25

Que aquellos que reciben favores de los astros

se jacten de honores y títulos gloriosos,

mas yo, que tales triunfos no recibí del hado,

sin esperarlo encuentro honores más gozosos.

Los mismos favoritos del rey muestran sus hojas,

caléndulas apenas que hacia el sol se giran,

cegados por su orgullo y por su vanagloria,

pues si se nubla un ceño en plena gloria expiran.

El célebre guerrero, en lides esforzado,

cuando tras mil victorias un día cae vencido,

del libro de honores su nombre ve borrado,

y todo cuanto hizo se queda en el olvido.

Así feliz yo vivo, pues amo y soy amado,

y nunca he de apartarme ni verme relegado.[25]