Había un frío en el aire cuando Zane se bajó de su Hummer a media cuadra de la casa de Portia.
Según Gabriel, Oliver había sido asignado a vigilar la casa mientras Samson y Amaury buscaban a Portia en Tahoe. Después de que ella había regresado a casa y Oliver había informado de ese hecho a Gabriel, la misión de Oliver había terminado, y había dejado su puesto de observación. Teniendo en cuenta que el trabajo de Scanguards había terminado tan pronto como Portia estuvo de regreso con su padre, la acción de Gabriel había sido lógica. Sin embargo, sabiendo lo que todos sabían ahora, habría sido más prudente seguir vigilando la casa.
Detrás de Zane, Amaury y Samson bajaron del coche y en silencio cerraron las puertas. Eran pasadas las tres de la mañana, y las calles estaban tranquilas. Cualquier sonido que hicieran se escucharía muy lejos, y lo último que quería Zane era alertar a Müller de su presencia antes de que él estuviera en la posición de atacar.
La casa estaba envuelta en oscuridad, ni una sola lámpara iluminaba desde el interior. No sabía qué esperar. ¿Le habría dicho Portia a su padre, quién era su amante? Ella conocía su verdadero nombre: Zacarías Eisenberg. ¿Se lo habría revelado a su padre? ¿Y por qué no habría de hacerlo? Estaba enfadada con él porque la había rechazado y amenazado con matarla. ¿Qué podría ser más lógico que decirle a su padre, dónde podía encontrar a su mayor enemigo? Sería la manera más fácil para que ella le diera su máxima y bien merecida venganza.
Pero lo que no estaba claro, era cómo Müller castigaría a su hija por ir en contra de sus deseos. Zane temía lo peor. Müller era un fanático. ¿Toleraría a su hija después de haber dormido con un judío, aun cuando esto lo llevara más cerca del exterminio de dicho judío? ¿Primero atacaría a su hija porque ella lo había traicionado? No había manera de saberlo con seguridad, hasta que realmente viera a Portia.
Por lo que sabía, Müller podía estar ocultándose esperándolo en la oscura casa, dispuesto a hundir una estaca en el corazón de Zane no sólo para poner fin a la persecución que había durado más de sesenta años, sino también para castigarlo por deshonrar a su hija virgen.
Zane suspiró. Qué irónico era que él había estado en la casa de Müller y nunca se había dado cuenta. Pero no había habido ninguna imagen de la familia, nada que revelaría la identificación de Müller.
—¿Estás bien? —Susurró Amaury junto a él.
—No.
Él probablemente nunca estaría bien de nuevo. Hiciera lo que hiciera ahora, lastimaría a alguien. Tenía que sacar a Portia de la casa, muy probablemente en contra su voluntad, porque ella no querría su ayuda ahora, y, al mismo tiempo, tenía que aprovechar esa oportunidad y matar a su padre. Ella lo odiaría todavía más por eso.
Se acercaron a la casa desde el lado norte, donde no tenía ventanas. Sólo la puerta principal estaba en ese lado. Sus pasos no hacían ruido sobre el cemento frío, los tres estaban bien versados en el sigilo. Comunicándose sólo con señales de manos y ojos, se ubicaron alrededor de la puerta.
Zane deslizó la llave en la cerradura y la giró. Con un guiño a sus colegas, abrió la puerta y se lanzó en el interior. Samson y Amaury hicieron lo mismo. En un segundo, se encontraban dentro de la pequeña casa, cada uno ubicado contra una pared diferente desde la cual atacar o defender.
Zane inhaló y permitió que sus sentidos se asentaran. El vacío lo saludó.
—Se han ido —dijo Samson, dejando escapar un suspiro.
Pero apenas Zane escuchó la voz de su jefe, el olor que llegó a su nariz hizo sonar las alarmas de su cabeza, y lo catapultó hacia las escaleras. Se agachó y pasó sus dedos por un lugar en la barandilla.
Sangre. Era sangre seca.
—Portia…
Sus ojos se enfocaron, y descubrió más manchas de sangre seca.
—Oh Dios, ¡no!
La mano de Samson se cerró sobre su hombro—. La encontraremos.
Zane alzó los párpados—. Él la lastimó… ella sangró. Samson… todo es mi culpa. La lastimó por mi culpa.
