Desde que te dejé, solo con mi alma veo,
pues los ojos de fuera, que hacen que me oriente,
funcionan solo en parte y están en parte ciegos,
parecen ver, mas luego no ven eficazmente;
pues ellos no le envían al corazón imagen
de flor ni ave alguna, ni formas que reciben,
de su fugaz enfoque al alma no dan parte,
ni la visión retiene aquello que perciben;
pues tanto si contemplan lo más vulgar o noble,
el ser más repulsivo o bien el más perfecto,
el mar o la montaña, el día o la noche,
el cuervo o la paloma, les dan tu mismo aspecto.
Sin ser capaz de nada, absorta así contigo,
mi alma fiel los hace ser pérfidos conmigo.[113]