Capítulo IV

El estudio de los métodos usados en este sistema, por el que el hombre puede llegar a una consciencia superior, empieza con el estudio de un nuevo lenguaje. Este lenguaje se basa en diferentes principios que aún no conocemos; pero a medida que continúen con su estudio, muy pronto los entenderán. Con este lenguaje es posible llegar más cerca de la verdad, es posible hablar con mayor precisión de como lo hacemos ahora, y dos personas que entiendan este lenguaje nunca se entenderán mal en las cosas simples. Ya han oído ciertas expresiones de este lenguaje, como recuerdo de sí, identificarse, considerar, etc. Es importantísimo entender las diferentes divisiones que el sistema usa, que son parte de este lenguaje. El hombre es una máquina complicadísima y puede estudiarse en divisiones. En el lenguaje corriente, no usamos estas divisiones y así las personas no se entienden entre sí.

Traten de entender lo que estoy diciendo, porque es más bien difícil de expresar. Si toman una ciudad, pueden entender que ésta puede dividirse en norte, sur, este y oeste; puede dividirse en distritos y barrios, y luego dividirse en diferentes calles. También puede estudiarse desde el punto de vista de su población, pues tiene gente de diferentes nacionalidades, gente de diferentes profesiones, perteneciente a diferentes clases, etc. Ninguna de estas divisiones coincidirá con otra, cada una deberá ser estudiada separadamente. No pueden confeccionar un mapa general, incluyendo todas ellas; deben preparar una serie de diferentes mapas.

Lo mismo ocurre con el hombre. Por ejemplo, ya les he dado ciertas divisiones:

La esencia es lo que nace con ustedes, la personalidad es lo que adquieren. La esencia es de ustedes, la personalidad no es de ustedes. Toda la vida interior del hombre, todas sus percepciones y reacciones se dividen en esas dos partes. Hay ciertas cosas que nacen con ustedes, como ciertos rasgos físicos, estado de salud, ciertas clases de predisposiciones, inclinaciones, tendencias, etc. Pertenecen a la esencia. La personalidad es lo que adquieren en el curso de su vida: criterios, opiniones, palabras. Es más fácil entender la diferencia entre esencia y personalidad si encuentran algunos ejemplos. Aunque las dos se mezclan siempre en la vida, es más fácil distinguir la personalidad y la esencia en otras personas que en uno mismo, porque la personalidad cambia muy a menudo con el cambio de las condiciones, pero la esencia permanece la misma. Esta división es importantísima entenderla, porque muchas cosas de las que hablamos acerca del hombre se refieren a la esencia, mientras otras se refieren a la personalidad.

P. Si la esencia es aquello con lo cual nacemos, ¿puede ser agregada? ¿Puede incrementarse?

R. Sí, pero eso solo puede hacerse si la personalidad se educa y cesa de presionar sobre la esencia. La personalidad es demasiado pesada, demasiado fuerte; rodea a la esencia como una concha, de modo que nada puede alcanzarla directamente, todo ha de pasar a través de la personalidad. La esencia no puede crecer en estas condiciones, pero si la personalidad se torna más transparente, las impresiones y las influencias externas penetrarán a través de ella y alcanzarán a la esencia, y entonces la esencia empezará a crecer.

P. ¿Una personalidad tan fuerte impide que las impresiones lleguen a la esencia de uno?

R. Sí, ¿pero qué significa una personalidad fuerte? Significa una influencia fuerte de lo que no pertenece a usted, de lo que ha adquirido: las palabras de otras personas, los criterios y las teorías de otras personas. Ellas pueden formar una densa corteza tal, en torno de la esencia, que nada pueda penetrarla para llegar a usted, para alcanzar lo que usted es.

P. ¿Es posible romper esta concha o destruirla?

R. Antes de destruir esta concha de la personalidad, o de romperla, es necesario preparar otras defensas. Si por alguna razón esta concha se cae, la gente se halla sin defensa alguna contra muchas dificilísimas influencias; si usted la debilita, estará bajo muchas influencias que antes no podrían alcanzarlo a usted, de modo que tendrá incluso menos control del que tiene ahora. Pero hay muchas cosas que podríamos controlar y ahora no controlamos. Éste es el modo correcto de pensar sobre esto.

P. ¿Puede dar un ejemplo de tales influencias?

R. Por ejemplo, un simple hecho serían los cambios atmosféricos o el cambio de las estaciones: afectan muchísimo la esencia, y si uno está rodeado por la personalidad, es menos afectado. El cambio de las estaciones es algo muy grave para las personas cuya esencia está más abierta a las influencias. Le doy esto simplemente como un ejemplo de las cosas que la gente no toma en cuenta y sobre las que no tiene idea. Hay muchas otras cosas; por ejemplo, los viejos libros sobre magia previenen a la gente sobre cuán peligroso es esto y cómo uno debe estar preparado de antemano; y en muchos casos están en lo cierto, porque la apertura de la esencia puede ser buena, pero acompañarse de muchos peligros. La personalidad se crea sobre muchas bases equivocadas, pero es también una especie de defensa.

P. ¿Nos es posible atravesar la vida sin observar jamás la esencia?

R. Esto depende de si es en el trabajo de la escuela o no. En la vida corriente ni siquiera conocemos la existencia de aquellos dos principios. En el estudio de sí se habla de esta división, pero la esencia y la personalidad están tan mezcladas que, durante largo tiempo, esta división sigue siendo teórica, pues es imposible decir cuál es cuál mediante observación, salvo en casos extremos. Luego, cuando uno trabaja, gradualmente empieza a ver que una cosa está más arraigada, que tiene mayor profundidad, y la otra menos. De este modo, poco a poco, uno puede ver la esencia. Todas las cualidades permanentes o más permanentes deben depender de la esencia. Cuando la personalidad es educada y se torna menos pesada, muchas cualidades se introducen en la esencia y se vuelven permanentes. He aquí como la esencia se desarrolla. En la personalidad, las cosas brotan y desaparecen, pero lo que penetra en la esencia, permanece.

P. ¿La esencia es más o menos lo mismo que el ser?

R. Esto no puede plantearse de ese modo. El ser es vida, es un proceso. La esencia es un objeto.

P. ¿En un niño la esencia está más desarrollada que la personalidad?

R. En cierta edad muy temprana, la esencia puede ser más fuerte que la personalidad, pero ambas están sin desarrollar. Y hay diferentes niños y diferentes circunstancias.

P. ¿Cómo podemos luchar contra la personalidad?

R. No es una cuestión de lucha sino de control y educación. La personalidad no debe tener demasiada libertad. Debe ser educada en cierto sentido, actuar según ciertos principios, trabajar en cierta dirección. En la actualidad, nuestra personalidad está equivocada. Hay demasiada mentira, engaño, imaginación, emociones negativas. Todas estas cosas deben corregirse; solo entonces la máquina puede trabajar como debe. Hemos de trabajar a través de la personalidad; durante largo tiempo, la esencia puede carecer de significado práctico para nosotros. Si empezamos a trabajar sobre ella conscientemente, ciertas cosas influirán sobre la esencia, pero no de repente.

P. ¿Podemos hacer lo que queremos con la personalidad?

R. Si usted trabaja, si usted estudia, la cambiará gradualmente y su trabajo sobre la personalidad se reflejará en la esencia. O usted controla la personalidad, o la personalidad es controlada por miles de diferentes «yoes», cada uno de los cuales tiene sus propias ideas, sus propios criterios y deseos. Debemos comprender qué tarea enorme es adquirir unidad cuando, como somos ahora, una parte decide trabajar y otra parte no sabe de eso o no está de acuerdo. Cuando usted educó a su personalidad, cuando ésta se vuelve obediente al designio de usted y empieza a servirlo, entonces es útil y correcta. Pero si usted tiene un objetivo en cierta parte de usted y su personalidad trabaja contra este objetivo, entonces, naturalmente, no es correcta.

P. Se dijo que no hay bien en la personalidad igual que en la esencia, pero en esto no puedo descubrir nada útil para mi objetivo último.

R. ¿Qué significa usted cuándo dice que no hay bien en la personalidad? Aunque observe y averigüe cosas sobre usted mismo, eso es bueno. Esto está también en la personalidad. La parte que desea saber, trabajar, cambiar, es parte de la personalidad. Puede haber muchas cosas que estén equivocadas en nuestra personalidad, y estas cosas han de ser estudiadas y eliminadas. La personalidad se desarrolla mediante el estudio y la disminución de las funciones inútiles. A través de esto, aquélla se vuelve mejor y más limpia. En las condiciones de la escuela, la esencia debe ser más importante que la personalidad, y si la personalidad la domina demasiado, el desarrollo se torna imposible, porque el desarrollo real está en la esencia, y si la personalidad pende demasiado pesadamente sobre ella, la esencia no puede respirar. Pero la personalidad es también muy importante. La posibilidad de cambio es realmente muy complicada, porque consiste en muchas cosas. Debe haber cierta calidad en la esencia, porque si esta calidad no existe, nada es posible; debe haber cierto material, ciertas adquisiciones en la personalidad, y debe haber cierta clase de circunstancias.

P. ¿La personalidad ha de permitirse ser segunda? ¿Debe retroceder por propio acuerdo?

R. No retrocede, se vuelve diferente. Si oprime a la esencia, es anormal. En nuestro estado actual, la personalidad es patológica, enferma. Con el trabajo, simplemente se vuelve sana.

