La última vez les di una escala de la materia en relación con el hombre y el cuerpo humano. Cada nivel representa cierta densidad de materia y cierta proporción de vibraciones, o, como se llama en el sistema, densidad de vibraciones. El tope do representa la más pequeña densidad posible de la materia y la más rápida proporción de vibraciones. Las vibraciones se vuelven cada vez más lentas al descender la escala, y al final llegan a casi nada, mientras la densidad de la materia aumenta correspondientemente y llega a su máximo.
Cada una de estas materias representa una extensión muy vasta. Ahora debemos estudiar al hombre como una fábrica química y ver el papel que estas materias representan en el cuerpo humano. Algunos de estos hidrógenos podemos estudiarlos física o químicamente, mientras la presencia de otros podemos determinarla solo psicológicamente. De manera que esta tabla de hidrógenos nos da la posibilidad de estudiar las manifestaciones físicas y psicológicas como manifestaciones del mismo orden, pero de diferentes grados de la materialidad.
Las personas preguntan a menudo de dónde proviene la energía del hombre. Desde este punto de vista, el hombre puede considerarse como una fábrica química que recibe materia prima de afuera y la transforma en otros materiales de calidad más fina.
Las tres clases de material que el hombre obtiene de afuera son:
El alimento es siempre H 768, el aire es siempre H 192. pero las impresiones pueden ser muy variadas. Para comenzar el estudio, a fin de entender el principio, tomamos como norma de las impresiones H 48. H 48 representa tan solo las incoloras impresiones corrientes, sin carácter alguno. Si veo este pedazo de papel, ésta es la impresión 48, nada más. Pero en realidad, las impresiones pueden ser de calidad muy buena o muy mala: de eso hablaremos después.
A partir de estas tres clases de material, la máquina produce todas las materias necesarias para el trabajo de los centros. En el estado corriente, la máquina humana trabaja bastante bien para mantener su propia vida, pero como fábrica química es insatisfactoria, porque consume todo lo que produce; no puede exportar ni almacenar nada. Empero, el desarrollo del hombre depende del almacenaje de las materias superiores producidas por su máquina. De modo que debemos pensar sobre los modos de aumentar la producción. Pero, antes que podamos pensar sobre el aumento de la producción, deberemos estudiar la fábrica desde el punto de vista del desperdicio, pues en las máquinas hay muchas partes que pierden y si no detenemos estás pérdidas, el aumento de la producción solo acrecentará las pérdidas. Ya hemos hablado de las pérdidas, de modo que, aunque ahora les mostraré cómo trabaja la fábrica, e incluso cómo la producción puede aumentarse, las pérdidas no se muestran en el diagrama. Pero todas ellas están en ustedes, y deben recordar que no pueden aumentar la producción en su estado actual, pues primero que todo deberán detenerse todas las pérdidas. Después de haber hecho esto, será útil aprender los modos prácticos de mejorar el trabajo de la fábrica. Éste es el principio.
Les mostraré tres etapas o tres estados de esta fábrica química: primero, cómo trabaja en el hombre corriente N.º 1, N.º 2 y N.º 3, luego cómo trabaja con una clase definida de esfuerzo, y finalmente, cómo trabaja con una segunda clase definida de esfuerzo.
Tomamos a la máquina humana como una fábrica de tres pisos. Los tres pisos representan la cabeza, la parte media del cuerpo y la parte inferior del cuerpo con la espina dorsal.
El alimento entra en el piso superior y pasa a la planta baja como Oxígeno 768. En el cuerpo se encuentra con cierto Carbono 192 y, mezclándose con este Carbono, se convierte en Nitrógeno 384. El Nitrógeno 384 se encuentra con otro Carbono 96, y con la ayuda de este Carbono cambia de Oxígeno 384 a Nitrógeno 192. Ésta es una octava ascendente, de modo que estas etapas representan las notas do, re, mi.
Después de mi, hay un intervalo, y la octava no puede desarrollarse más por sí misma. Es muy interesante que, hasta este punto y un paso más, podemos seguir su desarrollo con la ayuda del conocimiento fisiológico corriente. Cuando el alimento entra en la boca, se encuentra con varias clases diferentes de saliva y se mezcla con ellas en el proceso de la masticación; luego pasa dentro del estómago y es trabajado por los jugos gástricos, que desintegran azúcares, proteínas y grasas. De allí penetra en los intestinos y se encuentra con la bilis, los jugos pancreáticos e intestinales, que lo transforman en los elementos más pequeños. Éstos atraviesan la pared del intestino dentro de la sangre venosa, que es llevada hasta el hígado, donde se encuentra con otros carbonos que la cambian químicamente, y de ese modo hasta el corazón, que bombea la sangre venosa a los pulmones. Aquí es oxigenada por la entrada del aire y devuelta al corazón como sangre arterial. En este diagrama todas las diversas materias presentes en el cuerpo con las que la comida se encuentra hasta mi se dividen en dos categorías: Carbono 192 y Carbono 96. La sangre venosa es mi 192, y la sangre arterial es fa 96.
En el punto en que mi 192 no puede desarrollarse más, entra otra clase de alimento: el aire. Entra como Oxígeno 192, se encuentra con cierto Carbono 48 y, con su ayuda, se transforma en re 96, y esta producción de re 96 da un choque a mi 192 de la octava de alimentos, posibilitándole pasar a fa 96. El conocimiento fisiológico no puede ir más allá de esto.
Fa 96 de la octava del aire se encuentra con un Carbono correspondiente y produce mi 48; y con la ayuda del mismo Carbono fa 96 de la octava de los alimentos se transforma en sol 48. Sol 48 puede desarrollarse más, pero mi 48 no puede, de modo que el desarrollo de la octava del aire se detiene en este punto. Sol 48 de la octava de alimentos pasa dentro de la 24, y la 24 dentro de si 12 y allí se detiene.
Las impresiones entran como do 48, pero no pueden desarrollarse más, porque en su lugar de entrada no hay Carbono 12 que las ayude. La naturaleza no proveyó esto, o más bien no proveyó lo bastante como para producir algún efecto considerable, de modo que do 48 no se transforma, y las tres octavas se detienen en eso.
Piensen en este diagrama y conéctenlo con lo dicho antes, que la naturaleza trae al hombre hasta cierto estado y luego lo deja para que se desarrolle él mismo. La naturaleza da posibilidades al hombre, pero no desarrolla esas posibilidades. Le posibilita vivir, le provee aire, pues de otro modo la primera octava no podría seguir, pero el resto deberá hacerlo él mismo. La máquina está dispuesta de tal modo que el aire entra en el momento correcto y con la consistencia correcta, y da un choque mecánico.
Es importante entender que el Diagrama de los Alimentos o el Diagrama de la Nutrición consiste en tres etapas:
A esto podemos llamarlo nuestras emociones corrientes, es decir, todas las emociones fuertes que podemos tener. Cuando nuestras emociones llegan a cierto grado de intensidad, está mi 12 en ellas. Pero en nuestro estado actual, solo nuestras emociones desagradables llegan realmente a mi 12; nuestras emociones desagradables corrientes siguen siendo habitualmente 24. No es que nuestras emociones desagradables intensas sean realmente mi 12, sino que se basan en éste y lo necesitan a fin de ser producidas. De modo que, el comienzo de este segundo esfuerzo y preparación para él, es el trabajo sobre las emociones negativas.
Éste es el esbozo general del trabajo del organismo humano y de cómo este trabajo puede mejorarse. Es importante entender dónde son necesarios los choques conscientes, porque si se entiende esto, les ayudará a entender muchas otras dificultades del Diagrama de los Alimentos.
Deben también entender que estas tres octavas no son de igual fuerza. Si toman la fuerza de la octava de los alimentos, verán que da ciertos resultados, ciertos efectos que pueden medirse. Aunque la materia tomada del aire representa un papel importantísimo, la octava del aire representa una cantidad pequeñísima de hidrógenos, mientras la octava de las impresiones es muy poderosa y puede tener un significado enorme en relación con el recuerdo de sí, los estados de consciencia, las emociones, etc. De modo que podemos decir que la relación de las tres octavas no es igual, porque una tiene más sustancia, otra menos sustancia.
Ésta es nuestra alquimia interior, la transmutación de los metales bajos en metales preciosos. Pero toda esta alquimia está dentro de nosotros, no fuera.
P. ¿Qué causa la transformación del alimento en materia superior?
R. Está mezclada con otras materias superiores a ella y de ese modo asciende; luego, se mezcla con materias superiores aún y asciende de nuevo, y así sucesivamente. Considere esto de una manera simple.
