[1] O. D. Gallagher, «Five Waited for a City to Die», en Frank C. Hanighan (ed.), Nothing but Danger: Thrilling Adventures of Ten Correspondents in the Spanish War, Londres, 1940. Como el título de ese capítulo suyo da a entender, Gallagher era uno de los cinco únicos periodistas extranjeros que permanecían aún en Madrid a finales de marzo de 1939. <<
[2] A. Bahamonde Magro y J. Cervera, Así terminó la guerra en España, Madrid, 1999, p. 493. Las crónicas franquistas de aquel entonces cuentan que las tropas iniciaron su marcha hacia la ciudad poco antes de las dos en punto de la tarde. Véase, por ejemplo, La Vanguardia Española, 29 de marzo de 1939. <<
[3] The Times, 6 de abril de 1939. Curiosamente, Gallagher también señaló el hecho de que varios soldados franquistas utilizaron igualmente el metro para entrar en la capital, y que las únicas personas «que los retuvieron fueron las chicas de las taquillas. Estas, tras darles el saludo fascista, obligaron a los héroes conquistadores a comprar billetes para su corto viaje hacia la ocupación». Gallagher, «Five Waited for a City to Die», p. 234. <<
[4] Gallagher, «Five Waited for a City to Die», p. 234. <<
[5] Sobre esta cuestión, véase Cervera, Madrid en guerra. <<
[6] En un informe de la inteligencia militar franquista confeccionado justo después del final de la Guerra Civil (y citado en Cervera, Madrid en guerra, pp. 420-421), aparece un relato detallado de las actividades de la «Quinta Columna» durante los días previos a la caída de Madrid. <<
[7] Bahamonde y Cervera, Así terminó la guerra, pp. 492-493. <<
[8] Citado en S. Juliá et al., Madrid: Historia de una capital, Madrid, 1994, p. 427. O. D. Gallagher informó que las «multitudes que llenaban las calles de Madrid quintuplicaban en magnitud hasta las más numerosas que se habían llegado a observar durante la guerra»: Daily Express, 3 de abril de 1939. <<
[9] P. Scott-Ellis, The Chances of Death: A Diary of the Spanish Civil War, edición de R. Carr, Norwich, 1995, P. 107. [Hay trad. cast.: Diario de la guerra de España, Barcelona, Plaza & Janés, 1996, p. 236]. <<
[10] Sánchez pasaría posteriormente a ser miembro del Politburó del Partido Comunista de España en 1956 y, más tarde, diputado a Cortes por Madrid en 1977. P. Montoliú Camps, Madrid en la Guerra Civil, vol. ii: Los protagonistas, Madrid, 1999, P. 241 <<
[11] Véase, por ejemplo, The Times, 29 de marzo de 1939. <<
[12] AGA, J(RP), 677. Torres fue arrestado y condenado por un juzgado militar a doce años y un día de prisión el 30 de noviembre de 1939. La sentencia le sería posteriormente conmutada por otra de seis años y un día. <<
[13] AGA, J(RP), 841. Ese mismo julio, recibió una condena de seis años y un día de prisión por sus arrebatos en estado de embriaguez. <<
[14] AGA, J(RP), 30 415. Gutiérrez fue sentenciado a treinta años de cárcel el 22 de junio de 1939, una pena que vería reducida en 1941 a seis años y un día. <<
[15] AGA, J(RP), 30 415. <<
[16] Saturnino Carod, un delegado anarquista de propaganda, explicó al historiador Ronald Fraser que «el suicidio se extendió como una epidemia» cuando aquellas personas se dieron cuenta de que no habría barcos que las sacaran de España. R. Fraser, Blood of Spain: An Oral History of the Spanish Civil War, Londres, 1986, pp. 502-503. [Hay trad. cast.: Recuérdalo tú y recuérdalo a otros: Historia oral de la Guerra Civil española, Barcelona, Grijalbo Mondadori, 1979, vol. ii, p. 290]. <<
[17] Son numerosos los testimonios de testigos presenciales de ese trágico fin de la Guerra Civil. Véase, por ejemplo, Leiva, En nombre de Dios. <<
[18] El traslado de muchos dirigentes republicanos, incluido el propio Gómez Ossorio, se llevó a cabo en julio de 1939. Leiva, En nombre de Dios, p. 126. <<
[19] Antes de salir, dejó constancia de su nombramiento en los registros municipales con un acta que ha sido descubierta por José del Coral, estudiante en 1936 y uno de los actuales Cronistas Oficiales de la Villa de Madrid. Montoliú, Madrid: Los protagonistas, pp. 144-145. <<
