De: maestroyuko@wanadoo.es

Para: laurasumisa@hotmail.com

Enviado: Viernes, noviembre 15, 2002, 23:55

Sumisa Laura, hay una tienda en el mercado de la Boquería, «Fruits del Bosc de Petràs», especializada en la venta de insectos. Tu Maestro sugiere severamente que vayas allí y compres todo lo necesario para una cena. Lamentablemente, venden los alimentos ya cocinados. Pero son de excelente calidad. Te recomiendo los escorpiones a la brasa, los gusanos al queso, la ensalada al curry tailandés (con jalea de abejorros; adquiérela aparte), hormigas culonas tostadas (como aperitivo); si necesitas condimentar algún plato, usa sal de gusano rojo de mezcal, aunque todos los platos vienen apropiadamente condimentados. De postre, una piruleta de escorpión macerado en vodka, o de menta con hormigas maceradas con pimiento. Escoge la que prefieras.

Tu esposo y Amo puede acompañarte en la cena; por supuesto no está obligado a ello, aunque lo recomiendo calurosamente. Lo que reste de la cena (compra para que sobre) debes llevarlo a la oficina al día siguiente. Será tu comida. No te ocultes. Devórala delante de tus amigas. Pero no la compartas.

Te gusta demasiado.

Descríbeme la experiencia en tu próximo mensaje.

¿Vergüenza? Destierra esa palabra de tu corazón siempre que hables con tu Maestro. Yo soy el país donde no existe la vergüenza. El país donde la desnudez y la sexualidad son naturales y no entrañan culpa. La vergüenza es una ofensa entre Sumisa y Maestro.

Amo tu desvergüenza.

No lo olvides.

Tu nivel de inocencia deseosa aumenta y eso me hace feliz. La inocencia neutralizará tu vergüenza. Es bueno que halles el latido de la ciudad en el interior de tu vagina. Encontrar lo insólito donde sólo debe haber carne y sangre, es Sabiduría. Espero que pronto, cuando tus dedos busquen, me encuentres a mí.

Las vaginas son órganos fuertes.

Misteriosos. Resistentes.

¿Cómo son los labios de tu vagina?

En mi balcón hay un ficus de hojas brillantes. Lubricadas. Lo compré muy pequeño y ahora ha crecido tanto que la maceta ya no le basta. La maceta en la que creces también se hará inservible y no podrá contenerte. Tu Maestro, entonces, la romperá. Y el amor de tu Maestro será la tierra donde prosperarás.

Ya comienzo a pensar en ti como en un reto estético, como en una obra de arte que realizar.

Ábrete.

Mis dedos juguetean con el pincel.

Maestro Yuko