Si no hay nada nuevo, sino que cuanto existe
ya antes ha existido, ¡bien yerra el pensamiento
que, concibiendo inventos, al malograrse insiste
en darle a lo nacido segundo nacimiento!
Si la memoria fuese a revisar archivos,
de ha quinientos ciclos solares, de manera
que tu imagen viese en un códice antiguo,
de cuando el alma impresa quedó por vez primera,
podría ver entonces lo que antes se decía
acerca del prodigio que encarna tu figura;
si hemos mejorado, o ellos más valían,
o si en cada ciclo se alcanza igual altura.
Seguro que ingenios de edades anteriores
dieron loas sublimes a gentes inferiores.[59]