Una calle
(Entra Cina el poeta.)
CINA.—Ésta noche he soñado que estaba en un festín con César, y siniestros presagios atormentan mi imaginación. No tengo deseo de salir de casa, y, sin embargo, un algo desconocido me impulsa.
(Entran Ciudadanos.)
CIUDADANO 1º.—¿Cuál es vuestro nombre?
CIUDADANO 2º.—¿Adónde vais?
CIUDADANO 3º.—¿Dónde vivís?
CIUDADANO 4º.—¿Sois casado, o soltero?
CIUDADANO 2º.—Responded a cada uno inmediatamente.
CIUDADANO 1º.—Y brevemente.
CIUDADANO 4º.—Y sensatamente.
CIUDADANO 3º.—Y francamente, os trae cuenta.
CINA.—¿Cuál es mi nombre? ¿Adónde voy? ¿Dónde vivo? ¿Si soy casado o soltero? ¿Y luego responder a cada uno inmediatamente y brevemente, sensatamente y francamente? Pues, sensatamente, digo que soy soltero.
CIUDADANO 2º.—¡Eso es tanto como decir que los que se casan son imbéciles! Temo que eso os va a costar un golpe. Prosigue, inmediatamente.
CINA.—Inmediatamente, voy a los funerales de César.
CIUDADANO 1º.—¿Cómo amigo, o cómo enemigo?
CINA.—Como amigo.
CIUDADANO 2º.—Ése punto está contestado inmediatamente.
CIUDADANO 4º.—Ahora, vuestra residencia, Brevemente.
CINA.—Brevemente, resido cerca del Capitolio.
CIUDADANO 3º.—Vuestro nombre, señor, francamente.
CINA.—Francamente, mi nombre es Cina.
CIUDADANO 1º.—¡Desgarradle en pedazos! ¡Es un conspirador!
CINA.—¡Soy Cina el poeta! ¡Soy Cina el poeta!
CIUDADANO 4º.—¡Desgarradle por sus malos versos! ¡Desgarradle por sus malos versos!
CINA.—¡No soy Cina el conspirador!
CIUDADANO 4º.—¡No importa, se llama Cina! ¡Arrancadle solamente su nombre del corazón y dejadle marchar!
CIUDADANO 3º.—¡Desgarradle! ¡Desgarradle! ¡Vengan teas! ¡Eh! ¡Teas encendidas! ¡A casa de Bruto! ¡A casa de Casio! ¡Arda todo! ¡Vayan algunos a casa de Decio, y otros a la de Casca, y otros a la de Ligario! ¡En marcha! ¡Vamos!
(Salen.)