No, Tiempo, de que cambie jamás podrás jactarte.
Pirámides que eriges con nuevo poderío
no me resultan nuevas, tampoco singulares,
sino de viejas formas apenas atavío.
Como la vida es breve, por eso admiramos
aquello que parece antiguo y distinguido,
y preferimos verlo reciente y deseado,
que recordar que antes ya era conocido.
A ti y a tus memorias desdeño y desafío:
no pueden asombrarme presente ni pasado,
pues miente lo que vemos, y así todo vestigio
se aprecia o deprecia, y aprisa es alterado.
Mas juro para siempre, de ahora en adelante,
que pese a tu guadaña yo habré de ser constante.[123]