencia del bulo:

Sin embargo, también se llevan sorpresas desagradables. Dos días antes del concierto de Segovia se han pasado ocho horas delante del ordenador desmintiendo un bulo. Se ha corrido el rumor de que durante una entrevista en el programa La noche abierta, que presenta Pedro Ruiz, confesaron que cedían el 50 por ciento de sus ganancias a una organización pro-etarra. El primero en enterarse fue Xabi, pero no quiso alarmar al resto. «Pensé que era una mentira más». Ésta se propaga por Internet como el rayo. De e-mail en e-mail. De boca en boca. Amaia se entera por la radio. El rumor es tan grande que Pedro Ruiz lo desmiente en directo. A ellos les ha sentado fatal. «Ha sido muy desagradable», dicen. «Y más este asunto, que es muy complicado y no está para bromas». El terrorismo. Tenía que salir el tema. «Nosotros siempre hemos querido transmitir que el País Vasco no es sólo terrorismo. Somos un grupo que hace música, que tiene un compromiso con la vida, el amor, la amistad, con los valores de una generación que ha nacido en libertad. Somos una parte más de las muchas cosas buenas que hay en el País Vasco», dice Pablo.[3]

En el capítulo de los bulos que relacionan a la banda terrorista ETA con el mundo de la música, merecen capítulo aparte aquellos que afirman que tal o cual cantante ha sido amenazado y/o extorsionado por la siniestra organización. Marta Sánchez y Chenoa han sido dos de los nombres más señalados por la imaginación popular, pero una lista exhaustiva sería prácticamente interminable.

Los enfermos imaginarios

Los ídolos que mueven miles de fans no se libran de las atenciones de los calumniadores, más bien al contrario, pues a la rumorología digamos «natural» se une la atención que reciben de la llamada prensa del corazón. El caso de Alejandro Sanz es especialmente serio. Según declaraba al suplemento Magazine de El Mundo su manager y amigo, Miguel Angel Arenas:

Ese bulo de que es homosexual lo ha creado un señor que se llama Mariñas, que se ha dedicado a decir que estaba emparejado con Canales o Miguel Bosé… ¿Cómo se puede decir que le cogieron entre varios, le dieron por culo en la discoteca Joy Eslava y le llevaron a un hospital?

El propio cantante sentenciaba: «Si yo tuviera que demandar las cosas falsas que dicen de mí, no saldría de un juzgado en mi vida».[4] En los días en que hacía esas declaraciones acababa de perder una demanda civil contra Carmen Rigalt, que en uno de sus artículos criticaba la boda balinesa del cantante como una supuesta operación de márketing.

Les llevé a los tribunales por la maldad que gastó esa persona en el artículo. Creo que quien escribe eso así, realmente es una mala persona. No he leído nada más horrible en mi vida. Ni siquiera el final de El perfume me parece tan horrible. Era veneno puro. Me cuesta mucho odiar a la gente que conozco, imagínate a la que no conozco. Y normalmente escriben de ti sin conocerte. Siempre han intentado provocarme para que entre en ese círculo, es una especie de dictadura. Te obligan por cojones a entrar en este tiovivo de estupideces y de gentuza. Yo soy un músico. Hubo una época en la que se decía que a la gente que no quería entrar en ese círculo la respetaban. Es mentira. Da igual. Dicen que una boda en Bali es un carnaval. Un carnaval es una boda de un torero en Sevilla. Ya lo dice Antonio Banderas, es el triunfo de la mediocridad.[5]

No es el único en haber sufrido calumnias semejantes. Es de todos conocido que Miguel Bosé pasó uno de los peores momentos de su carrera cuando empezó a correr como la pólvora que se moría de sida. Ni siquiera se calmó la cosa cuando el cantante comentaba indignado toda la historia en una entrevista con Mercedes Milá, y hubo quien no se apeó del burro y siguió insistiendo en su agonía, que se nos antoja larga a juzgar por el envidiable aspecto del artista, al que, por cierto, la rumorología pre-internet ya había matado en un accidente durante el rodaje de El caballero del dragón. Otra que «agonizaba de sida» en el madrileño Hospital Clínico fue la actriz Amparo Muñoz, que debía de estar internada en la misma unidad de cuidados intensivos que Jesús Mariñas, al que periódicos correos electrónicos le adjudican un sida terminal que ya dura casi tantos años como el de Miguel Bosé y tiene visos de ser igual de real. A Xuxa, que durante un tiempo fue la delicia de los niños —y mayores— españoles, no sólo la mataron las malas lenguas sino que, además, adjudicaron a sus canciones contenidos satánicos si eran escuchadas al revés, como si de un grupo de death metal se tratara.

Otro de los más maltratados en esto de los bulos es Julio Iglesias. En Internet,[6] por ejemplo, circula un currículum de las operaciones de cirugía estética del cantante que nos cuesta creer que se ajuste a toda la verdad:

A Sylvester Stallone se le ha atribuido una operación de alargamiento de pene completamente ficticia. Antes de ser una estrella de Hollywood, cuando apenas contaba veinticuatro añitos, el futuro Rambo protagonizó una película porno —esto no es un bulo, el filme se titulaba Party at Kitty and Stud’s y es una auténtica pieza de acción para los amantes del género— en la que demostraba que en absoluto andaba necesitado de una intervención de este tipo.

Paul esta muerto

En cualquier caso, el que se ande especulando por ahí sobre tus operaciones de cirugía estética parece un mal menor comparado con que se diga, por ejemplo, que estás muerto. Esto le ha ocurrido a varias celebridades y quizá uno de los casos más esperpénticos sea el de Michael Jackson, a quien dedicaremos nuestra atención un poco más adelante. La que sin duda es la más célebre de estas muertes secretas es la de Paul McCartney, de quien se dijo que había muerto en un accidente de tráfico y que fue sustituido por un doble. A pesar de que han sido decenas los artículos que se han escrito al respecto, nadie puede afirmar con absoluta certeza que sepa dónde se originó este rumor. Es muy posible que fueran los propios Beatles quienes lo originaron, bien como maniobra de marketing, bien como simple travesura, tal y como le contó en su momento el propio Paul McCartney —¿seguro que era él?— al recientemente desaparecido periodista radiofónico Joaquín Luqui, después de que durante años hubieran negado obstinadamente, a veces con muy malos modos, cualquier implicación en este esperpéntico asunto.

La primera prueba documentada de esta historia aparece hacia finales del verano de 1969, cuando el Northern Star, periódico de la Universidad del Norte de Illinois, publicó un extenso artículo firmado por un tal Fred Labour en el que se relataba toda la presunta trama de la muerte del Beatle, incluida la historia de su accidente de tráfico.

Al parecer, por la fecha de autos —nunca mejor dicho— hubo efectivamente un accidente de tráfico en el que falleció un hombre de pelo moreno que quedó tan desfigurado que no pudo ser identificado.

Al poco tiempo de aparecer este reportaje, su contenido fue recogido en un programa radiofónico de la cadena WKNR-FM de Detroit, desde donde el rumor comenzó a extenderse como una epidemia. El hecho de que apenas un mes después de la publicación del artículo original, el 22 de octubre de 1969, la agencia de noticias United Press distribuyera la siguiente información entre sus abonados nos habla de la rapidez con que se extendió la historia:

LOS FAMILIARES INSISTEN EN QUE PAUL ESTÁ VIVO

Nueva York (UPI). Un culto en torno a la muerte de Paul McCartney se está formando a pesar de que los familiares insisten en que el famoso Beatle está vivo y goza de buena salud.

Los rumores respecto a la muerte de Paul McCartney aparecieron hace varios meses cuando sus admiradores comenzaron a encontrar símbolos en las letras de las canciones de los Beatles y en las portadas de sus discos. Las emisoras de radio y los periódicos se han visto saturados por multitud de llamadas preguntando: ¿está vivo Paul?

La presión popular se fue haciendo tan fuerte que el propio Beatle tuvo que salir a escena para hacer unas declaraciones ante los medios de comunicación: «Estoy vivo y me encuentro bien, aunque preocupado por los rumores sobre mi muerte […] pero, si estuviera muerto, sería el último en enterarme».

