Recibo frecuentemente preguntas referidas a la recurrencia, de modo que quiero decir algo sobre ella, que les dé material para pensar. Hay dos razones de por qué evito hablar de esto: primero, podemos solo hablar sobre la teoría, no tenemos hechos reales sobre eso; y segundo, no sabemos si las leyes referidas a la recurrencia cambian en relación con el trabajo. Es necesario entender estas cosas. Sabemos muy poco sobre la recurrencia. Algún día tal vez tratemos de reunir lo que se pueda tomar como confiable en todo lo que se escribió sobre la recurrencia, y ver de qué modo podremos pensar sobre ésta, pero se trata solo de una teoría.
En Un Nuevo Modelo del Universo, escribí, hace mucho tiempo, que hasta en la vida corriente las personas pueden ser muy diferentes en relación con la recurrencia. Algunas personas pueden tener exactamente la misma recurrencia, otras personas pueden tener variaciones o posibilidades diferentes; algunas pueden subir y otras bajar, y muchas otras cosas, pero esto es sin relación con el trabajo. En el caso de las personas que se acercan más al trabajo, puede ser posible, aunque solo teóricamente, estudiar las tres recurrencias sucesivas. Supongamos que la primera es cuando uno se acerca a la posibilidad de encontrarse con alguna clase de ideas de la mente superior; la segunda, cuando uno entra definidamente en contacto con la influencia C; y la tercera, que sería el resultado de ésta. Lo interesante es que, después de la segunda, las posibilidades de recurrencia disminuyen grandemente. Antes que uno entre en contacto con la influencia C, parecen ilimitadas, pero después de este contacto, la posibilidad de recurrencia se reduce. Si entendemos eso, seremos capaces de hablar sobre la recurrencia con cierta cantidad de razón y provecho; de otro modo, si lo tomamos todo en el mismo plano, será tan solo una conversación teórica y enteramente inútil.
P. ¿Quiere decir que, después de entrar en contacto con las influencias C, el número de oportunidades disminuye?
R. Sí, porque la influencia C no puede desperdiciarse. Las influencias B son prácticamente ilimitadas; no disminuyen. Pero la influencia C es limitada. Traten de responderse ustedes esta pregunta y entenderán por qué deberá estar limitada la posibilidad de recibir la influencia C, porque si uno no hace uso de ella, ¿de qué sirve desperdiciarla?
P. ¿Eso significa que, si trabajamos del modo correcto, aumentarían nuestras oportunidades?
R. No, no significa eso en absoluto. Significa meramente que, si no trabajamos del modo correcto, perderemos la posibilidad de estas oportunidades recurrentes.
Sin este rasgo adicional que acabo de mencionar, es enteramente inútil hablar de la recurrencia incluso como una teoría. Al pensar sobre la recurrencia, es útil pensar sobre lo que es posible y lo que es imposible; lo que puede suceder y lo que no puede suceder.
Generalmente, las personas no aceptan esta idea, o no saben de ella, o no la entienden, o la aceptan demasiado, ponen demasiado en ella. De modo que es útil pensar en qué relación estamos con ella, y para esto debemos tener una base desde la cual comenzar. Por ejemplo, esto se refiere a «recordar». Las personas preguntan a menudo sobre recordar las vidas pasadas, pero olvidan que, sin el trabajo de los centros superiores, no podrán. Con mucha frecuencia, oímos decir a las personas, principalmente en conexión con lo que llaman «reencarnación», que pueden recordar sus vidas en anteriores reencarnaciones, y escriben libros sobre lo que fueron antes. Esto es pura fantasía. Debe entender que en nuestro estado corriente no podemos recordar las vidas pasadas: no hay nada con qué recordar. En nuestra mente y nuestros centros todo es nuevo. Lo que puede pasar de una vida a otra es la esencia. De modo que uno solo tiene sensaciones tan vagas, en vez de recuerdos definidos, que es difícil, suponer que alguien pueda recordar algo concreto. Solo en los primeros años de la vida esto es realmente posible, pero luego, por lo general uno no advierte este sentimiento, o si lo hace, crea la imaginación.
P. ¿Cuál es la diferencia entre la teoría de la reencarnación y la teoría de la recurrencia?
R. La idea de la reencarnación es una especie de adaptación de la idea de la recurrencia para nuestro entendimiento corriente, porque, como teoría, la idea de la recurrencia es mucho más difícil para nosotros: necesita un entendimiento enteramente nuevo del tiempo. Hasta las personas educadas necesitan cierta cantidad de conocimiento matemático para entender la idea del retorno. La recurrencia es en la eternidad, pero la reencarnación es en el tiempo. Supone que el tiempo existe aparte de nosotros y que continuamos existiendo en este tiempo después de la muerte. Por ejemplo, en el budismo consideran que un hombre muere y nace de nuevo inmediatamente, de modo que una vida sigue a otra, porque esto es más fácil de entender para la gente corriente. Pero no tenemos evidencia de la existencia del tiempo más allá de nuestra vida. El tiempo es la vida para cada persona, y en sí incluye todo el tiempo, de modo que cuando la vida termina, el tiempo termina. De modo que la reencarnación es una teoría menos científica que la recurrencia: se da por sentado demasiado.
P. ¿Pero dónde tienen lugar todas estas vidas?
R. No hablamos de lugar sino de recurrencia. Si usted dice que recuerda que vivió en Roma, por ejemplo, ¿cómo puede encontrar la prueba? Es imposible. De modo que cada teoría puede existir en diferentes planos. La teoría de la recurrencia puede existir en cierto plano que requiere cierto conocimiento y cierto entendimiento, y entonces puede ser deformada y llevada hacia planos cada vez más bajos. Esto puede suceder con todas las teorías y, a veces, en el proceso puede volverse incluso su propio opuesto. Pero deberá recordar siempre que no podemos probar nada y no podemos insistir en ninguna teoría particular. Solo debemos entender cada teoría dentro de sus propios límites y su propio círculo, y ver qué es posible y qué es imposible desde el punto de vista de esta teoría. Si toma una teoría y procede a añadirle una cosa y quitarle otra, eso estaría mal. En cada teoría uno debe estudiar lo que aquélla incluye, y no deberá omitirse nada. De modo que, si encontramos una teoría que es filosóficamente posible, podemos buscar las condiciones en que cesaría de ser una teoría y se convertiría en un hecho.
P. ¿Estoy equivocado al presumir que usted mismo no está convencido de la realidad de la teoría de la recurrencia eterna?
R. Traté de explicar que usted no puede convencerse de estas teorías. Si piensa que puede convencerse, eso sería tan solo una creencia. Hay toda una serie de cuestiones y problemas sobre los cuales todo lo que podemos hacer es formar teorías, sin estar jamás convencidos realmente que una teoría es mejor que otra. Como teoría, yo diría que la de la recurrencia es mejor que la de la reencarnación, pero no tenemos una evidencia real sobre si está más cerca de los hechos o no. Y no podemos tener una evidencia real debido a nuestro estado de consciencia. La única posibilidad, desde el punto de vista del trabajo, es confiar en que, tal vez, si cambiamos nuestro estado de consciencia, aumentarán nuestras posibilidades de observación. En nuestro estado actual no podemos tener nada, salvo teorías sobre tales cosas.
Estamos limitados por el estado de nuestro ser, y el estado del ser del hombre N.º 1, N.º 2 y N.º 3 es tal que no podemos conocer estas cosas con toda seguridad.
P. ¿Usted dijo que uno no podría posiblemente recordar una vida anterior?
R. Sí. Solo la esencia puede recordar, y puesto que en el hombre corriente la esencia está desorganizada y no separada de la personalidad, no recordamos.
Al mismo tiempo, el hecho de que una persona tenga una clase de esencia y otra, otra clase es uno de los más fuertes argumentos en pro de la preexistencia, porque la esencia no puede nacer de la nada: esto es demasiado claro. Pero el sistema toma al hombre solo desde el nacimiento hasta la muerte.
P. ¿De dónde proviene la parte de nosotros que recurre?
R. Es usted. Cuando hablamos de recurrencia, pensamos sobre nuestra recurrencia. No sabemos de dónde proviene esta parte, podemos pasarnos toda la vida en definiciones teóricas, pero eso no cambiará nada ni ayudará a nuestro entendimiento psicológico de la idea. Ahora estoy tratando de establecer ciertos principios que nos darán un entendimiento práctico de ella. Podríamos encontrar muchas palabras, pero las palabras no conducirán a ninguna parte.
¿Ha encontrado la respuesta de por qué las influencias C no pueden desperdiciarse? Piense sobre eso. Si responde esta pregunta, responderá muchas otras preguntas. Y esto lo sabe: poner juntos dos y dos.
P. ¿Eso se debe a que si una cosa tendiera a recurrir, uno la desperdiciaría una y otra vez?
R. Esto está implícito, pero no es la respuesta. Ciertamente, si se desperdicia, y se desperdicia nuevamente, ¿cuál es la utilidad? Pero hay algo que usted no ve en todo esto, y sin embargo es la clave de toda la cuestión. Es muy simple, no hay nada misterioso. No es un acertijo, es meramente una cuestión de pensar.