P. ¿Nunca alcanza el nivel de la materia más alta con que está mezclada?
R. Eso no interesa. Lo que interesa es que asciende, se vuelve más alta de lo que es. Las materias superiores contienen más energía, las materias más burdas contienen menos energía. De modo que cuando se mezclan, los hidrógenos superiores llevan su energía dentro de las materias más burdas.
P. ¿La oración y los ejercicios mentales pueden producir materia superior?
R. Ésta no se produce de nada, pero, en la alquimia interior del hombre, las sustancias superiores se destilan de otro material más burdo que de otro modo, seguiría en un estado burdo.
P. ¿Porqué es que el primer choque consciente proviene de las impresiones?
R. El choque no proviene de las impresiones; ésta no es, en absoluto, la definición correcta. Las impresiones son un alimento importantísimo, y en nuestro estado corriente estamos famélicos de impresiones. Tenemos demasiadas impresiones, pero no podemos digerirlas.
P. ¿Tenemos que producir el Carbono 12, o éste está en el organismo?
R. Por lo general, un hombre tiene suficientes carbonos para la vida normal corriente, y puede haber incluso una reserva de aquéllos. Esto no significa que tengamos que producir Carbono 12; debemos traerlo de una parte de la máquina a otra parte: y esto significa esfuerzo especial. No sabremos que lo estamos haciendo, pero, al hacer este esfuerzo especial, traeremos Carbono 12 de un lugar a otro. Pero, por supuesto, si en el cuerpo no hay bastante, no podremos traerlo allí. Si usted tiene dinero, puede ponerlo en un bolsillo u otro, pero si no lo tiene, no puede: es absolutamente simple.
P. ¿Este esfuerzo especial es la instrucción general del sistema?
R. El primer choque consciente es recordarse, junto con todo lo que se le aconsejó que haga desde el principio, esto es, observarse, no identificarse, etc. Todo es parte de este esfuerzo.
P. ¿Cuál es el segundo choque consciente que cambia el carácter de la fábrica?
R. Si lo desea, puedo decirle cuál es, pero no le ayudará, porque es precisamente lo que no podemos hacer. Es la transformación de las emociones negativas en emociones positivas. Esto solo es posible con largo trabajo sobre el recuerdo de sí, cuando usted puede estar consciente durante largo tiempo, y cuando el centro emocional superior empieza a trabajar. Esto es lo que nos lleva al estado del hombre N.º 5, de modo que está muy lejos de lo que somos ahora. Mi 12, combinado con un esfuerzo especial, puede producir una emoción positiva.
P. Me parece que producir algunos resultados útiles en la dirección de estar más despierto es necesario para que los choques conscientes trabajen.
R. Sí, para producir resultados completos deben recibirse ciertamente choques, pero cuando el primer choque es suficientemente fuerte, ya produce ciertos resultados. Pero, de hecho, por lo general trabajan juntos, porque desde el principio mismo debemos aprender a no expresar las emociones negativas, y esto es ya trabajo sobre el segundo choque consciente. El primer choque está en la naturaleza del recuerdo de sí, y luego produce la lucha con las emociones negativas, de modo que, después de algún tiempo, uno trabaja realmente sobre ambos. Cuanto más resultado obtenga en uno, más ha de trabajar sobre el otro. Esto explica otro principio con el que nos encontramos en el sistema: que cuanto más uno hace, más se espera de uno. Lo mismo ocurre con el Diagrama de los Alimentos: cuando más uno trata de trabajar sobre el recuerdo de sí, más deberá poder controlar las emociones negativas, con la idea de ser capaz, en el futuro, de transformar las emociones negativas en emociones positivas. Pero esto está muy lejos, porque uno ha de tener una gran cantidad de material creado para recordarse. De igual forma, los dos choques están conectados y, en un sentido, uno no podrá trabajar sin el otro.
P. ¿La palabra «choque», en conexión con los diagramas, significa lo mismo que los choques en la vida corriente?
R. Los choques conectados con el Diagrama de Alimentos deben provenir de usted: es su propia acción de usted. Es necesario que conozca el momento y recuerde dar choques. Y estos deben darse cuidadosamente, pues solo la clase correcta de choque ayudará en esas octavas particulares; de otro modo, se ramificarán.
P. ¿Puede dar un ejemplo práctico?
R. Los ejemplos prácticos están en el Diagrama de Alimentos. Debe tratar de hallar cosas análogas en sus propias acciones. El primer choque lo provee la naturaleza con el aire que ingresa. Pero, en el segundo intervalo, la naturaleza no provee ningún choque, y éste deberá ser provisto por el recuerdo de sí. Asimismo, en el tercer intervalo, no se provee ningún choque, y éste debe darse exactamente del mismo modo que hemos estado hablando: transformando las emociones negativas en positivas, producidas por la no identificación.
El primer choque consciente prepara para el segundo, y el segundo prepara para el primero. Todo esto es simultáneo, y no se pasa del uno al otro.
P. ¿Los choques son necesariamente desagradables?
R. Requieren esfuerzo, pero no son necesariamente desagradables. Por el contrario, en el momento de este esfuerzo, con la entrada de nueva energía, uno puede ser sorprendido muy agradablemente.
P. ¿El esfuerzo para controlar la atención puede actuar como el primer choque consciente, y llevar el Carbono 12 al do 48?
R. No, no basta. Debe haber recuerdo de sí: en realidad, recuerdo de sí conectado con observación de sí: dos actividades. Esto es lo que hace a la consciencia. Uno trata de ser más consciente de uno mismo y del propio ambiente: de todo.
P. ¿Podríamos oír más acerca de lo que es el Carbono 12? ¿De dónde proviene?
R. El Carbono 12 puede tener muchas manifestaciones diferentes, pero generalmente hablamos de él en relación con las impresiones. Probablemente, es alguna energía del centro emocional. Pero lo importante no es la fuente. Lo importante es cómo traerlo. Qué es y de dónde proviene, no interesa, porque no lo vemos, no sabemos dónde está ese lugar. Normalmente, el Carbono 12 proviene del centro emocional, y el Hidrógeno 12 es la materia con la cual el centro emocional ha de trabajar. Las impresiones ingresan como Oxígeno 48, pero sucede que, exactamente en el lugar donde las impresiones pueden ser asimiladas, no hay Carbono 12, o solo un poco. De modo que debemos traerlo allí mediante un esfuerzo especial, y este esfuerzo es recuerdo de sí y observación de sí. De modo que el método es importante, no la fuente. La observación intensificada producida por el recuerdo de sí tiene siempre un elemento emocional. Cuando usted se recuerda, lleva el Carbono 12 al lugar correcto, y éste puede transformar las impresiones.
Hablo en este lenguaje porque usted formuló su pregunta en este lenguaje, pero esto puede ser observado psicológicamente. Las impresiones ingresan y usted no las siente, lo cual significa que llegan y no siguen. Pero usted puede hacer un esfuerzo para recordarse, y entonces empieza a notar cosas. Esto significa que las impresiones se conviertan en 24. La ausencia de Carbono 12 en el lugar necesario significa que no somos lo bastante emocionales. Mediante el recuerdo de sí, traemos un elemento emocional a ese lugar en particular.
P. ¿Los otros dos Carbonos en mi 48 y sol 48 son los mismos?
R. Pienso que hay una diferencia en mi 48, aunque todos tienen un elemento emocional. En sol 48, el mismo Carbono trabaja como en do 48, pero en mi 48 puede ser instintivo emocional. Es absolutamente posible que mi 48 trabaje a través del Carbono 12 desde el centro instintivo que está siempre allí.
P. ¿Qué representa mi 48?
R. Ésta es también sangre arterial. Se reconoce el hecho de que la sangre puede ser de muy diferentes clases. Puede establecerse fisiológicamente que, en diferentes partes del cuerpo, la sangre tiene distintas cualidades. Químicamente, también puede establecerse que su acción es diferente, pero la ciencia no puede decir cuál es la diferencia. Por ejemplo, los músculos son alimentados con sangre 96, pero las células cerebrales son alimentadas por sangre 24, y algunas células nerviosas son alimentadas con sangre 12 e incluso 6.
P. ¿Usted quiere decir que hay una diferencia química en la sangre que alimenta a los músculos y al cerebro?
R. No puede establecerse, aunque se sabe que hay cierta diferencia. Por lo general, la presencia de ciertas materias es reconocida por su efecto, pero ellas mismas no pueden ser separadas químicamente. La ciencia no conoce la historia de la corriente sanguínea: en cada punto da ciertas cosas y recibe ciertas cosas. Antes que llegue a uno u otro órgano es una clase de sangre, cuando se marcha, es diferente.
P. Cuando uno tiene un momento de consciencia, ¿éste conduce a alguna alteración inmediata de la sangre?
R. Sí, efectivamente, pero eso depende de cuán profunda y larga sea. Si es un segundo, produce ciertas alteraciones correspondientes a un segundo; si es media hora, eso es otra cosa.