[20] Informaciones, 30 de marzo de 1939. <<
[21] Montoliú, Madrid: Los protagonistas, p. 35. <<
[22] Ibid. León cuenta también que un madrileño pidió desde las líneas franquistas a sus oponentes republicanos que se pusieran en contacto con su madre para comprobar si seguía bien. Y estos hicieron lo que aquel les pidió. Esa no fue, ni mucho menos, la única muestra de confraternización entre tropas franquistas y republicanas en el frente de Madrid durante la guerra. Para más detalles sobre la actitud de «vive y deja vivir» de los soldados enfrentados, véase M. Seidman, The Republic of Egos: A Social History of the Spanish Civil War, Madison, 2002. [Hay trad. cast.: A ras de suelo: Historia social de la República durante la Guerra Civil, Madrid, Alianza, 2003]. <<
[23] El SIPM reemplazó en febrero de 1938 tanto al SIM (el Servicio de Información Militar franquista, que no hay que confundir con el Servicio de Investigación Militar republicano) como a los Servicios de Información de la Frontera Nordeste de España (SIFNE), organizados y financiados por civiles. Cervera, Madrid en guerra, pp. 214-217. <<
[24] Al parecer, los quintacolumnistas fueron capaces de infiltrarse en la administración y el ejército republicanos aprovechando la laxa política de admisiones de la anarquista CNT. Por ejemplo, el mayor Urzáiz, uno de los miembros del Comité de Defensa de Madrid de la CNT, era en realidad un quintacolumnista. Cervera, Madrid en guerra, p. 337. <<
[25] Véase ibid., cap. 12. <<
[26] The Times, 14 de marzo de 1939. <<
[27] Según Santiago Carrillo, líder por aquel entonces de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), los comunistas recibieron orden de hacer acopio de todo el pan disponible y quemarlo. Montoliú, Madrid: Los protagonistas, p. 93. <<
[28] The Times, 29 de marzo de 1939. <<
[29] The Times, 30 de marzo de 1939. <<
[30] Ibid. <<
[31] A. Fernández Arias, Madrid bajo el terror, 1936-1937 (impresiones de un evadido que estuvo a punto de ser fusilado), Zaragoza, 1937. No es extraño que se publicaran también en el extranjero testimonios de primera mano del «Terror Rojo». Véase, por ejemplo, L. de Fonteriz (pseudónimo), Red Terror in Madrid, Londres, 1937. Este mismo libro apareció en español con el título Seis meses bajo el terror rojo en Madrid (notas de un evadido), Ávila, 1937. <<
[32] Cervera, Madrid en guerra, p. 295. <<
[33] AGGCE, DNSD (Presidencia), 115. La cifra se cita en un informe interno emitido por el cuartel general de Franco en Salamanca. <<
[34] H. Thomas, The Spanish Civil War, Londres, 1962, p. 753. [Hay trad, cast.: La Guerra Civil española, Barcelona, Grijalbo, 1978]. <<
[35] AGA, J(RP), 30 293. <<
[36] Véase el informe de febrero de 1939 de la Comisión Bellón citado en la «Introducción» (n.º 53). <<
[37] Madrid, 10 de abril de 1939. En un momento en el que las fuerzas franquistas se hallaban cada vez más próximas a la capital, en el que el gobierno de Largo Caballero había huido a Valencia y en el que se había formado en Madrid una Junta de Defensa local presidida por el general Miaja, un gran número de reclusos fueron sacados de las prisiones madrileñas y subidos a bordo de autobuses en una serie de «expediciones» para su evacuación hacia el «este». Una vez llegados a su destino, eran fusilados y sus cuerpos introducidos en inmensas fosas comunes. Durante más de sesenta años, se ha venido manteniendo un acalorado debate en torno a quiénes fueron responsables de aquella atrocidad y, sobre todo, en torno al papel que desempeñó Santiago Carrillo, quien, como delegado de Orden Público de la Junta de Defensa, tenía a su cargo las cárceles madrileñas. Lo que resulta incontestable, en cualquier caso, es que fueron las enérgicas medidas tomadas por el director general de Prisiones, el anarquista Melchor Rodríguez, las que pusieron fin a la ejecución en masa de presos. Véase, por ejemplo, I. Gibson, Paracuellos: Cómo fue, Barcelona, 1983. Véase también Cervera, Madrid en guerra, pp. 84-103. <<