Trate de pensar de este modo: tome una escuela corriente. Un niño asiste a la escuela y cada año empieza a aprender lo mismo. Estudia algo durante todo el año, luego se va a su casa y lo olvida todo, y tiene que aprender lo mismo otra vez de nuevo. Nuevamente, lo estudia durante todo un año, y de nuevo se va a su casa y lo olvida, y otra vez vuelve y aprende lo mismo. ¿Qué le dirán en la escuela? He aquí por qué las escuelas no se repiten, por qué no hay recurrencia para las escuelas. Y esto es lo que la gente quiere, quiere aprender la misma cosa otra vez. Pero, la próxima vez, usted deberá estar en una escuela superior. Si no puede ir a una escuela superior no habrá otra escuela en este nivel, porque usted ya lo pasó.
P. ¿Se encontraría una escuela a través de la influencia C?
R. La escuela significa la influencia C. Usted encuentra la escuela a través de las influencias B.
P. ¿No se podrá ingresar en una clase superior, a menos que se apruebe el examen?
R. Muy bien, pero podrá pasar el examen y olvidarlo todo; eso sucede muy a menudo.
P. ¿Pero, hasta cierto punto, usted aprendió cómo aprender?
R. A veces sí, a veces no. Usted aprende cómo aprender y aprende cómo olvidar.
P. Por lo que dijo, me parece que esta influencia C es una transmutación, el poder para transmutar, y algo menos que eso no es la influencia C.
R. Muy cierto. Usted está muy cerca, pero también puede tomar la influencia C simplemente como cierta cantidad de conocimiento.
P. ¿Conocimiento que puede ser usado?
R. No, eso es nuevamente una definición. Dije conocimiento; las definiciones no ayudarán. Es extraño que usted no vea esto, que no capte lo que simplemente significa. La transmisión del conocimiento significa la influencia C, significa cierto trabajo, no sucede por sí mismo, significa el trabajo de alguien, y el trabajo de alguien no puede ser desperdiciado. Si esto allega resultados, podrá continuarse, pero si no allega resultados, entonces naturalmente se detendrá. Esto explica por qué la posibilidad de la recurrencia debe limitarse. Si uno llega a una escuela y no saca provecho de estar en la escuela, naturalmente no podrá acudir una y otra vez para aprender la misma cosa; uno debe hacer algo con eso. Trate de entender esto, porque, sin entender estos principios, es imposible hablar de recurrencia. Todas las conversaciones corrientes, basadas en la matemática u otra cosa, tornan esto demasiado uniforme, y la recurrencia no puede ser uniforme. Recuerde que hablamos sobre la materialidad del conocimiento y sobre el hecho de que uno tiene muy poca posibilidad incluso para empezar, porque para eso son necesarias muchas circunstancias favorables. Pero deberá entender que, cuando uno empieza a obtener cierto conocimiento, las posibilidades se vuelven cada vez más reducidas, porque si uno no usa esto, será cada vez más difícil conseguirlo, muy naturalmente. Y lo mismo se aplica a cada día, a cada año, a toda nuestra vida: esto es lo que deberá entenderse. La idea de la recurrencia es útil porque se refiere a esta vida. Si no hacemos algo hoy, ¿cómo podemos esperar hacerlo mañana? Si podemos hacerlo hoy, debemos hacerlo; nadie podrá desecharlo hasta mañana, porque mañana podríamos hacer otra cosa. Siempre pensamos que tenemos tiempo.
P. ¿Eso significa que si no escuchamos lo que usted dice hoy, no lo oiremos nuevamente?
R. Tal vez usted esté aquí, pero yo no esté aquí: ¿cómo puede saberlo?
P. ¿Solo podemos progresar a través de usted?
R. Usted está en entera libertad de encontrar algún otro lugar: no está ligado en absoluto. Si conoce a algún otro con quien puede progresar, ciertamente deberá usarlo. Uno no deberá perder ninguna oportunidad si la tiene.
P. Quise decir ¿usted es aquí el único medio?
R. No, nadie puede ser el único. Si usted conoce otro modo, hay otra oportunidad, pero si usted no sabe de otra oportunidad, si no conoce a nadie salvo a mí, entonces deberá tratar de obtenerla de mí; si conoce a algún otro, podrá obtenerla de otro. ¿Está del todo claro? Recuerde solamente una cosa: éste no puede ser un estudio teórico, debemos aprender en la práctica cómo hacer para nosotros las cosas más importantes.
P. ¿Las oportunidades están siempre allí, solo que estamos demasiado dormidos para notarlas o usarlas?
R. Las oportunidades pueden ser diferentes: hay grados diferentes. Si uno no ha llegado al trabajo, tiene la oportunidad de acumular conocimiento, material, tendencias. Estos tal vez no sean muy fuertes, pero todos pueden conducir en la misma dirección, o conducir en direcciones opuestas. Entonces, en lo que llamamos «trabajo», que significa influencia C o conocimiento directo, estudio directo, las oportunidades son diferentes, y las oportunidades reales empiezan solamente desde el momento en que uno las usa.
P. En la idea de la recurrencia, las cosas suceden nuevamente. ¿Pero las escuelas aparecen necesariamente en los mismos lugares? Tal vez, en mi última recurrencia, este sistema nunca llegó a Inglaterra.
R. Esto es lo difícil acerca de la recurrencia, porque cuando las personas oyen sobre ella y empiezan a pensar, piensan del modo formativo corriente, esto es, del modo lógico, o muy a menudo piensan ilógicamente del todo, o peor. Pero aunque piensen lógicamente, no tienen material suficiente, no saben lo suficiente como para pensar acerca de ello. Es necesario entender, primero que todo, que estamos hablando de una teoría, y segundo, que esta teoría debe ser suficientemente completa: en ella deberá haber material suficiente. Cuando pensamos sobre la recurrencia, pensamos que todo se repite, y esto es exactamente lo que arruina nuestra aproximación a ella. Lo primero, que hay que entender sobre la recurrencia es que no es eterna. Suena absurdo, pero en realidad es así, porque es tan diferente en diferentes casos. Aunque la tomemos teóricamente, si tomamos puramente a las personas en la vida mecánica, incluso sus vidas cambian. Solo ciertas personas, en condiciones enteramente congeladas de la vida, tienen sus vidas repitiéndose exactamente del mismo modo, quizá por largo tiempo. En otros casos, incluso en la vida mecánica corriente, las cosas cambian. Si las personas no están tan definidamente gobernadas por las circunstancias, como los grandes hombres que tienen que ser nuevamente grandes hombres y nadie podrá hacer nada acerca de ello, hay variaciones, pero de nuevo no eternamente. Nunca piense que algo es eternamente. Es una cosa muy extraña, pero parece como si las personas que no tienen posibilidades, debido a ciertas condiciones, o a su propio desarrollo insuficiente, o a algún estado patológico, pueden tener sus vidas repitiéndose sin ningún cambio particular, mientras en el caso de personas con una posibilidad teórica, sus vidas pueden llegar a ciertos puntos en los que se encuentran con alguna posibilidad de desarrollo o empiezan a descender. Es lo uno o lo otro; no pueden seguir permaneciendo para siempre en el mismo lugar, y, desde el momento en que se encuentran con alguna posibilidad real, reconocen la posibilidad de hacer algo o la pierden, y entonces descienden. Piense en eso tan solo y tal vez pueda formular algunas preguntas.
P. ¿La capacidad de reconocer las posibilidades depende del cambio del ser, que solo podrá lograrse después de un largo periodo de pequeños esfuerzos?
R. Sobre esto, hay dos cosas que debemos entender. Las cosas están en diferentes relaciones con las posibilidades: algunas cosas, aunque aún no hayan sucedido y nos parezca que pueden suceder de un modo u otro, en realidad están predestinadas. Nada puede cambiarse, porque causas tan grandes mueven estas cosas que, aunque aún no hayan sucedido, pueden suceder solamente de un modo. En relación con algunas otras cosas, la repetición no es tan estricta. Hay muchas graduaciones y, de consuno con las cosas que solo pueden suceder de un modo, puede haber otras cosas, que aún han de sobrevenir, que pueden suceder de éste modo o de aquél. Es necesario entender esto como principio, entender por qué las cosas son diferentes y qué es diferente acerca de ellas. Tome el hoy. Ciertas cosas tienen que suceder mañana porque sus causas están en el año último o hace diez o veinte años. Pero, si la causa de ciertas cosas que sucederán mañana está en el hoy, entonces podrán suceder de manera diferente mañana si hoy se hace algo de manera diferente. De modo que es una cuestión de la naturaleza de las causas y de dónde están. Puede mirar esto de esta manera: suponga que ve cosas que siguen exactamente del mismo modo durante largo tiempo: entonces, no podrá esperar un cambio súbito sin alguna razón particular. Otras cosas pueden ser comparativamente nuevas: acaba de aparecer cierta tendencia, de modo que puede desaparecer fácilmente. Pero, si la tendencia ha proseguido en la misma dirección durante largo tiempo, es difícil ver una posibilidad de cambio. Ése es el único modo que podemos discutir esto, pues no podemos saber nada definido sobre estas cosas. En relación con esto, debe recordar un principio: las cosas no son las mismas. Si dice que algunas cosas pueden cambiarse y aplica eso a todo, estará equivocado, porque las cosas nunca están en la misma relación con la posibilidad de cambio.