P. ¿Se puede notar incluso el resultado de un segundo?
R. A veces se puede, si es suficientemente profundo. Puede notarse el resultado en el sentido de que se ve más, de que las sensaciones corrientes se tornan más emocionales. Pero cortos momentos de consciencia de sí, tan solo en la superficie, no producen mucho efecto, mientras que si es suficientemente profundo y largo, se tendrán impresiones que jamás se olvidarán después.
P. ¿Qué hidrógeno es el pensamiento?
R. Esto puede ser muy diferente, tal como la sangre es diferente. Empieza con 48 y puede seguir hasta 6.
P. ¿El pensamiento puede computarse como las impresiones?
R. Sí, pero la cantidad de impresiones provenientes de dentro es limitada; y la cantidad de impresiones provenientes de fuera es ilimitada.
P. En la primera etapa del Diagrama de Alimentos, ¿todo es enteramente mecánico?
R. Ciertamente, es todo mecánico; es un ordenamiento cósmico. El organismo del hombre trabaja de acuerdo con este esquema general, si no trabaja sobre sí mismo y no trata de cambiar su estado de consciencia.
P. En el estado corriente, ¿uno no hace uso de la consciencia?
R. Muy poco. En este diagrama es imposible mostrar la pequeña cantidad que se transforma, de modo que decimos que la octava de las impresiones no va más allá. Pero algunas pasan, aunque no lo bastante para el desarrollo.
P. Como somos ahora, ¿todas las impresiones están en el mismo nivel?
R. ¡Oh, no! Las impresiones pueden ser variadísimas. En el Diagrama de los Alimentos las tomamos como H 48, porque eso representa a la gran mayoría de las impresiones. Por así decirlo, son impresiones indiferentes: tal vez de una clase, tal vez de otra; pero por sí mismas no producen efecto. Empero, al mismo tiempo son alimento. Ellas nos llegan como 48, y en nuestro estado corriente no van más allá. El hombre no podría vivir en estas condiciones. Pero hay algunas impresiones 24; no tantas como las 48, pero cierta cantidad de ellas; y, en casos rarísimos, puede haber impresiones 12 e incluso 6, pero éstas son excepcionales. Éstas no entran en este diagrama porque se transforman. Si llegan como 24, pueden transformarse fácilmente en 12 y, tal vez, en más. Pero llegan en pequeñísima cantidad.
En el hombre corriente, que no aprende a recordarse, algunas de estas impresiones corrientes 48 se transforman también, pero de un modo absolutamente diferente. Se desarrollan más, o se las ayuda a desarrollarse más mediante reacciones de cierta clase, por ejemplo, mediante la risa. La risa, en el sentido de humor, desempeña importantísimo papel en conexión con las impresiones: recuerde nuevamente que dije en un hombre corriente. Con la ayuda de la risa muchas impresiones 48 se transforman en 24. Pero esto es solamente porque es necesario para la vida, pues no podríamos vivir sin impresiones. Recuerde que dije que nuestra fábrica química trabaja solo para sí. Produce toda clase de materiales muy preciosos, pero los gasta todos en su propia existencia. De modo que, si el hombre quiere cambiar y volverse diferente, si quiere despertar sus posibilidades ocultas, no puede confiar en los medios mecánicos de producción; debe buscar los medios conscientes. Pero el organismo del hombre es una invención tan prodigiosa que todo se toma en consideración, todo tiene su clave, por así decirlo. Una función que parece inútil, como la risa, ayuda a transformar ciertas impresiones que, de otro modo, se perderían. Si no hubiera risa o humor en nuestro nivel, este nivel estaría aún más bajo de lo que está ahora.
Puede decirse que para un hombre que esté en el nivel corriente, que no trata de entender qué significa recordarse, o que nunca oyó hablar de ello, la risa cumple cierta función definida en el organismo. Reemplaza al recuerdo de sí de un modo pequeñísimo e insuficiente, puesto que ayuda a las impresiones absolutamente torpes y no interesantes a pasar más allá y tornarse vívidas. Ésta es la función principal de la risa. Por supuesto, hay muchas clases diferentes de risa, algunas muy inútiles.
Lo que acabo de decir sobre la risa y el humor se refiere solamente a los centros corrientes; en los centros superiores ya no es útil más. Esto significa que cierta impresión cae simultáneamente en las partes positiva y negativa de un centro, y esto produce una sensación de hilaridad. Esto ayuda a ver el otro lado, aumenta la capacidad de ver las cosas. Pero en los centros superiores no hay necesidad de ello. En los centros superiores las cosas no las vemos como contradicciones, no las vemos como opuestas una a otra, sino que las vemos como son.
P. Parece que la risa tiene un efecto fisiológico.
R. Sí, quizá una impresión contradictoria que no puede armonizarse produce una tensión, y la risa la afloja.
Las impresiones 48 entran constantemente. Como dije, cierta cantidad cambia mecánicamente, pero la mayor cantidad se mantiene sin cambiar. Pueden ser cambiadas volviéndonos conscientes, o tratando de volvernos conscientes. Si estamos más despiertos, nuestras impresiones se tornan más vívidas.
Las impresiones basadas en el Hidrógeno 48 o que requieren Hidrógeno 48 solamente, son impresiones que casi perdemos o notamos muy poco. Una impresión que atrae la atención y deja una huella, pasa ya a 24. Si trata de analizar su pasado y documenta lo que realmente recuerda de algún episodio particular en él, verá cuán poco recuerda. Éste es el mejor modo de estudiar el material de las impresiones.
P. ¿Una impresión es algo que obtengo por medio de los cinco sentidos?
R. Una impresión es la más pequeña unidad del pensamiento, la sensación o la emoción.
P. No puedo entender cómo pueden alimentar las impresiones.
R. Admitir las impresiones significa que cierta energía ingresa con ellas. Toda la energía que usted recibe es alimento. El alimento que usted come es material burdo, el aire es más fino, las impresiones son el alimento más fino y más importante. El hombre no puede vivir un solo momento sin impresiones. Aunque esté inconsciente, hay impresiones.
P. ¿Algunas impresiones son buenas, y otras, malas en sí mismas, o son lo que uno las hace?
R. Algunas impresiones pueden ser malas en sí mismas; no sé cómo las impresiones pueden ser buenas en sí mismas, porque si uno está dormido, las mejores impresiones no producirán nada. De modo que, aunque las impresiones sean buenas en sí mismas, a fin de beneficiarse con ellas, es necesario estar más despierto. Pero las malas impresiones pueden llegar en el sueño, no hay nada que las detenga.
P. En realidad, me referí a las impresiones que son agradables o desagradables.
R. Muchas impresiones agradables son absolutamente malas. Trate de entender una cosa: las impresiones pueden clasificarse mediante hidrógenos. Cada impresión es cierto hidrógeno. Hemos hablado de las impresiones 48, pero puede haber impresiones muy superiores. Por un lado, las impresiones pueden pertenecer también a los hidrógenos inferiores de la tercera escala, hacia abajo hasta la más baja. Lo más importante en la división de materias en la tabla de hidrógenos es que muestra de dónde proviene cada hidrógeno. Suponga que tiene que pensar en cierto hidrógeno. Buscando su posición en la tabla de hidrógenos, usted puede ver que tiene un lugar definido: puede provenir del intervalo entre el Absoluto y el Sol, o quizá de un poco por encima del Sol, o de debajo de la Tierra, entre la Tierra y la Luna, etc. Esta posibilidad de colocar los hidrógenos es una ventaja enorme. En la actualidad, usted no puede apreciar la significación del hecho de que, en cada materia, podemos conocer no solo su densidad sino también el nivel del que proviene: su lugar en todo el esquema de las cosas. Nuestra ciencia no enfocó esto aún y no comprende que las materias son diferentes en razón del lugar del que provienen. Debe entender usted que H 12 tiene una enorme ventaja, digamos, sobre H 1536, de modo que una impresión que proviene de 12 es una clase de impresión, y una impresión que viene de debajo de la Tierra, digamos de la Luna, es de una clase absolutamente diferente. Una es materia liviana, llena de vibraciones rápidas, la otra consiste en vibraciones lentas, dañinas. De modo que si usted halla que una impresión es pesada, desagradable (es difícil encontrar el adjetivo correcto para describirla) usted puede decir, por este hecho mismo, que proviene de alguna parte baja del Rayo de la Creación. Las cosas que le hacen enojar, que le hacen odiar a la gente, o que le dan un gusto de grosería o violencia, todas estas impresiones provienen de los mundos bajos.
