Sin la presencia tuya pasé la primavera,
cuando el abril soberbio mejor se engalanaba,
poniendo en cada cosa tan juvenil esencia,
que aun Saturno el grave reía y brincaba.
Pero ni con sus trinos las aves, ni el aroma
de flores de distinta fragancia y colorido,
lograban que contase alguna alegre historia,
o que cogiese un ramo del suelo florecido.
Tampoco admiraba la palidez del lirio,
ni alabé en la rosa su intenso encarnado;
apenas eran estos esbozos atractivos,
y simples copias tuyas, modelo imitado.
Mas como estabas lejos, invierno semejaba
y, como con tu sombra, con ellas disfrutaba.[98]