P. ¿La posibilidad de variación de las recurrencias de las personas significa que las que nacen en una recurrencia no podrían nacer en la próxima?
R. Esto es posible solo en algunos casos, pero no podemos entrar en pormenores de esta índole. Lo que quiero que entienda claramente es que mientras las personas sean enteramente mecánicas, las cosas podrán repetirse y repetirse casi indefinidamente. Pero si las personas se vuelven más conscientes o si aparece la posibilidad de volverse conscientes, su tiempo se limita. No pueden esperar una cantidad ilimitada de recurrencias si ya empezaron a saber algo o a aprender algo. Cuanto más aprenden, más breve se vuelve su tiempo. Las personas olvidan siempre que solo hay una cantidad limitadísima de oportunidades para todos, de modo que si uno pierde una posibilidad en una vida, entonces en la próxima vida la perderá más fácilmente. Cuanto más se aproxima uno a la posibilidad de cambio, más se reduce el número de oportunidades, y si uno encuentra una oportunidad y no la usa, puede perderla por completo. Es el mismo principio que el que se aplica a una sola vida. Recuerde que se dijo que en el trabajo, en relación con una sola vida, el tiempo está contado, y cuanto más seriamente trabajen las personas, más estrictamente contado es su tiempo. Si usted quiere trabajar durante dos meses y duerme durante diez meses, está contado que usted trabajó durante doce meses, aunque en realidad trabajara solo dos. Pero los requisitos o condiciones son por doce meses, y cuanto más trabaja uno, más crecen esos requisitos. Si uno trabaja muy poco, puede permanecer en la misma relación con cierta idea durante uno o dos años; puede entender mal algo y no perder mucho por eso, porque todavía hay un tercer año. Pero si un hombre ya empezó a trabajar con ardor, no podrá tener tres años, porque cada día es un examen y deberá aprobar un examen a fin de llegar a otro examen. Eso deberá entenderse, y el mismo principio puede aplicarse a la recurrencia.
P. ¿Es que si somos completamente mecánicos, deberemos recurrir exactamente del mismo modo, pero si somos menos mecánicos, nuestras recurrencias son menos?
R. No es exactamente de ese modo. Como dije, hay muchas categorías diferentes de personas. Hay personas cuyas vidas se repiten automáticamente exactamente del mismo modo. Otras personas pueden tener diferentes cambios y modificaciones pequeñas, todos en el mismo nivel. Luego, una tercera categoría, para plantear esto muy genéricamente, puede tener alguna posibilidad en el sentido de que los cambios que suceden en sus vidas no son enteramente sin objetivos, pero están cada vez más próximos a alguna influencia B. Luego, la cuarta categoría se acerca más a la posibilidad de encontrar una escuela. La cuestión es entender que las personas no son iguales en relación con estas posibilidades. Y, por supuesto, los que ya encontraron alguna posibilidad y la descartaron, se muestran incapaces de desarrollo.
P. Todavía no entiendo por qué el tiempo ha de estar limitado para alguien que ha trabajado, pero no para uno que no lo ha hecho.
R. Para quien ha empezado a despertar, el tiempo no está contado porque éste no existe. Todo se repite, siempre la misma cosa, una y otra vez. Usted puede considerar esto así: el conocimiento es limitado, pero puesto que tales personas no toman conocimiento alguno, para ellas no está limitado. Entonces, como dije, usted puede trazar una comparación con una escuela corriente: no es posible permanecer siempre en la misma clase: uno deberá progresar o irse. Se efectúan ciertas exigencias, y si las personas no cumplen estas exigencias, pueden perder la posibilidad. De modo que si uno empezó a trabajar, deberá seguir. Suponga que alguien, empieza a trabajar y luego fracasa. Esto demuestra su incapacidad para trabajar, y entonces ¿cuál es el significado de la existencia? Trate de pensar en esto desde este punto de vista.
P. ¿A cada uno se le da acceso a uno de los caminos en algún ciclo u otro?
R. No sé y no puedo saber tales cosas; podemos hablar solamente sobre nosotros mismos. Nosotros tenemos una oportunidad, eso es todo lo que sabemos, de modo que debemos pensar sobre nosotros mismos.
P. El futuro en el trabajo parece como caminar en la cuerda floja. ¿Uno puede confiar en alcanzar otro nivel de estabilidad después?
R. Todo estado tiene muchas formas diferentes, y así lo tiene el estado de sueño. Puede haber sueño con posibilidad de despertar, sueño con menos posibilidad de despertar, y sueño sin posibilidad alguna de despertar.
P. ¿Para tener memoria de otra recurrencia es necesario cambiar algo en la esencia?
R. No, es necesario volverse consciente en esta vida. Usted solo tiene esta vida. Puede decirse: «Si viví antes, no lo recuerdo. Esto significa que si vivo otra vez, otra vez no recordaré». Si usted se vuelve consciente en esta vida, recordará, y recordará tanto como ahora recuerda. Si no se recuerda ahora, entonces, la próxima vez nuevamente no se recordará, de modo que será lo mismo. La posibilidad de cambio empieza solamente con la posibilidad de empezar a recordarse ahora. Todas las otras cosas son tan solo palabras.
P. Si la personalidad muere con nosotros, ¿qué efecto podrán tener los intentos de debilitarla en una recurrencia futura?
R. No hay necesidad de ser muy dogmático sobre esto; cuando hablamos sobre la recurrencia, hablamos de «algo» que recurre, y este «algo» conserva en sí mismo vestigios de todas las tendencias creadas. Si ha sido creada la tendencia de la personalidad desfalleciente, ésta continuará; y si ha sido creada la tendencia contraria, una tendencia a fortalecer la personalidad, nuevamente ésta continuará. Es enteramente cierto que la personalidad muere, pero si este «algo» recurre, entonces las mismas causas producirán los mismos efectos. Si han sido creadas nuevas tendencias, ellas también tendrán su efecto. De modo que un hombre, que demostró un real amor por el sueño desde la niñez, puede quedarse dormido incluso antes.
P. ¿Entonces, lo único que podemos conservar es el cambio, si es que lo hay, lo que hacemos en la esencia?
R. No, primero deberá efectuar cambios en la personalidad.
P. ¡Pero eso no durará!
R. Es lo único que podemos hacer. Solo poquísimas personas pueden trabajar sobre la esencia. No es exactamente una ventaja para las personas que pueden, porque trabajar sobre la esencia es muy difícil; pero puede Suceder. Generalmente, trabajamos sobre la personalidad, y es el único trabajo que podemos hacer. Y si realmente trabajamos, eso nos llevará a alguna parte. A veces, las tendencias están en la esencia y a veces en la personalidad, pero yo no lo formularía como «esencia» y «personalidad». Simplemente, diría que tenemos que debilitar ciertas tendencias y fortalecer otras, debilitar las tendencias mecánicas y fortalecer las tendencias conscientes. Ésa es la única formulación posible: todo lo demás estaría fuera de lugar.
P. Me parece que la personalidad, el cuerpo físico y la apariencia son también impermanentes para recurrir.
R. Si, pero todos fueron creados por ciertas causas y, puesto que las causas serán las mismas, naturalmente producirán los mismos efectos. Uno nace en las mismas circunstancias, en la misma casa, de los mismos padres, y todo se desarrollará lo mismo. Puede haber algunas desviaciones, pero al final llega a la misma cosa. Suponga que uno nazca en cierto pueblo y luego se mude de él por un tiempo. Más tarde, uno vuelve y se encuentra en la misma situación que antes, como si no hubiese estado afuera para nada. Esto ilustra lo que quiero decir con esas desviaciones.
Uno siempre regresa al mismo sendero.
P. ¿Qué es lo que quiere tanto la recurrencia y, empero, la teme?
R. Eso no lo sé: es material para su estudio. Ciertamente, uno prefiere la idea de la recurrencia a la idea corriente de la muerte. Al mismo tiempo, uno la teme porque, si realmente es sincero con uno mismo, se da cuenta de que en esta vida las cosas se repiten. Si uno se encuentra, una y otra vez, en la misma posición, cometiendo los mismos errores, se da cuenta de que nacer otra vez no ayudará si uno continúa haciendo ahora las mismas cosas. Un cambio solo podrá ser resultado del esfuerzo; ninguna circunstancia podrá producir un cambio. He aquí por qué todas las ordinarias creencias en el cambio de las circunstancias externas nunca llegarán a parte alguna: las circunstancias pueden cambiar, pero usted será el mismo, a menos que trabaje. Lo mismo ocurre en la recurrencia. Las vidas de las personas pueden aparecer completamente cambiadas desde el punto de vista de las circunstancias externas, pero el resultado será el mismo: subsistirá la relación de la esencia con la personalidad. El cambio real puede suceder solo como resultado del trabajo de la escuela, o si durante varias vidas sucesivas uno desarrolla el centro magnético y no encuentra una escuela, entonces el cambio será en el desarrollo del centro magnético.