P. En circunstancias normales, ¿estamos en posición de recibir las impresiones que necesitamos?
R. Depende de lo que usted llame «circunstancias normales». En circunstancias normales en el sentido de la existencia, tenemos bastantes; de otro modo moriríamos. Puesto que no morimos, ello demuestra que recibimos bastantes. Pero no nos contentamos con eso. Hablamos de despertar y desarrollo, y aquí llega en nuestro auxilio un hecho cósmico. No podemos mejorar nuestro alimento, porque es el único alimento que podemos comer. No podemos mejorar el aire, porque es la única clase de aire que podemos respirar. Pero podemos mejorar las impresiones. Ésta es nuestra única oportunidad. ¿Cómo podemos hacer eso? No mediante viajes, ni yendo al teatro, o algo por el estilo, sino simplemente mediante el despertar, o mediante el intento de despertar.
P. ¿Es posible recibir hidrógenos superiores en nuestro estado actual?
R. Depende de lo que sea su estado actual y de cuánto tenga usted. Es como la alquimia: usted puede fabricar oro solo si tiene cierta cantidad de oro. Los hidrógenos superiores tienen propiedades magnéticas, atraen a otros hidrógenos superiores. Si tenemos muy poco, eso solo puede atraer pequeñas cantidades, correspondientes a lo que tenemos. Pero si tenemos más, podemos obtener más. Recuerde la frase del Nuevo Testamento, que dice que les será quitado a los que no tienen y dado a los que tienen. Se refiere a esto.
P. ¿Se puede aceptar o rechazar las impresiones, así como se puede más bien comer una cosa que otra?
R. Se pueden usar algunas impresiones y otras no, si se tiene cierto control, pero eso requiere cierto grado de despertar y cierta instrucción. Cuanto más se recuerde, más control tendrá. Si se recuerda suficientemente, puede detener ciertas impresiones, puede aislarse: ellas llegarán, pero no penetrarán. Y hay otras impresiones a las que usted puede abrirse y llegarán sin demora. Todo se basa en el recuerdo de sí.
P. Si una impresión tiende a causar cierta reacción y esa reacción se evita, ¿eso es perjudicial?
R. Todas las impresiones pueden producir alguna reacción, pero usted puede controlar estas reacciones de acuerdo con el balance general de su trabajo, las tendencias de su vida, etc. En esto, cualquier control y cualquier experiencia debe conectarse con el trabajo sobre las líneas de este sistema, y luego no puede ser perjudicial. Nada conectado con el recuerdo de sí puede ser perjudicial.
P. Al principio, el esfuerzo para recordarse parece reducir las impresiones.
R. Éstas no pueden reducirse, solo pueden aumentar si es recuerdo de sí. Si es pensar sobre el recuerdo de sí, puede parecer que disminuyen ciertas impresiones.
P. ¿Puede decirnos más sobre las diferentes clases de impresiones?
R. Usted puede conocer mucho más mediante la observación que formulando preguntas, porque usted mismo conoce qué le atrae más, qué le atrae menos, que le rechaza, etc. Hay muchas cosas subjetivas: una persona es atraída hacia una cosa, otra es rechazada por la misma cosa. Ciertas impresiones van al centro intelectual, otras al centro emocional, y otras, al centro motor o instintivo. Algunas le gustan más, otras menos. Todo esto es material para la observación. Cada centro tiene su propio aparato para recibir impresiones, pero éstas a menudo se mezclan. A veces, el centro intelectual o el emocional tratan de recibir impresiones destinadas a otro centro, pero cada una de ellas intenta tener impresiones separadas. Por ejemplo, la impresión del olfato no puede ser recibida por el centro intelectual: es recibida por el centro instintivo.
Las impresiones son más fáciles de analizar que el alimento. Las personas pueden persuadirle de que algún alimento es bueno y vendérselo en una lata, y luego usted descubre que no puede comerlo; pero mediante observación, mediante comparación, a veces mediante una charla con otras personas usted puede entender cuáles impresiones pertenecen a los niveles superiores y cuáles a los inferiores.
P. ¿Las impresiones que no debemos admitir son las que dan pábulo a las emociones negativas?
R. Usted puede definir eso de esa manera solo que, a veces, no dan pábulo inmediatamente a las emociones negativas.
P. Aunque usted pueda distinguir entre una clase de impresiones y otra, no veo cómo se las puede aceptar o rechazar.
R. Estando despierto. Si usted está dormido, no podrá. Pero cuando esté despierto, quizá no de inmediato, pues eso necesita cierto trabajo; una vez, usted es vencido por impresiones malas; es vencido otra vez; luego, la tercera vez, usted consigue aislarse. Pero, antes de eso, es necesario conocer qué clases de impresiones equivocadas le afectan, y luego podrá encontrar métodos especiales para aislarse.
P. ¿Quiere decir que, si usted observa, podrá evitar aquellas impresiones que lo tornan negativo?
R. No hablé de cosas que lo tornen negativo a usted, sino de malas impresiones. Usted cambia el significado. Hablé de las impresiones mismas. En cuanto a lo que a usted lo torna negativo, eso depende de su gusto. En cierto estado, cualquier cosa puede tornarlo negativo, hasta la cosa mejor del mundo.
P. Si quisiera, ¿uno podría interrumpir el tener impresiones?
R. No, ciertamente no. Usted no puede detener las impresiones por completo, pero, como dije, puede alejar las impresiones indeseables y atraer hacia usted otra clase de impresiones, pues debemos entender ya que ciertas impresiones no las debemos admitir. Hay muchas malas impresiones que pueden arruinarnos toda la vida si las admitimos durante un tiempo suficientemente largo, o si tenemos el hábito de buscar ciertas malas impresiones. Por ejemplo, la gente está en la calle mirando un accidente callejero, y luego charla sobre éste hasta el próximo accidente. Estas personas recogen malas impresiones. Las personas que juntan toda clase de escándalo, las personas que ven algo malo en todo, ésas también recogen malas impresiones. No ha de pensar tanto en escoger las buenas impresiones como en aislarse de las malas Impresiones. Solo haciendo esto, usted tendrá cierto control. Si trata de escoger las buenas impresiones, solo se engañará. De modo que, aunque no pueda atraer hacia sí impresiones deseables, puede, incluso desde el comienzo mismo, aprender a controlarlas, aislándose de ciertas clases de malas impresiones.
Nuevamente, debe recordar que, a fin de controlar las impresiones, deberá ya despertar hasta cierto punto. Si está dormido, no podrá controlar nada. A fin de controlar cosas muy simples y evidentes, deberá despertar y practicar, porque si está acostumbrado a impresiones de cierta clase que para usted son malas, eso insumirá algún tiempo. Un «yo» sabrá que es necesario aislarse, pero quizá a otros diez «yoes» estas impresiones les gustarán.
P. ¿La impresión que una creación de arte objetivo puede producir, es un ejemplo de impresión superior?
R. Eso depende enteramente de usted y de su estado. Si usted está en el centro intelectual, no puede producir una impresión; si está en el centro motor, producirá aún menos, pero si está en el centro emocional, puede producir una impresión.
P. ¿Cada hidrógeno determina la actividad de la que uno es capaz?
R. Esto es formativo. Trate de pensar según los lineamientos que se le dieron. Hablamos de impresiones. Usted no entiende eso, y sin embargo trata de introducirse más. Eso significa que su boca está llena de comida y usted trata de meterle más y ahogarse. Primero, trague.
P. Eso es lo que encuentro tan difícil; en realidad, nunca lo capto.
R. Esto debe ser difícil; todo trabajo es difícil. En el trabajo, nada es fácil, pero usted puede conseguir algo porque es difícil. Si fuera fácil, usted no conseguiría nada.
P. ¿Cómo es que el hombre, como él es, es capaz de apreciar los altos hidrógenos que debe haber en las influencias B?
R. Los centros del hombre están hechos para el trabajo con hidrógenos altísimos y para recibir altísimas impresiones. El hombre puede ser que no los reciba, que viva en impresiones inferiores, pero es capaz de recibir impresiones finísimas y las obtiene de las influencias B.
P. Entonces, ¿por qué es que algunas personas nacen de esa manera y otras no?
R. Las personas son diferentes, no están hechas sobre el mismo cartabón; además, puede haber muchos defectos debidos a degeneración, enfermedades, estados patológicos. Todas las personas normales deben ser capaces de recibir estas impresiones, pero primero deben ser normales.
P. Cuando los hidrógenos son transmitidos desde los mundos superiores a los inferiores, ¿se los hace inferiores?
R. No, pueden transmitirse en forma pura. La cuestión es: ¿Podemos recibirlos? Solo pueden ser recibidos por ciertas partes de los centros.