P. No entiendo cómo la personalidad puede influir sobre la esencia si ésta es aquello con lo cual nacemos.

R. Tome el centro intelectual, su contenido no nació con nosotros; los pensamientos, las ideas, las convicciones, las opiniones, todos éstos son adquiridos. En cuanto a cómo la personalidad puede influir sobre la esencia, suponga que, en su personalidad, usted llega a cierta conclusión, y que descubre en usted, mediante observación, que tiene algún hábito esencial, digamos, una suerte de emoción desagradable que siempre aflora en ciertas circunstancias. Usted comprende que aquélla no es útil en ningún sentido, desperdicia energía y torna su vida más difícil. ¿Cómo puede luchar con ella? Usted descubre que este estado negativo se nutre en la justificación de sí, que en su estado habitual corriente usted siempre lo justifica y piensa que es culpa de algún otro, o dice que usted no tuvo ese propósito, o que la gente no le entiende, o algo por el estilo. Esto permite que aquello exista. Si usted cambia su punto de vista, si cesa de justificarlo y, en vez, crea en usted una idea permanente de que esta emoción está equivocada, que no es justificable, entonces este punto de vista puede tornarse eventualmente permanente.

P. ¿La herencia cuenta para algo en la esencia?

R. La herencia prácticamente no existe en el hombre. Las malas cualidades pueden ser hereditarias, pero las cualidades buenas no pueden ser heredadas. Los animales están bajo leyes diferentes del hombre; en ellos las cualidades buenas y malas se transmiten por igual, pero en el hombre lo que puede transmitirse, aparte de las cualidades físicas, son solo los rasgos de degeneración, de lo contrario no hay nada que transmitir. Los rasgos físicos pueden heredarse, pero no rasgos como la consciencia de sí. La esencia no puede heredarse.

P. ¿La tendencia a la emoción negativa está en la esencia o es adquirida enteramente en la personalidad?

R. Puede haber una tendencia hasta en la esencia: cierta disposición hacia ella, pero podemos considerar que todo esto se refiere a la personalidad, porque si realmente hubiera una fuerte tendencia hacia la emoción negativa en la esencia, eso casi significaría locura.

P. Si en la esencia hay defectos, ¿estos pueden ser alterados?

R. Sí, pero, como dije, primero deberá cambiar la personalidad; la esencia no cambia tan fácilmente. Cambiar los rasgos en la esencia es un trabajo dificilísimo; requiere conocimiento y energía suficiente, y somos débiles y no tenemos conocimiento. Esto se realiza solo cuando es necesario, y solo con la ayuda de los métodos de la escuela. Suponga que uno tiene una esencia perezosa y quiere despertar: puede cambiarla tras un largo período de estudio de sí, pero debe tener ayuda, la ayuda de la escuela. De modo que, para nosotros, es una suerte que el trabajo sobre la esencia venga en segundo lugar, que tengamos que empezar con el trabajo sobre la personalidad. Pero mediante el trabajo sobre la personalidad, ya trabajamos hasta cierto punto sobre la esencia. El sueño, el despertar, la consciencia… todo esto no se refiere a la personalidad, se refiere a la esencia. De manera que en realidad usted trabaja sobre la esencia desde el principio mismo, y la personalidad, mediante el cambio, producirá cierta presión sobre la esencia y la cambiará también.

P. ¿Uno nace siempre con la esencia?

R. Sí, pero a menudo la esencia permanece sin desarrollar, en el nivel de un niñito.

P. ¿La esencia es en nosotros la parte confiable?

R. Incluso en la personalidad hay cosas confiables e inconfiables. Por ejemplo, la imaginación es inconfiable. Imaginar que usted puede nadar cuando no puede y el conocimiento de la tabla de multiplicación están ambos en la personalidad; uno es confiable, el otro es inconfiable.

P. ¿El nivel del ser depende del crecimiento de la esencia?

R. Ciertamente, y ésta es la relación entre ellos. Solo que usted no puede medir al ser de ese modo, pues la división en esencia y personalidad es, en la actualidad, meramente teórica. Pero es útil recordar que estos dos principios están en usted, porque, como dije, si usted no conoce esta división, esto le impedirá entender ciertas otras cosas que oirá.

Una cosa que deberá comprender sobre la esencia y la personalidad es que la esencia es una, mientras que la personalidad consiste en varios grupos de «yoes». De modo que podemos decir que no tenemos una personalidad sino personalidades en plural, pues hay cinco o seis, a veces diez personalidades en una sola persona. El centro magnético, por ejemplo, está también en la personalidad, pues nacemos con él: es creado en la vida. Es un grupo de «yoes» que puede, hasta cierto pequeño límite, controlar a los otros grupos de «yoes». Algunas de estas personalidades están muy bien, pero algunas estarán siempre en su camino y habrán de ser controladas o eliminadas.

P. ¿Qué trabajo puede realizarse sobre la personalidad?

R. Puede ser controlada por la mente. Eso es todo lo que puede esperarse. En su mente, usted formula su objetivo y la personalidad deberá trabajar de acuerdo con este objetivo.

P. ¿A qué se debe el deseo de despertar? ¿Está en la esencia?

R. Esto se conecta con el centro magnético. Recordará que en la primera plática hablé del Centro magnético y las diferentes influencias bajo las cuales el hombre vive. Esto nos trae a la cuestión de por qué algunas personas se interesan por estas ideas, mientras otras no; ¿qué crea este deseo de conocer, la energía de buscar?; porqué la gente que vive en similares condiciones, es tan diferente, pues una persona se contenta con teorías y clichés de cajón, mientras otra quiere encontrar la verdad por sí misma. ¿Qué es lo que explica esta diferencia en la gente en relación con ideas nuevas, pues algunas personas se encuentran con la posibilidad de adquirir nuevo conocimiento y no les interesa, mientras para otras esto puede cambiar toda la tendencia de sus vidas?

Las personas llegan a éstas y similares ideas de diferentes modos. Algunas entienden algo, otras las toman sobre un nivel corriente. La causa de esta diferencia es que el hombre vive en la vida mecánica bajo dos clases de influencias. ¿Qué significa esto? Esto está conectado con la idea explicada al comienzo: que el hombre es una máquina controlada por las influencias externas, por las cosas que le rodean. Puede ser receptivo para una clase de influencias y no receptivo para otra clase. Estas influencias, en su mayoría, son creadas en la vida misma, por personas como ese hombre. Pero entre ellas, mezcladas con ellas, hay otras influencias que no son creadas en la vida sino que provienen de una fuente diferente, de gente de mente superior. Llegan en forma de religiones, ciencia, sistemas filosóficos, doctrinas esotéricas, arte, toda clase de enseñanzas, etc. No pueden distinguirse exteriormente de las influencias de la primera clase, de modo que depende del hombre si discrimina entre ellas o no. El hombre puede vivir solamente bajo las influencias A, esto es, las influencias de la primera clase, y pasar por alto las influencias B, no interesarse en ellas. Pero si se interesa por estas influencias de la segunda clase y las absorbió en cantidad suficiente, tiene lugar en él cierto proceso. Los resultados de las influencias B, el recuerdo de ellas, se reúnen separadamente en un compartimiento especial y forman lo que se llama un centro magnético. El centro magnético es una combinación de ciertos intereses y asociaciones emocionales que le hacen girar en una dirección definida. Es cierto ciclo de ideas y cierto ciclo de emociones. Éste es el origen del interés en esta clase de ideas.

P. ¿Si somos meras máquinas, hemos de concluir que usted está tratando de conducirnos, de conducir las máquinas, en cierta dirección deseable, o somos capaces de discriminar entre la verdad y la falsedad? Si es así, ¿con qué facultad?

R. Con el centro magnético. Los hombres son máquinas, eso no se cuestiona; solo que no son absolutamente las mismas máquinas como un motor o algo de esa índole. Ya ha oído que el hombre puede vivir en cuatro estados de consciencia, pero que, en la vida corriente, vive solo en dos. Estos otros dos estados de consciencia pueden ser desarrollados en el hombre, pero no pueden desarrollarse por sí mismos, tienen que ser desarrollados a través del conocimiento y del esfuerzo. Y la facultad que ayuda al hombre a entender y discriminar es el centro magnético.

Ahora estamos hablando del hombre antes que éste encuentre una escuela. Vive en la vida bajo condiciones corrientes. Las condiciones pueden ser muy diferentes, pero, en cualesquiera condiciones, vive bajo las dos clases de influencias de que hablé. ¿Cuáles son las influencias A? Todos los intereses de la vida, la lucha por la existencia, los deseos, las excitaciones, los bienes, las riquezas, las diversiones, etc. Éstos son creados sin intención, y son mecánicos en su origen y en su acción. Pero, al mismo tiempo, el hombre también vive bajo influencias originalmente creadas en las escuelas pero arrojadas dentro del movimiento general de la vida. Estas influencias B son, por así decirlo, una vida aparte. Están ordenadas para cierta finalidad, para servir como «luces en el camino». El resto depende del hombre mismo. Todos sus intereses pueden concentrarse solo en influencias de la primera clase, o parte de él puede permanecer interesado en las influencias creadas en la vida, mientras la otra parte puede interesarse en esta otra clase de influencias. Si un hombre las advierte y estudia, aquéllas pueden acumularse en él. El recuerdo de estos intereses puede empezar a reunirse en él desde edad muy temprana y formar cierto grupo de «yoes» de los muchos «yoes» que hay en él. Después de algún tiempo, este grupo de «yoes» o centro magnético empieza a controlar y determinar su dirección general en la vida y la tendencia de sus intereses o de una parte de sus intereses. El centro magnético se propone vigilar cosas definidas y estar en el nivel de ciertas cosas.

Pero si el hombre no advierte estas influencias, éstas no producirán efecto. He aquí porqué son tan diferentes. Una persona puede ser muy intelectual, puede haber estudiado filosofía, arte, etc., y al mismo tiempo no tiene posibilidad si carece de centro magnético. Si entra en contacto con una escuela, no la reconocerá. Y otro hombre puede estar insuficientemente educado, puede no haber leído tanto, puede no saber tantas palabras, pero si encuentra una escuela, puede interesarse de inmediato.