P. ¿Cree que los que alcanzan un estado suficientemente alto no están bajo la obligación de recurrir?
R. Usted va demasiado lejos. Ciertas religiones empiezan por la idea de tratar de detener esta rueda de la vida. Pero no podemos hablar seriamente sobre esto, porque como dije, la idea de la recurrencia es solo una teoría, de modo que ¿cómo podremos detener lo que no estamos seguros de que exista? Si quieren detener un tren deben saber que el tren se mueve. ¿Cuál sería la cuestión de tratar de detenerlo si no estamos seguros de que se está moviendo?
P. ¿La fecha de la propia muerte está predeterminada?
R. No puedo decirlo: hay diferentes teorías. Pienso que es más seguro decir que está predeterminada desde un punto de vista, solo que en esto entran tantas cosas que el propio tiempo podrá acortarse o alargarse: de modo que aunque esté predeterminada, no es una predeterminación absoluta. O quizá sea mejor decir que cambia a cada momento, aunque esté predeterminada. Cada momento puede procurar nuevos factores y alargar o acortar la propia vida. Si nada sucede, entonces está predeterminada.
P. ¿El trabajo de la escuela afecta el largo de la propia vida?
R. Nuevamente, espera demasiado. Tal vez luego de varias encarnaciones encuentre usted el medio de prolongar su vida, pero si lo espera de inmediato, espera demasiado. En algunos casos puede ser cierto, de modo que pienso que esto deberá ser diferente en diferentes casos.
P. ¿Eso significa que estoy viviendo otra vez la misma vida? ¿Renací en 1915 y naceré otra vez en 1915?
R. Siempre en 1915: eso es lo único que no podrá cambiar. Y ciertamente estamos obligados a haber vivido antes: no podríamos haber llegado de la nada, solo que no recordamos. Hasta los que piensan que recuerdan algo, recuerdan solo cuando niños. Pero en la mayoría de los casos olvidan.
El estudio de la recurrencia debe empezar con las mentes de los niños, particularmente antes que empiecen a hablar. Si las personas pudiesen estudiar este tiempo, recordarían cosas interesantísimas. Lamentablemente, cuando empiezan a hablar, se convierten en niños reales y, después de seis meses o un año, habitualmente olvidan. Pero, psicológicamente, es un hecho que, en los recuerdos muy tempranos de la niñez, (y a veces las personas recuerdan cosas a los pocos meses de edad) ya tienen una mentalidad, cierto entendimiento de las personas, lugares y cosas. ¿Cómo podemos esperar que los niños que nacieron hace tan poco tengan todo este material? Nuestra mentalidad crece muy lentamente, pero algunos niños tienen mente adulta. No son niños del todo; luego se convierten en niños. Si recuerdan su mentalidad de la primera infancia, ven que es la misma mentalidad que tiene la gente adulta. Eso es lo interesante.
P. ¿Sabe por qué un niño ha de recordar su mentalidad adulta y no su anterior mentalidad infantil?
R. ¡Tenemos tan poco material para juzgar sobre eso! Solo hablo del modo en que puede estudiarse. Suponga que tratemos de recordar la nuestra cuidando de que en esto no se introduzca la imaginación: entonces, si hallamos algo, eso sería material. En literatura se encuentra muy poco, porque las personas no entienden cómo estudiarla. Pero en mi propia experiencia, me encuentro con algunas cosas muy interesantes. Asimismo, algunas personas que conocí tenían interesantísimos recuerdos de los primeros años de la vida, y todas tenían la misma impresión, que su mentalidad no era una mentalidad infantil ni una psicología infantil. ¿Ve lo que quiero decir? Tenían una mente lista, con reacciones enteramente adultas y un modo tal de observar a la gente y reconocerla, que no podría formarse en el curso de seis meses de vida inconsciente.
P. ¿Por qué habría de desaparecer cuando un niño aprende a hablar?
R. El niño empieza a imitar a otros niños y a hacer exactamente lo que los adultos esperan de él. Esperan que sea un niño estúpido y él se convierte en un niño estúpido.
P. ¿Cómo es posible saber lo que un infante recuerda? Yo pensaba que uno nacía con los propios centros completamente en blanco y que uno recordaba con los centros.
R. Eso es lo extraño. Como dije, algunas personas que no difieren mucho de otras, tienen recuerdos extraños y enteramente claros hasta de sus primeros meses. Piensan que vieron a las personas como lo hacen los adultos, no como niños. No crean cuadros compuestos de elementos separados, tienen impresiones enteramente claras de las casas, las personas, etc.
P. Aún no veo cómo es posible recordar una recurrencia anterior. Yo pensaba que la memoria dependía del contenido de los centros que están en la personalidad. ¿Cómo puede la personalidad recordar la recurrencia?
R. No podrá recordarla si no se recuerda aquí, en esta recurrencia. Hemos vivido antes; muchos hechos comprueban eso. Porqué no recordamos es porque no nos hemos recordado. Lo mismo es cierto en esta vida. Si las cosas son mecánicas, solo recordamos que sucedieron; solo con el recuerdo de sí podemos recordar los pormenores. La personalidad está siempre mezclada con la esencia. La memoria está en la esencia, no en la personalidad, pero la personalidad puede presentarla muy correctamente si la memoria es suficientemente fuerte.
P. Si recurrimos en las mismas circunstancias, parece haber muy poca oportunidad de tener algo diferente en nuestra vida.
R. En la temprana vida lo hay. Tenemos una larga vida y en el curso de ésta podemos adquirir algo (conocimiento, entendimiento), y este entendimiento puede penetrar en la esencia. Entonces, si durante los primeros cinco años de nuestra vida vivimos en la esencia, este entendimiento puede producir alguna impresión en nosotros, algunos recuerdos en la esencia. Como regla general desaparecen en una edad posterior, pero los niños a veces los tienen durante un tiempo medianamente largo, hasta los ocho o diez años de edad.
P. Cuando yo tenía tres o cuatro años, acostumbraba tratar de recordarme como una suerte de juego.
R. Es enteramente posible; eso puede haber permanecido. Puede haber tratado de recordarse en una vida anterior: no veo nada imposible en eso.
P. En conexión con la idea de la recurrencia, ¿eso significa que si cometemos un feo error, éste sigue recurriendo?
R. Puede haber diferentes errores, pero si respecto a este error hubo algo deliberado, si usted lo cometió porque quería cometerlo, entonces, muy probablemente incluso deseará más cometer el mismo error otra vez.
P. ¿Cosas como las enfermedades, recurren?
R. Pueden recurrir o no. Esto está conectado con cosas más bien complicadas. Es necesario dividir las enfermedades, pues pueden pertenecer a diferentes categorías. Algunas enfermedades pueden afectar a la esencia, otras no. Muchas enfermedades contagiosas abren los acumuladores, de modo que pueden ser realmente útiles. Entonces los acumuladores pueden estar abiertos u otra vez cerrados. Tales enfermedades pueden desempeñar el papel de los choques. Son enfermedades accidentales y pueden repetirse o no. Luego, hay enfermedades pertenecientes al destino, enfermedades constitucionales.
P. Pienso que no entiendo la recurrencia eterna.
R. Hablamos de posibilidades. Ésta es una conversación filosófica; no tenemos material bastante para hablar siquiera teóricamente. Recuerde que hablar filosóficamente significa hablar de posibilidades. De modo que, si hay recurrencia hablamos del modo en que las cosas podrían suceder.
P. ¿Entonces, uno ha de considerar toda la cuestión como filosófica, o capaz de verificación?
R. No podemos hablar de verificación. Pienso que, si algunas personas encuentran para sí la verificación, esto será muy subjetivo. No podrán transferir a los demás aquello de lo cual se dan cuenta. Otros pueden creerles o no, pero eso no tendrá el carácter de prueba. Pero usted puede verificar ciertas cosas sobre la recurrencia, observando las cosas de esta vida.
P. ¿Cuál fue el origen de la idea de la recurrencia?
R. Psicológicamente habrá una respuesta; matemáticamente, otra respuesta; históricamente, una tercera respuesta. Si usted quiere decir psicológicamente, pienso que es un sentimiento muy persistente y muy definido que los niños a veces tienen eso de que «sucedió antes». Por ejemplo, llegan a una casa nueva o a un pueblo nuevo y tienen una sensación de que todo esto ha sido. Las explicaciones psicológicas corrientes consistentes en una «interrupción de la consciencia» como se llama a esto, y que podemos describir mucho mejor como pasando de un centro a otro, no son suficientes, porque explican algunos casos pero no explican todos los casos.
P. ¿Eso significa que la recurrencia ocurrió durante la existencia de ese pueblo?
R. Sí, ciertamente. No es la misma línea de tiempo; es tiempo paralelo. La idea de la recurrencia necesita dos dimensiones del tiempo. La necesidad de tres dimensiones del tiempo llega con la idea del trabajo. Pero la segunda dimensión del tiempo es realmente muy elemental. No puede haber duda sobre su existencia, particularmente en la matemática moderna y las ideas físicas. Si aceptamos que la línea del tiempo es curva, entonces la curvatura tiene dos dimensiones, de modo que hay dos dimensiones del tiempo.
P. No entiendo que el tiempo sea bidimensional.
R. Tome una cosa simple. Usted navega en una embarcación y camina por cubierta mientras la embarcación sigue al mismo tiempo. Ésta es la segunda dimensión de su movimiento. Usted tiene un movimiento: usted mismo camina, y el segundo movimiento es el de la embarcación.
