Este soneto expone la disputa entre el corazón y los ojos. El motivo, proveniente de Petrarca (Rime sparse, 75), había sido adoptado también por Ronsard y otros poetas del siglo XVI. Shakespeare retoma este tema de forma más compleja y sutil en los Sonetos 113-114. Aquí recurre a imágenes propias de un litigio legal. Los ojos reclaman para sí el botín, porque son ellos los que captan y apresan los trazos físicos de la persona admirada; por otra parte, el corazón sostiene su derecho en la medida en que en él yace encerrado el afecto de esa persona. El pensamiento, o la razón, haciendo de juez, opta por una solución aparentemente salomónica, otorgándole a cada uno de ellos la parte que les corresponde en propiedad. La terminología legal impregna todo el soneto y cabe imaginar que los 12 primeros versos representan a los doce miembros del jurado y los dos versos finales su resolución.
2 divide the conquest tiene el sentido de repartir el botín conquistado, y of thy sight significa “la visión de ti o de una imagen tuya”: acaso de un retrato en miniatura, que estaría en poder del hablante lírico, como parece sugerir el Soneto 47, 5, 6.
3 El verso indica que los ojos intentan impedir que la visión de esa imagen se aloje en el corazón.
6 A closet se refiere a un armario pequeño o a un arcón donde se guardan los objetos de valor. De este modo la opacidad del corazón se opone a la transparencia de los ojos (crystal eyes).
9 To 'cide debe leerse como To (de)cide, “decidir”, “resolver”, según la enmienda de Malone al Q, donde figura side por un error en la transcripción. En el mismo verso, title presenta la acepción de claim, “demanda”, “derecho a algo”, e impanelled es un vocablo usual en la jurisprudencia, que significa “seleccionar el jurado”. De ahí la solución: “Por dirimir el pleito se elige un jurado”
10 tenants, “habitantes”, “inquilinas”, indica que las razones que examina ese jurado residen o “viven” en el corazón y cabría pensar que se inclinasen a fallar a favor de él (en Shakespeare el corazón se presenta a menudo como un órgano capaz de albergar pensamientos, como en el Soneto 69, 2); este jurado falla de forma aparentemente ecuánime, y el dístico final expone un veredicto que intenta contentar a ambas partes. Así, la sentencia contempla que cada órgano ejerza las funciones que le son propias. Con todo, de forma sutil, como corresponde a un jurado tendencioso, el corazón sale ganando, pues obtiene la parte más íntima de la persona querida mientras que los ojos se quedan con la parte más superficial. <<