[38] Ibid., pp. 88-89. <<
[39] Madrid, 18 de abril de 1939. <<
[40] Arriba, 27 de junio de 1939. En realidad, Agapito Escandía de Simón fue el verdadero presidente de aquella checa, que compartía emplazamiento con dos batallones del Quinto Regimiento comunista. Según Cervera, Dolores Ibárruri, «la Pasionaria», era una visitante habitual del lugar. Cervera, Madrid en guerra, p. 62. <<
[41] Salas Larrazábal, Pérdidas en la guerra, pp. 389-394. <<
[42] Casas, El Terror, p. 247. <<
[43] PRO/FO, 371/21296/W12905. Voigt acudió a Nicholson después de que el Manchester Guardian se negase a publicar sus estimaciones. Nicholson dio parte de ello entonces al vizconde Cranbourne, subsecretario de Estado del Foreign Office. Anthony Edén, el entonces titular del ministerio, señaló que el informe era «sumamente interesante». <<
[44] PRO/FO, 371/24160/W9548. Los británicos se creían en 1939 la cifra total de 500 000 víctimas de los republicanos que manejaban las autoridades franquistas. Véase, por ejemplo, el Resumen Anual (Annual Review) para ese mismo año de la embajada británica, en PRO/FO, 371/24507/C380. <<
[45] Para un análisis geográfico de los cuerpos encontrados y registrados por las autoridades republicanas en 1936, véase Cervera, Madrid en guerra, pp. 75-79. <<
[46] A esto había que añadir los «entre 8000 y 9000 cadáveres» que las autoridades locales de Paracuellos de Jarama afirmaban que yacían en las fosas comunes de la localidad. AHN, CG-M, 1508-1510. <<
[47] Ya, 5 de marzo de 1940. Ese «tren de la muerte» trasladaba a más de un centenar de derechistas de Jaén (incluido el obispo de esta diócesis, Manuel Basulto Jiménez) camino de prisiones madrileñas el 11 de agosto de 1936 cuando fue asaltado por una turba descontrolada a la altura de Villaverde (Madrid) y desviado hacia una vía muerta en Vallecas. Las víctimas fueron obligadas entonces a salir del tren para, acto seguido, ser fusiladas por milicianos locales. Sobre ese episodio, véase A. Moreno, La persecución religiosa en España, 1936-1939, Madrid, 1961, pp. 390-395. <<
[48] ABC (Madrid), 8 de julio de 1941. <<
[49] Eso, no obstante, no detuvo las excavaciones ilegales. En la localidad de Hortaleza, por ejemplo, en junio de 1940 fueron desenterrados 29 cuerpos a instancias del obispo local. AHN, CG-M, 1508. <<
[50] Arriba, 2 de octubre de 1939. <<
[51] Su cuerpo fue llevado a hombros por grupos sucesivos de falangistas a lo largo de los 500 kilómetros de trayecto hasta El Escorial. En todos los periódicos franquistas de la época pueden leerse los detalles de aquel viaje, pero véanse, por ejemplo, los números de ABC (edición de Madrid) del 19 de noviembre al 1 de diciembre de 1939. Primo de Rivera sería luego enterrado de nuevo en el monumento de Franco a los muertos franquistas, el Valle de los Caídos, próximo a El Escorial. <<
[52] Arriba, 22 de agosto de 1939. <<
[53] Arriba, 22 y 23 de octubre de 1939. El Athletic Aviación surgió de la fusión en septiembre de 1939 del Athletic Club de Madrid (con sede en Vallecas) y el Aviación Nacional (un equipo de las fuerzas aéreas franquistas que tenía prioridad a la hora de escoger a los mejores jugadores de fútbol). El objetivo de aquella fusión era la creación de un dream team que simbolizara los valores marciales del Nuevo Estado franquista. Su primer presidente fue el comandante Vives y el equipo estaba subvencionado por el ministro del Aire, el general Yagüe. A pesar de aquel resultado adverso frente al Real Madrid, el Athletic Aviación dominó el fútbol español durante la primera mitad de la década de 1940. En 1946, el equipo cambió de nombre y pasó a denominarse Atlético de Madrid. A. Bahamonde Magro, El Real Madrid en la historia de España, Madrid, 2002, p. 195. <<