P. ¿Qué nos hace diferentes en este sentido?

R. Es una combinación de aquello con lo cual nacemos y de las circunstancias externas lo que nos convierte en lo que somos; esto es mecánico, todo bajo la ley del accidente. Es inútil negar que la gente nace diferente; pero eso no lo podemos cambiar, en ningún caso al comienzo. Hemos de tomar como un hecho que la gente tiene diferentes capacidades, pero no para despertar es aquí donde la gente comete un error. El despertar no depende de aquello en que se nace, depende del centro magnético, y el centro magnético depende de aquello por lo cual uno se interesa. Una persona se interesa por una cosa, y otra por otra, pero de qué depende eso, no lo sabemos, y de nada nos servirá investigar esta cuestión, porque serán solo teorías. En nuestro estado de consciencia solo podemos saber algunas cosas y debemos concentrarnos en las cosas que podemos saber, sin desperdiciar tiempo en cosas que no podemos saber.

P. ¿Nuestro centro magnético no depende en muy gran medida de causas mecánicas?

R. De ningún modo. Como dije, es cierta combinación de intereses, y no solo de intereses sino también de ideas que el hombre adquirió, de cierto conocimiento, de cierto entendimiento. Todo esto entra en el centro magnético. Es mecánico como todo lo demás, pero las influencias B son diferentes en su naturaleza, aunque al comienzo lleguen mecánicamente. Esto no es importante. El punto importante es si hay interés en las influencias B o no. He aquí cómo de la mecanicidad proviene la lucha contra la mecanicidad. El centro magnético ayuda al hombre a ver, entender y distinguir ciertas cosas. El hombre no puede apreciar la diferencia entre las ideas, no puede decir cuál es mejor y cuál es peor, cuál se le acomoda, cuál no se le acomoda, sin la ayuda del centro magnético. La acumulación de conocimiento no ayuda a crear un centro magnético; el centro magnético es un buen gusto con cuya ayuda el hombre puede tener una nueva evaluación de las ideas que llegan a su camino. La cuestión es, en esta corriente de la vida, distinguir las dos clases de influencias, sentir la diferencia entre ellas. Si un hombre no la siente, si toma las influencias B del mismo modo que las influencias A, entonces producen el mismo efecto y el centro magnético no se forma.

Luego, hay muchos peligros, porque algunas de estas ideas que constituyen la segunda clase de influencias están tan deformadas que pueden crear un centro magnético equivocado. El centro magnético debe ser muy uniforme y sano para que lleve a alguna parte; de lo contrario, es solo un estorbo y nada más.

P. ¿Cómo se sabe si uno está bajo las influencias B?

R. Las influencias B están siempre allí. Llegan originalmente del círculo interior de la vida, de esa parte de la vida que se liberó de la ley de mecanicidad, pero pueden atravesar muchas etapas antes de alcanzar al hombre, y pueden estar tan deformadas y disfrazadas que sea difícil reconocerlas, así como es difícil reconocer las ideas de origen esotérico que llegan a nosotros en forma de leyendas y mitos, o incluso supersticiones y cosas por el estilo. A veces tienen origen esotérico y entonces son influencias B.

P. Suponga que uno solo imagine que está trabajando bajo las influencias B.

R. Uno no sabe acerca de eso y no «trabaja» bajo influencias B. Uno puede interesarse por las influencias B tan solo por propio beneficio personal, profesión, fama o algo por el estilo; entonces uno pierde todo el beneficio que puede obtener de ellas. Pero si un hombre las valúa por ellas mismas, no egoístamente, no solo para su propia ganancia, si se interesa por su significado, entonces puede obtener algo de ellas. Las definiciones son muy difíciles y, en su mayoría, equivocadas, pues nuestro lenguaje corriente tiene tantas asociaciones diferentes que, a veces, una definición más precisa arruina la posibilidad de entender. Por ejemplo, usted puede decir, aunque no garantizo que eso sea siempre correcto, que la característica principal de la influencia A es que es siempre egoísta, mientras la influencia B es desinteresada. Pero la gente entiende estas palabras de manera tan diferente que esto no transmite mucho. También usted puede decir que las influencias A necesitan identificación y las influencias B pueden existir sin identificación, y que si hay identificación con las influencias B, aquélla las arruina. De hecho, cuanto más identificación hay con las influencias B, éstas más se convierten en influencias A. Pero todo esto no es suficiente para explicar la diferencia entre ellas.

P. ¿La total inmersión en las influencias B y el completo rechazo de las influencias A es una actitud correcta hacia la vida? ¿Podemos prescindir por completo de las influencias A?

R. ¿Por qué hemos de hacerlo? Las influencias A pueden ser, en la vida, intereses legítimos. Si usted no desaparece en ellas, son absolutamente inofensivas. Uno ha de aceptar todo lo que venga, sin identificarse. Las influencias A no son peligrosas en sí mismas, solo la identificación es peligrosa. De modo que no es cuestión de prescindir, solo es cuestión de tener algún interés por las influencias B, de no estar enteramente bajo el poder de las influencias A. Si la gente tiene interés por estas influencias B, tiene centro magnético; si no, no tiene centro magnético.

Después de algún tiempo, con la ayuda del centro magnético, el hombre puede hallar una escuela, o si llega cerca de una, puede reconocerla. Pero si no tiene centro magnético, no la advertirá, o no se interesará. Y si encuentra una escuela o un hombre que transmita otra clase de influencia, la influencia C, el centro magnético le ayuda a reconocer esta nueva influencia y a absorberla. Si primero no absorbió bastante las influencias B, y de ese modo carece de centro magnético, o si su centro magnético está equivocado o demasiado débil, el hombre no reconocerá la influencia C. O puede encontrar una escuela equivocada y tener instrucción equivocada, y en vez de mejorar, empeorar; en vez de adquirir, perder. La influencia C difiere de las influencias B en que es consciente, en vez de ser accidental, tanto en su origen como en su acción, mientras las influencias B son conscientes en su origen pero accidentales o mecánicas en su acción. La influencia C es la influencia de la escuela.

P. ¿Uno debe ser adulto para reconocer la influencia C?

R. No hay una norma general sobre la edad. Pero uno debe tener bastante experiencia, bastantes tentaciones de las influencias A y bastante tiempo para acumular influencias B. De otro modo, la influencia C servirá como influencia B; en otras palabras, realizará el trabajo de un instrumento más simple y no tendrá su pleno valor. Cuando la gente trató de comprender que los medios corrientes no la satisfacen, que no le dan lo que ella quiere, valora las influencias C. Pero si llega a eso, considera las influencias C en el mismo nivel que las demás, y las influencias C pierden su poder. Es muy importante entender eso.

P. Cuando se reconoce la influencia C, ¿es obligación que ésta sea la correcta para uno?

R. No, de ningún modo, usted puede tener razón o estar equivocado; eso depende de su centro magnético. Si el centro magnético está bien, usted está obligado a reconocer las cosas correctas; si está equivocado, usted puede encontrar una escuela absolutamente equivocada. Esto ocurre todos los días. ¿Por qué existen tantas escuelas absolutamente infundadas y equivocadas, sin material alguno? Porque la gente tiene un centro magnético equivocado. El caso es posible, por ejemplo, cuando un hombre, con un centro magnético equivocadamente formado, arriba a una escuela que pretende estar conectada con el esoterismo, y de hecho tal conexión no existe. En este caso, las influencias, que debieron haber sido influencias de la tercera clase, se convierten en influencias de la primera clase, esto es, que no llevan a ninguna parte.

P. ¿No hay un modo con el que uno pueda averiguar?

R. Solo con los resultados. Pero aunque la gente tenga resultados equivocados, si tiene un centro magnético equivocado, se persuade que los resultados son buenos. Uno puede engañarse sobre cualquier cosa.

Hablando en general, hay muy poca posibilidad de encontrar una escuela correcta y muchas posibilidades de escuelas equivocadas, porque una escuela debe tener influencias C, esto es, ideas directas que provengan de una mente superior. ¿Qué significa «directas»? Significa que no lleguen a través de libros, que no lleguen a través de erudición corriente, accesible a todos. Estas ideas deben proceder de otra escuela, y a esta escuela le deben llegar, a su vez, de otra escuela, y así sucesivamente, hasta que uno arribe a la fuente original. Si no hay ideas de esa índole, es solo una escuela imitativa. Esto no significa que una escuela deba estar directamente conectada con la fuente, sino que en cierto tiempo haya recibido esta clase de ideas, y que luego la gente pueda trabajar sobre ellas. Pero si no tiene ideas diferentes de las ideas corrientes, no es una escuela; entonces, a lo mejor, es una escuela en el nivel de las influencias B, esto es, una escuela filosófica o científica. Solo puede llamársela escuela si, a través de ella, uno puede hallar la dirección en orden a convertirse en el hombre N.º 4 (aunque no haya garantía de conseguir esto). De modo que, a través de la escuela, usted puede encontrar la dirección correcta solamente si usted tiene la clase correcta de escuela. Si usted llega a una clase equivocada de escuela, pierde lo que puede aprender por sí mismo.

P. ¿Qué ocurre con el centro magnético cuando se llegó a una escuela?

R. Podemos decir que se convierte en aquella parte del hombre que se interesa por el trabajo de la escuela. Vive en las influencias B, pero ahora recibe mejor material, conocimiento más concentrado que antes. Además, muchas cosas que el hombre aprendiera antes, pueden serle útiles cuando se incorporó a una escuela, particularmente después que desechó todo lo que es inútil. En la vida corriente, el hombre no sabe qué aprender y qué desechar. Por ejemplo, muchas cosas en las que la gente cree no tienen significado, pero un hombre, a menudo, no puede reconocer esto, y las considera en el mismo nivel, las que tienen significado y las que no lo tienen. Pero al estudiarse según los métodos de la escuela, aquél aprende a reconocer los valores imaginarios en él mismo, y a través de esto, a descubrir los valores imaginarios fuera de él mismo. Y después, mucho después, luego de largo trabajo, el grupo de los «yoes» o la personalidad que era el centro magnético se desarrolla en el «submayordomo».