Este muerto esta muy vivo

La historia de la presunta muerte de Paul McCartney, aun siendo impresionantemente imaginativa, se queda pequeña ante la auténtica novela de enredo ideada por los anónimos autores de un bulo que situaba la muerte de Elvis Presley no el 16 de agosto de 1976, sino en 1959, mientras cumplía el servicio militar en Alemania. Atención guionistas, porque la historia da para una buena película. Elvis habría perdido la vida en un accidente con un Jeep en Alemania. La noticia podría desatar una importante crisis propagandística. En plena Guerra Fría, la muerte del ídolo de la juventud de medio mundo durante el servicio militar en un país extranjero no era precisamente un tanto a favor de la imagen de los estadounidenses.

Sin embargo, la CIA tenía un as en la manga con el que no contaba nadie. En Texas, en el seno de una familia acomodada relacionada con el negocio del petróleo, vivía Jesse, un joven de un notable parecido con el cantante, tanto que, de hecho, se trataba de su hermano gemelo. Es un dato biográfico conocido que Elvis había nacido en un parto de gemelos, en el que sólo él sobrevivió. Sin embargo, la CIA sabía que esto no era verdad, sino que los padres de Elvis, muy pobres, habían cedido a uno de los pequeños en adopción a cambio de una contraprestación económica.

Los servicios de inteligencia localizaron a Jesse y durante el tiempo que restaba de servicio militar lo tuvieron recluido en Alemania dándole clases de canto, baile e interpretación. Todos los fans de Elvis notaron un cambio en su actitud después de su paso por el ejército. El rebelde rockero había perdido garra y ahora se decantaba por las melodías más suaves y las baladas. Su carrera musical quedó aparcada en beneficio de la cinematográfica. Sus opiniones y actitudes se volvieron mucho más conservadoras.

Pasaron los años y paulatinamente Jesse se fue hartando de llevar una vida prestada. La depresión estaba acabando con él. Finalmente, amenazó a los servicios de inteligencia con revelarlo todo si no le proporcionaban una salida. Así fue como se decidió escenificar una muerte falsa, que permitiera a Jesse reanudar su vida interrumpida casi veinte años antes. De ahí que haya tantas incongruencias en todo lo referente a la muerte de Elvis y que haya tantas personas que afirmen haberle visto después de muerto.

Son muchas las leyendas que el mundo de la música ha alimentado al abrigo de hipótesis, descabelladas o no, surgidas previa observancia de datos, pistas e imágenes que el artista o grupo de turno suscitaba. El último ejemplo de esto es el del rapero Eminem, cuyo álbum Encore despertó toda suerte de rumores sobre si el cantante había muerto o estaba pensando en la retirada. En la portada, Eminem (o su doble) recrea una despedida solemne, con un formal traje negro como el que se coloca a los finados, sobre un fondo sospechosamente similar a un ataúd. Además, el CD contiene una nota de suicidio manuscrita: «A mi familia y todos mis amigos. Gracias por todo. Siempre os querré. A mis fans. Lo siento. Marshall».

Medio litro de semen

Incluso las modas musicales más recientes ya cuentan con su pequeña plantilla de muertos imaginarios. Tal es el caso de la cantante de reggaeton Lorna, que hizo sonar su Papi chulo hasta la saciedad en el verano de 2003. Casi con la misma profusión que las emisoras de radio reproducían su canción, en Internet se difundía un mensaje en el que se anunciaba que la cantante había sido encontrada muerta en la habitación de un hotel, víctima de una sobredosis.

El cantante Melendi es otro especialmente castigado por los bulos. Durante un tiempo corrió el rumor de que el músico asturiano había sido detenido por tráfico de drogas, algo que su compañía discográfica, Carlito Records, se apresuró a desmentir. También se dijo que estaba en «libertad bajo fianza» o que «salía de la cárcel para asistir a los conciertos».

La cosa no se queda ahí. Desde que su álbum de debut, Sin noticias de holanda, viera la luz, también ha sido dado por muerto en más de una ocasión. Una de ellas, «en un tiroteo con unos colombianos» y otra, «por sobredosis». Peor todavía, se dice que una vez declaró que en su vida había leído un libro —aunque mucho me temo que eso no sea un bulo—, equiparándose con esto a otras grandes figuras de la farándula como Victoria Adams, que también ha hecho bandera de su analfabetismo.

El mundo de la política también ha dado algunos muertos vivientes célebres. El ex ministro socialista Miguel Boyer «fue suicidado» en un sonado bulo que tal vez le confundía con el actor con el que comparte apellido, Charles Boyer, que sí se quitó la vida con una sobredosis de barbitúricos. El desaparecido columnista Pedro Rodríguez insinuó en los años ochenta, en la revista Tiempo, que Felipe González había intentado suicidarse, víctima de una depresión.

Claro que mejor suicidarse como consecuencia de una depresión que morir de repente y que en la autopsia te encuentren casi medio litro de semen en el estómago. Esta historia de pésimo gusto ha sido atribuida, entre otros, a Elton John, Freddy Mercury, Rod Stewart, David Bowie, Marc Almond, Mick Jagger, Andy Warhol, Jeff Beck, Jon Bon Jovi, todos y cada uno de los miembros de New Kids on the Block, Alanis Morissette, Li’l Kim, Foxy Brown, Britney Spears (que también tiene una muerte en accidente de coche a sus espaldas) y Fiona Apple. Y es que, como apuntábamos al principio de este capítulo, las buenas historias no mueren, simplemente se transforman.

Los orígenes de estas ficciones habría que buscarlos en Estados Unidos, concretamente en los años cincuenta, cuando se comentaba la misma historia pero teniendo como protagonista a la animadora de tal o cual equipo, en cuyo estómago habría sido hallada la comprometedora sustancia. Con el paso del tiempo, la moral sexual se fue haciendo más permisiva y el objeto de la historia fue cambiando hacia colectivos que todavía conservaban un cierto halo de depravación moral, como las estrellas de rock, y si éstas eran de sexualidad ambigua, mejor que mejor. Actualmente, esta invención se le atribuye a cualquier artista que genere algún tipo de antipatía en un sector del público.

Por cierto, y más que nada por aportar un dato cuantitativo que pruebe la inverosimilitud de semejante historia, esa gran cantidad de semen requeriría estar practicando felaciones durante tres días seguidos sin parar, eso sin contar con que tal acumulación es imposible ya que el propio cuerpo va digiriendo las cantidades ingeridas.

Un hombre a una nariz pegado

Existe una especie de ley no escrita en esto de los bulos sobre figuras musicales que viene a decir que cuanto más grande es la figura a calumniar, mayor y más imaginativa es la calumnia. En este caso no podemos poner ejemplo más representativo que el de Michael Jackson. Uno de los bulos más enloquecidos de los cientos que han corrido sobre el extravagante artista es que en realidad no es él.

En 1984 las páginas de los diarios de todo el mundo recogían la noticia de que el cantante había sufrido un aparatoso accidente durante el rodaje de un anuncio publicitario para Pepsi. Como resultado de las quemaduras, Jackson tuvo que someterse a varias operaciones de cirugía estética y algunos de sus biógrafos ubican en este punto el comienzo de su adicción al bisturí. Sin embargo, los «imaginadores de historias» van mucho más lejos, haciendo circular la especie de que Jackson en realidad falleció durante aquel accidente y fue sustituido por una muchacha admiradora que, aparte de conocer a la perfección sus canciones y pasos de baile, guardaba un notable parecido físico con él.

Lo realmente increíble de esta historia es que no sólo sigue «viva» desde hace años, sino que en todo este tiempo se ha ido enriqueciendo con sucesivas aportaciones. Por ejemplo, con motivo del registro de Neverland, la residencia del cantante, se comenzó a rumorear que el cadáver del auténtico Jackson había aparecido enterrado en la finca. Tan popular se hizo este bulo que incluso llegó a ser recogido por una popular publicación satírica estadounidense.[7]

Si lo meditamos un poco, resulta llamativo que este disparatado rumor tenga una profunda razón de ser. Durante las últimas dos décadas los admiradores de Michael Jackson han sido testigos de una inquietante metamorfosis, tanto en lo físico como en lo mental. El guapo y simpático joven afroamericano de sus primeros tiempos se ha ido transformando en una inquietante y casi aterradora figura a la que se han achacado toda suerte de desatinos, algunos de ellos incluidos en el código penal. Qué mejor explicación para sus fans que la de que el auténtico Michael Jackson ha sido suplantado por un impostor, algo que aunque sea de manera simbólica tampoco está tan alejado de la realidad.