—Debió haberle dicho quién eras —dijo Amaury.
Zane cerró los ojos, empujando hacia atrás las lágrimas que quería derramar por el dolor de Portia—. Tenemos que dar con ella… antes de que él la mate.
—No lo hará.
Zane giró al escuchar la voz de Quinn proveniente de la puerta, la furia de inmediato se hizo cargo de su mente. Su antiguo amigo era la razón por la que esta situación había llegado a este punto en primer lugar. Si no lo hubiera delatado con Samson, Zane nunca hubiera tenido que llevar a Portia lejos.
Mientras Quinn entraba, junto a él, otra persona apareció. Al instante alerta ante la aparición del vampiro desconocido junto a Quinn, Zane se levantó y buscó su estaca. Tendría que hacer frente a Quinn más tarde.
Quinn rápidamente levantó la mano—. Es Caín. Es el hombre que identificó la insignia que encontraste en el asesino.
—¿Asesino? —Interrumpió Samson, levantando una ceja en pregunta.
—Es una larga historia. Te la contaré más tarde. —Zane respondió rápidamente.
Samson asintió con la cabeza bruscamente—. Así lo espero.
Zane asintió rápidamente con la cabeza en acuerdo y volvió su atención a Quinn y a Caín. El vampiro tenía poco más de un metro ochenta de alto, fornido con el pelo corto y oscuro, una sombra permanente donde su barba había crecido cuando aún era humano.
Caín asintió con la cabeza en señal de saludo—. Quinn me trajo en avión para que yo pudiera ayudar.
Quinn se encogió de hombros hacia Samson—. Tomé prestado uno de los aviones.
—Hablaremos de eso más adelante —dijo Samson—. ¿Cómo va a ayudar Caín? Sin ánimo de ofender.
El desconocido asintió con la cabeza—. No lo has hecho. Puede ser que sea capaz de identificar algunos de los miembros del programa de reproducción.
—Ya sabemos quién es la cabeza.
Quinn le codeó al vampiro—. Dile a Zane lo que me dijiste.
Caín se aclaró la voz—. Habrá un gran evento en dos o tres días.
—¿Qué tipo de evento? —preguntó Zane con impaciencia.
—Un vínculo de sangre. Al parecer, el líder ha encontrado un híbrido adecuado para vincularse con la princesa.
—¿La princesa? ¿Qué mier…? —Esto no era Inglaterra, con familias reales y todo.
—Ellos dicen que es su hija. Ella se supone que debe iniciar una dinastía de híbridos superiores. Han encontrado un híbrido con el que va a aparearse.
El corazón de Zane se detuvo. ¿Se suponía que Portia haría un vínculo de sangre con algún híbrido que su padre había elegido para ella?—. ¡No!
—Es por eso que él no la matará —agregó Quinn—. Él la necesita. Ella es su boleto a la raza superior.
Zane trató de sacudirse el pensamiento, pero no pudo—. Él no puede hacer eso. ¡Es mía! ¡Portia es mía!
Expresarlo frente a sus amigos y colegas, lo trajo a la realidad. No podía engañarse por más tiempo. Sin Portia, no era nada más que una cáscara vacía, sin un corazón. Sólo con ella, tendría una oportunidad en la vida. Su padre podría necesitarla para crear una raza superior, pero Zane la necesitaba para sobrevivir.
—No tenemos mucho tiempo —dijo Amaury—. Tenemos que encontrarla antes de la ceremonia o…
Amaury no terminó su frase, y no tenía que hacerlo. Zane sabía las consecuencias muy bien. Si Portia se vinculaba con sangre a otro hombre, estaba perdida para él. Sólo matar a su compañero la liberaría. Y aun así, ¿querría Portia abrir su corazón a Zane otra vez? ¿Sería capaz de perdonarlo por lo que le había hecho? Porque, después de todo, era su culpa que se encontrara en esta situación. Él había sido el que la había echado sin considerar las consecuencias. Él la había conducido de vuelta a su padre y hacia el infierno. Si hubiera pensado las cosas por un momento, habría visto que no importaba quién era su padre. Ella era pura y buena, a pesar de la semilla de donde provenía.
—¿Sabes dónde se llevará a cabo esta ceremonia? —preguntó Samson a Caín.