P. ¿Entonces, una espiral puede conducirnos fuera de nuestro círculo actual?
R. No pienso que podamos hablar de espirales desde el punto de vista del sistema. Pero si hablamos de ellas en relación con la recurrencia, entonces en la recurrencia corriente no hay ninguna espiral, todo está en el mismo nivel. Las recurrencias pueden diferir una de otra en algunos pormenores, una puede inclinarse en un sentido y otras inclinarse más en otro sentido; pero es solo una pequeña desviación y no hay espiral. La idea de la espiral empieza con escapar de la constante repetición de las mismas cosas o del momento en que se introduce algo nuevo.
P. ¿La idea de la recurrencia eterna es parte del sistema?
R. No. el sistema puede entenderse sin ella, aunque después, algunas cosas del sistema serán más fáciles de entender si usted tiene alguna idea de la recurrencia. El sistema muestra el camino para desarrollarse, pero no dice qué sucede cuando lo hacemos. Si observamos la cuestión de la sobrevivencia después de la muerte desde el punto de vista del tiempo (solo desde el punto de vista del tiempo), es razonable suponer que el hombre N.º 1 N.º 2 N.º 3 y N.º 4 no tiene vida después de la muerte, que en él no hay nada permanente. De tal modo, carece de permanencia que no podrá sobrevivir al choque de la muerte. Si tiene algo permanente, puede sobrevivir. Pero en mi opinión es más importante considerar esta cuestión en relación con la eternidad. Esto no podemos verificarlo, pero observándolo en relación con la eternidad, significa que hay repetición. La vida ha de repetirse, no puede haber una sola vida. Trate de entender el diseño de la vida. No podrá entenderlo si piensa en una línea recta, y si piensa en círculos, descubre que su cerebro no puede admitir eso. Todo lo viviente (la vida orgánica, las personas, etc.) vive y muere, y de algún modo misterioso no entendemos que esto forma círculos; estos círculos están conectados con otros círculos y todo el diseño de la vida es resultado de esto. Cada cosa, cada pequeña unidad, gira y gira en su círculo, porque todo debe seguir existiendo. Si apareciese una brecha, toda la estructura sería destruida.
P. ¿Es porque carecemos de la necesaria categoría de pensamiento que no podemos entender la recurrencia, puesto que está en la eternidad?
R. Sí, si gusta. Nosotros no podemos visualizarla, pero nuestros centros superiores pueden. Si trabajamos, podemos pensar en eso, pero solo con la ayuda de los centros superiores, no con nuestro cerebro corriente. Pero antes de eso, debemos asegurarnos de que nuestros centros corrientes hacen todo lo que pueden, porque en la actualidad no usamos nuestros centros corrientes en su plena extensión. Antes que podamos esperar pasar a los centros superiores, deberemos aprender a usar completamente las partes de los centros corrientes en lugar de solamente las partes mecánicas.
La idea de la recurrencia puede tener muchos defectos enteramente evidentes, pero matemáticamente es correcta y es ciertamente mejor que cualquier otra idea de esta naturaleza, porque de otro modo, sin la idea de la recurrencia, no habría pasado. Si no hay pasado, no hay presente, y si no hay presente, ¿dónde estamos? No podemos vivir en un mundo en el que todo lo presente desaparece. Hace mucho tiempo, escribí sobre eso en Tertium Organum: si viajamos en tren no podemos esperar que desaparezcan todas las estaciones que pasamos, y que aquéllas a las que llegamos se construyan de nuevo; existían antes que llegáramos y estarán allí cuando hayamos pasado. Sabemos que todo muere, de modo que deberá nacer otra vez; todo se destruye, de modo que deberá construirse otra vez; y la recurrencia es la única teoría que puede responder.
P. Si cada momento es siempre coexistente, ¿qué es lo que hace sentir que uno está en este momento?
R. Las limitaciones de nuestra mente. Ciertamente, la idea del tiempo paralelo significa la eternidad del momento, pero nuestra mente no puede pensar de ese modo. Nuestra mente es una máquina limitadísima. Debemos pensar de la manera más fácil, y para ello hacer concesiones. Usted debe entender que nuestra mente no puede formular correctamente las cosas como realmente son; debemos tener solo formulaciones aproximadas que estén más próximas a la verdad que nuestro pensamiento corriente. Eso es todo lo que es posible. Nuestra mente y nuestro lenguaje son instrumentos muy torpes y tenemos que tratar temas muy sutiles y problemas sutiles. Al mismo tiempo, no nos damos cuenta de que, simplificando las cosas, imaginándonos en un mundo tridimensional, a este mundo lo volvemos inexistente. Nos colocamos en una posición imposible, porque si, por ejemplo, tomamos el punto de vista corriente del pasado que desaparece y del futuro que aún no existe, entonces nada existe. Ésta es la única conclusión desde esta idea que es lógicamente posible: o nada existe o todo existe: no hay una tercera opción, por así decirlo.
P. ¿Podría decir algo sobre si es posible escapar de la recurrencia?
R. Está cometiendo el mismo error que cometen muchas doctrinas. Empiezan pensando en el escape antes de estar seguras de la teoría. Usted deberá saber, primero, que la recurrencia existe realmente, recordando, no teóricamente. Luego, deberá cansarse de ello, aburrirse con ello. Solo entonces podrá pensar en el escape.
P. ¿Cómo se puede estar seguro de que existe?
R. Como dije, solo recordando. Si recuerda que antes vivió, a qué se pareció eso, qué sucedió, entonces sabrá. Si no recuerda, no podrá estar seguro. La teoría habla así: si usted se recuerda en una vida, se recordará en la próxima. Si usted está inconsciente en esta vida, no recordará. De modo que primero deberá volverse consciente en esta vida.
P. Si uno pudiera escapar de la ley de recurrencia, ¿estaría aún en el mismo tiempo o el hombre es capaz de escapar ingresando en otros tiempos?
R. No, el tiempo nada tiene que ver con esto. El tiempo se refiere solamente a una vida. Fuera de una vida, el tiempo no existe: lo que usted puede llamar eternidad. ¿Y qué quiere decir con escapar? Hay muchos modos diferentes de entender esta idea. ¿Cómo puede usted escapar del tiempo? Es parte de usted; es lo mismo que escapar de sus piernas o su cabeza. Al mismo tiempo, la idea de escape tiene significado: significa escapar de la mecanicidad, ser un solo «yo» siempre, hacer lo que usted quiere. Hay muchos grados de escape pero éste es el comienzo. Usted encara esta idea demasiado simplemente. Trate de pensar sobre lo que significa escape.
P. No puedo conciliar la idea de que el pasado está allí, viviendo realmente, con la idea de que vuelve otra vez.
R. No trate de pensar en eso si es difícil. Déjelo. He aquí por qué hemos hablado de la recurrencia en formas simplificadas; nuestra mente no puede pensar de ningún otro modo. La idea es realmente para el centro mental superior que puede pensar correctamente. Es casi inútil hablar de la recurrencia, porque se convierte en filosofía, pero hay ciertas cosas que podemos saber sobre ella, incluso con nuestro conocimiento actual, y es que en relación con la escuela, algo permanecerá. Aunque uno haya comenzado, retendrá algo. No podrá olvidarlo; puede ser que recuerde antes y esto ayude de un ciclo a otro, de modo que si uno llegó a una escuela en una ocasión, puede esperar encontrar una escuela más pronto, lo cual puede ayudar. De modo que, hasta asociándonos con estas ideas, hemos ganado algo. En cualquier caso empezamos con las desventajas del sistema. Esto es lo único que se asegura; todo el resto depende de nuestro trabajo.
P. ¿Cómo puede la recurrencia ser ventajosa para el hombre?
R. Si uno empieza a recordar y cambiar, en lugar de girar cada vez en el mismo círculo; si uno empieza a hacer lo que quiere y juzga mejor, entonces es ventajosa. Pero si uno no sabe de ella, o aunque lo sepa y no haga nada, entonces no es ventajosa en absoluto. Entonces, significa las mismas cosas que se repiten y repiten.
Las cosas se repiten en una vida, de modo que tan solo recordando cómo sucedieron ayer las cosas, usted podrá evitar ciertas cosas mañana. Todo el mundo vive en cierto círculo cerrado de acontecimientos: a una persona le sucede una clase de cosas, a otra persona, otra cosa. Usted deberá conocer sus propios tipos de acontecimientos, y cuando los conozca, podrá evitar muchas cosas.
P. Habiendo encontrado al sistema en una recurrencia, ¿uno lo encontrará otra vez en la próxima?
R. Depende de lo que uno hizo con el sistema. Uno podría encontrar el sistema y decir: «¡Qué necedad habla esta gente!». Depende de cuánto esfuerzo uno realice. Si uno hiciera esfuerzos, podría adquirir algo, y esto tal vez subsista, si no estuviera solamente en la personalidad superficial: si ésta no fuese solo formativa.
P. ¿Uno sigue necesariamente alguna línea de acción en cada recurrencia?
R. Como dije, se supone que todas las tendencias adquiridas se repiten. Una persona adquiere una tendencia para estudiar o interesarse por ciertas cosas. Se interesará otra vez. Otra adquiere una tendencia para escapar de ciertas cosas. Entonces, escapará otra vez.