Cuando el centro magnético está bien y el hombre se encuentra con la verdadera influencia C, ésta empieza a actuar sobre el centro magnético. Y entonces, a esta altura, el hombre se libera de la ley del accidente. Cuanto mayor es el centro magnético, el hombre es más libre de la ley del accidente. Esto significa que se libera de esta ley solamente en el punto a través del cual se conecta con la influencia C.

P. Usted dijo que, luego de ponernos en contacto con el sistema, el centro magnético se convierte en el submayordomo. ¿Éste es la semilla del «yo» permanente?

R. Lo que era el centro magnético antes que usted se encontrara con el trabajo puede convertirse después en el submayordomo, el cual significa una personalidad que vence a las otras personalidades y las conduce, pero eso no ocurre de repente. El submayordomo es mucho mayor que el centro magnético. El centro magnético se forma a partir de las influencias B, mientras el submayordomo se forma a partir de los propios esfuerzos. El centro magnético es la semilla, el germen del submayordomo.

P. ¿Qué significa la ley del accidente?

R. La vida de la máquina humana, del hombre que no puede «hacer», que no tiene voluntad ni elección, es controlada por el accidente, pues en la vida corriente las cosas ocurren mecánicamente, accidentalmente; no hay razón en ellas. Y así como la vida externa del hombre es controlada por las influencias accidentales externas, de igual manera su vida interior es también controlada por las influencias internas y externas que son igualmente accidentales. Usted entenderá eso si comprende lo que significa que el hombre está dormido, que no puede «hacer», que no puede recordarse; cuando piense en el constante fluir inconsciente de los pensamientos en el hombre, de las quimeras, de la identificación y la consideración, de las conversaciones mentales que siguen en él, de su constante desviación hacia la línea de menor resistencia. La gente piensa que los accidentes son raros, pero, en concreto, la mayoría de las cosas que le suceden son accidentales.

¿Qué significa accidente? Significa una combinación de circunstancias que no dependen de la voluntad del hombre mismo ni de la voluntad de otra persona, ni del destino, como por ejemplo dependen las condiciones de nacimiento y crianza, ni de las acciones precedentes del hombre mismo. Un accidente ocurre cuando dos líneas de acontecimientos se cruzan entre sí. Suponga que un hombre está de pie bajo el techo de una casa, protegiéndose de la lluvia, y que cae un ladrillo y le golpea en la cabeza. Eso sería un accidente. Hay dos líneas separadas de causa y efecto. Tome la línea de los movimientos del hombre y el hecho de que tuviese lugar que se parase debajo del techo de esa casa particular; en esto cada pequeñez tuvo una causa, pero el ladrillo no entró en esta línea de causa y efecto. Suponga que el ladrillo fue puesto negligentemente, que la lluvia lo aflojo y que, en cierto momento cayó. En la vida del hombre y en la vida del ladrillo no hay nada que los conecte. Las dos líneas de causa y efecto se encuentran accidentalmente.

P. Si los accidentes tiran de los hilos, ¿qué causa los accidentes?

R. Otros accidentes. Nadie crea los accidentes; considere esto de una manera simple y corriente.

En la vida las cosas suceden según tres leyes:

  1. La ley del accidente, cuando un acontecimiento sucede sin conexión alguna con la línea de acontecimientos que observamos.
  2. La ley del destino. El destino se refiere solo a las cosas con que el hombre nace: padres, hermanos, hermanas, capacidades físicas, salud y cosas por el estilo. Esto también se refiere al nacimiento y a la muerte. A veces, las cosas pueden ocurrir en nuestra vida bajo la ley del destino, y a veces son importantísimas, pero esto es muy raro.
  3. La ley de la voluntad. La voluntad tiene dos significados: nuestra propia voluntad, o la voluntad de algún otro. No podemos hablar de nuestra propia voluntad, puesto que, como somos, no tenemos ninguna. En cuanto a la voluntad de otra persona, a los fines de la clasificación, toda acción intencional de otra persona puede llamarse el resultado de la voluntad de esta persona.

Al estudiar la vida humana resulta claro que estas definiciones no son suficientes. Resulta necesario introducir, entre el accidente y el hado, la ley de causa y efecto que controla cierta parte de los acontecimientos en la vida del hombre; pues la diferencia entre los acontecimientos controlados por el accidente en el sentido estricto del vocablo y los acontecimientos resultantes de causa y efecto es abundantemente clara. Desde este punto de vista, vemos una considerable diferencia entre la gente en la vida corriente. Hay gente en cuya vida los acontecimientos importantes son el resultado del accidente. Y hay otra gente en cuyo caso los acontecimientos importantes de su vida son siempre el resultado de sus acciones anteriores, esto es, dependen de causa y efecto. La ulterior observación muestra que el primer tipo de gente, esto es, la gente que depende del accidente, nunca se acerca al trabajo de una escuela, o si lo hace, lo abandona muy pronto, pues un accidente puede traerla y otro accidente puede con igual facilidad alejarla. Solo pueden llegar al trabajo las personas cuya vida es controlada por la ley de causa y efecto, esto es que se liberaron en considerable medida de la ley del accidente y que nunca estuvieron enteramente bajo esta ley.

P. Usted dijo que el hombre es una máquina movida por las influencias externas. ¿Dónde entra entonces el control?

R. No hay control. Debemos cambiar para tener control. Todas las cosas ocurren en torno de nosotros y somos afectados por ellas. A cada momento, nuestra vida es interceptada por otras líneas, de modo que el accidente controla la mayoría de los acontecimientos. La acción de una máquina afecta a otra máquina. Estamos rodeados por posibilidades de accidente; si no sucede uno, sucede otro.

Debemos entender nuestra situación. En los hombres N.º 1, N.º 2 y N.º 3, no hay control; prácticamente, en su vida, todo es controlado por el accidente. Hay algunas cosas que son resultados de sus propias acciones, pero todas están en el mismo nivel. El control empieza en un nivel diferente, y comienza con nosotros mismos: el control de nuestras reacciones, los estados de consciencia, las funciones, etc. Luego, poco a poco, podemos llegar a alguna medida de control en el sentido de evitar una influencia y aproximarnos a otra. Es un proceso muy lento.

P. ¿Cuándo cesamos de estar bajo la ley del accidente?

R. Cuando desarrollamos la voluntad. Estar completamente libres de la ley del accidente es algo muy lejano, pero hay diferentes etapas entre la libertad completa y nuestra condición actual. En las condiciones corrientes, el accidente es opuesto al plan. El hombre que en uno u otro caso actúa según un plan, en estas acciones escapa de la ley del accidente. Pero las acciones conforme a un plan son imposibles en la vida corriente, excepto en condiciones en las que la combinación de acontecimientos accidentales posiblemente coincidan con el plan.

Las razones de porqué es imposible cumplir un plan en la vida son, primero que todo, la ausencia de unidad y constancia en el hombre mismo, y las nuevas líneas que continuamente entran en la línea de acciones del hombre y la cruzan. Esto puede ser fácilmente verificado si el hombre trata de seguir un plan en algo que no sucede o es opuesto a la tendencia general de los impulsos que operan en su vida; por ejemplo, si el hombre trata de recordarse, de luchar con los hábitos, de observarse, etc. Verá que su plan no se cumple y el resultado es absolutamente diferente de lo que se propuso, o que todo se detiene por completo y hasta se desvanece el impulso inicial y la comprensión de la necesidad y la utilidad de estos intentos. Pero si continúa estudiándose, haciendo esfuerzos, trabajando, verá que su relación con la ley del accidente cambia gradualmente. Nuestro ser sujeto a la ley del accidente es un hecho claro que no puede cambiarse por completo. Tal como somos, estaremos siempre bajo cierta posibilidad de accidente. Empero, poco a poco, podemos hacer menos posibles los acontecimientos accidentales.

La teoría de los accidentes es muy simple. Ocurren solo cuando el lugar está vacío; si el lugar está ocupado, no ocurren. ¿Ocupado por qué? Por las acciones conscientes. Si usted no puede producir una acción consciente, al menos ésta deberá llenarse con acciones intencionales. De modo que cuando el trabajo y todo lo conectado con éste se convierte de verdad en el centro de gravedad de la vida del hombre, éste se libera prácticamente de la ley del accidente.

P. ¿A qué llama usted centro de gravedad?

R. La idea del centro de gravedad puede interpretarse de muchas maneras diferentes. Es un objetivo más o menos permanente y el darse cuenta de la importancia relativa de las cosas en conexión con este objetivo. Esto significa que ciertos intereses se tornan más importantes que todo lo demás: uno adquiere una dirección permanente, no va un día en una dirección y otro día en otra; uno va en una sola dirección y conoce la dirección.

Cuanto más fuerte es su centro de gravedad, más libre está del accidente. Cuando usted cambia su dirección a cada momento, entonces a cada momento puede ocurrir algo nuevo y cada accidente puede hacerle girar en un sentido u otro. Pero si su actividad intencional, como por ejemplo el recuerdo de sí, se torna tan definida, tan intensa y tan continua como para no dejar lugar a los accidentes, estos serán mucho menos probables que ocurran, porque los accidentes necesitan espacio y tiempo. De modo que tenemos que añadir más causas que producirán resultados y así excluiremos accidentes, porque cuanto más ocupado esté nuestro tiempo con el trabajo consciente, menos espacio quedará para los acontecimientos accidentales.

P. Si uno no se identifica, si uno no considera, si uno no tiene emociones negativas, ¿esto sería crear nuevas causas?

R. Naturalmente. Pero puesto que siempre nos identificamos, siempre consideramos y tenemos emociones negativas, no podemos experimentar eso. Debemos ver que, incluso tener una emoción negativa menos, sería una nueva causa.

