Es cierto que he vagado por mil y un caminos,
y ante todo el mundo fui el bufón perfecto,
quebrando mis principios, saldé lo más querido,
y abrí viejas heridas con cada nuevo afecto.
Y es también muy cierto que la verdad que vale
miraba de soslayo, mas, por el cielo juro,
al corazón di bríos con esas veleidades,
y errando comprobé que tu amor es el más puro.
Ya todo se ha acabado, lo eterno te dedico;
no probaré más nada que excite mi apetito,
y no pondré a prueba jamás a un viejo amigo,
un dios en el amor es a quien me supedito.
Acógeme, amigo, umbral del mismo cielo,
en ese pecho tuyo, de amante y puro anhelo.[110]