Espíritu gastado en vano y con deshonra
es la lujuria activa, y en tanto se libera
es infernal, perjura, violenta, pesarosa,
salvaje, desmedida, voluble y traicionera.
Desdéñase apenas se goza de inmediato;
a ciegas perseguida, y, una vez saciada,
sin más es rechazada, como cebo tragado
que quiere volver loco a quien tanto le agrada.
Locura es perseguirla, locura poseerla,
se evoca, se disfruta, se busca con empeño;
probarla, un deleite; probada ya, tristeza;
antes, goce previsto; después, un simple sueño.
Esto lo sabe el mundo; con todo, nadie sabe
librarse de ese cielo que en el infierno cabe.[129]