P. ¿Puede usted recibirlos y luego rebajarlos?
R. Si una parte de usted recibe influencias altas, y otra parte influencias bajas, esto puede crear una explosión.
P. ¿Podemos observar en el tiempo cuál es cada hidrógeno?
R. Usted podrá hasta cierto punto. Luego de cierto tiempo de observación, conocerá la diferencia, por ejemplo, entre las emociones 24 y 12, o entre las impresiones 48 (cosas insípidas) y las impresiones 24. Pero deberá entender que cada hidrógeno mostrado en la Tabla es un trío, y entre éste y el próximo hidrógeno hay toda una octava, de modo que hay una enorme distancia entre un hidrógeno y otro. Para entender el principio creamos normas para pensar: no podemos empezar estudiando toda la escala en detalle.
P. ¿Cuál es el punto en el que existe la posibilidad de una ulterior transformación de las tres octavas del alimento?
R. Como dije, la posibilidad de ulterior transformación existe en el punto donde las impresiones entran en el cuerpo como trío 48, pero corrientemente no conseguimos desarrollarnos por falta de Carbono 12 en el lugar de entrada. En el funcionamiento mecánico, la entrada a las impresiones por parte de los sentidos da pábulo inmediatamente al pensamiento o a la imaginación asociativos, en el nivel de H 48, o a las reacciones emocionales de naturaleza más o menos instintiva.
Muy ocasionalmente (en tiempos de estimulación emocional o peligro, por ejemplo), puede suceder que el Carbono 12 sea llevado hasta el punto de entrada de las impresiones. Entonces, todo se relaciona con el estado emocional, y el hombre tiene la impresión de que todo lo que ve es extraordinariamente vívido, nuevo y significativo. Pero, en el hombre corriente, tales experiencias son accidentales; no conducen a ninguna parte, y rápidamente la imaginación las cubre. La condición emocional que les da pábulo pasa, y es reemplazada por un impulso o deseo que conduce en una dirección absolutamente diferente. Tales experiencias en un hombre corriente están desconectadas y nada tienen en común con el desarrollo intencional de la consciencia.
Con el intento de recordarse, muchas sensaciones nuevas empiezan a despertar en el hombre, particularmente sensaciones conectadas con su propia existencia y su relación con el mundo circundante. Y éstas, a su vez, pueden dar pábulo a la comprensión de las diferentes influencias que juegan sobre él y a la posibilidad de escoger entre ellas.
P. ¿Cómo sabe cuándo el centro emocional está trabajando con H 12?
R. Después de un tiempo, lo sabrá por un gusto diferente. Es lo mismo que conocer la diferencia entre pensar sobre comer y comer realmente. Con cierta práctica de observación de sí podemos distinguir cada una de estas manifestaciones y ponerles rótulos. En el sentido corriente, reconocemos diferencias en las emociones; una es más emocional o menos emocional. Observando con cierto designio, veremos como ésta o aquella emoción deben corresponder a cierta densidad. Solo que usted no deberá empezar con H 12, pues es muy inhabitual. Cuando conozcamos su gusto, jamás la confundiremos con nada más.
P. ¿Debemos trazar una distinción entre las impresiones y las cosas que las producen?
R. Sí, un tambor es diferente del sonido de un tambor, de modo que usted no puede decir que en el momento en que oye un tambor, éste entra en su ser. De modo que si quiere considerar esto teóricamente, deberá separarlos. Pero ¿con qué finalidad? Lo que ahora es importante es entender que si no nos recordamos, estamos abiertos a impresiones que pueden ser muy bajas en la escala de los hidrógenos.
P. ¿Pero el hidrógeno varía según sobre qué centro se efectúe la impresión?
R. Un hidrógeno significa cierta materia. ¿Cómo puede diferir por estar en una habitación u otra? Ya expliqué que cada centro se adapta al trabajo con cierto hidrógeno. Un centro necesita un hidrógeno más bajo, otro un hidrógeno más alto. Si usa un hidrógeno equivocado, eso produce un mal trabajo en uno u otro sentido, dependiendo de qué hidrógeno se use y cómo se use.
Habitualmente, los centros tratan de robar mejor energía, pero a veces trabajan sobre la energía peor, tratan de ser perezosos. A veces, el centro instintivo trata de trabajar sobre la energía 48, por ejemplo; esto conduce a un trabajo malísimo y uno se enferma. A menudo, la enfermedad es resultado de eso.
P. ¿Uno puede controlar eso?
R. Hasta cierto punto. Eso tiene que ver con la emoción negativa. La energía puede ser desviada de los lugares correctos y puesta en los lugares incorrectos por la emoción negativa. Mientras uno no pueda controlar las emociones negativas, no podrá controlar nada más con respecto al centro instintivo. Hay un solo modo de ahorrar energía, y muchos modos de desperdiciarla.
P. ¿Las impresiones vívidas usan una energía diferente de las emociones débiles?
R. No usan energía, traen energía. Si usted tiene impresiones vívidas, eso significa que en usted entran ciertos hidrógenos. Recibir impresiones significa introducir en usted cierta materia.
P. Cuando uno tiene una impresión muy alta, ¿porqué ésta produce a menudo tal efecto devastador?
R. Si una impresión realmente alta produce un efecto devastador, eso significa que estamos en muy mal estado; toda la máquina trabaja mal, todos los centros usan hidrógenos malos, estamos demasiado dormidos, tenemos demasiados amortiguadores. Eso no debería producir tal efecto en una máquina normal. Las impresiones superiores no han de producir un efecto devastador sino liberador.
P. ¿Cuál es la relación entre si 12, mi 12 y sol 12?
R. Esto lo entenderá después. Si gusta, puedo decir que mi 12 se refiere al centro emocional, sol 12 al centro instintivo, y si 12 al centro sexual. Solo podemos trabajar sobre mi 12. Tenemos muy poco si 12, y sol 12 pasa a mayor altura a una pequeñísima cantidad de H 6 que, aunque es tan pequeña, mantiene vivos los centros superiores.
P. ¿Cuál es la característica de mi 12? ¿Cómo reconocerla?
R. Como ya lo expliqué, es la energía detrás de las emociones negativas. Esto no significa que todas las emociones negativas lleguen a la intensidad de H 12, pero pueden alcanzarla, y las emociones negativas incendian a mi 12.
P. ¿Por qué uno necesita estudiar la fábrica de alimentos? ¿Esta ocupa un lugar importante en el sistema?
R. Un lugar importantísimo. Además, depende de lo que usted quiere. Si quiere conocerse con la idea de mejorar el trabajo de su máquina, debe conocer sobre usted todo lo que es importante; y conocer cómo trabaja su máquina y qué materiales recibe es importantísimo porque, con la ayuda de estos diagramas, usted podrá entender qué está haciendo; de otro modo, aunque trate de hacer algo, no conocerá.
P. ¿Es difícil ver dónde entra la tercera fuerza en el Diagrama de Alimentos? ¿Es tan solo el resultado de los otros dos?
R. Muy a menudo, se parece al resultado, pero si piensa un minuto, verá que no se parece a eso. Tome el proceso de la digestión. Todas las etapas del proceso siguen continuamente en el organismo. Suponga que uno no está comiendo realmente en un momento dado, pero que las tríadas tercera y cuarta del proceso digestivo están en acción; esto significa que ya está allí cierta cantidad de lo que usted llama «resultado», que es la tercera fuerza, pues si no estuviera allí, tal vez las cosas que en el diagrama parecen como si precedieran a esa etapa, no sucederían. Es necesario entender que allí no solo deberán estar los carbonos sino también los nitrógenos. No podemos determinar el momento en que empieza el Diagrama de Alimentos. Empieza cuando uno nace, o poco después, y entonces sigue toda la vida. Por ejemplo, es bien sabido en fisiología corriente que ciertos procesos ocurren en el estómago del modo que lo hacen, porque otros ciertos procesos suceden de cierto modo en el estómago. Todo está conectado y lo que parece un resultado es muy frecuentemente la causa.
Bien, como dije, lo que es importante entender primero es que esta Tabla de Hidrógenos muestra de qué capa de hidrógenos proviene cada materia. Con la ayuda de esta Tabla usted puede ver que todos los hidrógenos de nuestro cuerpo, lo que comemos, lo que bebemos, el aire que inhalamos, todas nuestras impresiones y muchas otras cosas, todo proviene de diferentes capas de materia en el Rayo de la Creación. De este modo podemos ver la relación de cada acción, de cada pensamiento, de cada función, con cierta parte del universo gobernado por sus propias leyes. Pensamos que todo está en la Tierra, pero aunque las cosas suceden en la Tierra, su origen no está en la Tierra: puede estar encima o debajo de la Tierra. Y esto es lo que muestra la Tabla de Hidrógenos.
