NOTAS

NOTAS

[1] Una traducción parcial de The Theme is Freedom que incluye el texto sobre el caso Robles aparece en el libro de Carlos Rojas Por qué perdimos la guerra. La carta de Dos Passos a Robles, del 17 de febrero de 1917, forma parte de la colección de la familia Ortiz Robles (a partir de ahora, «OR»). <<

[2] Las instancias manuscritas de José Robles dirigidas a la Junta para la Ampliación de Estudios se conservan en el Archivo de la Residencia de Estudiantes (Madrid). <<

[3] Las cartas del 8 de octubre y 20 de junio de 1920 de Dos Passos a Robles, en «OR». <<

[4] Carta del 3 de febrero de 1926 de Robles a Dos Passos, en «The Papers of John Dos Passos», Biblioteca Alderman de la Universidad de Virginia (a partir de ahora, «PJDP»). También en «PJDP» las cartas que aluden a Unamuno, Valle-Inclán, Borges (23 de febrero de 1924) y los hermanos Álvarez Quintero. <<

[5] José Robles agregó a Babbitt un unamuniano prólogo en el que, para averiguar algo sobre el autor de la obra, simulaba entrevistar a su protagonista. <<

[6] Francisco Ayala: Recuerdos y olvidos. En este libro aparece una foto de grupo en la que, pese a lo que se asegura en el texto, no está José Robles. <<

[7] José Robles: Tertulias españolas. <<

[8] Sobre la verdadera autoría del prólogo de El problema religioso en Méjico, ver apéndice. <<

[9] Edmund Wilson: Letters on Literature and Politics. 1912-1972 y The Thirties. Jeffrey Meyers: Edmund Wilson. A Biography. <<

[10] Carta del 26 de diciembre de 1934 de Dos Passos a Robles, en «OR».<<

[11] En el curso de mis investigaciones tuve ocasión de entrevistar a dos intérpretes de los consejeros militares soviéticos, Clara Rosen y Lydia Kúper, quienes (debido seguramente a sus destinos en el frente) no habían oído hablar de lo ocurrido a José Robles. Sobre Lydia Kúper y otros intérpretes publiqué en el suplemento Culturas del periódico La Vanguardia el artículo «El periplo de Lydia Kúper». <<

[12] Carta del 20 de octubre de 1936 de Robles a Lancaster en la «José Robles Pazos Collection», Biblioteca Milton S. Eisenhower de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (a partir de ahora, «JRPC»). <<

[13] Los documentos desclasificados están incluidos en el libro de Ronald Radosh, Mary R. Habeck y Grigory Sevostianov (editores): España traicionada. Stalin y la guerra civil. <<

[14] Julián Zugazagoitia: Guerra y vicisitudes de los españoles. <<

[15] Max Aub: Campo abierto. Esteban Salazar Chapela: En aquella Valencia. La referencia a la amistad de Robles con Matthews aparece en un documento anónimo encontrado entre las pertenencias familiares por Cristina Allott, sobrina nieta de Robles. <<

[16] Eugenio F. Granell: «Los silencios de Alberti», en Ensayos, encuentros e invenciones. Benjamín Prado: A la sombra del ángel. 13 años con Alberti. <<

[17] La respuesta del 28 de enero de 1937 del Departamento de Estado, en «JRPC». <<

[18] Cartas de Coco Robles (6 de enero de 1937) y Coindreau (11 de febrero de 1937), en «JRPC». <<

[19] Townsend Ludington: John Dos Passos. A Twentieth-Century Odissey. John Dos Passos: The Fourteenth Chronicle. Letters and Diaries of John Dos Passos (edición de Townsend Ludington). Cartas del 13 de noviembre y 4 de diciembre de 1916 de Dos Passos a Rumsey Marvin, en The Fourteenth Chronicle. <<

[20] Carta sin fecha, en «OR». Carta del 20 de septiembre de 1919 de Dos Passos a Rumsey Marvin, en The Fourteenth Chronicle. <<

[21] Carta del 8 de diciembre de 1919 de Dos Passos a Stewart Mitchell, en The Fourteenth Chronicle. Carta de enero de 1920 de Dos Passos a Thomas P. Cope, en The Fourteenth Chronicle. <<

[22] Carta sin fecha, en «OR». <<

[23] Carta sin fecha, en «OR». <<

[24] El manuscrito de la traducción, con fecha 3 de febrero de 1921, en «PJDP». Catalina Montes: La visión de España en la obra de John Dos Passos. <<