P. ¿Estas tendencias crecen más fuertes?
R. Pueden crecer o no en una dirección diferente. No hay garantía: hasta que uno alcance alguna acción consciente, cuando uno tenga cierta posibilidad de confiar en sí mismo. Si tuviéramos bastante material, podríamos responder muchas preguntas sobre esto. Por ejemplo, por qué en los niños aparecen tendencias extrañas, enteramente contrarias a las circunstancias que los rodean, enteramente extrañas a las personas entre las cuales viven. A veces, son tendencias muy fuertes que cambian la vida de aquéllos y los hacen ingresar en caminos totalmente inesperados, cuando en la herencia no hay nada que produzca eso. He aquí porqué sucede en la mayoría de los casos que los padres no entienden a sus hijos y los hijos no entienden a sus padres. Jamás podrán entenderse entre sí suficiente o correctamente. Son personas enteramente diferentes: extraños entre sí; sucedió tan solo que se encontraron accidentalmente en cierta estación, y luego siguen nuevamente direcciones diferentes.
P. Cuando usted expresa «estudiar a los niños», ¿qué quiere decir?
R. Eso es lo difícil. Si observa las tendencias en gran escala, podrá encontrar cosas enteramente inesperadas. Puede decir de una u otra tendencia que es el resultado del medio ambiente o encontrar otra razón para ello, pero en los jovencitos pueden aparecer tendencias enteramente inesperadas, no las tendencias accidentales que aparecen y desaparecen, sino tales que continuarán toda la vida. Según esta teoría, éstas pueden ser tendencias adquiridas en una vida anterior en muchos años posteriores, y entonces aparecen muy tempranamente.
P. Desde el punto de vista de la recurrencia, entonces, ¿no puede ser que algunas importantes acciones que realizamos en una vida anterior sean ahora responsables de nuestras tendencias?
R. Muy posiblemente. Solo que hay una cosa: este trabajo no existió antes. Puede ser que existiera algún otro trabajo (puede haber muchas clases diferentes), pero no éste. Este trabajo no existió antes, de eso estoy perfectamente seguro.
P. Lo que quise decir era que parece una idea tan enorme pensar que entre ahora y el tiempo en que morimos cometemos las acciones fatales que nos darán las tendencias para el tiempo próximo.
R. Ciertamente. A cada momento de nuestras vidas podemos crear tendencias de las que no podemos librarnos durante diez vidas. He ahí porqué en la literatura india se subraya siempre este punto. Puede ser en forma de cuento de hadas, pero el principio es el mismo.
P. Usted dice que este trabajo no ocurrió antes. ¿Eso significa también que no ocurrirá nuevamente?
R. No hay garantía. Para usted, dependerá de usted. Ciertamente, una cosa puede ser segura: no sucederá del mismo modo. Tal vez haya grupos y escuelas, solo que no del mismo modo y no en el mismo tiempo. El trabajo es lo único que no está bajo la ley de la recurrencia; de otro modo, no sería el trabajo. Si es un poco consciente, no puede recurrir de la misma forma.
Si tomamos este trabajo particular, muchas cosas de él pueden suceder de modo enteramente diferente. Por ejemplo, lo que sucedió ahora en cierto tiempo, puede tal vez empezar veinte años antes.
P. Si las escuelas no recurren del mismo modo, ¿eso significa que una persona solo puede encontrar una escuela en una vida?
R. No, eso es introducir otra idea. Es más simple que eso. La recurrencia, si existe, es mecánica y se basa en la mecanicidad. Una escuela no puede ser mecánica, de modo que deberá estar bajo leyes diferentes, aunque no esté en el mismo lugar, el mismo tiempo o la misma forma. Cómo cambiaría eso, es imposible decirlo, pero no podrá ser la misma cosa; de otro modo, sería mecánica, y si es mecánica, no es una escuela.
P. ¿Entonces, eso significa que un individuo que se encontró con una escuela, no podría encontrarla la próxima vez?
R. Puede encontrar otra, tal vez una mejor, o puede no encontrar nada. La clase de escuela que uno podría encontrar o no la próxima vez, depende de muchas razones desconocidas, pero solo las cosas enteramente petrificadas podrán repetirse una y otra vez sin cambio. Las cosas que están vivas no pueden ser jamás las mismas. Usted puede confiar en algo como Trafalgar Square que recurre, pero no podrá confiar en escuelas desde el punto de vista de la recurrencia.
P. Entonces, puesto que las escuelas no son mecánicas, si recurrimos ¿no hay seguridad de que encontremos jamás este sistema otra vez?
R. No hay seguridad, muy ciertamente, pero hay muchos aspectos de esto. Es enteramente cierto que las cosas no recurren exactamente de la misma forma, pero, al mismo tiempo, no podrá perderse nada de lo adquirido. Esto significa que, si se pierde una posibilidad, podrá encontrarse otra. Solo se podrá perder por propia culpa, no por culpa de las cosas, aunque es necesario entender y recordar que las posibilidades no son ilimitadas. Hay recurrencia en un sentido, por lo menos debe haberla, pero, como dije, no podrá haber recurrencia «eterna» en el sentido literal de la palabra para cada cosa, sea grande o pequeña. Hay diferentes manifestaciones y lo que esperamos que sea eterno, puede no ser eterno en absoluto. Todo el mundo tiene solo una cantidad limitada de oportunidades. Si las personas viven una vida corriente y no acumulan las influencias correctas, no forman un centro magnético, entonces, luego de un tiempo, pierden hasta la posibilidad de formar uno. Pueden desaparecer gradualmente, porque hay gran competencia… Hay muchas cosas que no sabemos sobre todo esto, pero lo primero que deberá entenderse sobre la recurrencia es que no es eterna.
Veo, por las preguntas de las personas, que algunas de éstas no se dan cuenta cuán rarísima es la posibilidad de desarrollo y cuántas personas hay que jamás llegan a ella. Tampoco se dan cuenta de cuántos peligros, externos e internos, rodean esta posibilidad. En cuanto a la oportunidad de encontrar la misma escuela otra vez, pensé que las personas incluso se asombraban de que no pudiesen encontrarla, que esta posibilidad no estuviese allí eternamente. En realidad, todo lo que se refiere a las escuelas está obligado a estar fuera de las leyes corrientes, de modo que nada podrá suceder exactamente del mismo modo. Eso no significa que no haya otras posibilidades, pero uno deberá estar preparado para ellas. La escuela no puede escapar de uno; la única persona que puede escapar es uno mismo, pero uno debe estar presto para encontrarla, debe prepararse, aunque haya diez mil vidas. Nada llega por sí solo. Si llega por si solo, uno lo perderá. Solo se podrá obtener tanto como aquello para lo que uno está preparado, y uno solo podrá estar preparado mediante sus propios esfuerzos. En este trabajo no hay garantías. Usted no recibe grados por la cantidad de tiempo que estuvo en la escuela. Cada día usted pasa por un examen y cada día puede aprobar o fracasar.
P. Como es tan raro y difícil encontrarse con una escuela, tengo tanto miedo de que uno pueda recurrir en condiciones que lo hagan imposible.
R. Pienso que hay muy poca posibilidad de eso porque, si tomamos esta teoría de la recurrencia, uno nacerá en las mismas circunstancias, en el mismo tiempo, en el mismo período. Aunque por alguna razón las cosas no se repitan exactamente, usted encontrará otra cosa, especialmente si recuerda algo de su vida pasada. En cualquier caso, habrá más posibilidad que si usted no supiera nada.
P. ¿Es cierto, entonces, que ninguno de nosotros jamás encontró antes este sistema?
R. Pienso que es enteramente cierto. Pero, posiblemente, encuentre algo similar. Sin embargo, el hecho de que yo piense así no significará nada para usted; usted mismo deberá averiguar porqué pienso así.
P. ¿Hay alguna certidumbre de que, si se empieza el trabajo en una vida, se podrá continuarlo después?
R. Nuevamente, hablando teóricamente, empezará desde el mismo lugar en que abandonó. Cuanto más consiga ahora, más fácil será empezar. Es lo mismo que llevarlo de un día al otro: la relación es la misma. Por ejemplo, usted empieza hoy a aprender algo, y mañana continúa: no necesita empezar desde el comienzo. Pero si solo pretende estar aprendiendo, si mira el libro y, en lugar de eso, se permite soñar, entonces la próxima vez tendrá que empezar desde el principio.
P. ¿El cambio del ser esta vez, aumenta el centro magnético la próxima vez?
R. Oh, no, el centro magnético deberá construirse en la personalidad, de modo que usted tendrá que construirlo nuevamente la próxima vez. No podrá recibirlo ya construido de la vida pasada.
P. ¿Una tendencia en una recurrencia se convierte en un hábito en la próxima?
R. Depende de la tendencia. Si es mecánica, se convertirá en un hábito. Si es consciente, no podrá convertirse en un hábito, porque son dos cosas diferentes.
P. Al rememorar mi vida, veo ciertas encrucijadas en las que tomé algunas decisiones que pienso que estaban equivocadas. ¿Hay alguna cosa particular que yo pueda hacer en esta recurrencia, de modo que repita los mismos errores en la próxima?