Las energías o materias existentes en el mundo exterior, el hombre solo puede entenderlas o asimilarlas en la medida en que aquél tenga en sí mismo los hidrógenos correspondientes. De manera que, a fin de volverse receptivo a las materias o influencias superiores, él ha de producir en sí mismo los suficientes hidrógenos correspondientes para poner a trabajar sus centros superiores.
Desde este punto de vista, el estudio de sí se convierte en el estudio del trabajo de las diferentes energías en uno mismo; de su desperdicio actual en funciones inútiles y dañinas, y su posible acumulación a los fines del desarrollo de sí.
El estudio de los hidrógenos y su relación de uno con otro nos ayuda también a entender los centros y sus diferentes velocidades. El centro intelectual trabaja con H 48; los centros motor e instintivo, con H 24; el centro emocional ha de trabajar con H 12, pero jamás recibe el combustible correcto y jamás trabaja como debería. Si pudiéramos hacerlo trabajar más rápido, eso constituiría una gran diferencia para nuestras percepciones y nuestras facultades.
P. No entiendo lo concerniente a la velocidad de las emociones. ¿Cómo se la puede medir?
R. Comprendiendo cuántos sentimientos diferentes pueden introducirse en usted durante un solo pensamiento o durante una sola oscilación del péndulo.
P. Con velocidad de las emociones, ¿usted significa el tiempo entre la causa y el efecto de una emoción?
R. No, ésa es la cantidad de impresiones. Usted plantea eso subjetivamente, pero es objetivo; eso significa que en un solo pensamiento puede tenerse cientos de emociones.
P. ¿La proporción varía según el grado de consciencia?
R. Su observación variará de acuerdo con el grado de consciencia, pero el hecho seguirá siendo el mismo. Pero, como dije, el centro emocional, en nosotros, no trabaja con su velocidad apropiada, porque en su mayoría solo trabajan sus partes motoras; y cuando un centro trabaja con la parte motora, su velocidad es mucho más lenta, mientras que cuando trabaja con la parte intelectual, es mucho más rápida.
P. Si usamos el centro emocional en su máxima velocidad, ¿podemos tener emociones positivas?
R. Entonces nos conectamos con los centros superiores y podemos tener emociones positivas. Pero primero debemos ser conscientes, porque esto solo puede suceder cuando tenemos control suficientemente completo sobre la consciencia.
P. El Diagrama de Alimentos muestra que en el hombre, como éste es, hay materia muy alta. ¿Esta cómo se muestra?
R. Sin materias superiores, el hombre no podría vivir. El alma, que consiste en hidrógenos superiores, debe ser alimentada. La esencia debe ser alimentada. Hasta la personalidad debe ser alimentada, aunque la personalidad vive de algo diferente. Como dije, los hidrógenos superiores pueden extraerse del aire, pero las impresiones (las impresiones especiales, purificadas) pueden dar mucho más. El organismo humano está construido sobre principios cósmicos, de modo que la cantidad es importantísima.
P. Para mí, los diagramas son solo conocimiento: de ellos no consigo entender nada que me ayude a luchar.
R. No pueden ayudar con lucha, pero pueden ayudar a que usted piense. Incluso ahora, en esta forma inicial, los diagramas pueden ayudarle a resolver muchos trastornos y problemas suyos. Pueden servir de fórmula para que descubra su posición respecto a ellos. Tal vez no le den una respuesta, pero le darán conocimiento sobre dónde y cómo puede usted buscar una respuesta. Éste es el significado real de los diagramas. Hablan en un lenguaje que usted aprende un poco más adelante. Realmente, podremos usar este lenguaje solo cuando podamos usar los centros superiores. Suponga que usted consigue controlar el centro emocional superior. Con el conocimiento de los diagramas, usted podrá interpretar muchos nuevos sentimientos, sensaciones e ideas que llegarán a su mente, y transferir esta interpretación a la mente corriente. Sin los diagramas, usted no podrá hacerlo. Son el lenguaje intermedio que conectará al lenguaje del centro emocional superior con nuestros centros corrientes. Al mismo tiempo, este lenguaje es una suerte de escalera por la que podemos ascender desde el pensamiento corriente hasta el pensamiento del centro emocional superior.
P. En nuestra condición actual, ¿los centros superiores funcionan, o meramente yacen ociosos?
R. Sobre esto hay tres teorías diferentes. Una es que funcionan y que no podrían vivir sin funcionar, pero que no están conectados con los centros corrientes debido a la enorme diferencia de velocidad; que es necesario eliminar desde los centros corrientes todas las funciones incorrectas y llevarlas a la más alta velocidad posible, lo cual solo puede suceder cuando pasamos a otro nivel de consciencia. La segunda explicación es que los centros superiores están latentes; están plenamente desarrollados, pero no trabajan como deberían. La tercera es que no trabajan porque para ellos no hay combustible; que los hidrógenos que pueden servir para ellos de combustible, solo pueden producirse en otro estado de consciencia. Están en un estado de sueño, pero cuando produzcamos para ellos bastante material, despertarán. Todas estas explicaciones están bien, y todas llegan a lo mismo. Tenemos que volvernos conscientes y controlar nuestros centros inferiores a fin de llevarlos a su mejor estado posible. Entonces, no habrá dificultad para hacerlos tomar contacto con los centros superiores, porque hasta en nuestro estado actual, muy ocasionalmente, muy raramente, tenemos vislumbres de estados superiores: al menos, algunas personas los tienen. De modo que lo importante para nosotros es comprender que los centros superiores no nos mantendrán esperando cuando despertemos. La cuestión es despertar y pasar a otro nivel de consciencia; luego, el centro emocional superior y, después, el centro mental superior responderán de inmediato.
Si los centros superiores estuvieran trabajando en nosotros como somos ahora, andaríamos por mal camino. Seríamos tan solo máquinas conscientes, sin posibilidad de ser nada más, porque la voluntad solo puede ser creada mediante esfuerzo. Somos tal como somos a fin de volvernos diferentes. Somos muy insatisfactorios pero, debido a eso, podemos volvernos más fuertes y más conscientes. Si estuviéramos conectados con los centros superiores en nuestro estado actual, nos volveríamos locos. Tal conexión sería un gran peligro mientras podamos tener emociones negativas. Por esta razón hay frenos automáticos en la máquina, que hacen imposible la conexión. Primero, debemos preparar los centros inferiores y cambiar el estado de nuestra consciencia.
P. ¿Los centros superiores tienen características que podamos considerar como extraordinarias?
R. Sí. Por ejemplo, lo que se llama magia puede ser la manifestación del mundo de un plano superior sobre un plano inferior. Suponga que un centro emocional superior se manifiesta en un nivel inferior: eso será un milagro.
Es muy necesario entender la relación en que están los centros superiores con los centros inferiores. En nuestro estado, los principios intelectual y emocional están nítidamente divididos, pero en los centros superiores esta diferencia desaparece. Luego, el centro emocional superior no usa palabras; las palabras son demasiado torpes, demasiado difíciles de manejar, y, además, su significado cambia incluso en una sola generación, y mil años producen un cambio completo de significado. He aquí porqué no entendemos el Nuevo Testamento: actualmente no existe un significado similar de algunas palabras, de modo que ni siquiera podemos suponer qué significaron entonces.
El centro mental superior es más rápido aún, ni siquiera usa formas alegóricas, como lo hace el centro emocional superior. Podemos decir que usa formas simbólicas. Da la posibilidad de un largo pensamiento. Está en todos nosotros, pero no podemos usarlo, porque trabajamos con una máquina lentísima. Los centros superiores no nos alcanzan: la brecha es demasiado grande entre ellos y los centros corrientes. La diferencia de velocidad es tan enorme que los centros corrientes no oyen a los centros superiores. Tienen muchas funciones importantes sobre las que no sabemos, pero no podemos usarlos como mentes: ellos son demasiado rápidos y nosotros tenemos demasiado sueño. De modo que si conseguimos una conexión con un centro mental superior, éste simplemente deja un blanco.
P. ¿Hay emociones negativas en un centro emocional superior?
R. En los centros superiores no hay partes positivas ni negativas, y como dije, no hay división entre intelectual y emocional. Solo el centro emocional superior se llama emocional. En los niveles superiores, lo que es emocional es también intelectual, y lo que es intelectual es emocional. El trabajo de los centros superiores es muy diferente del trabajo de los centros corrientes. A veces, podemos observar este trabajo y su gusto diferente en momentos de consciencia de sí, cuando nos conectamos temporalmente con el centro emocional superior.