Los bulos llevan persiguiendo a Jackson desde hace años, cuando, por ejemplo, se decía que su número de teléfono se encontraba encriptado en el código de barras de su álbum Thriller. El problema fue que aquellos números en realidad se correspondían con el teléfono de una mujer de Ohio llamada Barbara Brown, que comenzó a recibir miles de llamadas al día. También se ha dicho que la nariz de Jackson no sólo es una prótesis, sino que se cayó al suelo durante una aparición televisiva. A pesar de que Jackson se ha hecho hasta seis operaciones de rinoplastia, cada una de ellas con resultados bastante impresionantes, lo cierto es que lo poco que queda de su apéndice nasal es todavía suyo. Tal vez sea la apariencia de fragilidad que transmite esta nariz la que ha propiciado estas historias.

Aquellos maravillosos años

La extravagancia debe de constituir algún tipo de imán para la proliferación de esta clase de rumores, ya que Marilyn Manson no sólo supera a Michael Jackson en el tono y nivel de sus excentricidades, sino que lleva camino de sobrepasarle también en materia de bulos levantados a su costa. El último que ha llegado a nuestro conocimiento es que el artista, presuntamente adicto a la cirugía estética radical, está planeando rematar la obra cortándose un brazo. No se alarmen los fans del héroe gótico, ya que nada más lejos de su intención que automutilarse. De hecho, ni siquiera siente especial interés por la cirugía estética: lo suyo es más el maquillaje de efectos especiales y las lentillas de colores.

Mucho más imaginativo es el rumor de que Manson es, en realidad, el niño que en la serie Aquellos maravillosos años interpretaba a Paul, el mejor amigo del protagonista. La metamorfosis de aquel adorable muchachito gafotas en el príncipe de los vampiros es estéticamente atractiva pero absolutamente incierta. No tenemos más que consultar los títulos de crédito de la serie para descubrir que el actor que daba vida a Paul se llamaba Josh Saviano, mientras que cualquier fan de Manson nos podrá decir que su nombre real es Brian Warner. Lo más curioso del asunto es que desde las Navidades de 1996 Josh Saviano recibe e-mails en los que le preguntan si realmente él es Manson. La historia «niño bueno que crece y se convierte en niño malo» no es la primera vez que funciona en el mundo de la música. Ya en su día se dijo que Madonna era en realidad Tabitha, la adorable niña rubia que aparecía en la serie de televisión Embrujada (por si alguien está tentado de creerlo, añadiré que la niña en cuestión se llamaba Erin Murphy).

Bastante más desagradable, e igualmente falsa, es esta historia recogida en Internet en 1999:

Querido quienquiera que lea esto:

Hoy es 30 de marzo de 1999.Y hoy he escuchado algo que me ha hecho detenerme. Todos conocéis a esa persona enferma llamada Marilyn Manson. Yo conozco a alguien que fue a uno de sus conciertos. Está abusando de animales. Lanzó algunos cachorros al público antes de su actuación y después anunció que no comenzaría hasta que los perritos fueran matados. Por tanto, en conclusión, algunos cachorros son matados en cada concierto de Marilyn Manson. Se trata de algo enfermizo que hay que detener ya y nosotros somos los únicos que lo podemos parar. Este individuo es una persona enferma. Estoy enviando esto a todos en mi lista de contactos, y si usted pudiera POR FAVOR enviar esto por lo menos a lO personas, nosotros podríamos marcar la diferencia. Si la gente se da cuenta de lo que está haciendo este hombre enfermo, entonces menos gente irá a sus conciertos, y cuando no vaya nadie, él no podrá matar a más perritos. Por tanto, por favor envíe esto y usted estará por lo menos salvando las vidas de un par de perritos. Y permítame decirle que si usted no envía esto no es más que un perdedor egoísta.

En cualquier caso, por retorcida que sea la imaginación e imaginería del siniestro cantante, los fabricantes de bulos demuestran en muchas ocasiones no quedarse atrás a la hora de inventar argumentos para sus historias. Una de las mejores es la que afirma que el cantante se hizo extirpar las costillas flotantes, no para mejorar su figura, sino para poder chupársela a sí mismo (no, no me refiero a la costilla). Marilyn Manson no se ha quitado ninguna costilla, simplemente es delgado. Otra de las imaginativas operaciones de cirugía atribuidas al cantante es la de hacerse extraer carne de sus nalgas para implantársela en el pene. Para no alargar más este apartado, simplemente enumeraremos algunas de las demás habladurías que circulan sobre Manson:

Televisión imposible

La televisión y sus personajes, como referentes obligados para la mayor parte de la población, se han convertido en uno de los principales objetivos para los maquinadores de bulos. Como si lo que aparece en pantalla no fuera suficientemente surrealista, que lo es, la imaginación popular pone en los correos electrónicos y en las conversaciones de bar las teorías más alucinantes, como aquella que afirmaba que la conocida enemistad catódica entre dos de los polemistas más famosos de la televisión actual, Coto Matamoros y Enrique del Pozo, era debida a que, en realidad, habían sido amantes.

No sólo los programas de cotilleo, las series de ficción también dan de sí para que circulen rumores y bulos de todo tipo. En 2001, a los fans de la serie Friends se les encogió el corazón con la noticia de que el actor David Swimmer (que interpreta a Ross) había fallecido en el atentado contra las torres gemelas. Afortunadamente, después de esto la serie continuó durante algunas temporadas con todo su elenco un poco más mayor, pero intacto. Otros actores de la televisión americana han sufrido «muertes» semejantes. Veamos lo que se dice en una página de Internet sobre la serie Cosas de casa:

Una serie que duró del año 1989 al 1998 (casi nada), con 215 episodios a sus espaldas. Al principio la serie simplemente trataba de problemas con la familia, hasta que llegó el éxito en la segunda temporada con la aparición del ya mítico Steve Urkel (os guste o no) pero hay que reconocer que estuvo hasta en la sopa, y por estar estuvo hasta en Sorpresa, sorpresa, con Isabel Gemio. Recuerdo especialmente esa sorpresa donde aparecían cartelitos a tamaño natural de Urkel hasta que al final uno era el de carne y hueso, pero desgraciadamente este actor fue mal parado y murió a causa de las drogas.

Otras versiones, más acordes con el carácter absurdo del personaje que interpretaba en la pequeña pantalla, decían que había fallecido en un accidente de rodaje aplastado por una gigantesca cámara. Pues no; Jaleel White, que así es como se llama el actor que interpretaba a Steve Urkel, se gana la vida doblando personajes de dibujos animados, tiene un blog en nba.com sobre la liga de baloncesto estadounidense y ha producido algunas series para televisión. Es más: efectivamente, el muchacho salió en Sorpresa, Sorpresa y ya en aquel momento el rumor sobre su muerte por sobredosis llevaba un tiempo circulando e incluso llegó a salir publicado en la revista Superpop. También cabe la posibilidad de que la historia fuera cierta y algún malvado productor le hiciera resucitar para cumplir con su contrato.

El caso es que las comedias televisivas deben de ser propensas a suscitar este tipo de rumores, pues lo mismo se dijo en su día del actor que interpretaba al simpático Carlton en la serie El príncipe de Bel Air.

Claro que cuando se habla de leyendas relativas a los personajes de la pequeña pantalla, el clásico entre los clásicos es la explosión de los pechos de Ana Obregón durante un viaje en avión. El origen de esta leyenda puede que venga de una noticia publicada hace quince años en un periódico colombiano y cuyo titular decía: «Pechos de azafata explotan a 15 000 pies de altura». La propia Ana Obregón ha llegado a hablar de este tema en alguna ocasión:

El inventor de ese bulo debía de ser muy inculto. Lo malo es que hubo gente que se lo creyó. De ser cierto, al 98 por ciento de las mujeres que se han operado de los pechos y que han montado en avión les habría ocurrido lo mismo. A mí lo único que me estalló en pleno vuelo fue un tímpano.[8]

El cine de las sábanas blancas

El cine también lleva a cuestas su correspondiente ración de rumores inventados por mentes anónimas que han ido calando poco a poco en el ideario popular y trasnmitiéndose a través de todos los medios de comunicación creados por el hombre.

En la prehistoria del bulo podemos encontrar el baile de Rita Hayworth en Gilda, la conocida escena de los guantes que fue censurada por los guardianes de la moral franquista porque contenía imágenes «demasiado explícitas». Desde luego, hoy nos sorprende que esas imágenes «expliciten» nada salvo para una mente muy calenturienta, y suponemos que en aquella época también ya corría el rumor de que en la escena del baile Gilda acababa desnudándose, y de ahí el corte.

