Cuando a solas pienso que todo cuanto medra
la perfección conserva apenas un momento,
que en este gran teatro tan solo hay apariencias,
que del velado influjo de estrellas son comento;
cuando veo que el hombre crece como las plantas,
y bajo el mismo cielo se anima y languidece,
ufano mientras dura, sin decaer, su savia,
mas luego en el recuerdo tal esplendor fenece;
entonces, esa idea de una fugaz presencia,
realza ante mis ojos tu fértil lozanía,
mientras combate el tiempo junto a la decadencia
para mudar en noche tu claro y joven día.
Y yo por ti al tiempo combate le presento,
y así lo que él te quita renuevo y acreciento.[15]