P. ¿Las drogas no pueden ponernos en contacto con los centros superiores?
R. La idea de las drogas no es nueva; las drogas fueron usadas en épocas antiguas y medievales: en los antiguos Misterios, en la magia, etc. Descubriéndose que resultan interesantes estados de un hábil uso de las drogas. Pero el sistema objeta las drogas. El uso de drogas no da buenos resultados porque las drogas no pueden afectar a la consciencia, no pueden añadir consciencia. Mediante el entorpecimiento de los centros inferiores, pueden ponernos en contacto con los centros superiores; pero esto no nos sería útil, porque solo podremos recordar mientras tengamos consciencia. Puesto que no tenemos consciencia, la conexión con los centros superiores solo tendrá por resultado sueños o inconsciencia.
Todos estos estados de trance, descritos a veces en libros, constituyen un camino peligrosísimo. Introducirse en un trance está conectado con la creación de la imaginación en el centro emocional superior, y éste es un callejón sin salida. Si usted está allí, no podrá salir y llegar a ninguna parte. Nuestra idea es controlar la imaginación; si, en vez de ello, usted la transforma, mediante ciertos métodos, en imaginación en el centro emocional superior, obtiene embeleso, felicidad, pero, después de todo, es solo sueño en un nivel superior. El desarrollo real debe seguir por dos líneas: desarrollo de la consciencia y desarrollo de los centros.
Además, tales experimentos son habitualmente molestos porque, por regla general, las personas utilizan, en el primer experimento, todo el material que tienen para la consciencia. Lo mismo puede decirse de todos los métodos estupefacientes, mecánicos y autohipnóticos; dan los mismos resultados que las drogas: ponen a dormir a los centros corrientes, pero no pueden aumentar la consciencia. Pero cuando la consciencia se desarrolla, los centros superiores no presentarán dificultad. Se supone que el centro emocional superior trabaja en el tercer estado de consciencia, y el centro mental superior, en el cuarto.
P. ¿Piensa usted que en la telepatía hay algo?
R. Para los hombres N.º 1, N.º 2 y N.º 3 no existe para nada: es imaginación. Pero los hombres de desarrollo muy superior controlan las fuerzas que pueden producir la denominada telepatía, porque ésta es una función del centro emocional superior. Si uno puede, siquiera temporalmente, controlar al centro emocional superior, podrá producir efectos telepáticos. Pero la mente corriente y las emociones corrientes no pueden hacerlo.
P. Me pregunto mediante qué proceso Jesús pudo expulsar a los demonios y si en el sistema podría usarse algo con finalidad semejante. ¿Eso tiene algo que ver con los centros superiores?
R. Probablemente, Jesús trató con grandes demonios. Hemos de empezar con pequeños demonios (una suerte de vivisección) hasta que podamos tratar con grandes demonios.
Dije antes que, mientras en nosotros existan ciertas emociones negativas, los centros superiores no podrán trabajar y no habrán de trabajar, pues eso sería un desastre. En libros corrientes sobre teosofía, uno encuentra la idea de que muchas cosas se ocultan porque son peligrosas. Pero en realidad el peligro no está en las ideas sino en la deformación de las ideas. Las personas pueden volverse peligrosas si oyen algo y empiezan a aplicarlo en un sentido incorrecto. Uno puede usar las fuerzas de los centros superiores para fortalecer su propio lado negativo.
P. ¿Uno puede dañar a los centros superiores?
R. Se los puede dañar durmiendo demasiado. Esto no lo digo en el sentido físico, sino estando siempre dormido y siendo irresponsable. Luego, poco a poco, se destruye la posibilidad de su despertar.
Vea, todo el tiempo, desde lados diferentes, llegamos a la conclusión de que el hombre no trabaja bien. Oímos hablar de centros superiores, y al mismo tiempo se nos dice que no estamos conectados con ellos, que no trabajan para nosotros, o que, si lo hacen, nada sabemos sobre su trabajo. Comprendemos que nuestra mente corriente no es suficiente para tratar los problemas que queremos resolver. Hay muchas cosas que queremos saber, pero, sobre eso, nuestra mente nada puede hacer. Este simple diagrama, y otros diagramas que estudiamos en este sistema, nos muestran cómo estudiarnos, cómo mejorarnos y qué mejorarnos. Pero ningún mejoramiento es posible hasta que detengamos las pérdidas, pues de nada sirve aumentar la producción de energía si hay pérdidas por todas partes.
P. ¿Cómo podemos detener las pérdidas?
R. Mediante el recuerdo de sí. Es necesario desarrollar la consciencia, y esto traerá consigo la posibilidad de usar mejor los órganos de percepción y cognición. Sin los centros superiores, no podemos hacer mucho, y he aquí por qué un enfoque filosófico no es de mucha utilidad. Puede inventar ciertas teorías y luego se detiene. No desarrolla los centros superiores que son los únicos que pueden entender plenamente las ideas. La filosofía no los toca.
P. Usted recalca la importancia de preservar la energía. ¿Cada centro tiene su propio almacén de energía?
R. Sí. Le mostraré cómo empezar a pensar sobre esto. Tomaremos la máquina humana desde el punto de vista de los centros. Es la misma máquina. La energía creada en el organismo se conserva en cierto gran acumulador que está conectado con dos acumuladores pequeños, ubicados cerca de cada centro.
Supongamos que el hombre empieza a pensar y usa la energía de uno de los pequeños acumuladores del centro intelectual. La energía del acumulador baja cada vez más y, cuando llega al mínimo, el hombre se cansa. Entonces realiza un esfuerzo, o se toma un breve descanso, o bosteza, y se conecta con el segundo acumulador pequeño. Resulta muy interesante que el bostezo sea una ayuda especial aportada por la naturaleza para pasar de un acumulador a otro. El hombre sigue pensando y extrayendo energía del segundo acumulador, se cansa otra vez, bosteza, o enciende un cigarrillo, y se conecta nuevamente con el primer acumulador pequeño. Pero ese acumulador solo puede estar semilleno y se agota rápidamente. Se conecta una vez más con el segundo, que está solo lleno en una cuarta parte, y sigue así hasta que llegue el tiempo en que ambos acumuladores estén vacíos. Si en ese momento el hombre realiza un esfuerzo especial de la clase correcta, puede conectarse directamente con un acumulador grande. Ésta es la única explicación de los milagros, pues entonces tendrá un enorme suministro de energía. Pero esto necesita un esfuerzo grandísimo: no un esfuerzo corriente. Si agota al acumulador grande, muere, pero generalmente se queda dormido o se vuelve inconsciente mucho antes de eso, de modo que no hay peligro. En la vida corriente, esta conexión con el acumulador grande sucede a veces en circunstancias extraordinarias, como en momentos de peligro extremo.
He aquí por qué este sistema es de acumuladores pequeños. Si uno pudiese conectarse fácilmente con el acumulador grande, uno no podría detener nunca, por ejemplo, su ira durante una semana, y entonces uno moriría. De modo que, por lo general, uno no se conecta con el acumulador grande hasta que controle las emociones negativas. Las emociones son más fuertes que otras funciones, de modo que si uno fuera a entrar en una emoción negativa y tuviera energía ilimitada, eso sería demasiado peligroso.
P. ¿Puede acumularse energía suficiente en los acumuladores pequeños?
R. Para el trabajo corriente, para la vida corriente es suficiente, pero a veces las personas que están habitualmente cansadas usan solo la mitad del acumulador y ya dicen que están demasiado agotadas y no pueden hacer nada. En concreto, mientras haya algo en los acumuladores pequeños, no tenemos derecho a estar cansados. He ahí por qué los esfuerzos físicos son útiles. Tememos estar cansados. Por supuesto, podríamos tener mucha más energía de la que tenemos si no la desperdiciáramos en emociones negativas y otras cosas inútiles.
P. ¿Uno ha de tener energía para recordarse?
R. No, eso no entra aquí, porque para eso siempre tenemos energía. No es que falte energía; es entender, saber cómo hacerlo, y cierta pereza lo que nos impide recordarnos.
P. Quiero preguntar sobre el acumulador grande. Prácticamente, eso no lo entiendo.
R. ¡Esfuerzos! ¡Esfuerzos! Cuanto más esfuerzos realice, más energía podrá obtener. Sin esfuerzos, no podrá obtener energía. Aunque ésta esté en usted, puede estar en el lugar incorrecto. No piense en eso teóricamente; piense simplemente que tiene en usted mucha energía que nunca usa, y que debe realizar más esfuerzos para usarla.
P. Lo que pretendí preguntar fue: ¿Qué da paso a la energía en el acumulador grande y cómo obtiene éste su energía?
R. Eso es exactamente lo que dije. No piense sobre el acumulador grande; piense sobre usted mismo. A veces empieza con esfuerzos pequeños, Si no realiza esfuerzos pequeños, jamás podrá realizar esfuerzos grandes. Es absolutamente correcto que la energía es necesaria, pero la energía está en nosotros. Tenemos bastante energía, al menos al comienzo, y si la usamos para el trabajo, no se pierde sino que vuelve. Si usted pierde energía en emociones negativas, por ejemplo, o en acciones mecánicas, en pensamiento mecánico, entonces se pierde. Pero si usa la energía para luchar con la mecanicidad, usted la recupera. He aquí cómo se acumula la energía.