P. ¿Cómo es posible vivir bajo dos leyes diferentes como la del accidente y la de causa y efecto?

R. No veo la contradicción. Causa y efecto en relación con las leyes bajo las cuales el hombre vive significan el resultado de nuestras propias acciones, y «accidente» significa algo que a usted le ocurre sin relación con su acción.

P. ¿Podemos dirigir o modelar la ley del accidente ahora, o debemos esperar hasta que tengamos plena consciencia?

R. No es cuestión de esperar, si uno espera, nunca consigue nada; a cada momento uno debe hacer lo que puede. En el momento actual, podemos modelar, hasta cierto punto, la ley del accidente tan solo modelándonos. Cuanto más control tenemos sobre nosotros, más cambia la ley del accidente y, como dije, después los accidentes pueden incluso desaparecer, aunque teóricamente la posibilidad siempre subsistirá.

P. ¿Cómo creamos nuevas causas? ¿Esto significa hacer planes?

R. No, habitualmente usted hace los mismos planes que hizo toda su vida, y espera tener nuevas causas.

P. Me agradaría saber cómo disminuir el efecto del accidente sobre el propio trabajo. Cuando hago un plan para el día, a menudo es estropeado por gente que llega inesperadamente.

R. Deseche esos casos. Lo que es importante es la gente o los «yoes» que, en nosotros, entran y detienen nuestro trabajo. Por ejemplo, una emoción negativa entra y detiene el trabajo. Eso es lo que debemos impedir.

P. ¿El accidente no es necesario que sea siempre malo? ¿Puede ser también un accidente feliz?

R. Absolutamente cierto. Pero nuestro objetivo es librarnos del accidente, y después de algún tiempo, si trabajamos, podemos librarnos tanto de los accidentes buenos como de los malos.

Pregúntese si eso será mejor. Trate de entender cuánto esperamos de los accidentes buenos y cuán difícil sería la vida si tuviéramos que «hacer» todo y no «ocurriese» nada.

P. ¿Se es libre en parte de la ley del accidente si uno está en una escuela?

R. No, esto sería demasiado simple. Estar tan solo allí, no cambia nada. Acabo de explicar que uno empieza a salir de debajo de la ley del accidente si adquiere lo que llamamos un centro de gravedad, lo cual significa que el trabajo sobre uno mismo se torna especialmente importante, suficientemente importante para ocupar un gran lugar en la vida del hombre. Esto crea cierta clase de equilibrio y, poco a poco, prescinde del accidente.

P. ¿Usted quiso decir que, cuando estamos más conscientes, no estamos más afectados por la ley del accidente?

R. Además, el estar consciente no hace eso por sí mismo. Cuando en nosotros se interrumpen los accidentes interiores, eso nos hará más libres de los accidentes externos. Hay demasiadas cosas accidentales en nosotros y, como dije, podemos librarnos de estas cosas accidentales solo creando un centro de gravedad, cierto peso permanente, peso en el sentido que nos mantiene más equilibrados.

P. ¿Por qué está tan seguro que uno no puede desarrollarse salvo a través de una escuela?

R. ¡Hay tantas dificultades! Si trata de entender estas dificultades, verá que sin método, sin ayuda, uno no puede moverse: uno seguirá siendo lo que es, o más bien descenderá, pues nada permanece en el mismo estado. Si uno no se desarrolla, desciende. En la vida, en las condiciones corrientes, todo desciende, o una capacidad puede desarrollarse a expensas de otra. Todas las capacidades no pueden desarrollarse sin la ayuda de una escuela, pues el sistema y el método son necesarios.

Pero antes de decir porqué las escuelas son necesarias, debe comprenderse para quién son necesarias, porque las escuelas no son necesarias para la vasta mayoría de las personas. Son solo necesarias para quienes ya comprendieron lo inadecuado del conocimiento reunido por la mente corriente y que sienten, por sí mismos, que con su propia fuerza no pueden resolver los problemas que los rodean ni encontrar el camino correcto. Solo tales personas son capaces de vencer las dificultades conectadas con el trabajo de una escuela, y solo para ellas las escuelas son necesarias.

Y a fin de entender porqué las escuelas son necesarias, uno deberá comprender que el conocimiento que proviene de hombres de mente superior puede transmitirse solo a una cantidad muy limitada de personas simultáneamente y que es necesaria la observancia de toda una serie de condiciones definidas, sin lo cual el conocimiento no puede transmitirse correctamente.

La existencia de estas condiciones y la imposibilidad de obrar sin ellas explica la necesidad de una organización. La transmisión del conocimiento demanda esfuerzos por parte de quien lo recibe y por parte de quien lo da. La organización facilita estos esfuerzos y los hace posibles. Estas condiciones no pueden producirse por sí solas. Una escuela solo puede organizarse según cierto plan definido elaborado y conocido hace mucho tiempo. En las escuelas no puede haber nada arbitrario ni improvisado. Pero las escuelas pueden ser de diferentes tipos, correspondientes a diferentes caminos. Hablaré después de los diferentes caminos.

P. ¿Puede explicarse en qué consisten estas condiciones?

R. Estas condiciones están conectadas con la necesidad de un desarrollo simultáneo del conocimiento y del ser. Como dije antes, el desarrollo de uno sin un correspondiente desarrollo del otro da resultados equivocados. Las escuelas son necesarias para evitar tal desarrollo unilateral y los resultados indeseables conectados con esto. Las condiciones de la enseñanza de la escuela son tales que, desde los primeros pasos mismos, el trabajo progresa simultáneamente a lo largo de dos líneas, la línea del conocimiento y la línea del ser. Desde los primeros días en la escuela, el hombre empieza a estudiar la mecanicidad y a luchar contra la mecanicidad en él mismo, contra las acciones involuntarias, contra la charla innecesaria, contra la imaginación, contra la expresión de las emociones negativas, contra las quimeras y contra el sueño. Al dar un paso a lo largo de la línea del conocimiento, el hombre debe dar un paso a lo largo de la línea del ser. Los principios de la escuela funcionan, todas las exigencias se efectúan sobre él, todos le ayudan a estudiar su ser y a trabajar para cambiarlo.

P. Si no hay esperanza de alcanzar un grado superior de consciencia sin una escuela, ¿esto excluiría a tantos que, no por su culpa, jamás entran en contacto con la escuela correcta y que, sin embargo, desean urgentemente progresar?

R. Es imposible tener en cuenta estas cosas, porque el hombre vive hasta tal punto bajo la ley del accidente, y el hombre individual es tan pequeño e insignificante. Pensamos que somos importantísimos, pero en realidad no somos importantes para nada. A fin de volvernos importantes, debemos primero llegar a ser algo, pues tal como somos, prácticamente no somos nada. ¿Quién podría interesarse por nuestro desarrollo, excepto nosotros mismos? De modo que encontrar realmente una escuela que corresponda al tipo de uno (pues uno puede encontrar una escuela que no corresponda a su propio tipo o a su propio desarrollo) es, en gran medida, una cuestión de suerte.

P. ¿No se trataría de un caso de querer lo suficiente, pues se dijo: «buscad y hallaréis»?

R. Con excepción de circunstancias muy difíciles, en que el destino, el accidente y la causa y el efecto marchan todos contra un hombre, si el hombre busca realmente, puede encontrar. Buscará una escuela con la ayuda de su centro magnético; pero si el centro magnético no está formado, no puede empezar.

P. ¿Dónde conducen las escuelas?

R. Ésta es una pregunta interesante porque también responde otras preguntas sobre las diferencias en los hombres. Con la ayuda de una escuela usted puede conseguir lo que quiere, pero primero debe formular lo que usted quiere. Antes se formuló una pregunta sobre si una escuela conduce máquinas, qué es bueno para ellas. Si es una escuela real, no llevará a las máquinas a ninguna parte, porque las máquinas tienen su propio destino en el universo y nadie puede hacer nada por ellas. Pero una escuela puede ayudar a las personas que están cansadas de ser máquinas; puede mostrarles el camino para que cesen de ser máquinas y enseñarles cómo puede hacerse eso. Eso es todo lo que una escuela puede hacer, y, sin una escuela, eso no puede lograrse.

P. ¿Qué constituye una escuela?

R. Hablando en general, una escuela es un lugar en el que se puede aprender algo. Puede haber escuelas de idiomas modernos, escuelas de música, escuelas de medicina, etc. Pero la clase de escuela a que me refiero es no solo para aprender sino también para volverse diferente. Se explicó antes, que nadie puede trabajar solo, sin una escuela. Asimismo, debe ser ahora claro para usted que a un grupo de personas que decidan trabajar por sí mismas no llegarán a ninguna parte, porque no sabrían cuán ir ni qué hacer. De modo que podemos decir que una escuela es una organización para la transmisión, a cierta cantidad de personas preparadas, del conocimiento proveniente de una mente superior. Ésta es la característica más esencial de una escuela. Otro hecho importantísimo es la selección de los estudiantes. Solo las personas de cierta preparación y cierto nivel de entendimiento son admitidas en una escuela real. Una escuela no puede estar abierta para todos, no puede estar abierta para muchos. Las escuelas pueden ser de muy diferentes niveles, dependiendo de la preparación y del nivel del ser de los estudiantes. Cuanto mayor es el nivel de la escuela, mayores las exigencias efectuadas sobre los estudiantes. De modo que desde este punto de vista, las escuelas se dividen en grados. Hay escuelas donde los hombres N.º 1, N.º 2 y N.º 3 aprenden a cómo convertirse en el hombre N.º 4 y adquirir todo el conocimiento que les ayudará en este cambio. El próximo grado son las escuelas donde los hombres N.º 4 aprenden a convertirse en el N.º 5. No es necesario que hablemos de otros grados, puesto que están demasiado lejos de nosotros. Pero incluso en las escuelas de grado más bajo, el comienzo del trabajo de la escuela ya significa cierta preparación. Uno no puede pasar directamente de lo absurdo de la vida corriente a la escuela. Aunque una escuela haga todo lo posible para darle algo al hombre, si éste no está preparado, si no sabe cómo tomarlo, no puede dárselo.