[54] Moreno fue denunciada por ese comentario y condenada a tres años de cárcel el 30 de mayo de 1939. AGA, J(RP), 30 473. <<
[55] Informaciones, 24-26 de abril de 1939. <<
[56] AGA, P(SGM), 40. <<
[57] Hay una versión traducida al inglés de esa alocución radiofónica en el Manchester Guardian del 27 de marzo de 1939. <<
[58] ABC (Madrid), 30 de marzo de 1939. <<
[59] Esa fue una de las últimas observaciones transmitidas por el corresponsal del Daily Express, O. D. Gallagher, antes de que las autoridades militares lo expulsaran de Madrid. Daily Express, 3 de abril de 1939. <<
[60] ABC (Madrid), 30 de marzo de 1939. Una orden posterior, del 15 abril, hizo extensiva la aplicación de la justicia militar sumaria a toda persona a la que se sorprendiera arrancando carteles de propaganda franquista o que fuera acusada de hacerlo. BOPM, 15 de abril de 1939. <<
[61] The Times, 5 de abril de 1939. <<
[62] ABC (Madrid), 1 de abril de 1939. <<
[63] AGA, J(RP), 468. Pedrero fue ejecutado a garrote vil el 4 de marzo de 1940. <<
[64] ABC (Madrid), 1 de abril de 1939. <<
[65] Ibid. <<
[66] ABC (Madrid), 2 de mayo de 1939. <<
[67] Arriba, 4 de abril de 1939. <<
[68] AGGCE, DNSD (Secretaría), 22, «Columna de Orden y Policía de Ocupación: Misión, funcionamiento, instrucciones». A la muerte de Martínez Anido en diciembre de 1938, el Ministerio del Orden Público fue abolido y sus competencias transferidas a Serrano Suñer en el Ministerio del Interior, convertido en Ministerio de Gobernación. S. Payne, The Franco Regime, Madison, 1987. 216. [Hay trad. cast.: El régimen de Franco, 1936-1975, Madrid, Alianza, 1987]. <<
[69] Ibid. Véase también el edicto que anunciaba la llegada de esta columna a Madrid en Arriba, 4 de abril de 1939. <<
[70] Cervera, Madrid en guerra, pp. 235-236. Valdés fue nombrado por Franco primer «jefe» falangista de la posguerra en Madrid justo antes de la entrada de las tropas franquistas en la capital. M. Valdés Larrañaga, De la Falange al Movimiento (1936-1952), Madrid, 1994, pp. 94-96. <<
[71] Cervera, Madrid en guerra, p. 270. Aunque la organización Auxilio Azul había sido fundada en noviembre de 1936 por María Paz Martínez, antes de que se organizara la Falange en la clandestinidad a comienzos de 1937, aquella se puso a disposición de Valdés en mayo de 1937. Ibid., p. 265. <<
[72] Arriba, 4 de abril de 1939. Esta organización era la homologa local del Servicio de Información e Investigación de ámbito nacional creado originalmente en diciembre de 1936 para investigar los antecedentes políticos de los solicitantes de puestos en el partido. No obstante, durante la Guerra Civil y, en especial, tras 1937, amplió sus atribuciones y se dedicó asimismo a recopilar información sobre todos los afiliados del partido y, de manera creciente, también sobre los no afiliados. Véase J. L. Rodríguez Jiménez, Historia de Falange Española de las JONS, Madrid, 2000. <<
[73] Especialmente, en las páginas del periódico del partido, Arriba. Véase, por ejemplo, su número del 8 de abril de 1939. <<
[74] A propósito de aquel arresto, véase el expediente de la instrucción militar seguida contra Rafael Sánchez Guerra en AHN, CG-M, 1525. Véanse también sus memorias: R. Sánchez Guerra, Mis prisiones, Buenos Aires, 1946. <<
[75] Citado en el Manchester Guardian, 5 de abril de 1939. <<
[76] ABC (Madrid), 4 de abril de 1939. <<
[77] AGA, J, 254, «Libro de diligencias practicadas durante la guardia de los Juzgados Militares, abril 1939». Las causas se remitían a tribunales castrenses locales (los Juzgados Militares de Guardia) para que estos examinaran las acusaciones de la policía y juzgaran si entraban o no dentro de sus atribuciones (las propias de la jurisdicción militar). Si dichos juzgados se consideraban a sí mismos competentes para proseguir con aquellas diligencias (y pocos eran los casos en abril de 1939 en los que se inhibían en favor de otras instancias), los acusados dejaban de estar bajo custodia policial. De todos modos, al no existir obligación legal alguna en aquel período para transferir a los detenidos a la jurisdicción militar, la policía podía retener a algunos individuos indefinidamente hasta que se llevaran a cabo las «pesquisas» pendientes. La cifra diaria aquí dada debería entenderse, pues, como el mínimo absoluto de arrestos diarios. <<
