6

No dejes que la cruda mano invernal estrague

ese verano tuyo sin que antes te destile;

conserva tu esencia en un precioso envase,

antes de que el tesoro más bello se aniquile.

No es vedada usura usar así la vida,

y alegra a quien paga la renta de buen grado;

hacer de ti una copia lo mismo supondría,

y si son diez por una, diez veces contentado.

Y más feliz diez veces aun te sentirías

si en otros diez iguales diez veces te copiases:

¿Entonces, al marcharte, la muerte qué haría

si a ti como heredero viviente te dejases?

No insistas más con eso, que tan bella excelencia

ni muerte ni gusanos obtengan por herencia.[6]