Uno de los personajes recurrentes de estas historias es Bruce Lee, cuya prematura y misteriosa muerte ha dado lugar a las más variadas teorías de conspiración. Sin embargo, destacan aquellas en las que, como en otros casos de muertes célebres —Elvis o Lady Di—, se afirma que Bruce Lee no murió realmente. Entonces, ¿dónde se encuentra? Pues ni más ni menos que entrenando clandestinamente al ejército chino.

Es también muy común que este tipo de leyendas afecten a familias enteras. En el caso de Bruce Lee, su hijo tuvo la mala fortuna de fallecer en un fatal accidente durante el rodaje de El cuervo, cuando fue alcanzado por el proyectil de una pistola que en teoría sólo debía contener cartuchos de fogueo. Fueron muchos los que en aquel momento se adhirieron a la teoría de que los misteriosos asesinos que habían provocado la súbita muerte de Bruce Lee habían actuado de nuevo, cebándose en su hijo como siguiente eslabón de una retorcida venganza. No obstante, todo apunta a que la muerte de Brandon fue en realidad debida a la falta de profesionalidad y al recorte de gastos durante el rodaje. Pero como la rumorología no descansa, comenzó a propagarse que la escena en la que había muerto el actor figuraba en el metraje del film. Nada más alejado de la verdad. El rollo de aquella escena fue destruido sin siquiera revelarlo. A los investigadores de la policía, dado que se trataba de un accidente, les bastó con ver el vídeo del rodaje, donde también había quedado reflejado el incidente.

En otras ocasiones, el bulo tiene tintes mucho menos dramáticos e incluso ha sido vital para el éxito de la película. Eso es lo que sucedió en 1999 con El proyecto de la bruja de Blair que, como hemos mencionado, tuvo gran éxito a pesar de haberse filmado con escaso presupuesto. El verdadero hallazgo de sus autores, dos jóvenes llamados Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, radicó en difundir por Internet la existencia de una cinta grabada que se iba a estrenar en cine con las imágenes reales de la muerte de un equipo de documentalistas que se internó en los bosques norteamericanos para investigar una leyenda local. El bulo funcionó de maravilla y meses antes del estreno ya había cientos de miles de fans de una película que ni siquiera habían visto.

Pero realmente no hay nada nuevo bajo el sol. Años antes ya había sucedido lo mismo con otra película: Holocausto caníbal. Aún corre el bulo, del que se hizo eco alguna que otra revista de gran tirada, según el cual las imágenes de la tortura, muerte e ingesta de unos exploradores por parte de una tribu de indígenas amazónicos son reales, relato que en su momento se utilizó para conseguir una abultada taquilla con un filme malo de solemnidad. Lo único real es el maltrato y la muerte de algunos animales que tuvieron la mala fortuna de caer en manos de los desalmados productores.

Por su parte, el director de cine Steven Spielberg tuvo que desmentir en su día lo que calificó como una campaña de falsos rumores en Internet, donde se le adjudicaba la intención de dirigir un filme de temática pro-palestina. El bulo se propagó a gran velocidad citando siempre a la revista The Hollywood Reporter como fuente y utilizando nombres falsos de periodistas para apoyar la historia. Según la falsa noticia, Spielberg, una de las figuras más reconocidas de Hollywood y de religión judía, estaba dispuesto a dirigir una película (que sería producida bajo el sello DreamWorks, estudio que fundó junto con Jeffrey Katzenberg y David Geffen) inspirada en los levantamientos palestinos de la intifada, ya que su actual actitud sería muy crítica con la actuación del Estado de Israel.

Cayetana y el sexo

La profusión de bulos electrónicos que circulan de ordenador a ordenador pierde mucha de su gracia y se convierte en un asunto de muy mal gusto cuando este tipo de historias es recogido y difundido por los medios de comunicación. La actriz Cayetana Guillén Cuervo vivió en sus carnes esta situación cuando los programas televisivos Crónicas marcianas y Aquí hay tomate, entre otros, se hicieron eco de un absurdo rumor que la vinculaba con el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar.

El texto del e-mail, que circuló entre millones de internautas españoles, era el siguiente:

Nuestro amadísimo «Pepe Aznar» está a punto de divorciarse de nuestra siempre «amadísima y respetadísima» A. Botella. ¡Se ve que tiene un lío con Caietana (sic) Guillén Cuervo! (últimamente mola el rollo periodistas y semejantes…) La fuente: periodistas y semejantes (sic), pero claro… las elecciones están demasiado cerca y sería un escándalo destaparlo antes de tiempo… (ya sabéis, las urnas mandan… y en la «España profunda» quizá no se aceptaría gratamente que nuestro líder conservador, que tanto ha luchado por la Unidad de España, pidiera ahora la autonomía o la autodeterminación). Bueno, pues se ve que es rumor conocido y tapado… Para muestra, un botón: ¿visteis ayer (martes) el programa del Buenafuente? ¿Alguno de vosotros recuerda lo que Corbacho dijo sobre un rumor relacionado con alguien MUY IMPORTANTE y un PERSONAJE CONOCIDO? ¿y recordáis cómo dijo también que no podía seguir hablando porque por el «pinganillo» le estaban «pidiendo» que callara? Bien, ya sabéis que el binomio «política-medios de comunicación» funciona a la perfección, y que sólo «se destapa» aquello que interesa y sobre todo: en el momento en que interesa… NOTICIÓN, ¿verdad? Pues bien:… Pasadlo. ¡Que se les destape el pastel antes de tiempo!

Cayetana, al principio, se lo tomó como una de tantas barbaridades que circulan por la Red. Incluso se permitió bromear sobre el asunto cuando presentó la ceremonia de los premios Goya: para qué iba a buscar novio si ya se lo adjudicaban por ahí. Pero su actitud no consiguió aplacar la calumnia y cinco días después le pidió a su abogada, Cristina Almeida, que emitiera un comunicado para desmentir la infamia. La calumnia había hecho mella en su ánimo —según su representante, Almudena, «estaba hecha polvo»—. Para acallar el infundio, la abogada de la actriz, Cristina Almeida, se vio obligada a emitir un comunicado anunciando:

[…] cuantas acciones civiles o penales se puedan derivar del hecho de que consciente de la falsedad de estos rumores, noticias o información, a quien haga uso del nombre, imagen de mi patrocinada o comente esta noticia en relación con Doña Cayetana Guillén Cuervo, que nada tiene que ver con esa supuesta relación.

En el comunicado se decía que al principio la actriz no le dio importancia al rumor:

[que fue] tomando consistencia hasta el punto en que en distintos medios escritos y en la televisión se ha llegado a dar el nombre de Cayetana Guillén Cuervo como vinculada a esa persona [en referencia a Aznar] por una relación sentimental.

En el escrito se recuerda que Cayetana Guillén apenas conoce al presidente, al que ha visto sólo dos veces en actos públicos junto a otros actores.

La abogada ofreció como ejemplo en el diario El Mundo la afirmación que se hizo en Crónicas marcianas de que el presidente «en vez de ver Lucía y el sexo, ve Cayetana y el sexo».[9] Por supuesto, en el texto se establecía que las afirmaciones eran «absolutamente falsas; puras mentiras», extrañas por completo a la vida real de la actriz «que comparte felizmente su vida sentimental con una persona, ajena a la vida pública, que le supone la serenidad y el afecto» y que hechos como éstos «perjudican su imagen, afectan a sus sentimientos y causan un daño innecesario por tratarse de falsedades absolutas». Ornar, entonces novio de la actriz y hoy marido, es una bellísima persona, según cuentan sus conocidos, y se trata de una pareja muy unida. De Cayetana se dejó de hablar y al presidente se le adjudicó una novia anónima en Londres para evitar que surgiera alguien que desmintiera la historia.