[78] A. Suárez, Colectivo 36, Libro blanco sobre las cárceles franquistas, París, 1976, p. 70. <<
[79] Acerca del origen republicano de las cárceles de la posguerra, véanse AHN, CG-M, 1526, y Cervera, Madrid en guerra, pp. 79-81. <<
[80] BOPM, 25 de julio de 1939. <<
[81] Sánchez Guerra, Mis prisiones, pp. 69 y 81. Por ser uno de los primeros y políticamente más destacados presos republicanos de Porlier, Sánchez tenía acceso a Amancio Tomé Ruiz, director de la prisión. <<
[82] Cifras oficiales citadas en J. García Blanco-Cicerón, «Las “trece rosas”», en Historia 16 Madrid, 1985, p. 12. <<
[83] AGA, J, 254, «Libro de diligencias practicadas durante la guardia de los Juzgados Militares, abril 1939». Las autoridades militares eran responsables de recoger y dar sepultura a los cuerpos. <<
[84] Ibid. La de las muertes en circunstancias extrañas en las dependencias policiales fue una lacra que tardó en desaparecer. El 26 de septiembre de 1939, la Dirección General de Seguridad (a la sazón, comisaría central de policía), sita en el edificio del Ministerio del Interior en la Puerta del Sol, informó del «suicidio» de un preso. AGA, J, 254, «Libro de diligencias practicadas durante la guardia de los Juzgados Militares, septiembre 1939». <<
[85] AGA, J, 254, «Libro de diligencias practicadas durante la guardia de los Juzgados Militares, abril 1939». <<
[86] Véase Cervera, Madrid en guerra, pp. 347-374. <<
[87] Sánchez Guerra, Mis prisiones, p. 75. <<
[88] AGA, J(RP), 30 354. <<
[89] Arriba, 8 de abril de 1939. <<
[90] ABC (Madrid), 5 de abril de 1939. <<
[91] Arriba, 21 y 26 de abril de 1939. <<
[92] Thomas, The Spanish Civil War, pp. 233-234. La versión que dio de su arresto el propio García Atadell se encuentra en AHN, CG-M, 1532. <<
[93] G. Sánchez Recio, La República contra los rebeldes y los desafectos, Alicante, 1991, pp. 18-20 y 154-155. <<
[94] Ibid., p. 179. <<
[95] BOPM, 11 de abril de 1939. <<
[96] Sánchez Recio, La República, pp. 154-155. Los funcionarios de la Caja se las habían ingeniado para transferir las reservas hacia el exterior del país entre 1938 y 1939 con el fin de proporcionar ayuda económica a los refugiados y exiliados republicanos. <<
[97] Cientos de instancias remitidas al organismo estatal encargado de la recuperación de propiedades confiscadas, la Delegación del Estado para la Recuperación de Documentos, se encuentran en AGGCE, DNSD (Secretaría), 10. Entre las pocas que recibieron respuesta positiva estuvieron las de los familiares del (ya por entonces fallecido) general Mola. El 9 de mayo de 1939, fueron recobrados 148 libros de su biblioteca particular, incluidos siete volúmenes sobre la moda en la Edad Media escritos por el alemán Max von Boehm, que se devolvieron a su familia. AGGCE, DNSD (Secretaría), 11. <<
[98] BOPM, 8 de abril de 1939. <<
[99] ABC (Madrid), 12 de abril de 1939. <<
[100] En noviembre de 1939, Lerroux escribió una carta al gobernador militar de Madrid, Eduardo Sáenz, desde Estoril (Portugal) en la que suplicaba la devolución de sus propiedades. AGA, J(RP), 626. <<
[101] AGGCE, DNSD (Secretaría), 22. «Columna de Orden y Policía de Ocupación: Misión, funcionamiento, instrucciones». Se ordenaba también que se efectuaran «implacablemente y con toda energía» y sin autorización previa registros domiciliarios y confiscaciones de propiedades. Lo interesante del caso es que aquella actitud respondía a la «experiencia adquirida en la ocupación de las ciudades del Norte y de Cataluña» en 1937 y 1938, y con ella se pretendía evitar una repetición del «vergonzoso espectáculo» al que dieron lugar las «requisas [practicadas] por toda clase de Organismos, y aun por particulares». <<
