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Mi Musa amordazada se calla por decoro,

mientras glosas y loas, con gran primor reunidas,

celebran tu carácter con cálamo de oro

y frases que las musas entregan ya pulidas.

Yo tengo ideas buenas; otros, buenas palabras,

y cual fraile iletrado respondo siempre “amén”

a himnos que los doctos ingenios te preparan

con refinada pluma, que forma da también.

Oyendo tu elogio me digo “es bien cierto”,

y al mayor cumplido yo algo más le añado;

mas en el pensamiento, pues tanto es mi afecto

que si la voz demora, él llega adelantado.

Aprecia, pues, a otros por darte cumplimientos,

y a mí por lo que expreso con mudos pensamientos.[85]