Cuando mi amada jura que es mi fiel amante,
así lo creo incluso sabiendo que ella miente,
para que imagine que soy mozo ignorante,
y, sobre los engaños del mundo, inocente.
Así, pensando ufano que ella me cree joven,
cuando sabe pasados ya mis mejores días,
su lengua engañosa creo sin objeciones,
y la verdad velamos con esas cortesías.
¿Por qué no dice ella que es falsa y deshonesta?
¿Por qué yo no confieso que tengo ya mis años?
En el amor se estila mejor fingir franqueza,
y de la edad no habla el amor, prefiere engaños.
Así, mentimos siempre, y si nos acostamos
de las carencias mutuas los dos nos aliviamos.[138]