[102] ABC (Madrid), 8 y 15 de abril de 1939. <<
[103] AGA, J(RP), 30 479. Estos bienes fueron formalmente confiscados por el Estado como parte del pago de la sanción de 100 millones de pesetas impuesta en rebeldía a Negrín por el tribunal regional de la LRP para Madrid en julio de 1941. <<
[104] Entre 200 000 y 500 000 refugiados habían llegado a la capital hasta mediados de octubre de 1936. Montoliú, Madrid: La historia, pp. 183-184. <<
[105] BOPM, 11 de abril de 1939. <<
[106] Informaciones, 30 de marzo de 1939. <<
[107] ABC (Madrid), 28 de marzo de 1940. <<
[108] Valdés, De la Falange al Movimiento, pp. 118-119. Valdés fue nombrado subsecretario en el Ministerio de Trabajo en agosto de 1939. Véase también Serrano Suñer, Entre el silencio y la propaganda, pp. 247-248. <<
[109] Serrano Suñer, Entre el silencio y la propaganda, pp. 247-248. <<
[110] BOPM, 17 de julio de 1939. Valdés aseguraba asimismo que (aunque suene un tanto extraño) la principal rival de Valladolid era Barcelona. <<
[111] El Alcázar, 11 de abril de 1939. <<
[112] Ya, 12 de agosto de 1939. <<
[113] Ya, 24 de septiembre de 1939. <<
[114] Ya, 11 de octubre de 1939. <<
[115] Serrano Suñer, ministro de Gobernación, también abandonó Burgos en ese momento. Arriba, 19 de octubre de 1939. Franco se quedó en el castillo de Viñuelas, antiguo hogar del duque del Infantado, mientras se procedía a la restauración del palacio real de El Pardo para su uso definitivo como residencia oficial del jefe del Estado. P. Preston, Franco: A Biography, Londres, 1995, pp. 345-346. [Hay trad. cast.: Franco, «Caudillo de España», Barcelona, Grijalbo, 1994]. <<
[116] Juliá et al., Madrid: Historia, p. 431. <<
[117] ABC (Madrid), 20 de mayo de 1939. Los viajes y desplazamientos de Franco en 1939 son indicativos de cuáles eran las actitudes oficiales con respecto a Madrid. Pese a las habituales informaciones tras el 28 de marzo sobre la «inminencia» de la entrada de Franco en la capital, este no hizo acto de presencia en la ciudad hasta el desfile de la victoria del 19 de mayo, para marcharse inmediatamente después. <<
[118] J. M. Iribarren, El general Mola, Madrid, 1963, pp. 60-61. <<
[119] Cervera, Madrid en guerra, p. 45. <<
[120] P. Montoliú Camps, Madrid en la Guerra Civil, vol. i: La historia, Madrid, 1998, pp. 63-73. <<
[121] Tusell, La Segunda República. <<
[122] Ibid., p. 206. <<
[123] BOPM, 18 de febrero de 1936. <<
[124] Sobre esta cuestión, véase Juliá, «Economic Crisis», y Madrid, 1931-1934. <<
[125] Ibid. <<
[126] Madrid, 11 de abril de 1939. <<
[127] Informaciones, 15 de abril de 1939. <<
[128] Informaciones, 20 de mayo de 1939. La Puerta del Sol, el corazón de Madrid, era el tradicional punto de encuentro de la izquierda en la capital. Véase una expresión de satisfacción ante la aparente pérdida de popularidad de dicha plaza entre los madrileños en Informaciones, 7 de julio de 1939. <<
[129] Boletín del Ayuntamiento de Madrid, 29 de abril de 1939. <<
[130] D. Sueiro y B. Díaz Nosty, Las corrupciones del poder: Historia del franquismo (II), Madrid, 1985, pp. 21-22. <<
[131] Ibid., p. 9. <<
[132] AGA, P(SGM), 13. En una respuesta enviada diez días después, el 14 de diciembre, Arrese informó a Nieto de que este contaba con su apoyo incondicional. Se desconoce, de todos modos, si la Diputación recibió algún tipo de financiación adicional. <<
[133] Arriba, 9 de abril de 1939. <<
[134] Arriba, 13 de abril de 1939. <<
[135] El 20 de mayo, ese mismo departamento del Ministerio de la Gobernación emitió un comunicado público en el que admitía que aún no había completado su labor depuradora. ABC (Madrid), 20 de mayo de 1939. <<
[136] ABC (Madrid), 12 de abril de 1939. <<
[137] Sobre las purgas de funcionarios y maestros de escuela, véase el capítulo 5. <<
[138] AGA, J(RP), 677, 30 360, 30 361, 30 373, 30 398, 30 438, 30 440, 30 460 y 30 531. <<