[25] John Dos Passos: «El visado ruso», en En todos los países. <<

[26] Carta del 25 de mayo de 1933 de Dos Passos a Hemingway, en The Fourteenth Chronicle. <<

[27] Carta de Edmund Wilson del 26 de noviembre de 1966, en Letters on Literature and Politics. La reconstrucción de este viaje está hecha a partir de Años inolvidables y «La república de los hombres honrados» (en En todos los países). <<

[28] Casas Viejas era una aldea del municipio de Medina Sidonia, en la provincia de Cádiz. La propiedad de sus tierras, muchas de las cuales permanecían sin cultivar, estaba concentrada en muy pocas manos, y sus habitantes confiaban en la tantas veces prometida reforma agraria como única solución a un hambre y una miseria seculares. El 10 de enero de 1933 tuvieron noticia de que en España se había declarado el comunismo libertario, y el hombre que, según Sender, detentaba la autoridad en el seno del sindicato anarquista local, un septuagenario apodado Seisdedos, creyó llegado el momento de adueñarse de los municipios y repartir la tierra. Sus informaciones eran erróneas, pero ellos no lo supieron hasta algo más tarde, y para entonces ya habían comunicado sus intenciones a la guarnición de la Guardia Civil. Ésta declaró que moriría antes que rendirse. Hubo un intercambio de disparos, y resultaron heridos dos guardias civiles, que fallecerían al cabo de poco tiempo. Cuando Seisdedos supo que la rebelión estaba condenada al fracaso, cinco hombres, dos mujeres y su pequeño nieto se encerraron con él en una choza. Los guardias no tardaron en recibir refuerzos. De madrugada, un capitán de la Guardia de Asalto tomó el mando de la plaza, y los doscientos hombres de su compañía rodearon la choza. El asedio tardaba en dar fruto, y el delegado del gobierno dio la orden de arrasar la choza. Los guardias le prendieron fuego. Antes de que cayera el techo, una de las mujeres y el niño salieron corriendo. Luego lo intentaron la otra mujer y un hombre, pero fueron barridos por las descargas de fusilería. No tardó en extenderse por la localidad una encarnizada represión, y varios hombres que no habían tenido relación alguna con los hechos fueron detenidos y directamente fusilados. Sus cadáveres fueron arrojados a las llamas junto a los de los cercados. En total, aunque las cifras de Sender y Dos Passos no coinciden, los guardias habían matado a veintidós personas. <<

[29] Amanda Vaill: Everybody Was So Young. Gerald and Sara Murphy. <<

[30] Una copia de la petition, dirigida a Niceto Alcalá-Zamora, ha sido encontrada por el hijo del artista, Paul Quintanilla, en los archivos de la galería Pierre Matisse. Carta del 13 de noviembre de 1934 de Dos Passos a Malcolm Cowley, en The Fourteenth Chronicle. Carta de 26 de diciembre de 1934 de Dos Passos a Robles, en «OR». Alusión a Lerroux en carta del 24 de noviembre de 1934 a Cowley, en The Fourteenth Chronicle. <<

[31] Carta del 5 de febrero de 1935 de Dos Passos a Wilson, en The Fourteenth Chronicle. Carta del 30 de mayo de 1935 de Quintanilla a Dos Passos, en «PJDP». <<

[32] Virginia Spencer Carr: Dos Passos. A Life. También el nombre de Mary McCarthy, que poco después se casaría con Edmund Wilson, figuraba sin su consentimiento entre los de los miembros del comité. <<

[33] La mayoría de los escritos sobre la guerra civil incluidos en Journeys Between Wars componen el volumen titulado La guerra civil española. <<

[34] Carlo Tresca aparece en Century’s Ebb como Ugo Salvatore. <<

[35] La cita de Salazar Chapela, en el ya citado En aquella Valencia. <<

[36] Todas las citas de Arturo Barea, salvo indicación en contra, proceden de La forja de un rebelde. Constancia de la Mora: Doble esplendor. <<

[37] La referencia de Dos Passos al saber y la sensibilidad de Robles, procedente de The Theme ís Freedom, está reproducida en el libro de Carlos Rojas Por qué perdimos la guerra. <<

[38] Carta del 28 de marzo de 1937 de Coindreau a Lancaster, en «JRPC». <<

Al día siguiente acudió… Álvarez del Vayo (al que Rafael Cansinos-Assens, en La novela de un literato, describe como un revolucionario frívolo y sibarita, amigo «de la buena cerveza, el buen marisco y las buenas hembras», ataviado siempre con una «elegancia algo chillona») era asiduo a algunas de las principales tertulias madrileñas. Entre ellas estaba la de La Granja del Henar, donde muy probablemente debió de coincidir con Dos Passos.

