[1] «La cultura —me dijo Vance a poco de conocernos— es políglota: conocer muchos idiomas es esencial para comprender los progresos intelectuales y estéticos del mundo. El griego y el latín son los idiomas que más daño reciben al ser traducidos.» Cito estas palabras porque sus omnívoras lecturas de otros idiomas, fuera del inglés, unidas a su asombrosa retentiva, se dejaban sentir en su manera de hablar. Les parecerá a algunos que era a veces pedante, pero yo he procurado citar sus frases literales, con la esperanza de presentarle tal cual era él. <<
[2] Más adelante supe que el inspector Moran había sido presidente, en un estado del Norte, de un gran Banco, que quebró durante el pánico de 1907, y que durante la presidencia de Gaynor fue candidato, con muchas probabilidades para el cargo de jefe superior de la Policía. <<
[3] Los ojos de Vance eran ligeramente bifocales; el derecho tenía 1,2 de astigmatismo, mientras que el izquierdo era casi normal. <<
[4] Ni siquiera el célebre caso Elwell, que ocurrió varios años más tarde, y que ofrecía ciertos puntos de similitud con el de Benson, logró despertar mayor sensación, no obstante el hecho de que Elwell era mucho más conocido que Benson, y de que los personajes que intervenían en el mismo ocupaban una posición social más elevada. Es de notar que en las informaciones del caso Elwell se hizo varias veces referencia al de Benson, llegando un periódico de la oposición a lamentar en un editorial que John F. X. Markham no ocupase ya el cargo de fiscal de distrito de Nueva York. <<
[5] Cito de memoria la conversación en que Vance expuso su método psicológico de análisis criminal. Este pasaje ha sido sometido al mismo Vance, con ruego de que lo revisara y modificara a su gusto; de manera que puede considerarse, casi palabra por palabra, como la expresión de su teoría. <<
[6] Ignoro a qué caso se refería Vance; pero se han dado varios en los que ha sido empleado este procedimiento; quedan los relatos de los mismos, además de que los escritores de novelas detectivescas han recurrido a él con frecuencia. <<
[7] Hace unos veinte años, Pearson y Goring llevaron a cabo estudios profundos y estadísticas sobre los criminales profesionales de Inglaterra. Y demostraron: 1.º, que los criminales comienzan su carrera entre los dieciséis y los veintiún años; 2.º, que más del noventa por ciento de los criminales eran normales; 3.º, que la mayoría de los criminales eran, no hijos, sino hermanos de asesinos. <<
[8] Algunos años después de esta conversación, sir Basil Thomson, caballero de la Orden del Baño, escribía en el Saturday Evening Post: «Cuando uno de esos mil crímenes antes impunes se descubre por casualidad, se expresa la idea de que el crimen habla. El crimen no dice nada; si habla, se adorna esta agradable sorpresa de una aureola poética. Un envenenador casi siempre ha hecho perecer a otras víctimas sin despertar sospechas; cuando se descuida, se descubre». <<
[9] Durante muchos años se atribuyó a Tiziano el célebre Concierto campestre, del Louvre. Vance se encargó de convencer al conservador Lepelletier de que era un Giorgione. Lo consiguió, y el cuadro se atribuye ahora a este pintor. <<