100

¿Por dónde andas, Musa, que otro día aplazas

hablar de quien otorga poder a tus cantares?

¿En qué cantos indignos tu furia se malgasta,

velando tus poderes con temas más vulgares?

Regresa, olvidadiza, a compensar deprisa,

con temperados versos, el tiempo que has perdido;

tú cántale al oído que tu cantar estima

y da a tu pluma ingenio y un tema más cumplido.

Despierta, Musa ociosa: mira la faz querida,

por si alguna arruga allí quedó grabada;

si alguna ves, haz burla sobre cuanto declina,

y pon en solfa al tiempo que todo lo degrada.

A mi amor celebra, antes que con su saña

el tiempo lo destruya, y vence a su guadaña.[100]