[39] La mayor experta en la vida y la obra de Quintanilla, la profesora Esther López Sobrado, ha demostrado que Quintanilla se encontraba en España en el mes de abril: muy poco después, el uno de mayo, se produjo la rendición de una compañía de la Guardia Civil que se había hecho fuerte en el monasterio de Santa María de la Cabeza, acontecimiento del que el pintor fue testigo y que le inspiró una serie de dibujos. En Century’s Ebb Quintanilla aparece como Alfredo Posada, un pianista que ha vivido en París y que en ese momento colabora con el ministro, fácilmente reconocible en la figura de Juan Hernández del Río. <<

[40] El famoso periodista francés podría ser Antoine de Saint-Exupéry, que por esas mismas fechas viajó a Madrid. Algunos han dicho que se trataba de André Malraux, pero la cronología establecida por Olivier Todd en su biografía del escritor (André Malraux. Una vida) permite descartarlo. Ver también Malraux en España de Paul Nothomb. <<

[41] Paul Quintanilla: Waiting at the Shore. <<

[42] Arthur Koestler: Autobiografía. <<

[43] Arturo Barea: Palabras recobradas. Textos inéditos. <<

[44] En Century’s Ebb Hemingway aparece como George Elbert Warner. <<

[45] La carta de 12 de mayo de 1934 con la alusión de Dos Passos a Alberti, en «OR». <<

[46] Josephine Herbst: The Starched Blue Sky of Spain and Other Memoirs. Ernest Hemingway: La guerra de España. <<

[47] Elinor Langer: Josephine Herbst. <<

[48] Elinor Langer: «The Secret Drawer». <<

[49] Carta del verano de 1939 de Dos Passos a Herbst, en The Fourteenth Chronicle. Carta de Julio de 1939 al New Republic, en The Fourteenth Chronicle. <<

[50] Las palabras de Hemingway, citadas por Stanley Weintraub en su prólogo a La guerra civil española de John Dos Passos. Carta de julio de 1939 de Dos Passos a Dwight Macdonald, en The Fourteenth Chronicle. <<

[51] Stanley G. Payne: Unión Soviética, comunismo y revolución en España. <<

[52] Carta del 5 de noviembre de 1937 de Dos Passos a Lancaster, en «JRPC». Carta del 24 de julio de 1937 de Márgara a Lancaster, en «JRPC». <<

[53] Hoja de servicios del general Ramón Robles Pazos, en Archivo General Militar (Segovia). <<

[54] La referencia de Koch a Joris Ivens, en el ya citado El fin de la inocencia <<

[55] Las palabras de Ayala, en el ya citado Recuerdos y olvidos. <<

[56] El informe de Gorev, en el libro de Radosh, Habeck y Sevostianov. Stanley Weintraub, en el prólogo a La guerra civil española de Dos Passos. <<

[57] Trapiello es autor de Las armas y las letras, la ya clásica monografía sobre el tema de la guerra civil y la literatura. <<

[58] La Causa General está depositada en el Archivo Histórico Nacional (Madrid). Con el título Causa General. La dominación roja en España se publicó un volumen con parte de la información instruida por el ministerio público. <<

[59] Francisco Agramunt: «La memoria oscura de las checas». <<

[60] Más adelante, tras dirigir la represión del POUM en Barcelona, se unirá a Justin, Cobo y Vázquez el manco Eusebio Rodríguez Salas, cuya crueldad, de acuerdo con Sandoval, sólo era comparable a la del propio Apellániz: «Individuo que caía en sus manos era hombre muerto o salía lisiado de sus manos». <<

[61] John Costello y Oleg Tsarev: Deadly Illusions. <<

[62] Algún funcionario de la Causa General intentó, de forma bastante aventurada, identificar a este Leo con el embajador Rosenberg. En cuanto a Muller, según Germán Sánchez («El misterio Grigulevich»), habría colaborado estrechamente con Yosif Grigulevich en diferentes «actividades irregulares». <<

[63] Paulina Abramson asegura en Mosaico roto que Berzin «recibió de uñas» a Orlov. <<

