De: maestroyuko@wanadoo.es

Para: laurasumisa@hotmail.com

Enviado: Domingo, enero 19, 2003, 19:50

Sumisa Laura, la demanda ha quedado satisfecha y el tiempo de espera ha llegado a su fin. Contemplo el papel y tu retrato aflora, exquisito. Sólo es una representación, pero gracias a ti, cobrará vida. ¿De qué sirve la vida si no dejamos huellas? Y no me refiero, como podrás imaginar, a la vana aspiración del artista cuyas obras tarde o temprano se diluirán en el tiempo y el Caos. Me refiero a la huella que dejaremos en las almas de los que accedan a la obra, a la medida, por ínfima que sea, en que sus vidas cambiarán al contacto con nuestro trabajo. Sí, nuestro. Maestro y Discípula se hermanan en la obra y dan lugar a una perfecta simbiosis en la que se tornan indistinguibles.

Ha llegado el momento.

Mi viejo corazón se alegra por nosotros.

He convocado a algunos amigos a nuestra sesión. Se han alegrado mucho, pues pensaban que las reuniones que organizábamos con Sumisas tiempo atrás habían terminado para siempre.

Es necesario que tengas un público educado y sensible a la hora de convertirte en obra de arte, en diosa; y lo tendrás.

Le escribiré a tu Amo para dejarle saber el lugar y la hora de la cita.

Maestro Yuko