En este soneto, que enlaza con el final del soneto anterior, el hablante lírico constata el desdeñoso trato que sufre de su amada, confronta con ironía su pecado con la virtud de la mujer y convida a esta a que se fije en su propio comportamiento, reprochándole sus amoríos y las miradas insinuantes que les lanza a otros hombres. Después, le suplica que se apiade de él, piedad de la que tal vez ella también precise en el futuro. La “piedad” (pity) mencionada es un término que en la lírica trovadoresca servía para aludir a un amplio registro de acciones y emociones, que iban desde la compasión y la buena disposición para oír las declaraciones y protestas del enamorado hasta la concesión de algún beso o, más raramente, el consentimiento para mantener relaciones sexuales. En este soneto es este último tipo de “piedad” la que el hablante lírico pretende, después de poner de relieve tanto la promiscuidad de la mujer como la suya propia, con lo que transgrede una vez más la tradición petrarquista.
1 El verso contiene una paradoja irónica: el amor de él es pecado, y el odio de ella se convierte en virtud, de forma que el pecado del hablante lírico —por pretender el amor de la mujer o por hacer el amor con ella— se contrapone con el desdén de ella, que trata de mantener su aparente virtud. Pero el tópico de la crueldad de la mujer como forma de virtud para preservar su castidad ante las pretensiones del enamorado pronto se abandona, y en el siguiente cuarteto se pone de relieve la concupiscencia de ella.
2 Parece sugerirse, en primera instancia, que la mujer aborrece al hablante lírico por ser el amor de este simplemente lujurioso. Sin embargo, los siguientes ocho versos contradicen este argumento, pues el comportamiento de ella es igualmente lascivo. Así, el hablante lírico pone de relieve la hipocresía de su amada, que no es la más indicada para hablar, como afirma el verso 5.
6-7 That have profaned their scarlet ornaments, “que tanto han profanado su purpurino ornato” supone una alusión al carácter de la mujer como pecadora e impía, pues ella profana sus benditos labios con besos pecaminosos. El sintagma scarlet ornaments, “purpurino ornato”, se refiere al color de los labios de la mujer, acaso coloreados con pintalabios; con ellos sella con falso amor los labios de otros amantes. Además, en el verso 7, el término sealed, “sellado”, hace pensar que la imagen de los labios de la mujer también tiene que ver con el lacre, pasta roja que, derretida, se usaba para sellar cartas o documentos privados: intimidad que la mujer profana con su infidelidad y promiscuidad, igual que hace el hablante lírico.
8 Robbed others' beds' revenues of their rents, “hurtando en otros lechos las rentas de su trato”, puede significar que ella —el sujeto es lips of thine, en el verso 5— ha privado a otras personas de los beneficios del gozo sexual o de los hijos, frutos del matrimonio. Pero también puede sugerir el beneficio económico que la mujer obtiene de su falso amor y, por consiguiente, se insinúa una vez más su condición de meretriz. A este respecto, revenues parece aludir a los “ingresos”, en el sentido sexual de “débito conyugal”, que vierto como “trato”.
9 lawful, “justo”, tiene el sentido de “pertinente”, “apropiado”.
13-14 El dístico final remite a la “piedad” precedente, que tiene que ver con la concesión de los favores sexuales y parece apuntar al futuro, según se desprende de los versos 11-12: el hablante lírico requiere a la mujer para que esta manifieste y no reprima (hide) esa “piedad” —el deseo y buena disposición para el amor— pues tal vez precise de ella en días venideros, cuando, perdida la belleza, la soledad sea su única compañía. <<