[64] Stalin mandó fusilar a muchos de los militares soviéticos que lucharon por la República, entre ellos a Grigorii Shtern, Manfred Stern (el general Kleber), Yakov Smushkevich (el general Douglas), Butyrski, Pumpur, Ptukhin, Rychagov… <<

[65] En abril de 1937, julio Álvarez del Vayo tenía cuarenta y siete años y compatibilizaba sus responsabilidades al frente del Ministerio de Estado con la dirección del Comisariado General de Guerra. Mijail Koltsov, al que le unía una amistad que venía de antiguo, lo describió entonces como un hombre «desgarbado, con su mono caqui, inclinando su cabeza grande de intelectual, con las gafas caladas». La suya era la biografía de un cosmopolita. Estudiante primero en Londres y Leipzig, más tarde traductor en los Estados Unidos y corresponsal del diario El Sol en Ginebra, en la década de los veinte había hecho varios viajes a Rusia, fruto de los cuales fueron tres libros en los que cantaba los logros de la revolución. Con el advenimiento de la República, el radical Alejandro Lerroux entró en el gobierno provisional para hacerse cargo del Ministerio de Estado y repartió algunas de las principales embajadas entre figuras de la intelectualidad: Ramón Pérez de Ayala, Salvador de Madariaga, Gabriel Alomar. A Álvarez del Vayo le correspondió la de México. Según cuenta él mismo en La guerra empezó en España, en 1933 fue designado para la embajada en Moscú pero, cuando se hallaba camino de Rusia, se enteró de la caída del gobierno y presentó la dimisión. Afiliado al partido socialista y afín al sector liderado por Largo Caballero, ocupó escaño de diputado en las legislaturas del 33 y el 36. Tras la insurrección de Asturias de octubre de 1934 dirigió el Comité Nacional de Ayuda a las Víctimas, que había sido creado por el Comintern: para entonces, según dice Payne en Unión Soviética, comunismo y revolución en España, Álvarez del Vayo era ya considerado un «comunista encubierto». De la rebelión militar se enteró por la Gazette de Biarritz mientras veraneaba con su familia en una playa francesa cercana a la frontera. No sin dificultades logró llegar a Madrid, y el 5 de septiembre Largo Caballero lo incorporó a su gobierno. Era, de hecho, uno de sus hombres de confianza, y Largo Caballero se sintió traicionado cuando él se adhirió a la reprobación del general Asensio propuesta por los ministros comunistas, cuyo partido había organizado una campaña para desacreditarle y le calificaba de «el general de las derrotas». En el libro mencionado, Álvarez del Vayo se limita a decir que Largo Caballero «se resintió profundamente de que yo tomara por primera vez una posición diferente de la suya; y desde ese día, con gran pesar por mi parte, dejé de ser el ministro con quien tenía mayor confianza». Su afinidad con los comunistas se había ya manifestado en el Comisariado General de Guerra con el nombramiento de una amplia mayoría de comisarios políticos procedentes del PCE, lo que en la práctica entregaba a éste el control del ejército. En su Diario de la guerra española Koltsov cita con frecuencia a Álvarez del Vayo. Se vieron al poco de llegar el enviado especial de Pravda a Madrid, cuando Álvarez del Vayo le visitó en su hotel, el Florida, y seguirían viéndose con asiduidad hasta que, en noviembre de 1937, Koltsov regresó a Moscú. Durante el mes de octubre del 36 su relación fue particularmente estrecha. A las seis de la tarde, el Comisario General se reunía en uno de los despachos del Ministerio de la Guerra con sus cinco subcomisarios, dos colaboradores más y el propio Koltsov. La participación de éste en esas reuniones desborda las atribuciones propias de un simple corresponsal, y abona las hipótesis más generalizadas sobre las verdaderas lealtades políticas de Álvarez del Vayo. Los elogios que le dedican Koltsov en su Diario y André Marty en sus informes confidenciales ayudan a explicar la opinión que tenían de él socialistas como Indalecio Prieto, para quien Álvarez del Vayo era un hombre «servil» hacia la URSS, mero «peón de la diplomacia soviética». Fuera por convicción o por pusilanimidad, lo cierto es que los enviados soviéticos encontraron en él a un colaborador inestimable, o acaso a un pelele que no tuvieron dificultades en manejar. El grado de colaboración que, según Payne, existía entre Álvarez del Vayo y Alexander Orlov era tal que los agentes de la NKVD estaban autorizados a acceder libremente a las comunicaciones del ministerio, incluidos los criptogramas que enviaban y recibían las legaciones extranjeras en España. Obediente a las consignas del Comintern, Álvarez del Vayo era, por otra parte, el más destacado de los políticos del PSOE que se habían manifestado a favor de la unificación entre comunistas y socialistas, unificación que para éstos se presentaba como una simple absorción por parte de aquéllos. En el verano del 37 asistiría a un pleno del Comité Central del PCE: su entrada fue acogida con ovaciones, y Dolores Ibárruri le hizo objeto de los más encendidos elogios. Entonces hacía dos meses que había dejado de ser ministro, y Koltsov recoge las burlas que Largo Caballero hacía sobre su persona: «Pobre Del Vayo, no le han dado ninguna recompensa por haberme abandonado». Volvería a dirigir un ministerio en la primavera del año siguiente. Los consejos de ministros presididos por Largo Caballero siempre le habían parecido innecesariamente largos. Para su desgracia, también en la etapa de Negrín se prolongaban demasiado y, frente al «excesivo interés en examinar cada caso» que demostraba el ministro Irujo, comprendía el disgusto del presidente «al perder tres o cuatro horas en la discusión de una sentencia de muerte». <<