—Está en algún lugar en la costa oeste, con certeza, pero yo nunca llegué a saber dónde. La ubicación se mantiene en secreto. Sólo unas pocas personas lo saben.
Zane miró a Quinn, recordando algo—. Me dejaste un mensaje que encontraste algunos números de teléfono en el celular de Brandt. ¿Era sólo un cebo para conseguir que regresara?
—Thomas extrajo algunos números parciales. Tenemos un código de área y un prefijo.
—¿Dónde?
—Seattle. El prefijo identifica el barrio de Queen Anne. Pero…
—Pero ¿qué?
—No podemos estar seguros de que sea el lugar al que fue Müller.
—Es todo lo que tenemos. —Era poco, pero Zane se aferró a él para salvar su vida.
Samson asintió con la cabeza—. Es lo mejor que podemos hacer. —Se volvió a Amaury—. Moviliza a las tropas. Necesitamos a todos los que podamos conseguir.
—Yo puedo ayudar —interrumpió Caín.
Zane examinó al vampiro. Él había ayudado hasta ahora, ¿pero podían confiar en él?—. Tú querías ser parte del programa de reproducción. Entiendo que estés descontento por haber sido rechazado, pero ¿por qué nos ayudas ahora? ¿Qué te detiene de correr de regreso a ellos y advertirles que los estamos buscando?
El vampiro alto y fornido se pasó la mano por el pelo oscuro. En silencio Zane se preguntaba por qué Müller lo había rechazado. Parecía fuerte e inteligente, y por lo que Zane podría decir, tenía un aspecto bastante decente.
—Escucha, sé que esto debe sonar extraño para ustedes, pero cuando me enteré del programa de reproducción pensé que me daría un propósito en la vida. Verás, he estado a la deriva. Sin familia, sin amigos, sin clan.
—¿Por qué? —disparó Zane nuevamente, la sospecha crecía. Un solitario siempre significaba problemas.
—Es porque no sé quién soy. Me desperté una noche, y yo sólo «era». No tengo idea de cuándo me transformaron, ni quién, ni cómo. Tampoco me acuerdo de mi vida humana. Nada. He estado buscando una respuesta, y cuando me enteré del programa, pensé que era tan bueno como cualquier otra cosa de la cual fuera parte.
Zane asintió con la cabeza. Él entendía la necesidad de encontrar una familia, tener amigos, para no estar solo nunca más—. El programa de reproducción, ¿creías en él cuando aplicaste?
Caín se encogió de hombros—. Prometieron que las mujeres más atractivas estarían disponibles para cualquier vampiro o híbrido que fuera aceptado en el programa. No es algo que alguien como yo pudiese permitirse el lujo de rechazar. No entiendo por qué no me quisieron. Hey, soy fuerte, soy inteligente. Y me dicen que no me veo mal. No tengo idea qué estaban buscando que no tuviera.
—Creo que es la falta de compromiso lo que hizo que perdieras el derecho —reflexionó Zane—. Müller sólo quiere hombres que crean en su causa. Él es un fanático. Le gusta rodearse de otros fanáticos. Tú querías entrar por las razones equivocadas.
—Supongo. Bueno, no importa. Al ver que van a caer de todos modos, mejor que no fuera parte de ello. —Entonces él hizo un movimiento hacia la puerta—. Bueno, buena suerte muchachos. Viendo que no tienen ningún uso para mí, trataré de seguir adelante.
Antes de que Caín pudiera salir por la puerta, Zane lo bloqueó—. No tan rápido. Estoy seguro que puedes entender que no podemos dejarte ir y arriesgarnos a que alertes a Müller.
Zane miró a Samson, que asintió con la cabeza.
—Por eso —intervino Samson—, preferimos que estés en nuestro equipo. Lucha de nuestro lado, y si pruebas ser digno de ello, tal vez tengamos un lugar para ti con nosotros.
Zane se dio cuenta de cómo a Caín se le abrían los ojos por la sorpresa. A continuación, una sonrisa se extendió por sus labios—. No se arrepentirán.
—Ahora nos dirás todo lo que sabes, todos los detalles —ordenó Samson. Luego giró hacia Amaury—. Organiza el avión, pon a todos al día. Saldremos antes del amanecer.