Naturalmente, me encantaría asumir todo el crédito por todas las partes buenas de este libro y culpar por todas las partes malas a alguien que viviera muy lejos y que no me cayera bien. Pero por desgracia ese tipo de comportamiento está mal visto, así que no me queda más remedio que sincerarme y confesar que he recibido ayuda.
Mi editora, Helen Conford, no cesó nunca de mantenerme en vereda ni tampoco dejó de ayudarme a producir un trabajo que se dejara leer. Sin el entusiasmo de mi agente, Patrick Walsh, este libro nunca habría despegado. También me gustaría dar las gracias a Sarah Hunt-Cooke por su impresionante capacidad para conseguir tratos en torno a este proyecto. Además, quisiera dar las gracias a Jane Robertson por su corrección de los textos y a Rebecca Lee por su labor de coordinación editorial.
Muchas gracias a Tracy Behar y Michael Pietsch, de Little Brown, por sus numerosas ideas e indicaciones prácticas.
También deseo agradecer a mis amigos y familiares que leyeron los primeros borradores rudimentarios y me hicieron muchos comentarios y sugerencias, sobre todo la doctora Nikki Dibben, Utkarsha Joshi, Libby Rimshaw, Angela Melamed, el doctor Steve Dance, Tony Langtry, Mini Grey (y Herbie), Rod O’Connor, el doctor Donal McNally, Mike Smeeton, Clem Young, el doctor John Dowden, Whit, Arthur Jurgens y, naturalmente, Queenie (mi madre). También tengo una enorme gratitud hacia mi tutor de composición, el doctor George Nicholson.
Quiero dar las gracias de forma especial a Jo Grey por las fotografías.
Debo una medalla de oro con la orden del mérito a mi novia, Kim Jurgens, por su excelente labor de corrección, por su aliento, por su ayuda con las ilustraciones y por impedir que arrojara el portátil o la impresora por la ventana del comedor en numerosas ocasiones.
Por último, el premio de platino por las sugerencias, correcciones e información de apoyo es para mi pasmosamente bien informado amigo John Wykes.
Y ahora que he repartido estos tan bien merecidos galardones, no siento ninguna necesidad de llevar las cosas hasta el extremo de aceptar mi responsabilidad por los errores, omisiones y otras cosas malas. Creo que si hay algún tipo de culpa, se debe atribuir a mi profesor de geografía del instituto, Nigel Jones, de 14b Montenbank Cióse, Eccles, Reino Unido. Por favor, dirijan todos sus comentarios negativos, denuncias y demandas de compensación directamente a él en la dirección indicada.