[66] Para conocer la historia de Kate Mangan, ver capítulo 7. <<

[67] La carta del 8 de junio de 1937 de Orwell a Connolly, en Orwell en España. La cita de Trotski aparece en el escrito del 29 de agosto de 1937 titulado «Estalinismo y bolchevismo. Sobre las raíces históricas y teóricas de la IV Internacional» (incluido en el CD Escritos de Leon Trotsky, Centro de Estudios, Investigaciones y Publicaciones Leon Trotsky, Buenos Aires, 2001). <<

[68] Cartas de Dos Passos a Lancaster, en «JRPC». Carta de julio de 1939 de Dos Passos a Dwight Macdonald, en The Fourteenth Chronicle. <<

[69] La fugaz visita de Marcelino Pascua a Márgara está documentada en una carta del 27 de mayo de 1937 del embajador a Dos Passos, en «PJDP». Carta del 28 de mayo de 1937 de Coindreau a Lancaster, en «JRPC». <<

[70] La reconstrucción del encuentro en la estación, basada en un fragmento de Century’s Ebb, está tomada de la biografía de Dos Passos por Townsend Ludington. <<

[71] Un extracto de «Farewell to Europe!», en John Dos Passos de Townsend Ludington. <<

[72] La carta del otoño de 1937 de Dos Passos a John Howard Lawson, en The Fourteenth Chronicle. Las citas del artículo, tomadas de John Dos Passos de Townsend Ludington. <<

[73] Referencias a Hemingway, en capítulo «Chosen Country» de The Fourteenth Chronicle. <<

[74] Episodio citado por Stanley Weintraub en el prólogo a La guerra civil española y por Townsend Ludington en John Dos Passos. <<

[75] La carta del 26 de marzo de 1938 de Hemingway a Dos Passos, en Dos Passos de Virginia Spencer Carr. <<

[76] Existe una traducción del artículo en La guerra de España con el título «Rememoración de una patraña». <<

[77] Para la identificación de los personajes, ver Mosaico roto de las Abramson. Para la del personaje de María, ver Hemingway de Fernanda Pivano. Para otros detalles de la vida de Hemingway he empleado los libros de Michael Reynolds Hemingway. The 1930s y Hemingway. The Final Years y el de Eric Nepomuceno Hemingway: Madrid no era una fiesta. <<

[78] Las reacciones de los antiguos brigadistas, en el prólogo de Stanley Weintraub a La guerra de España de Hemingway. <<

[79] Las reacciones de los antiguos brigadistas, en el prólogo de Stanley Weintraub a La guerra de España de Hemingway. <<

[80] La carta del verano de 1939 de Dos Passos a Farrell, en The Fourteenth Chronicle. <<

[81] La carta de julio de 1939 de Dos Passos al New Republic, en The Fourteenth Chronicle. Entre los autores que han escrito sobre el caso Robles hay que citar a Manuel Broncano Rodríguez («José Robles Pazos: primer traductor de John Dos Passos») y Juan José Coy («El compromiso ético en la literatura norteamericana»). En un contexto más amplio, la historia de Robles aparece también en el interesante artículo de Marcos Rodríguez Espinosa «Rusos blancos, bolcheviques, mencheviques y trotskistas en la historia de la traducción en España». Juan Manuel Bonet, por su parte, dedicó a Robles una entrada de su ya clásico Diccionario de las vanguardias en España. La carta del 25 de enero de 1940 de Wilson a Cowley, en Letters on Literature and Politics. <<

