¿Por qué, música viva, la música te angustia?
Dulzura y alegría a dulce gozo invitan:
¿por qué aprecias tanto lo que sin gusto escuchas,
o gozas escuchando los sones que te irritan?
Si oyendo la armonía de ritmos bien acordes,
unidos y enlazados, percibes que te alteras,
es porque te reprende para que no malogres
y toques solo partes que compartir debieras.
Ya ves cómo las cuerdas son dulces y se enlazan
vibrando una y otra con mutua armonía,
igual que padre, hijo y madre afortunada,
que conjuntados cantan amena melodía;
cantiga sin palabras, una y acompañada,
que a ti así te canta: “tú solo no eres nada.”[8]