P. ¿Qué significa estar preparado?

R. Primero que todo, es necesario estar listo para cualquier nivel en el que uno pueda empezar, no solo desde el punto de vista del conocimiento, sino también desde el punto de vista del ser. Uno debe darse cuenta de su propia situación, saber lo que uno no puede hacer por sí mismo, comprender que uno necesita ayuda, y muchas otras cosas. Eso depende de lo que una persona necesite en una escuela. Nadie necesita una escuela como tal, pero si uno necesita algo, entonces necesita una escuela a fin de obtenerlo. Estar preparado significa que uno debe ya conocerse hasta cierto punto; debe conocer su propio objetivo; debe conocer el valor de sus propias decisiones; debe haber cierta eliminación de la mentira para con uno mismo; uno debe poder ser sincero con uno mismo.

Lamentablemente, la influencia C se convierte muy a menudo en la influencia B si las personas acuden a una escuela sin estar preparadas. Después, tal vez luego de largo tiempo, pueden oír las mismas cosas que oyeron cuando llegaron por primera vez y descubrir en ellas un nuevo significado. Entonces esto se convierte en la influencia C. Hay muchas ideas que, si se las entiende correctamente, pueden convertirse en la influencia C.

Además, uno solo puede entrar en una escuela cuando ya perdió, o está preparado para perder, por lo menos cierta cantidad de obstinación. La obstinación es el principal obstáculo para entrar en una escuela, porque una escuela significa no solo aprender algo sino también disciplina. Y algunas personas tal vez encuentren aburrida la disciplina, o innecesaria.

P. ¿Hay una forma de examen que uno deba aprobar antes de poder ingresar en una escuela?

R. El examen es casi continuo, prosigue todo el tiempo, y no solo antes que uno ingrese en una escuela, sino también cuando uno está en ella.

P. Debe haber una razón por qué algunas personas ven la posibilidad de cambio y otras no.

R. Sí, hay razones. Es una especie de instrucción previa de la mente. La mayoría de la gente tiene la misma posibilidad, pero algunos acumulan material y están preparados para el cambio, y otros no, Pero aunque estén preparados, necesitan ayuda y han de realizar esfuerzos.

P. ¿La gente puede desear cambiar y hallarlo imposible?

R. A veces, la resistencia es demasiado grande; por ejemplo, la imaginación puede ser demasiado fuerte y la gente se rehúsa a librarse de ella. O, como dije, a veces el centro magnético puede estar formado de manera equivocada. Hay personas con dos o más, centros magnéticos que miran en diferentes direcciones. Entonces, jamás pueden interesarse por algo durante largo tiempo. Pero si uno tiene un centro magnético correctamente formado, todos estos intereses se conectan y ésta puede ser una cosa muy poderosa.

P. Usted dijo que si la gente no está preparada, la influencia C se convierte para ella en influencia B. ¿Eso se debe a que no tiene nada para juzgarla?

R. No solo debido a eso; porque no tienen valuación de las ideas, toman todas las ideas en el mismo nivel.

P. ¿Las emociones negativas impiden que uno ingrese en la influencia C?

R. Si usted tiene una gran cantidad de emoción negativa, ésta forma una nube que impide no solo que llegue a usted la influencia C sino incluso la influencia A.

Hace tiempo se estableció que, aunque existan las influencias C, uno no puede obtenerlas por sí mismo. Esto significa que hay algo que uno ha de vencer a fin de entender, y, a fin de entender más, uno ha de vencer algo más. He aquí por qué la escuela es necesaria. En la escuela usted no puede engañarse, y se le puede explicar por qué usted no entiende. Como dije, hay muchos grados de escuelas. Las escuelas que empiezan en el nivel corriente de la vida son muy elementales. En ellas hay necesariamente ciertas reglas y condiciones. Si uno las olvida, o se formula excusas, no puede realmente considerarse como que está en una escuela.

P. ¿Uno puede disciplinarse para la vida de la escuela sin estar disciplinado para las convenciones corrientes?

R. La disciplina de la escuela se basa en el entendimiento: esto es totalmente diferente.

P. ¿No existe el peligro de tomar la disciplina como un escape de la responsabilidad?

R. Entonces uno fracasará.

P. ¿Hasta qué punto uno puede desarrollar el ser sin una escuela?

R. Sin escuelas no es posible ningún desarrollo real del ser, o más bien, es posible hasta cierto punto, pero generalmente incompleto. El desarrollo correcto del ser es imposible sin escuelas, porque uno no puede vigilarse, no puede ser suficientemente estricto consigo mismo. Y no es solo cuestión de ser estricto: uno simplemente no puede recordar las cosas en el tiempo correcto, olvidará o hará las cosas fáciles para sí. Si fuese posible trabajar por uno mismo, las escuelas serían desperdiciar el tiempo y los sistemas no serían necesarios; pero puesto que existen, esto significa que, sin ellas, es imposible. Uno no puede tener ningún plan, ningún sistema por uno mismo. ¿Cómo puede uno desarrollarse sin un plan o sistema? ¿Cómo puede hacerse algún trabajo? ¿Cómo puede uno obtener el conocimiento necesario, entender la propia posición, saber qué hacer? Uno no puede siquiera obtener el conocimiento preliminar con el cual empezar.

P. ¿Las escuelas contienen necesariamente gente de consciencia superior?

R. No las contienen, no podemos esperar eso, pero, como dije, una escuela no puede iniciarse sin el conocimiento procedente de hombres de una mente superior.

P. ¿Una escuela me ayudará a tomar decisiones que afectarán el futuro?

R. Todo lo que puedo decir es que lo que usted haga hoy, lo hará mañana, de modo que mañana depende de lo que haga hoy. Usted puede cambiar el futuro ahora, eso es lo que debe entenderse. En la vida corriente, usted no puede cambiar nada, pero cuando empieza a saber más, tiene más poder para cambiar.

Las escuelas no son todas las mismas. Para una clase de gente es necesaria una clase de escuela, para otra clase de gente hay otra clase de escuela. No hay una escuela universal para todas las clases de gente. Esto nos trae al tema de los diferentes caminos. Pero antes de hablar de los caminos, es necesario comprender que, hace miles de años, la gente llegó a la idea de que el hombre puede cambiar, que puede adquirir algo que no obtuvo. Lo que podemos adquirir fue expresado de distintas maneras y encarado desde diferentes ángulos, pero la idea general fue siempre la misma: que el hombre puede desarrollarse, que puede adquirir algo nuevo. De modo que se formaron tres caminos correspondientes a la división del hombre en hombre N.º 1, N.º 2 y N.º 3.

El primer camino es el camino del Faquir. Es un camino largo, difícil e incierto. El faquir trabaja sobre el cuerpo físico, sobre la conquista del dolor físico.

El segundo camino es el camino del Monje. Este camino es más corto, más seguro y más definido. Requiere ciertas condiciones, pero sobre todo requiere fe, porque si no hay fe, el hombre no puede ser un verdadero monje.

El tercer camino es el camino del Yogui, el camino del conocimiento y de la consciencia.

Cuando hablamos de los tres caminos, hablamos de principios. En la vida actual, se los encuentra raras veces en forma pura, pues en su mayoría están mezclados. Pero si usted conoce el principio, cuando estudie las prácticas de la escuela podrá separar qué práctica pertenece a cada camino. Cuando hablamos de los yoguis, en realidad solo tratamos del Jnana-Yoga y del Raja-Yoga. El Jnana-Yoga es el yoga del conocimiento, de un nuevo modo de pensar. Enseña a pensar en diferentes categorías, no en las categorías del espacio y del tiempo, y de la causalidad. Y el Raja-Yoga es el trabajo sobre el ser, sobre la consciencia.

Aunque en muchos aspectos estos caminos son muy diferentes, lo característico de ellos es que el primer paso es el más difícil. Desde el primer momento mismo tiene usted que renunciar a todo y hacer lo que se le dice. Si conserva una sola cosa pequeña, no podrá seguir ninguno de estos caminos. De modo que, aunque los tres caminos son buenos en muchos otros aspectos, no son lo suficientemente elásticos. Por ejemplo, no se amoldan a nuestro actual modo de vida. El Faquir es un exagerado hombre N.º 1 con pesado predominio del centro instintivo motor. El Monje es un exagerado hombre N.º 2 con el centro emocional desarrollado y los otros subdesarrollados. El Yogui es un exagerado hombre N.º 3 con el centro intelectual desarrollado y los otros no suficientemente desarrollados. Si solo existiesen estos tres caminos tradicionales, no habría nada para nosotros, pues estamos demasiado sobre educados para estos caminos. Pero existe un Cuarto Camino que es un camino especial, no una combinación de los otros tres. Es diferente de los otros, primero que todo, en que no hay un renunciamiento externo a las cosas, pues todo el trabajo es interior. El hombre debe empezar el trabajo en las mismas condiciones en que se halla cuando lo encuentra, porque estas condiciones son las mejores para él. Si empieza a trabajar y estudiar en estas condiciones, puede alcanzar algo, y después, si es necesario, podrá cambiarlas, pero no antes de que vea la necesidad de ello. De modo que, al principio, uno continúa viviendo la misma vida que antes, en las mismas circunstancias que antes. En muchos aspectos, este camino demuestra ser más difícil que los otros, pues no hay nada más difícil que cambiarse internamente sin cambiar externamente.

Luego, en el Cuarto Camino, el primer principio es que el hombre no debe creer nada; debe aprender; de manera que la fe no entra en el Cuarto Camino. Uno no debe creer lo que oiga o lo que se le aconseje; debe encontrar las pruebas de todo. Si se convence que algo es cierto, entonces puede creerlo, pero no antes. Éste es un breve esbozo de la diferencia entre los cuatro caminos.