[82] Carta de julio de 1939 de Dos Passos a Dwight Macdonald, en The Fourteenth Chronicle. <<

[83] Carta del 16 de julio de 1939 de Wilson a Dos Passos, en Letters on Literature and Politics. Dos Passos bromeaba a menudo sobre el trotskismo de Wilson, y en fecha tan tardía como el 6 de febrero de 1964 le seguía atribuyendo una «fama de trotskista destructor» (carta en The Fourteenth Chronicle). Carta del 16 de julio de 1939 de Ilsa a Dos Passos, citada por Townsend Ludington en John Dos Passos. <<

[84] Carta del 15 de marzo de 1947 de Dos Passos al Times, en The Fourteenth Chronicle. <<

[85] La declaración del 22 de enero de 1953, en The Fourteenth Chronicle. <<

[86] Carta del 8 de septiembre de 1948 de Dos Passos a Sara Murphy y carta del 23 de junio de 1949 de Dos Passos a Hemingway, en The Fourteenth Chronicle. <<

[87] Cartas del 19 de julio de 1950 y 14 de septiembre de 1952 de Dos Passos a Wilson, en The Fourteenth Chronicle. Carta del 14 de noviembre de 1953 de Dos Passos a Van Wyck Brooks, en The Fourteenth Chronicle. <<

[88] Postal de agosto de 1961 de Dos Passos a Sara Murphy, en The Fourteenth Chronicle. <<

[89] Julián Gorkin: La muerte en las manos. En «PJDP» se conserva una carta sin fecha de Quintanilla a Dos Passos con un autorretrato y la frase: «Preparado para hacerte el retrato». También en «PJDP», cartas de Pepe Giner desde su exilio parisino y de Márgara desde México. Tras el reencuentro con Coco, las de Márgara (la última de las cuales es del 26 de diciembre de 1968) se centran en las novedades familiares: viajes, muertes, nacimientos. La carta del 7 de octubre de 1969 a Joseph Blotner en la que alude a Madariaga, en The Fourteenth Chronicle. <<

[90] La visita de Dos Passos a Lisboa se explica por el hecho de que por entonces estaba trabajando en la redacción de The Portugal Story. La necrológica de Arriba está reproducida íntegramente en el libro de Héctor Baggio, John Dos Passos: Rocinante pierde el camino. <<

[91] Con respecto al posible destino de Coco en Rusia, en «PJDP» se conserva una carta del 27 de mayo de 1937 de Marcelino Pascua a Dos Passos en la que, enigmáticamente, el embajador escribió que «resultaría verdaderamente difícil, casi imposible, pero sobre todo, lo que es más importante, no creo que debamos hacerlo. Ya se lo explicaré algún día». <<

[92] Carta del 13 de mayo de 1937 de Solalinde a Lancaster, en «JRPC». Carta de junio de 1937 de Coindreau a Lancaster, en «JRPC». <<

[93] Pedro Salinas y Jorge Guillén: Correspondencia (1923-1951). Otro poeta que se refirió de forma poco simpática a Robles fue José Moreno Villa, quien, al poco de llegar a México, fue entrevistado por la revista Universidad (septiembre de 1937). Preguntado acerca de Robles, al que recordaban de su estancia veraniega en 1932, su respuesta fue: «Robles se volvió loco al estallar la guerra. Aseguraba que nadie más que su hijo hacía los planes para la defensa de Madrid y para continuar la guerra. Cuando yo salí, estaba en la cárcel. Ahora dicen que murió; si de muerte natural, no sé». No he encontrado ningún testimonio que confirme, siquiera mínimamente, la acusación. En todo caso, de acuerdo con lo que él mismo escribió en Vida en claro. Autobiografía, Moreno Villa pasó por Valencia cuando Robles había sido ya encarcelado y seguramente asesinado, por lo que no pudo tener un conocimiento cercano de los acontecimientos. <<

[94] Stanley Weintraub, en el prólogo a La guerra civil española de John Dos Passos. <<

[95] Oak, citado por Héctor Baggio en John Dos Passos: Rocinante pierde el camino. <<

[96] Kate Mangan dice textualmente que Constancia estuvo «under a temporary political cloud». <<

[97] Cartas de Márgara a Coindreau, Crooks y Dos Passos, en «JRPC». <<

[98] Toda la documentación del seguro y los derechos de Cartilla española, en «JRPC». <<