P. ¿Puede hablarme del proceso por el cual la atención se renueva cuando uno la controla?
R. En este caso, la atención depende de la cantidad de energía ahorrada: si usted tiene energía de reserva, la atención trabajará; si usted no tiene energía ahorrada, se agotará muy rápidamente. De modo que esto depende de la cantidad de energía, y su reserva de energía depende de cómo la use. Si la desperdicia en cosas innecesarias, entonces, en el momento en que la necesite descubrirá que no tiene nada. Pero si puede ahorrarla en toda ocasión posible y usar solo la cantidad necesaria para cada clase de trabajo que realice, entonces, tendrá resultados. He aquí porqué tenemos que empezar desde el comienzo mismo a luchar con las cosas que desperdiciamos. Estas deben ser estudiadas, y estudiadas primero que todo.
P. Una persona que trabaja de un modo más equilibrado, ¿usa apropiadamente cada acumulador?
R. Sí, mediante preparación uno puede realizar una enorme cantidad de trabajo, pero si un hombre sin preparación empieza a realizar el mismo trabajo, usará demasiada energía en movimientos muy simples y usará sus acumuladores de modo incorrecto. Si quiere pensar en esto más científicamente, debe darse cuenta que la preparación, tomada en un sentido corriente, dispone los acumuladores para que trabajen correctamente. En realidad, aunque yo ponga solo dos acumuladores cerca de cada centro, hay muchísimos más. Cada centro está rodeado por acumuladores.
P. ¿Cambiar de un acumulador a otro requiere un momento de consciencia?
R. No, eso es automático. El centro instintivo sabe cómo hacerlo y puede trabajar muy bien, sin que estemos conscientes. La consciencia puede ser necesaria para un trabajo especial en conexión con el acumulador grande. Cuando queremos algo extraordinario, algo que no puede obtenerse del modo corriente, es necesario inventar nuevos métodos.
P. ¿El principio de los acumuladores se aplica a la energía mecánica corriente que usamos todo el tiempo?
R. Ciertamente. Todo es mecánico. La energía es tan solo combustible.
P. ¿Entonces, un tipo de energía no es superior ni inferior a otro?
R. Sí, tomado en el sentido de los hidrógenos, puede ser superior o inferior. Los diferentes centros usan energía diferente, pero fundamentalmente es una sola. Usted ha visto en el Diagrama de Alimentos cómo se crea la energía. Hay muchas variaciones de hidrógenos usados para órganos y acumuladores diferentes.
P. ¿Puede decir usted que esta adaptación especial de la energía se realiza en el cuerpo?
R. Sí, pero al mismo tiempo los centros tienen una gran tendencia a usar energía incorrecta; de modo que esto ha de tenerse presente. Pero la cuestión de cómo fabricar más energía es una cosa y la cuestión de cómo fabricarla, cómo «ocurre», es otra. Es mejor dividir estas cosas.
P. Si uno está cansado, y de repente recibe un montón de impresiones y como resultado de esto el cansancio se va, ¿ello se debe a que uno obtiene energía de aquéllas?
R. Es más complicado que eso. Con las nuevas impresiones, uno se vuelve más débil, y así las conexiones con el acumulador grande empiezan a trabajar mejor. Las impresiones directas no son aún energía lista para usar; deben destilarse y mezclarse con otras cosas para producir energía. Las impresiones que llegan son alimento indigerido. Todas estas tres clases de alimento deben digerirse y mezclarse en las proporciones correctas. Pero las impresiones pueden despertarle. Cuando la energía del cuerpo llega a cierta presión, empieza a atraer energía de sus alrededores.
P. Si uno trabaja, ¿obtiene más impresiones?
R. La capacidad para recibir impresiones sigue siendo la misma.
P. Cuando un hombre bosteza, ¿se conecta con el otro acumulador?
R. No siempre, pues uno puede bostezar por imitación. Además, bostezar es bombear energía, no es necesariamente cambiar, aunque realmente un buen bostezo puede producir un cambio cuando es necesario.
P. Cuando usted dice que el bostezo es una bomba, ¿de dónde es bombeada la energía?
R. Del organismo. Esto está tan ordenado que cada función tiene la energía necesaria en todas partes. Hay tantos acumuladores que es suficiente conocer el principio de que hay acumuladores. La energía es distribuida en la máquina de un modo complicadísimo y pasa de un acumulador a otro, es diluida, concentrada, etc.
P. ¿A los acumuladores pequeños los llena el acumulador grande durante el sueño, por la noche?
R. Se recargan constantemente. Pero el acumulador grande se recarga durante el sueño con la energía derivada de las tres clases de alimento. Todas las energías se mantienen en el acumulador grande, mezcladas o en una forma superior. Cuando llega un pedido, se envía un hidrógeno correspondiente. Si se produce energía, se almacena en el acumulador grande. Si se produce más de la necesaria para la vida, puede almacenarse en muchos lugares.
P. ¿La energía puede conservarse por medio del silencio?
R. A veces, pero si usted está en silencio todo el tiempo, puede perder más energía en el silencio que en la charla. He aquí por qué el primer principio de este sistema es la discriminación: no hay reglas generales.
P. ¿Eventualmente, es posible entrar en contacto con el acumulador grande?
R. Sí, es posible, pero ni siquiera estamos en el primer peldaño; puede ser posible, digamos, en el peldaño vigésimo segundo, de modo que hay veintiún peldaños por escalar antes de que podamos hacer eso. Ya fue explicado todo lo que puede hacerse ahora: debe tratar de recordarse, de no identificarse, de tratar de no expresar las emociones negativas, etc. Éstas son las cosas con las que podemos empezar.
P. ¿La energía requerida para recordarse proviene del funcionamiento apropiado de los centros?
R. Sí, ciertamente; cuando todos los centros trabajan incorrectamente, no puede haber acumulación de energía. Pero esto no es suficiente. Es necesario aumentar la cantidad de energía, y ésta solo puede aumentarse mediante esfuerzos: esfuerzos pequeños, como la lucha con los hábitos, la observación de sí, el tratar de controlar la atención, etc. Cada uno tiene algunos esfuerzos particulares que puede realizar; los esfuerzos de una persona puede ser que no sean buenos para otra, o que sean demasiado fáciles, o imposibles.
P. ¿Qué regula la cantidad de energía que penetra en los acumuladores de cada centro?
R. El trabajo habitual. A veces, no pueden llenarse, a veces rehúsan llenarse, y a veces no necesitan llenarse. Hay muchas razones para esto, y usted no puede controlarlo. Pero realizando esfuerzos, o recordándose, usted aumenta la posibilidad de control.
P. ¿El acumulador grande tiene gran capacidad y se recarga rápidamente?
R. Depende. Puede estar semivacío, o cargado con energía mala, o lleno pero no lo usamos. Es importante entender que en cada acumulador hay una gran reserva de energía, mucha de la cual nunca la usamos: subsiste como capital muerto.
P. Si uno está más consciente, ¿puede sacar más energía?
R. Sí, pero también es necesaria una preparación especial. Si no sabemos cómo conectarnos con el acumulador grande, podemos producir resultados diferentes.
P. ¿Con qué rapidez puede aprenderse eso?
R. No puedo decirlo, eso depende de cómo estudie y trabaje usted. En nuestra actitud hacia el sistema puede haber un elemento destructivo que puede destruir el resultado de nuestro trabajo. Si uno tiene una actitud correcta para uno mismo y el trabajo, sin un elemento destructivo, entonces eso puede alcanzarse.
P. ¿Todo depende de la consciencia?
R. Todo el trabajo se concentra realmente en la consciencia. En el trabajo sobre los centros solo tratamos de detener definidamente el trabajo incorrecto. No hay ejercicios para aumentar el trabajo de los centros: todo el trabajo es sobre la consciencia. Cuando se aumente la consciencia, los centros se adaptarán. Pero el trabajo incorrecto de los centros debe detenerse, pues si siguiéramos siendo anormales y nos volviéramos conscientes, nuestros centros enloquecerían: no podrían resistirlo. Pero eso no puede suceder: uno no puede volverse consciente inconscientemente. Las personas a menudo preguntan: ¿Qué gana uno volviéndose consciente? Esto es porque no saben cuál es el resultado de la consciencia. Cuando estamos conscientes, nos conectamos con los centros superiores y entonces todo el cuadro cambia.