P. ¿Por qué es equivocado creer?

R. La gente cree o no cree cuando es demasiado perezosa para pensar. Usted debe escoger, tiene que convencerse. Se le dijo que debe recordarse, pero sería un error que se recordase porque se lo dijeron. Primero, debe comprender que no se recuerda y qué significa esto, y luego, si realmente comprende que lo necesita y le agradaría recordarse, lo hará del modo correcto. Si simplemente lo hace copiando a alguien, lo hará del modo incorrecto. Debe comprender que lo está haciendo por usted mismo, no porque alguien se lo dijo.

P. ¿El Cuarto Camino es para algún tipo especial de hombre?

R. Sí, si le agrada: para un tipo de hombre que no puede seguir otros caminos.

P. ¿Insume más tiempo?

R. Puede ser el más breve de todos, porque en él entra más conocimiento. El Cuarto Camino se llama a veces el camino del «hombre astuto». El hombre astuto sabe de los tres caminos tradicionales, pero también sabe más de lo que ellos saben. Suponga que la gente, en todos los caminos, trabaja para obtener cierto estado necesario para un trabajo particular que tiene que realizar. El hombre astuto producirá este estado en el tiempo más breve de todos; pero debe saber cómo hacerlo, debe conocer el secreto.

P. ¿Cuál es el significado especial que se atribuye a los vocablos «hombre astuto»?

R. ¿Qué entiende usted por astucia?

P. Lo indirecto.

R. Sí, muchas cosas no pueden obtenerse directamente. Esta idea es usada, en muy gran medida, en el Nuevo Testamento, solo que no se le da el nombre de «astuto». Hay situaciones tan difíciles que no se puede ir directamente, es necesario ser «astuto».

P. ¿Cualquiera puede ir por el Cuarto Camino?

R. No, porque requiere entendimiento y esfuerzos. Uno debe estar preparado para realizar esfuerzos.

P. ¿Cómo puede cualquiera decir si tomó para sí el camino correcto?

R. Por los resultados. Usted encuentra un sistema y empieza a trabajar. Luego de un tiempo, usted deberá poder decir qué obtuvo de él. No es muy difícil. Ciertamente, en la mayoría de los casos esto parecerá, al principio, adquisiciones intelectuales, pues usted adquiere nuevas ideas, nuevo conocimiento. Pero esto está tan ordenado que adquirir nuevas ideas en el sistema se conecta con cierto cambio en el entendimiento, en la atención, en la voluntad, etc. Uno no puede obtener nuevas ideas de un modo correcto sin cierto cambio.

P. Si los cuatro caminos son caminos hacia el mismo objetivo, ¿cuál es el factor, o la principal cualidad común a todos ellos?

R. Lo que es similar en todos los caminos es la posibilidad de cambiar el ser. Si usted piensa en todo lo que constituye el ser, como el trabajo equivocado de los centros, la identificación, la consideración, las emociones negativas, la ausencia de unidad, etc., entenderá que todo esto puede cambiarse en cada uno de los cuatro caminos: en el camino del Faquir, mediante la conquista del sufrimiento físico; en el camino del Monje, mediante la creación de la emoción religiosa; en el camino del Yogui, mediante la adquisición del conocimiento y el trabajo sobre la consciencia. Los caminos son los mismos, pero la gente es diferente; el hombre que puede ir por un camino, no puede ir por otro. Hay cuatro claras categorías de personas en nuestros tiempos, según las cuales se dividen los caminos. No quiero decir que siempre haya sido así, sino que ahora es definidamente así. Esta división está conectada no tanto con la gente que es N.º 1, N.º 2 o N.º 3 como con que hay personas de un solo centro, personas de dos centros, personas de tres centros, personas de cuatro centros. Esto significa personas en las que un centro está plenamente desarrollado, mientras los otros están sin desarrollar, o dos centros desarrollados y los otros sin desarrollar, o tres centros desarrollados y el cuarto subdesarrollado, o cuatro centros desarrollados más o menos igual. Esto constituye la división en los cuatro caminos.

P. ¿Este sistema es el Cuarto Camino?

R. Ésta es una formulación equivocada. Usted puede preguntarse: «¿Este sistema pertenece al camino del Faquir, al camino del Monje, o al camino del Yogui? No, pero puede pertenecer al Cuarto Camino». Usted no puede decir que este sistema es el Cuarto Camino; el Cuarto Camino es muy grande, y este sistema es, en comparación, muy pequeño.

P. ¿Es solo en relación con las escuelas que el centro magnético opera?

R. En el camino religioso, es necesario un centro magnético diferente. Un centro magnético que lo lleva a uno a una escuela yóguica o a un monasterio es diferente del centro magnético que lo lleva a uno incluso hasta un grupo que posiblemente conduzca a la escuela del Cuarto Camino. Con esa clase de centro magnético uno no podría trabajar aquí, la gente no tendría bastante iniciativa. En el camino religioso debe obedecer. En este camino, la gente debe tener mentes más amplias, debe entender. En las escuelas yóguicas y en el camino religioso uno puede seguir largo tiempo sin entender, simplemente haciendo lo que se le dice. Aquí, los resultados son proporcionales al entendimiento.

P. ¿El centro magnético de diferentes personas puede ser atraído por ideas diferentes? ¿El punto de partida está conectado con eso?

R. Sí, pueden ser muy diferentes, pero en relación con este sistema debe haber cierta semejanza de los centros magnéticos, de modo que las personas puedan trabajar juntas; porque en cierto período, clase y educación, las personas tienen más o menos el mismo material.

P. ¿El Cuarto Camino abarca a los otros tres caminos?

R. No, ésta es una descripción equivocada, porque el Cuarto Camino no tiene muchas cosas que entran en los tres primeros caminos, y tiene muchas otras cosas que no entran en los tres caminos. La idea del Cuarto Camino es que desecha, de los tres caminos, todo lo que es innecesario en ellos, porque además de las cosas necesarias, los tres caminos tienen otras cosas que han permanecido allí puramente por tradición, imitación, etc.

En el Cuarto Camino, todos los lados que pueden desarrollarse, se desarrollan al mismo tiempo, y esto lo toma diferente de los otros caminos en los que, primero, usted desarrolla un lado, y luego, retrocede y desarrolla otro, luego retrocede otra vez y desarrolla un tercer lado. En el Cuarto Camino los cuatro centros, en total, deben estar más o menos vivos, en la superficie, abiertos para recibir las impresiones; de otro modo es necesario un largo trabajo preliminar para abrirlos antes que uno pueda empezar.

P. ¿El Cuarto Camino no es realmente con creces el más difícil, debido a la continua elección acarreada bajo condiciones de máximas distracciones externas?

R. Eso depende de lo que usted llame muy difícil. Los otros tres caminos necesitan grandísima decisión precisamente al comienzo, cuando usted realmente no sabe nada. Tiene que renunciar a todo absolutamente. Si puede hacer eso, y si tiene otras cualidades que son necesarias, usted puede ir por el camino del Monje, o el camino del Yogui, si puede encontrar una escuela de Monjes o de Yoguis. Pero si no conoce tales escuelas y si descubre que no puede renunciar siquiera a las cosas pequeñas, entonces ciertamente éste es el único camino posible para usted. No es cuestión de más o menos difícil; es cuestión de qué es muy posible. Entonces, si piensa, descubrirá que hay solo un camino que es posible.

P. ¿En las escuelas del Cuarto Camino, hay algo igual al estado de oración, y de ser así, éste llega con el recuerdo de sí?

R. Sí, en todos los caminos uno ha de atravesar las mismas experiencias, solo que en un orden diferente. Ciertamente, el recuerdo de sí, la no identificación y las demás prácticas varias darán exactamente las mismas sensaciones personales que las elevadas emociones de orden religioso o intelectual. Recuerde que el hombre fue comparado con una casa de cuatro habitaciones. ¿Qué significa el desarrollo? Significa trabajar en las cuatro habitaciones, solo que el orden de las habitaciones en que el hombre trabaja es diferente en los distintos caminos. En el Cuarto Camino, el trabajo se realiza en las cuatro habitaciones en total, a la vez.

P. ¿Esta organización es una escuela?

R. Ésta es una pregunta interesante: ¿Podemos llamarnos escuela? Hasta cierto punto podemos, porque adquirimos cierto conocimiento y, al mismo tiempo, aprendemos cómo cambiar nuestro ser. Pero debo decir, en relación con esto, que al comienzo de nuestro trabajo, en San Petersburgo, en 1916, se nos hizo entender que una escuela, en el sentido pleno del término, debe consistir en dos grados, esto es, debe tener dos niveles en ella; un nivel, en el que los hombres N.º 1, N.º 2 y N.º 3 aprenden a convertirse en el N.º 4, y el otro nivel en el que los hombres N.º 4 aprenden a convertirse en el N.º 5. Si una escuela tiene dos niveles, tiene más posibilidades, porque una doble organización de esta índole puede dar mayor variedad de experiencia y realizar el trabajo con mayor rapidez y seguridad. De modo que, aunque en cierto sentido podemos llamarnos una escuela, es mejor usar este término para una organización más grande.

P. Por lo que usted dijo, ¿entendí que esto no es exactamente una escuela?

R. Para algunas personas puede ser una escuela, para otras no. Siempre ocurre algo así. No puede ser definido ni puede ser lo mismo para todos.

P. Si todavía no está preparada para que se la llame escuela, ¿qué puede hacer que lo sea?

R. Solo el trabajo de sus miembros sobre su propio ser, la comprensión de los principios del trabajo de la escuela y cierta clase bien definida de disciplina. Si queremos crear una escuela, porque hemos llegado a la conclusión de que no podemos cambiar por nosotros mismos sin ella, debemos tomar parte en la construcción de la escuela. Éste es el método del Cuarto Camino. En el camino religioso, ya existen escuelas, pero aquí, si queremos una escuela, debemos tomar parte en la construcción de ella. Pero primero debemos aprender. Cuando usted sepa bastante, sabrá qué hacer.