[99] La carta del 5 de noviembre de 1937 de Nathaniel P. Davis (Departamento de Estado), en «JRPC». <<

[100] Carta del 20 de julio de 1937 de la Continental American Life Insurance Company, en «JRPC». <<

[101] La información sobre las actividades de Coco como soldado y sus consecuencias jurídicas y penitenciarias, extraída del procedimiento sumarísimo de urgencia n.º 620/38 del Juzgado Togado Militar Territorial n.º 32 (Zaragoza). <<

[102] La carta de Coco Robles a Esther Crooks, en «JRPC». <<

[103] David Mitchell: The Spanish Civil War (Based on Television Series). <<

[104] Manuel Azcárate: Derrotas y esperanzas. La República, la Guerra Civil y la Resistencia. <<

[105] Gumersindo de Estella: Fusilados en Zaragoza. 1936-1939. Tres años de asistencia espiritual a los reos. Ver también Julián Casanova: La Iglesia de Franco. <<

[106] Carta del 10 de marzo de 1939 de Márgara a Esther Crooks, en «JRPC». <<

[107] Carta del 10 de marzo de 1939 de Márgara a Esther Crooks, en «JRPC». <<

[108] Eric Hobsbawm: Años interesantes. Una vida en el siglo XX. <<

[109] Las memorias de Luis Azcárate, de próxima publicación en Taurus. <<

[110] Carta del 6 de septiembre de 1939 de Coindreau a Lancaster, en «JRPC». <<

[111] Carta del 24 de agosto de 1939 de Márgara a Lancaster, en «JRPC». <<

[112] En «PJDP» se conservan varias cartas de Márgara a Dos Passos en las que insiste en pedir ayuda a la embajada norteamericana para Coco. Carta del 29 de agosto de 1940 de Alexander Weddell a Lancaster, en «JRPC». Carta del 28 de abril de 1940 de Coco a Lancaster, en «JRPC». Carta del 1 de mayo de 1940 de Esther Crooks al Subsecretario de Estado Summer Welles, en «JRPC». Las cartas del 5 de julio de 1940 de Coco a Dos Passos agradeciendo la propuesta de adopción y de Coco a Márgara manifestando su escepticismo están también en «PJDP». <<

[113] Carta del 5 de julio de 1940 de Coco a Márgara, en «PJDP». <<

[114] Una copia de la petición de indulto se conserva entre los papeles encontrados por la sobrina nieta de Robles, Cristina Allott. <<

[115] Carta del 30 de junio de 1944 de Coco a Dos Passos, en «PJDP». <<

[116] Carta del 15 de febrero de 1946 de Coco a Dos Passos comentando la lectura de State of the Nation, en «PJDP». Carta del 14 de octubre de 1946 de Márgara a Dos Passos, en «PJDP» (hay otras cartas parecidas en las que Márgara expresa su ansiedad ante el reencuentro con Coco). <<

[117] Mauricio Ortiz: Del cuerpo. <<

[118] Stoyan Minev Stepanov: Las causas de la derrota de la República española. <<

[119] Enrique Castro Delgado: Hombres made in Moscú. Antonio Machado: La Guerra. Escritos: 1936-39. <<

[120] Manuel Aznar Soler y Luis Mario Schneider (eds.): II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura (1937). <<

[121] El poema incluye versos como los siguientes: «Sobre la tierra prístina y eterna del mundo / y en la presencia misma de Dios / aquí, / vamos a hablar aquí / del NEGOCIO ESPAÑOL REVOLUCIONARIO». Hay edición facsímil de Hora de España (Topos Verlag Ag - Editorial Laia. Vaduz Liechtenstein - Barcelona, 1977). Manuel Aznar Soler y otros: Valencia capital cultural de la República (1936-1937). Antologia de textos i documents. <<

[122] Juan Andrade: Recuerdos personales y Notas sobre la guerra civil. Actuación del POUM. Pelai Pagés, en el prólogo a Recuerdos personales de Juan Andrade. <<

[123] Incluso julio Álvarez del Vayo y su cuñado Luis Araquistáin colaboraron con Cenit escribiendo sendos prólogos, el primero para la novela El cemento de Fiodor Vasilievich Gladkov, el segundo para dos obras de «teatro de la Revolución» de Romain Rolland. <<

[124] En realidad, aunque firmado sólo por Panaït Istrati, Rusia al desnudo estaba escrito por éste, Victor Serge y Boris Souvarine. <<