R. Hasta cierto punto; todo es hasta cierto punto. Si miramos hacia atrás, podemos encontrar momentos que podemos llamar encrucijadas. Si no estudiamos éstas, podemos cometer errores y confundir con encrucijadas los puntos que no lo eran, y de ese modo, perder las encrucijadas reales. Uno puede pensar, puede cambiar ahora con respecto a esos puntos particulares, y si eso es suficientemente profundo, uno recordará; si no es tan profundo, puede recordar. En cualquier caso, hay una posibilidad de que, con el tiempo, uno no pueda hacer la misma cosa otra vez, pues esta cuestión de girar inevitablemente en un sentido u otro puede ser más evitable o menos evitable.
P. Si podemos percibir estas encrucijadas, ¿podremos hacer uso de ellas?
R. No es cuestión de hacer uso. Es cuestión de estudiarlas en el pasado, no en el futuro. No sabemos bastante para pensar en «hacer». Solo es el pensamiento formativo el que siempre empieza con la idea de «hacer».
P. Si podemos hacer alguna elección, ¿cómo afectaría eso a la recurrencia?
R. La recurrencia no puede ser afectada directamente. Según la idea de la recurrencia, nada cambia, solo usted puede cambiar. Si usted cambia, entonces muchas cosas podrán cambiar en la recurrencia. Muchas ideas y cosas pueden pasar de una vida a la otra de este modo. Por ejemplo, alguien preguntó qué podría obtenerse de la idea de la recurrencia. Si uno se tornase intelectualmente consciente de esta idea y se volviese parte de la propia esencia, esto es, parte de la propia actitud general hacia la vida, entonces no la olvidaría y estaría en ventaja para conocerla antes en la próxima vida.
P. ¿Es correcto pensar que no podemos seguir viviendo eternamente, esto es, muriendo y naciendo nuevamente?
R. Muy cierto. La gente con una vida enteramente mecánica tiene un tiempo más largo, y la gente que se vuelve consciente tiene un tiempo más breve; ésa es la única diferencia. Parece muy injusto, pero, al mismo tiempo, la gente mecánica puede ingresar en circunstancias muy desagradables. Suponga que por algún accidente externo conectado con acontecimientos históricos, como guerras o algo por el estilo, alguien muere muy joven y continúa muriendo joven cada vez, entonces solo una combinación excepcionalísima de circunstancias podrá introducir un cambio en su caso.
P. En un caso en que un accidente afecte toda la propia vida, ¿aquél recurre?
R. Sí, la misma clase de accidente puede repetirse. No debe olvidar que solo hablamos de una teoría, pero una teoría puede ser mejor o peor, más cercana o más lejana de los hechos posibles.
En la vida mecánica, hasta las cosas que suceden no pueden aportar ningún cambio práctico. Las cosas son importantes solo cuando un hombre empieza a despertar. Desde ese momento, las cosas se vuelven serias. De modo que ¿usted está preguntando sobre la recurrencia mecánica o sobre el comienzo del despertar?
P. Yo tenía en mente la posibilidad de encontrar una escuela la próxima vez.
R. Como dije, las escuelas están más libres de la recurrencia, comparadas con las cosas de la vida. Muchas cosas pueden repetirse exactamente como son ahora, y algunas pueden cambiar. Es lo mismo que, cuando usted pasea, ve diferentes cosas: personas, árboles, ómnibus, autos, casas, postes de alumbrado; algunas cosas están quietas y algunas se mueven. Las guerras, revoluciones y otras cosas como ésas son como postes de alumbrado, pero las cosas conscientes son como la luz de los autos que pasan. Si usted sale, verá siempre los mismos postes de alumbrado, pero no es probable que vea los mismos autos.
P. ¿Es que la oportunidad nunca llega dos veces?
R. No la misma oportunidad, eso sería desperdicio de tiempo. Cuando las personas se encuentran con ciertas oportunidades, se responsabilizan de la energía que gastan en ellas. Si no la usan, no recurre. Los postes de alumbrado están fijos; los coches no lo están; no son fabricados para que estén quietos, sino para moverse. Es útil pensar que las mismas oportunidades no pueden recurrir la próxima vez. Esperamos que las cosas sean las mismas, pero pueden ser diferentes. Eso puede depender de los demás; los demás pueden empezar antes. Por ejemplo, empecé estas pláticas en Inglaterra, en 1921, pero la próxima vez puedo empezar en 1900. Usted estará preparado solamente para 1921, pero en 1921 puede que no haya más oportunidad para usted. Esto no ha de tomarse literalmente; es tan solo un ejemplo para pensar.
P. ¿Es muy difícil pensar sobre prepararse para encontrar antes el sistema?
R. Usted no puede preparar nada. Solo recuérdese, entonces recordará la próxima vez. Toda la dificultad radica en las emociones negativas: las disfrutamos tanto que no tenemos interés en nada más.
P. ¿En el trabajo, el punto de partida es el mismo para todos, o tenemos diferentes puntos de partida?
R. Muy, muy diferentes; las personas empiezan en niveles diferentes. No conocemos nuestra historia en el sentido de vidas pasadas. Algunas personas ya han hecho algún trabajo, aunque es imposible decir en qué forma. Algunas personas solo empiezan mientras otras ya tienen muchos esfuerzos detrás de ellas, de modo que todo el mundo empieza de modo diferente. Pero en la escuela todos han de pasar por las mismas cosas y, a veces, para las personas que tienen más material es más difícil que para las personas que tienen menos. Individualmente es muy diferente. Algunas personas no pueden ser responsables por algún tiempo, otras pueden. Algunas pueden trabajar con gente nueva, otras deben solo escuchar durante largo tiempo.
P. ¿Es de uso práctico pensar en los acontecimientos de la propia vida cuando está tratando de recordarse, con vista a fijarlos para una recurrencia futura?
R. No, esto no es práctico. Primero, como ya lo dije muchas veces, es necesario estar seguro de la recurrencia futura; y segundo, es necesario estar seguro de recordarse. Si usted pone esto del modo que lo hizo, solo se transformará en imaginación. Pero si primero trata de recordarse sin añadirle nada, y luego, cuando puede, también trata de recordar su vida pasada (recuerde que hablé sobre tratar de encontrar las encrucijadas), entonces, en combinación, será muy útil. Solo que no piense que puede hacerlo aún, porque no podrá.
Hay muchos modos de tratar de pensar en su propia vida en cuatro dimensiones. Ahora solo podemos tomarlo psicológicamente, en relación con nuestra propia vida. Suponga que se remonta diez años atrás y descubre que recuerda ciertos momentos muy bien. Entonces imagine que sabe todo lo que sucederá, y que tiene que vivirlo todo otra vez, sabiéndolo todo: reviva todos los errores, toda la necedad, etc. Entonces, tendrá una visión diferente del conjunto. Ahora está todo en usted si estudia su vida retrotrayéndose y luego volviéndose hacia adelante otra vez. Usando su imaginación lo hará conscientemente. Pero no debe tratar de cambiarlo todo. Entonces, revivirá estos diez años y verá que todo sucede del mismo modo que antes, y al mismo tiempo sabe que todo ha de suceder del mismo modo.
P. ¿Cómo se podrá recordar bastante bien?
R. Es necesario encontrar momentos que usted recuerde bien. Algunas personas recuerdan mejor que otras. Pero, para las personas que no recuerdan bien, esto será especialmente útil, porque toda la vida deberá ser absolutamente clara. Éste es un cuarto de disección; solo que en un cuarto de disección corriente tratan con cuerpos muertos, mientras aquí no podrá tratar con otras personas hasta que lo conozca todo sobre usted mismo.
P. ¿Qué se hace cuando se llega a un momento en el que se olvida lo que sucedió?
R. En nosotros, hay memoria de absolutamente todo, pero puede ser lo que se llamaría «estar asustado». Sin embargo, si insiste, luego, poco a poco, las cosas aparecerán y descubrirá que puede pensar en palabras, humores, sentimientos y personas. Esto muestra que la psicología puede estudiarse aparte de usted mismo. En el estudio de toda su vida tiene todo un museo ante usted.
P. Hace unos pocos minutos, usted dijo que uno seguía desde donde abandonó en la otra vida. ¿Eso significa que, si uno se convierte en un hombre N.º 4 en esta vida, nacerá N.º 4 en la próxima?
R. Eso no lo sé. Pienso que es mejor decir que será más fácil convertirse en N.º 4. Vea, con un gran cambio del ser como el de pasar de un grado a otro, uno cae bajo muchas leyes nuevas. Cómo funciona esto, no lo sé. Podemos hablar solo sobre nuestra situación porque eso lo sabemos, y podemos decir que podemos esperar comparativamente pequeños cambios: más conocimiento, más consciencia, y con suerte, un poco más de consciencia o hambre. Pero no podemos hablar de grandes cambios como pasar de un grado a otro. Empero, incluso un leve cambio es un cambio, y es mejor pensar en pequeños cambios que podamos medir.
