Descuidos licenciosos que libre has cometido,
cuando algunas veces de ti estoy ausente,
concuerdan con tus años y con tu atractivo,
pues siempre está contigo la tentación presente.
Como eres tan galante, te rendirás a muchas;
y apuesto como eres, serás siempre asediado.
¿Qué hijo de mujer si mujer se le insinúa
la deja sin la gracia de haberla conquistado?
Aun así podrías prohibirte mis asuntos,
y refrenar tu gracia y juventud lascivas,
que medio alborotadas te llevan hasta el punto
en que por fuerza doble fidelidad esquivas:
la de ella, pues la tientas así con tu apostura,
la tuya, pues tu encanto perfidia me asegura.[41]