Parejas imposibles

Cayetana Guillen no ha sido la única afectada por este tipo de historias. En tiempos recientes han circulado infundios de corte semejante respecto a Anne Igartiburu, por ejemplo, o a Antonia Dell’Atte. Igualmente malintencionados y, sin duda, nacidos de las envidias profesionales o las rivalidades políticas, fueron los chismes que en su día corrieron de boca en boca sobre Cristina Tárrega y Eduardo Zaplana y sobre este último y Paloma Lago. El 26 de abril de 2001 una indignada comunicante llamada «Ana» escribía lo siguiente en el foro de la página web Orihuela.net:

La inutilidad de nuestros gobernantes es total, tanto nuestro alcalde como nuestros diputados y nuestro Consell no pueden ser más inútiles. Cada vez que la oposición le avisaba del peligro del tramo sur del AVE, ellos se echaban las manos a la cabeza y los llamaban locos, insensatos, demagogos… y que Zaplana no lo iba a consentir. El resultado ya lo veis… ¿tendremos tramo sur por… narices? ¿Es incapacidad de Zaplana, está demasiado ocupado con Paloma Lago?

Lo disparatado da paso a lo abiertamente surrealista cuando hablamos de la supuesta aventura amorosa de Felipe González y la nieta de Franco, Merry Martínez Bordiú, con la que nunca se había cruzado en su vida. Para rematar el chiste, un buen día aparecieron muchos taxis de Madrid decorados con una foto del presidente socialista ataviado con uniforme de la Organización Juvenil Española (OJE), de las juventudes falangistas. Se trataba en realidad de un señor de Cáceres que, de joven, guardaba un gran parecido con el político andaluz. Si a lo anterior le sumamos una adicción a los corticoides y un trastorno bipolar, creo que podemos dar por cerrado el capítulo de los bulos protagonizados por el ex presidente del Gobierno.

Claro que si todavía no se han recuperado del impacto de imaginar a Felipe González emparejado con una nieta de Franco, ya pueden agarrarse a la silla, porque la pareja que llenó los cotilleos clandestinos de los españoles durante un tiempo fue la hipotéticamente formada por el entonces ministro José Borrell y el torero Ortega Cano. Se dice que por aquellos días el político hizo gala de un excelente sentido del humor e incluso bromeaba sobre la ocurrencia en los consejos de ministros. Este dispar dúo se había convertido en el heredero de una larga tradición de emparejamientos calumniosos, que en mi memoria personal podría remontar a los lejanos años setenta, mucho antes de Internet y sus miserias, cuando el chascarrillo de moda era especular sobre hasta qué punto era íntima la amistad entre el piloto Ángel Nieto y el desaparecido boxeador Pedro Carrasco. En las tres décadas que median entre uno y otro bulo, prácticamente cada año las lenguas de doble filo han construido alguna pareja semejante.

Las inquinas políticas no son las únicas que influyen en el levantamiento de infundios de todo tipo, también las deportivas tienen su repertorio. En su día, hubo correos de esta categoría que afirmaban que Mendieta se fue del Valencia tras haber dejado embarazadas a varias chicas, hecho que demostraría no sólo la potencia del futbolista sino su desconocimiento —y el de sus parejas— de los más básicos métodos anticonceptivos. Al jugador del Real Madrid Iván Campo se le emparejó con Rocío Carrasco. A Pep Guardiola, las malas lenguas le hicieron formar pareja con el popular Ricky Martin. Los cronistas del bulo incluso aportaban la «prueba» del supuesto regalo de unos pantalones de cuero del futbolista al cantante. Se le unió también con otro cantante, el mucho más comprometido socialmente Lluís Llach. En este caso, por lo menos, se da la circunstancia de que músico y futbolista son grandes amigos. De los bulos sobre futbolistas que pillan a su mujer en la cama con un compañero de equipo, baste decir que son tantos que no merece la pena mencionarlos pormenorizadamente.

La televisión, cómo no, ha tenido su ración de e-mails y rumores sobre parejas de tebeo. Pepe Navarro, el maestro del late-night, fue ni más ni menos que emparejado con La Veneno, el travestido tan espectacular como ordinario que saltó a la fama en Esta noche cruzamos el Mississippi.

El Sambenito

Uno de los efectos colaterales más atroces de toda esta colección de infundios es que en muchas ocasiones terminan por colgar a la víctima un sambenito del que difícilmente se podrá librar ya en su vida. Uno de los casos más flagrantes es el del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, que arrastra desde hace años una inmerecida reputación de ser desmedidamente aficionado a las bebidas alcohólicas. Es una leyenda canalla forjada por cierto sector de la prensa que se emplea en estas ocurrencias para provocar las risotadas de su parroquia. Desde entonces, el pobre Maragall no ha podido tener una congestión nasal o un lapsus linguae sin que algún imbécil le dé un codazo a su camarada de al lado e intercambien una miradita cómplice. El asunto tomó la categoría de escándalo cuando en el programa radiofónico La linterna, de la COPE, dirigido por el fecundo autor César Vidal, se hizo una parodia respecto a este rumor de un gusto bastante deplorable para gente presuntamente piadosa y que terminó en la interposición de una querella por parte de Maragall. Éste es el «ocurrente» texto:

SEGUIDILLAS DEL ENGREIMIENTO

Palabras de Pasqual Maragall:

«La Historia me ha puesto aquí»

La sensatez hay veces

que se me quiebra,

y es como consecuencia

de la ginebra.

Cuando me excedo,

me figuro, engreído,

que soy Quevedo.

Si se me va la mano

con el Martini

me confieso a mí mismo,

por lo bajini

—y en plan chuleta—,

que no hay quien me supere

como poeta.

Esporádicamente

mi ego se exalta,

si trinco en demasía

güisqui de malta.

Y en ese plan,

me tengo por un mito

y un number one.

Otras veces la mente

se me obnubila

por haberme pasado

con el tequila.

Esos instantes

pienso que seré el próximo

Premio Cervantes.

También fanfarroneo

y me doy tono

cuando trinco tres copas

de Anís del Mono.

Pero lo cierto

es que se me ha olvidado

cuando despierto.

No es raro que a mí mismo

me reconozca

como un egregio vate…

pero es el vodka.

¡Menudo muermo!

Menos mal que se esfuma

cuando me duermo.

Otras veces me paso

con el coñac,

y pienso, jactancioso,

que soy un crack.

Tanta alharaca

se desvanece luego

con la resaca.

Así que yo lo entiendo,

molt honorable,

y quiero con mis versos

echarle un cable.

Porque, en la euforia,

cualquier mediocre cree

que entra en la Historia.

Pero la petulancia

se queda en nada

cuando uno se despierta

de la tajada.

Y, tristemente,

a usted le continúa

al día siguiente.

Por desgracia, Maragall no se encuentra solo en el panteón de los calumniados. El 5 de julio de 2005, en el foro de Telecinco.es, una comunicante señalaba a raíz de lo sucedido a Maragall con la COPE: «En todos los partidos cuecen habas, yo soy de Valencia y por aquí también se sabe que Rita Barbera empina el codo y qué pasa que de ella no dice nada Federico ni César Vidal». Es cierto que el rumor ha corrido por Valencia y, como tantos otros, se ha difundido por los medios electrónicos. La exageración llegaba al extremo de asegurar como cierto que la alcaldesa comía con JB. A Gerardo Iglesias, el ex secretario general del PCE, que ideó lo que hoy conocemos como Izquierda Unida, también se le señaló como amigo de los licores, y dicen las malas lenguas que el bulo partió de la sede de su propio partido. Javier Sardá también fue acusado por los calumniadores electrónicos no sólo de beber en demasía sino de ponerse al volante en este estado y, en consecuencia, haber sido detenido por la Guardia Civil.

La entrevista que no existió

Existe incluso lo que podríamos denominar «sambenitos multinacionales», que han traspasado fronteras e idiomas difamado internacionalmente a sus protagonistas. Así lo demuestra el siguiente caso difundido en este correo electrónico:

Entrevista con el diseñador de ropa Tommy Hilfiger.

¡Qué bien por Ophra! Seguramente muchos de ustedes vieron el programa de TV El Show de Oprah Winfrey en Estados Unidos. Su entrevista era con Tommy Hilfiger y ella le preguntó sobre la acusación que se le hacía de haber dicho que: «Si él hubiese sabido que los negros, hispanos y asiáticos iban a usar la ropa que él produce, entonces no la hubiese diseñado tan bonita» «… desearía que esta clase de gente NO comprara mi ropa, ya que son hechas para una clase superior de gente blanca». El contestó que sí era cierto. Ante esto, Oprah le pidió que abandonara su programa y dio por concluida su entrevista. Mi sugerencia es: Démosle lo que se merece: No compres ningún producto de la marca Tommy Hilfiger,

¡HAGAMOS UN BOICOT CONTRA ESA MARCA!