P. ¿Usted dijo que cómo escapar, se puede aprender solo de aquéllos que escaparon antes?

R. Totalmente cierto: en la alegoría de la prisión. Y esto significa que una escuela solo puede comenzar de otra escuela. Este sistema solo puede tener valor si proviene de una mente superior. Si tenemos razón para creer que solo proviene de una mente corriente, como la nuestra, no puede tener valor y nada podemos esperar de él. Entonces es mejor que se siente y escriba su propio sistema.

P. ¿En una escuela, sería posible para todos progresar del N.º 4 al N.º 5, o solo para unos pocos?

R. En el principio no hay limitación. Pero debe entender que hay una enorme diferencia entre el hombre N.º 4 y el hombre N.º 5. El hombre N.º 4 es un hombre que adquirió un centro permanente de gravedad, pero en todo lo demás es un hombre corriente. El hombre N.º 5 es muy diferente. Ya tiene unidad, un «yo» permanente, el tercer estado de consciencia. Esto significa que está despierto, que puede recordarse siempre que lo necesite, y en él trabaja el centro emocional superior que le da muchos nuevos poderes.

P. ¿Es peor no poder seguir con el sistema que no haber empezado?

R. Si usted empezó, nadie puede detenerle, salvo usted mismo.

P. ¿Cómo puede conciliarse eso con lo que usted dijo sobre que en esto no hay garantía?

R. Eso depende de su trabajo. ¿Cómo puedo garantizar su trabajo? Lo que podemos obtener depende de nuestros propios esfuerzos, y uno debe trabajar por propio riesgo. Pero luego de un tiempo empieza a ver: «Obtuve esto que antes no tenía» y «Obtuve aquello que antes no tenía». Así, poco a poco, uno puede estar más seguro.

P. ¿Qué estudia una escuela?

R. Estudia las posibilidades de desarrollo de las cualidades interiores del hombre. Empieza con la idea de que no todas las cualidades pueden desarrollarse igual. A fin de que ciertas cualidades se desarrollen, otras cualidades han de refrenarse, y algunas otras tienen que irse. Suponga que usted tiene cien cualidades. De éstas, suponga que treinta pueden desarrollarse y setenta no pueden. Entonces, usted tiene que refrenar aquellas setenta a fin de que puedan desarrollarse las treinta. Y en las escuelas tienen cierto conocimiento sobre cuáles cualidades pueden y cuáles no pueden desarrollarse, qué condiciones son buenas, cómo refrenar ciertas cualidades, cómo desarrollar otras. Las diferentes escuelas enseñan de distintas maneras. Por ejemplo, esta clase de escuela dice simplemente: desarrolla solo la consciencia y todo lo demás te será dado por añadidura; y para eso uno deberá luchar con las emociones negativas, la mentira, la identificación, la consideración, la imaginación, etc.

P. Usted dijo que debemos verificarlo todo, pero si solo podemos saber lo que nosotros mismos hemos experimentado, ¿esto no nos limita a un mundo muy pequeño?

R. No solo sabemos lo que nosotros experimentamos, sabemos lo que los demás han experimentado. La idea total de la escuela es estudiar sobre la base de la experiencia de otras personas, no personas como nosotros somos, sino personas de mente superior; de otro modo, no puede haber escuela. Si una escuela se limita solo a lo que nosotros conocemos, entonces no hay escuela.

P. ¿No es la creencia de que existe algo más allá de lo que conocemos lo que nos hace buscarlo?

R. Hay muchas cosas más allá, solo que debemos entender que nuestra posibilidad de saber, de saber realmente, es muy limitada en la condición actual. Podemos formular problemas, podemos construir teorías, pero no podemos hallar respuestas para ellos, o podemos hallar respuestas meramente teóricas, de modo que una respuesta es tan buena como otra. Pero podemos esperar y esperamos que si cambiamos nuestro estado de consciencia y perfeccionamos nuestra maquinaria interior, tal vez sepamos más.

P. ¿La escuela significa iniciación de sí?

R. ¿Qué significa iniciación de sí? Son todas palabras. ¿Qué significa ser iniciado en el idioma chino? Significaría aprenderlo, que le enseñen a uno. Usted no puede ser iniciado en chino por imposición de manos. La iniciación es trabajo. Dos personas pueden estar en la misma escuela, y para una será una escuela de un nivel y para otra una escuela de otro nivel. Y para una tercera puede no ser una escuela. Depende de cuán profundamente esté uno en ella. La escuela más elevada puede estar en un nivel muy bajo, y esa misma escuela puede estar en niveles diferentes, dependiendo de la gente que esté en ella. Esto requiere trabajo y recordar el objetivo.

P. Si las escuelas son tan importantes, ¿por qué no tienen más influencia en el mundo?

R. Las escuelas solo pueden actuar a través de las personas que están interesadas en ellas. Nada pueden hacer si están rodeadas por personas indiferentes. La posibilidad de que las escuelas influyan sobre la vida está condicionada por la actitud general hacia ellas. A fin de tener influencia, las escuelas deben tener personas que estén interesadas y que obedezcan. Pero esto debe venir desde abajo, no pueden producirlo las escuelas. Las escuelas pueden arrojar en el mundo las influencias B, pero si las personas no se interesan por aquéllas, las escuelas nada pueden hacer. No pueden usar la violencia.

P. ¿Una escuela puede perder al dar su conocimiento?

R. Una escuela puede perder de muchas maneras diferentes. Llegaremos después a esta cuestión. Esto depende de a quién dé. Si da en general y no recibe nada, ciertamente perderá. Si uno tiene dinero y lo empieza a dar a todos, lo merezcan o no, con seguridad perderá su propio dinero.

P. Dijo usted que si queremos una escuela debemos tomar parte en su construcción. ¿Cómo podemos hacer eso?

R. Usted debe recordar que el nivel de la escuela depende del nivel del ser de las personas que la constituyen. Si no hay bastantes personas con centro magnético, no puede haber escuela. Pero no es solo asistir a las platicas y aceptar lo que se oye lo que muestra la presencia de un centro magnético.

P. ¿La difusión de las ideas y del lenguaje de la escuela entre la gente sería de alguna ayuda desde el punto de vista de la escuela?

R. Las ideas no pueden difundirse en la forma correcta: es importante entender eso. Sería muy bueno si eso pudiese hacerse, pero no se puede. Quedarían las palabras, pero las ideas mismas serían diferentes. Si bastase difundirlas, ¿por qué son necesarias las escuelas? El lenguaje se difundirá, tal vez incluso en nuestra vida, pero las ideas entrarán en la circulación general de forma equivocada. Por ejemplo, no habría distinción entre «hacer» y «ocurrir».

P. Hablamos de escuelas y niveles diferentes. ¿No es más bien una confusión? ¿Qué significan los niveles superiores?

R. ¿Por qué encuentra confusa la idea de los niveles superiores? Por ejemplo, podemos tomar esta idea de los niveles muy simplemente en relación con nosotros mismos: usando todas nuestras capacidades mentales podemos pensar solo hasta cierto nivel, pero si pudiéramos usar los centros superiores, por ejemplo, el centro emocional superior que ya necesita un recuerdo de sí más o menos completo, entonces ciertamente sobre el mismo tema podríamos pensar de modo muy diferente y descubrir muchas más conexiones en las cosas, qué ahora no advertimos. Eso muestra diferentes niveles de pensamiento, y a veces realmente tenemos vislumbres de un nivel superior del pensamiento, de modo que poseemos algún material para la observación, porque incluso ahora podemos pensar de modo diferente sobre el mismo tema. Y en cuanto a los diferentes niveles de personas, nos encontramos con los resultados del trabajo de personas obviamente pertenecientes a los planos superiores; no podemos decir que nuestra experiencia de la vida corriente se limita a los resultados del trabajo de la gente como nosotros. Tome el Nuevo Testamento, y hay también obras de arte, escritos esotéricos, literatura cristiana, etc., que evidentemente no pueden pertenecer a la gente corriente. La existencia de personas de desarrollo superior no es imaginación, no es una hipótesis, sino un hecho real. De modo que no entiendo de qué modo esto es confuso; no veo cómo uno puede pensar sin reconocer este hecho. Es un hecho claro que las personas no solo existen en el nivel en el que estamos sino que pueden existir en diferentes niveles.

Desde este punto de vista, la humanidad puede ser considerada como dividida en cuatro círculos concéntricos. Los tres círculos interiores se llaman Esotérico, Mesotérico y Exotérico. El cuarto es el círculo exterior en el que viven los hombres N.º 1, N.º 2 y N.º 3. Las escuelas actúan como puertas a través de las cuales el hombre N.º 4, que está entre el círculo exterior y el círculo Exotérico, puede pasar. El hombre N.º 5 pertenece al círculo Exotérico, el hombre N.º 6 al círculo Mesotérico, y el hombre N.º 7 al círculo Esotérico o más interior. El círculo exterior es llamado también el círculo de la confusión de las lenguas, pues en este círculo las personas no se entienden entre sí. El entendimiento solo es posible en los círculos interiores.

Todo esto significa que hay grados. El hombre que vive en el círculo exterior está bajo la ley del accidente, o, si tiene una esencia fuertemente expresada, su vida está más gobernada por las leyes de su tipo o las leyes del destino. Pero cuando un hombre empieza a trabajar hacia la consciencia, ya tiene dirección. Esto significa un cambio, tal vez no perceptible, pero, no obstante, cósmicamente un cambio. Solo el esfuerzo individual puede ayudar al hombre para que pase del círculo exterior dentro del círculo Exotérico. Lo que se refiere a un hombre en el círculo exterior no se refiere a un hombre que empieza a trabajar. Está bajo diferentes leyes, o más bien, las diferentes leyes empiezan a tocar a un hombre que empieza a trabajar. Cada círculo está bajo diferentes leyes.