Otrora, para nadie la oscura era bella,
o por lo menos fama de bella no tenía;
mas la belleza ahora la nombra su heredera,
y a la belleza ultraja una infame bastardía:
pues desde que suplantan a la naturaleza,
para agraciar lo feo, prestados artificios,
sin fama ni amparo, la más pura belleza
o bien es profanada o vive mil suplicios.
Por eso en mi amada los ojos, cuervos negros,
sin más revestimiento, parecen enlutados
por las que siendo bellas, y bellas no nacieron,
a lo creado ultrajan con dones simulados.
Pero tan bien le sientan el luto y la tristeza,
que en ella, afirman todos, se encarna la belleza.[127]