Antes de que corran indignados al armario para deshacerse de toda la ropa de este diseñador, sepan que Oprah Winfrey ha expresado en su sitio web que esa escena jamás tuvo lugar, que Hilfiger nunca ha ido a su programa y que ella nunca lo ha entrevistado.

Tommy Hilfiger, por su parte, además de negar totalmente esos rumores, mantiene en su web oficial una página con enlaces a distintos sitios de leyendas urbanas y otras organizaciones en los que se asegura que el mensaje es falso. Este bulo surgió en 1996 tras ser publicado como hecho cierto en un tabloide filipino.[10] Según la autora del reportaje, Cristina Peczon, la escena ocurrió en el programa CNN Style with Elsa Klensch, durante una entrevista en la que junto a Hilfiger participaba Ralph Laurent. Casi la misma historia, incluida la expulsión del programa de Oprah, ha sido contada de la diseñadora Liz Claiborne, quien, además de racista, donaría parte de sus beneficios a la Iglesia de Satán.

Más extraño es el sambenito que tiene que soportar la popular y explosiva Mónica Naranjo, a quien las lenguas de filo múltiple atribuyen un pasado transexual y hasta un nombre, «Chema». En alguna ocasión, la cantante ha podido pronunciarse sobre este tema:

El otro día vi un programa de cotilleos donde se hablaba de ti. Ya te habrán llegado ecos…

¿Ah, sí? No, es que yo… no sé.

Un tal Mariñas aseguraba nada menos que eras transexual…

Pero… ¡Jesús es un amor! ¿Eso dijo? No recuerdo que él me haya visto nunca la cola. Mira, apunta que sí, que soy transexual y que en realidad suspendí la gira para que me operaran de fimosis. Qué divinos, qué fantásticos, qué divertidos, qué originales.[11]

Este rumor surgió probablemente a raíz de las increíbles capacidades vocales de Mónica. ¿Cómo puede una mujer cantar en un registro de voz tan grave y al momento con voz aguda de soprano? También se vio alimentado debido a que, según se dice, fue una niña muy inquieta a la que le encantaba jugar con los chicos a juegos violentos y al fútbol. La propia Mónica, en una entrevista en el programa Star 40, comentó que su abuela solía llamarla «macho sin picha» debido a lo mucho que le gustaban los juegos de chicos. Este tipo de rumores no tiene por qué obedecer a razón objetiva alguna, ya que el mismo infundio circuló durante un tiempo sobre Yola Berrocal.

No es el único bulo que ha perseguido a Mónica Naranjo. En Internet circuló durante un tiempo una canción de la que se afirmaba que era el primer testimonio sonoro de Mónica Naranjo. Según las webs que publicaron el archivo en cuestión, se trataba de una grabación de la artista cantando en el colegio una canción de Whitney Houston, a la edad de 14 años. Hubiera sido un documento sumamente curioso de ser auténtico, pero desgraciadamente no lo era. La grabación, de calidad pésima, fue tomada del programa de televisión Menudas estrellas, y la que aparece en ella es una niña que interpreta un tema de Whitney Houston.

El mundo de Letizia

Con todo, y a pesar de lo visto hasta este momento, no sería en absoluto exagerado señalar a la Princesa de Asturias y futura Reina de España, doña Letizia Ortiz, como principal blanco de la mala baba nacional que se advierte en el envidioso ensañamiento a través del bulo, tanto en su tradicional forma oral como en la más moderna de Internet. Los rumores comenzaron casi inmediatamente después del anuncio de la Boda Real, y uno de los que más éxito tuvo fue la presunta censura ejercida por manos invisibles sobre el libro de Alonso Guerrero, ex marido de doña Letizia. Según aquellas fuentes, el libro en cuestión habría sido retirado de las librerías de toda España porque en él se recogían aspectos íntimos de su fallido matrimonio. Hace falta ser muy crédulo para imaginarse la existencia de una siniestra «mano negra» que peregrina de librería en librería en busca del ejemplar perdido y lo requisa sin dar explicaciones al perplejo comerciante. Pero, además, se da la circunstancia de que El hombre abreviado, que así se titula el libro, es una obra cuyo contenido es ajeno a la biografía de su autor. El único efecto colateral que tuvo este rumor fue elevar de manera desmesurada la demanda del libro, lo que suponemos sería visto con ojos especialmente buenos por la editorial de la Junta de Extremadura, responsable de su publicación, y por la editorial que en 2003 volvió a ponerlo en circulación.[12]

El compromiso siguió su curso y los bulos también. Según se difundió por Internet, doña Letizia Ortiz se casó con su profesor de literatura cuando aún era menor de edad, con la intención de sacar un beneficio en sus calificaciones. En esta ocasión, la mentira no resistía el menor análisis biográfico. Si repasamos su biografía, descubrimos que la princesa Letizia contrajo matrimonio civil en 1999, cuando tenía 26 años, sobradamente mayor de edad y ya sin asignaturas por aprobar.

Los inicios de la carrera profesional de doña Letizia también dieron origen a no pocas especulaciones gratuitas. Según un rumor extraído del foro de la página web Abastodenoticias.com, Letizia Ortiz comenzó su carrera profesional montando anuncios eróticos en Canal 7, una cadena de televisión local madrileña, célebre por una programación de madrugada especialmente subida de tono. Otra vez, un repaso somero a la biografía de la princesa sirve para poner de manifiesto el embuste. Doña Letizia debutó en los medios de comunicación durante sus estudios de Doctorado en México, donde trabajó en el periódico Siglo 21. Posteriormente, ya en España, trabajó en el diario asturiano La Nueva España. Su primera experiencia televisiva fue en el canal de negocios BloombergTV.

Dado que la biografía de la Princesa era inatacable, la jauría difamadora decidió centrar su atención en la salud de doña Letizia. Fue en aquellos días cuando empezó a hablarse, incluso en medios de comunicación presuntamente serios, de la supuesta anorexia de Letizia Ortiz. Decía, por ejemplo, un anónimo comunicante de un foro de Internet:

Véase su cara: los huesos quedan bien marcados ante la falta de suficiente carne. De cuerpo entero se aprecia mejor su gran delgadez. (Téngase en cuenta que por TV los cuerpos aparentan ser un poco más gordos). En uno de los empalagosos reportajes de TVE, y repetido varias veces, uno de sus compañeros aludía con todo lujo de detalles a sus comidas, poniéndola casi como una glotona. Después un antiguo compañero suyo de CNN + dijo que comía más bien poco. O alguien miente, o [la princesa] puede presentar una bulimia asociada a una anorexia (aún peor).

Incluso un diario tan prestigioso como El Mundo pecó de inocente al hacerse eco del rumor: «A Letizia no le gustan los rumores ni los bulos. (…) Me abstendré de afirmar que la Princesa es anoréxica, pero tiene hechuras anoréxicas». Esto escribía Carmen Rigalt, advirtiendo unas líneas antes que la filosofía de la Casa Real «siempre se ha atenido a la máxima “no se confirman ni desmienten rumores”». No obstante, toda regla tiene su excepción y aquella vez la Casa Real sí hizo un desmentido. Juan González-Cebrián Tello, jefe de Relaciones con los Medios de la Casa de Su Majestad el Rey, dirigió una carta al director del diario, Pedro J. Ramírez, señalando que «es absolutamente falso que Doña Letizia padezca dicha enfermedad» y criticando que se hicieran eco de otros medios de comunicación que en ningún momento contrastaron la información con la Casa Real.[13]

Pero los calumniadores ni cejaban en su empeño ni parecían dar muestras de agotamiento. Según un rumor inventado pocos días antes de la boda, la prometida del príncipe Felipe no estaba bautizada. Es más: Letizia Ortiz celebró su primera boda por lo civil a causa de su «declarado agnosticismo». De nuevo se pilló al mentiroso antes que al cojo, ya que en los archivos eclesiásticos figuraba la correspondiente acta de bautismo. En cuanto a su agnosticismo, no es un dato que concuerde con lo que ha trascendido de su personalidad por parte de quienes la conocen. Por otro lado, aun suponiendo que fuera verdad, ser protestante, agnóstica, atea, mahometana o adoradora de Satán no es algo que inhabilite a ninguna mujer para ser reina de un Estado cuyo carácter aconfesional está reflejado en su Constitución.