Vea, en conexión con todas estas preguntas, es muy útil darse cuenta de qué podemos conocer. Estas preguntas son formuladas como si pudiéramos saber las respuestas, pero tan solo cinco minutos de pensar mostraría que no podemos, porque si pudiéramos, probablemente habríamos tenido las respuestas hace mucho tiempo. A fin de responder prácticamente estas preguntas, es necesario tener un instrumento mejor; si pudiéramos usar este instrumento con un alcance mayor, tal vez tendríamos respuestas concretas, pero no con el cerebro corriente que ahora tenemos.
P. No entiendo la conexión entre el cambio de estado y el cambio de circunstancias.
R. Son diferentes. Las circunstancias cambian por sí mismas y el estado solo cambia como resultado del trabajo, y muchas causas, por las que el estado puede cambiar, no dependen de las circunstancias. Uno debe entender cómo suceden las cosas. Es útil pensar en estas cosas, pero es fácil cometer errores. Un error es que pensamos que las cosas podrían ser diferentes. Esto es verdad solo para nosotros. Todas las causas que gobiernan los grandes acontecimientos externos fueron creadas hace mucho tiempo y éste no es realmente nuestro tema: no tenemos tiempo para estudiar esas cosas pormenorizadamente. Pero debemos estudiarnos pormenorizadamente.
P. Si una persona cesa de nacer en su período particular, ¿qué sucede a todas las otras vidas con las que está en contacto?
R. Éste es uno de los problemas dificilísimos de entender. Hasta donde podemos ver en esta teoría, no puede empezarse naciendo de inmediato. Nacer es también un proceso como todo lo demás: uno se extingue poco a poco, y esta extinción no produce ningún efecto grande. Algunas personas pueden desaparecer, otras tienen que permanecer, como las personas conectadas con acontecimientos históricos y cosas por el estilo. Están en una posición muy desagradable, tan solo giran y giran, y la mayoría de ellas está enteramente muerta.
P. ¿Entonces, en los movimientos históricos, a las grandes personas les es imposible escapar de la vida?
R. En la mayoría de los casos es demasiado tarde para que ellas escapen; ya están muertas, están casi perdiendo sus huesos en el camino, pero tienen que continuar existiendo y dando vueltas. Ése es uno de los misterios de la vida: que es gobernada por personas muertas.
P. No veo por qué las grandes figuras históricas son tan importantes que deben continuar recurriendo incluso cuando mueren. ¿Por qué no sería fácil encontrarles substitutos?
R. ¿Fácil para quién? Evidentemente, se adaptan a algunas condiciones y así continúan girando del mismo modo aunque mueran y la gente las confunda con seres vivos. Tal vez su rasgo principal sea que están muertas, pues entonces no pueden cometer un error: hacen exactamente las mismas cosas una y otra vez.
P. Usted habla de personas muertas que recurren, pero yo pensaba que las esencias no podían morir.
R. Puede morir relativamente, en el sentido de que no puede desarrollarse. Mecánicamente puede existir, pero no puede crecer, solo puede deteriorarse con el tiempo. La esencia puede morir de muchos modos diferentes. Puede morir solo por esta vida o puede morir completamente. Puede morir completamente solo como resultado de un largo período de acciones equivocadas, acciones contra la conciencia. Matar la esencia significa matar la conciencia. O puede morir en esta vida y nacer de nuevo, sana y salva, en la próxima. Por ejemplo, uno puede caerse de cabeza y morir la esencia en el sentido de que no se desarrolle más. Pero, en la próxima vida, vivirá otra vez. De modo que, al hablar de la muerte de la esencia, debemos saber a qué caso nos referimos, accidental o intencional.
Al pensar sobre la vida, olvidamos que muchas personas están muertas y que las dormidas caen fácilmente bajo la influencia de las muertas.
P. ¿La mayoría de las personas están muertas?
R. Esta cuestión fue muy discutida en nuestro grupo de San Petersburgo. Algunos pensaban que las personas, en su mayoría, están muertas, pero siempre estuve contra esto. Todo el mundo está dormido, pero hasta en la vida se encuentra personas agradables que tal vez no estén en el trabajo por pereza, falta de oportunidad, u otra cosa. Pero no están muertas.
P. ¿Las personas muertas cómo pueden influir sobre las dormidas?
R. En comparación con las personas dormidas, son muy fuertes, porque no tienen conciencia ni vergüenza. ¿Qué hace débiles a las personas corrientes? La conciencia y la vergüenza. Además, si las personas están dormidas, algo les puede suceder, pueden robarlas de sus lechos.
En la vida, todas las personas están dormidas, pero no todas están muertas… todavía. Al mismo tiempo, si uno no puede aceptar ni usar la influencia B en absoluto, no hay nada que le impida morir más tarde o más temprano. Pero si las rechazan, no hay nada que les impida morir. Las personas no son iguales en relación con la evolución. Algunas pueden evolucionar, otras no. O pierden la posibilidad de evolución o no hicieron nada para merecerla.
P. ¿Hay alguna diferencia entre la clarividencia y la memoria de la recurrencia?
R. La clarividencia real, aparte de las descripciones fantásticas, es una función del centro emocional superior, lo cual significa una función del hombre N.º 5. Todo debajo de eso es mentira o imaginación. A veces es enteramente posible tener vislumbres de los centros superiores, pero eso no es confiable y nadie puede controlarlo, excepto el hombre N.º 5: y éste deberá ser un N.º 5 completo. Si un hombre se cristaliza y se vuelve casi N.º 5, pero sin haber sido un hombre N.º 4, no es completo y, por tanto, no podrá usar plenamente estos poderes. Pero si uno alcanza el tercer estado de consciencia, este desarrollo de la consciencia significa el funcionamiento del centro emocional superior que tiene un ámbito mayor de visión que nuestra visión corriente.
P. ¿Es posible entender algo de la recurrencia si uno no puede captar las cuestiones de las dimensiones y los diferentes tiempos?
R. Pienso que es posible entenderla, pero primero debemos convenir en los términos. Como teoría, tiene un lado psicológico, un lado matemático y lo que podemos llamar un lado físico, y pienso que el psicológico puede entenderse sin entender necesariamente las ideas de las dimensiones y el espacio. Después de todo, lo importante no es el lado matemático. Es solo una teoría de la vida que, por así decirlo, suena matemáticamente. Pero no podemos hablar de esto como un hecho.
Puede explicarse de otro modo. La idea de la recurrencia puede conectarse con la vida de la humanidad. El tiempo individual termina y uno se conecta con la vida de una entidad mayor: la humanidad.
Esto significa una sola cosa: si el hombre sigue siendo mecánico, podrá recurrir diez mil veces y no aprovechará esto. El hecho de la recurrencia no cambia nada por sí. Pero si se empieza a trabajar, se vuelve enorme; es el único principio que puede explicar ciertas cosas. Pero, de por si, diez mil vidas o una sola vida son tan solo lo mismo.
P. ¿Todos los acontecimientos de la historia, como las guerras y las revoluciones, vuelven nuevamente?
R. Ahora estamos hablando de la recurrencia individual; no podemos pasar directamente de eso a los acontecimientos históricos. Al mismo tiempo, podemos decir que estas cosas se repetirán. Las producen las fuerzas mecánicas y las personas mecánicas, de modo que aquellas personas estarán externamente en las mismas condiciones que antes. Lo que debemos entender es que si ahora no cambia nada, nada cambiará nuevamente. Suponga que hay algunas personas que recuerdan; ¿qué podrán hacer? Otras no recuerdan, y están más seguras de sus opiniones y menos inclinadas a escuchar a la razón. Y recordar los acontecimientos depende del recuerdo de sí. Si usted se vuelve consciente ahora, entonces, si hay una próxima vida, recordará lo que sucedió. Si no nos recordamos, ¿cómo podrá recordar las cosas y los acontecimientos?
P. ¿Eso significa que la situación de los acontecimientos mundiales será siempre la misma para mí?
R. Debe entender que cada mundo, desde el punto de vista de la recurrencia, está dentro de otro mundo. La situación puede cambiar en uno de los mundos mayores y afectar al mundo dentro de él. En relación con esto, hay muchas cosas que nuestra mente es incapaz de pensar del modo correcto. Si pudiéramos pensar más definida y claramente, veríamos más.
Hay una cosa que quiero añadir en relación con los mundos. Mientras exista el Absoluto, todas las demás cosas deberán existir: no tienen derecho a morir. Aunque mueran, se repiten y repiten mientras el Absoluto exista.
Pero todo esto es teoría. En el sistema, la recurrencia no es necesaria. Puede ser interesante y útil: puede incluso empezar con esta idea, pero para el trabajo práctico sobre usted, no es necesaria. He aquí por qué en este sistema no recibimos esta idea. Eso provino de afuera, de mí, de la literatura. Se adecúa, no contradice al sistema, pero no es necesario porque todo lo que podemos hacer, lo podemos hacer solamente en esta vida. Si en esta vida no hacemos nada, la próxima vida será precisamente la misma, o habrá leves variaciones pero ningún cambio positivo. Si la recurrencia existe, no podemos cambiarla. Hay solo una cosa que podemos cambiar: podemos tratar de despertar y confiar en que permaneceremos despiertos. Si hemos de retornar, no podremos detenerlo. Estamos en un tren, los trenes están yendo hacia alguna parte. Todo lo que podemos hacer es pasar el tiempo en el tren de manera diferente: hacer algo útil o perderlo de modo enteramente inútil.