[125] Durante la guerra, Giménez Siles dirigiría la editorial Nuestro Pueblo y, ya en el exilio mexicano (donde se casó con una hija del filólogo Tomás Navarro Tomás, que había sido profesor de Dos Passos en el otoño de 1916), pondría en marcha nuevos proyectos editoriales, así como la cadena Librerías de Cristal, en su momento el mayor complejo librero de Latinoamérica. <<

[126] La elección de Cenit por el Comintern la demuestra un documento que Daniel Kowalsky descubrió en el Archivo Estatal Ruso de Historia Sociopolítica y al que alude en La Unión Soviética y la guerra civil española. <<

[127] Josep Pla: Viatge a Rússia el 1925 y Homenots. Segona serie. <<

[128] Wilebaldo Solano: Vida, obra y muerte de Andreu Nin. <<

[129] En Un mundo dentro del mundo, el poeta Stephen Spender recuerda a un conductor comunista que se jactaba de haber matado a sangre fría a seis miembros del POUM, y él mismo, tan poco sospechoso entonces de desviacionismo ideológico, llegó a ser acusado de haberse comunicado con su «enemigo de clase» por haber mantenido una conversación con un empleado de la embajada británica. En Ensayos y recuerdos, el crítico literario Antonio Sánchez Barbudo narra un episodio similar, en el que sintió su «pellejo en peligro» tras ser detenido por haber respondido con altanería a la pregunta impertinente de un inspector ruso que quería saber qué hacía él «en la lucha contra el trotskismo». En Memorias de España, 1937, la también escritora Elena Garro evoca la tensión que experimentó cuando fue acusada de espionaje por haber compartido su cajetilla de Lucky Strike con unos soldados («¡Es una espía inglesa! ¡La hemos visto repartir cigarrillos a los soldados para sacarles secretos militares!»). La entonces jovencísima Elena Garro había viajado a España acompañando a su marido, Octavio Paz, invitado para participar en el II Congreso de Escritores en Defensa de la Cultura. Un día, el poeta mexicano debía leer su poema «¡No pasarán!», dedicado a la memoria de Juan Bosch, que había iniciado a Paz en el marxismo y al que se creía muerto en combate. Estaban en un teatro de Barcelona, y Elena vio en primera fila a un joven «de piel rojiza, expresión angustiada y tricot muy viejo». Cuando también Paz lo vio, se le demudó el rostro, y sólo después de unos instantes prosiguió la lectura del poema sin pronunciar el nombre de Bosch, «el camarada muerto en el ardiente amanecer del mundo». Cuenta Elena Garro cómo Bosch les siguió luego hasta el Hotel Majestic y, oculto tras unas gruesas cortinas, se las arregló para decirles que era del POUM y que le andaban cazando: «Han matado a todos mis compañeros…» La zozobra en la que aquel encuentro sumió a Octavio Paz persistió durante el resto de su estancia en España, y años más tarde se reprocharía a sí mismo el no haber alzado la voz contra esa situación. Como recuerda Guillermo Sheridan («Un no en Valencia»), Paz tuvo ocasión de hacerlo durante las sesiones de debate del congreso. El poeta José Bergamín actuaba en ellas como portavoz de las delegaciones española y latinoamericana, y en nombre de Paz y de todos los demás condenó en público toda disidencia, pese a que habían sido varios los delegados que se habían abstenido u opuesto en las reuniones previas. No habló Paz entonces para contradecir a ese Bergamín convertido en «procurador del tribunal del infierno», y eso fue algo que nunca llegaría a perdonarse: «Contribuimos a la petrificación de la revolución, por callar». Por su parte, el barcelonés Carles Fontseré, autor de algunos carteles del POUM y la FAI, cuenta en Memóries d’un cartellista catalá cómo la casualidad le salvó de morir fusilado después de que André Marty le condenara a muerte por una falsa acusación de espionaje. El informe sobre George y Eileen Orwell para el Tribunal Especial de Espionaje y Alta Traición aparece reproducido en el libro Orwell en España. <<

[130] No está de más decir que el libro de Barea fue calificado de extraordinario por el propio George Orwell en el artículo que le dedicó en el Observer en marzo de 1946. En torno a Barea… Carta de julio de 1939 de Dos Passos a Dwight Macdonald, en The Fourteenth Chronicle. <<

[131] Wilebaldo Solano y Llibert Ferri: Dialegs a Barcelona. <<