La siguiente táctica por parte de los intoxicadores fue unir la figura de la Princesa a la de un personaje como Alfredo Urdaci, cuya imagen pública se encuentra notoriamente deteriorada. Según el nuevo bulo, el entonces jefe de Informativos de TVE, enterado del noviazgo, decidió que Letizia Ortiz fuera la única reportera que llevara a dos cámaras en sus reportajes «para que los españoles vieran su mejor sonrisa». Esta absurda historia es aún más increíble si tenemos en cuenta que el propio Urdaci desconocía la relación hasta pocos días antes del anuncio oficial.

La sombra del Ku Klux Klan

Pero no sólo las personas son objeto de este tipo de persecución. También las empresas tienen que lidiar con la lacra de los bulos, aun de forma casi más dramática que en el caso de las personas, pues para aquéllas, las pérdidas ocasionadas por estos rumores pueden provocar la destrucción de puestos de trabajo y hasta el eventual cierre del negocio.

Uno de los rumores más extendidos era el que afirmaba que los cigarrillos Marlboro pertenecían o desviaban una importante parte de sus beneficios a la organización racista Ku Klux Klan. El bulo comenzó a circular a mediados de la década de los ochenta y para 1990 ya era bien conocido en España, Francia y el Reino Unido.

Los indicios que nos hablan de las simpatías de esta marca de tabaco con el Klan varían según las diferentes versiones del rumor. Los dos más populares son:

Ni que decir tiene que esta historia es absolutamente falsa. Marlboro es la marca principal de la compañía tabaquera Phillip Morris, una multinacional que es propiedad de miles de accionistas anónimos. Algunos analistas achacan la popularidad de este rumor a algún tipo de asociación inconsciente por parte de los fumadores, que saben que el tabaco es algo malo e insalubre, pero para poder olvidarse de los posibles perjuicios que puede acarrear para su salud, prefieren asociarlo con otra clase de mal, completamente alejado de sus vidas.

La imaginación con la que los propagadores de rumores decoran estos bulos no tiene límites. Así, se suele decir que el fundador de la compañía Phillip Morris era miembro del Klan, algo muy difícil de sostener si tenemos en cuenta que Phillip Morris ni siquiera era estadounidense, sino un tabaquero londinense de mediados del siglo XIX, conocido por la calidad de los productos que vendía. En 1905, Morris fundó en Nueva York, muy lejos de los dominios sureños del Klan, una empresa para distribuir sus tabacos en Norteamérica. Creó varias marcas, pero la que más éxito tuvo fue la que llevaba el nombre de la calle en que se ubicaba su empresa en Londres: Marlboro. Sin embargo, no todos los rumores que circulan sobre Marlboro son falsos. Por ejemplo: es cierto que el actor que interpretaba en los anuncios al «hombre de Marlboro» falleció de cáncer de pulmón.

El golpe de Estado que no fue

Pero si alguien sabe de primera mano lo que es caer en el engaño de los fabricantes de bulos es el pobre Pedro Almodóvar, quien durante la presentación de su película La mala educación se hizo inocentemente eco de un rumor que circulaba por aquellos días en Internet. Sin ocultar en ningún instante su indignación, Almodóvar dijo que esperaba que se esclareciera y «se hiciera público el rumor» de que el Partido Popular «estuvo tramando» un «golpe de Estado»:

Tenemos que entender algo terrorífico. El PP estuvo a punto, el sábado a las doce de la noche, de provocar un golpe de Estado. No quiero ser fino ni delicado. No se trata de tirar piedras, pero hay que ver cómo se ha ido el PP. No se ha ido democráticamente. Pero, por fin, volvemos a estar en una España democrática donde se puede hablar claro. Ha sido el pueblo español el que salió a la calle a pedir información y aquello, afortunadamente, no se pudo parar.

El poder no sólo secuestró la información, sino intentó camuflarla a todos los corresponsales extranjeros.

No querían que (España) se enterara de que era Al Qaeda porque eso era el precio a pagar, que toda la sangre que le caía en la cabeza al señor Aznar (era) por una guerra a la que el pueblo español en un noventa por cien dijo «no».

Con estas palabras, Almodóvar demostraba que se había creído el siguiente e-mail, que circuló a diestro y siniestro por los ordenadores españoles tras las elecciones de 2004:

Ayer (sábado) a las 00:00 de la noche, el gobierno popular se encontraba reunido para redactar dos comunicados que debía firmar el Rey. En esos comunicados se convocaba el estado de excepción y se retrasaba el proceso electoral. Había un plan A, que pretendía retrasar las elecciones hasta otoño, y un plan B que pretendía retrasarlas hasta dentro de dos meses. El informador, que se encontraba en la Junta electoral central, vivió de cerca todo el proceso: la presentación de los comunicados a la Junta, segundo paso en este preocupante intento del gobierno tras la presentación de las denuncias a la junta contra todo partido de la oposición y diversos medios de comunicación y la admisión de éstas por parte de la Junta electoral.

Posteriormente, el ministro Acebes se desplazaba junto a otros miembros del gobierno al palacio de la Zarzuela para intentar conseguir la firma del rey, requisito imprescindible para convocar este estado de excepción.

Desde la Zarzuela se negaba esa firma, por considerarlo, según afirman fuentes anónimas de la Casa Real a nuestro informador, «un golpe de estado de facto». El tono de la nota era, según el informador, alarmante, y en ella se mencionaba la creación de una situación nacional que incluía presencia no solo policial sino también militar en las calles.

La denegación de la firma por parte de la casa real, así como las reiteradas negativas desde policía nacional para disolver con los antidisturbios las concentraciones pacíficas por todo el país, hicieron desistir de su intento al gobierno, que anunciaba a la JEC la anulación de ese proceso hacia las 2.15 de la mañana, aludiendo además de estos motivos, alarmantes nuevas noticias.

A lo largo del día de hoy (domingo), hemos podido confirmar esta noticia mediante diversas fuentes autorizadas, que además nos hablaban de una reunión celebrada en Madrid entre diversos responsables de servicios informativos de distintos medios en los que, dentro de una gran polémica, se decidía no divulgar esta información en diarios, televisiones y radios al menos hasta una próxima reunión en la tarde de mañana lunes, una vez terminado el proceso electoral.

Pero si el mensaje fue bulo y de los sonados, el uso mediático que se le dio fue igualmente sesgado. Desde algunos medios de comunicación, en especial aquellos más afines al PP, se lanzó lo que sólo podemos definir como un «contrabulo», afirmando que la nota en cuestión había partido de la Cadena SER. Para justificarlo, se basaban en el encabezamiento de la nota, que decía «de la Cadena Ser», un encabezamiento que ni siquiera aparecía en las primeras versiones y que debió de ser añadido por un copista anónimo para agregarle veracidad al bulo. Cierto es que el mensaje fue reproducido en un foro de la Cadena SER, pero también apareció en los de Libertad Digital, el concurso Aznar en 30 segundos y otros. Incluso se ha podido detectar que algunas copias partieron de la propia RTVE. La Cadena SER fue contundente a la hora de denunciar la manipulación de la realidad de la que estaba siendo víctima, pero ya era demasiado tarde:

Personal de la Cadena SER recibió por primera vez ese correo electrónico anónimo el lunes 15 de marzo, a las 15.37 horas. El mismo mensaje llegó esa tarde en un sobre blanco, cerrado y sin remitente, a la sede de la Cadena SER en Madrid. Los responsables de la redacción tuvieron la evidencia de estar ante un montaje que no mereció la atención de ningún espacio informativo, ni en la radio ni en su página web.

El mensaje llegó también a través de un internauta a uno de los foros abiertos de la web de la SER, a las 18.42 del martes 16 de marzo. Cada día llegan a este tipo de foros cientos de mensajes. Un texto idéntico fue publicado 24 horas antes en la web de Libertad Digital, medio de comunicación ligado a Federico Jiménez Losantos, director del programa de la Cope en el que se ha tratado de culpar a la Ser de la difusión de esa patraña.

Bienvenido Mr. Disney

Ni siquiera los muertos se libran de que se les adjudiquen las más extrañas historias. En este sentido es especialmente reseñable la historia de Walt Disney, de quien se ha dicho de todo: desde que está congelado en estado de animación suspendida (la tumba de Disney puede ser visitada por cualquier turista que se acerque a Hollywood) hasta que el ratón Mickey fue concebido en las horas de aburrimiento de una larga estancia en prisión, acompañado de ratones de carne y hueso.

Pero entre todos estos rumores destaca el mito de su origen español, que afirma que en realidad Walt Disney se llamaba José Guirao Zamora y no nació en Chicago sino en Mojácar, Almería, donde se alimenta con devoción esta hipótesis. Parece ser que el origen de esta historia habría que situarlo en los años cuarenta, cuando el pueblo fue visitado por unos enigmáticos visitantes estadounidenses que mostraron especial interés en consultar los archivos eclesiásticos. Al parecer los visitantes afirmaron trabajar para Disney y se fueron sin revelar la naturaleza de su misión.

Lo que presuntamente habrían descubierto los agentes de Disney es que éste era el hijo bastardo de una joven de origen humilde y un joven de clase acomodada. La mujer era Isabel Zamora y el joven, Ginés Carrillo, y el fruto de su relación fue un varón a quien un hombre de apellido Guirao tuvo a bien darle el apellido para que pudiera ser bautizado. Isabel emigró a Estados Unidos, donde vivía uno de sus hermanos, para huir del escándalo. Sin medios para mantener al niño, optó por entregar el bebé al cuidado de unos vecinos de su hermano, un carpintero de nombre Elias Disney y su mujer Flora, tras lo cual regresó a España, donde se pierde su rastro.

Walter Elliot, en su biografía El príncipe de la oscuridad, conecta a Walt Disney con España en repetidas ocasiones y considera muy probable su origen mojaquero. Incluso la Disney Company estudió los terrenos del Parque Natural de Cabo de Gata para la construcción de del Eurodisney, que finalmente se ubicó en París.

La marca del anticristo

Para rematar este capítulo, qué mejor que un largo pero jugoso mensaje que ha circulado por los correos electrónicos y que nos avisa, ni más ni menos, de la identidad del anticristo:

Si utiliza productos MICROSOFT, debe saber estos hechos: ¿Sabe que el VERDADERO nombre de Bill Gates es William Henry Gates III? Hoy en día se le conoce como Bill Gates (III), «III» significa «tercero».

Entonces, ¿qué es lo espeluznante de este nombre? Bien, aunque no conozca los principios de la numerología para averiguar los datos que encierra un nombre, hemos de asignar números a las letras que lo forman. Posteriormente, tras la suma de todos ellos, obtendremos el número de cada persona. Esto también se aplica a las fechas de nacimiento.

El código que se debe asignar, se suele adaptar al contexto de la persona y de su relación. En el caso de la informática, siempre se utiliza un código común, que es el código ASCII (American Standard Code for Information Interchange), tomando como primer valor la letra A, a la que le corresponde el número 65, la B sería el 66, la C sería el 67, etc.

Si usted toma todas las letras del nombre Bill Gates III y obtiene el código equivalente en ASCII de cada una de las letras y rea¬liza la suma de todos los códigos obtendrá la cifra 666, ¡que es el número de la bestia! Recordemos que la A mayúscula tiene el cód. ASCII núm. 65; B = 66; I = 73; L = 76; L = 76; G = 71; A = 65; T = 84; E = 69; S = 83; I = 1; I = 1; I = 1= 666 ¡EL NÚMERO DEL DIABLO! ¿Coincidencia o Realidad? Quizás sea solo una mera coincidencia, pero tome WINDOWS 95 y haga lo mismo. De nuevo, obtendrá 666 WINDOWS 95 = 87+73+78+68 +79+87+ 83+57+53+1 = 666.Y ni qué decir tiene, que si realiza los mismos cálculos sobre MS-DOS 6.21, de nuevo en su calculadora aparecerá la escalofriante cifra del 666. MS-DOS 6.21 = 77+83+45+ 68+79+83+32+54+46+50+49 = 666. Llegado a este punto, ¿está usted seguro de que esto es sólo una simple coincidencia? Si aún duda, sigamos planteando «coincidencias» del EXCEL 95. Para aquellos de ustedes que tengan Excel 95 (no el Excel de Office 97), le voy a proponer una prueba curiosa:

  1. Abra un fichero.
  2. Posiciónese en la fila 95.
  3. Haga clic en el botón con número 95, así la línea entera queda seleccionada.
  4. Pulse el tabulador, para moverse a la segunda columna.
  5. Ahora, con el mouse seleccione en el menú Ayuda (?) la entrada «Acerca de Microsoft Excel»
  6. Pulse las teclas ctrl-alt-shift a la vez y con el ratón oprima el botón «Soporte Técnico».
  7. Le aparecerá una ventana con el siguiente título: «The Hall Of Tortured Souls» (El hall de las almas torturadas). Este es un programa similar al juego Doom, y se puede recorrer con los cursores. En las paredes aparecen los nombres en movimiento de las almas torturadas…
  8. Ahora, diríjase hacia las escaleras y dé la vuelta hacia la pared que estaría situada a su espalda cuando comenzó el juego. Esta es blanca y cuadriculada. Ahora debe teclear lo siguiente: EXCELKFA. Esto abre la pared y revela otro pasaje secreto. Introdúzcase en él y procure no caer del camino elevado (esto es sumamente difícil), cuando llegue al final, verá algo realmente espeluznante.

Hasta este punto, innumerables testigos de todo el mundo han verificado que esto es una verdadera revelación que le abrirá los ojos. ¿Podría ser una broma de los programadores de Microsoft, o no? No sería sorprendente que Bill Gates fuera «El Anticristo», después de todo, ya dice la Biblia que alguien poderoso vendrá, y guiará al mundo a la destrucción. Y Bill Gates, sin lugar a dudas, tiene ese tipo de poder en sus manos. Más del 80 por ciento de los ordenadores de todo el mundo tienen Windows y DOS (incluidos los del Pentágono). Si todos esos productos tienen algún tipo de pequeño programa embebido (como el de «Hall of Tortured Souls») esto puede darle el control de configurar los arsenales nucleares, haciendo estragos en los sistemas de seguridad, y en los sistemas financieros del mundo, etc. Todo esto se puede hacer desde su sede y no está lejos de la realidad. Simplemente usando Internet Explorer podemos permitirle espiar lo que tenemos en el ordenador bit a bit cada vez que nos conectamos. ¡Quizás el fin del mundo esté cerca y esto es sólo la punta del iceberg!

Cita de la Biblia:

«Y él obligó a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, a recibir una marca en su mano derecha o en su frente, de tal modo que nadie pudo comprar o vender sin la marca, que es el nombre de la bestia o el número de su nombre. Este número es 666».

Apocalipsis 13:16-18.

Si la Biblia, en el libro del Apocalipsis nos dice que sin el signo de la bestia no podríamos ser capaces de comprar, vender, hacer transacciones comerciales, etc., entonces la pregunta es: ¿es Internet una necesidad para hacer negocios? Hay que notar que Internet también se conoce como la WorldWide Web, así: WWW = VIVIVI = 6 6 6. Poco a poco, todo el mercado laboral y financiero se está orientando hacia las puertas de la red Internet, hasta que algún día sea indispensable para realizar cualquier tipo de acción (por ejemplo, comprar o vender bienes, transacciones comerciales). Y ¿no está Microsoft intentando siempre tener el monopolio de la tecnología software para manejarla, y ahora de Internet?

El Apocalipsis también dice que la marca de la bestia se portará en la mano y en la frente de cada uno… Si Internet fuera en realidad el signo de la bestia, ¿no estamos empezando a llevarlo en nuestras manos (usando el mouse o ratón) y en nuestras frentes (la pantalla)?

¿Estamos dejándonos llevar por nuestra imaginación, o sólo se trata de especulaciones que invaden nuestra mente en busca de esos mensajes subliminales que se esconden por todas partes y que al final nos manejarán como simples marionetas sociales? Por último, quisiera recordar el mensaje que se desea transmitir. Como conclusiones a este artículo, sólo cabe plantearnos algunas dudas: si realmente esto es cierto y Bill Gates puede que sea el ANTI-CRISTO, ¿vamos a cancelar nuestra conexión a INTERNET? ¿Vamos a renegar del uso de los paquetes de MICROSOFT, entre ellos WINDOWS? ¿Vamos a abandonar los ordenadores? Quizá la respuesta está escrita en el Apocalipsis de la Biblia o quizá Nostradamus omitió algún detalle en sus centurias, lo que está claro es que esto nos da que pensar…