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Martes, 30 de marzo. 20:00 h

Krankenhaus Mariahilf, Heimfeld, Hamburgo

Lo siento, mutti, no puedo quedarme tanto tiempo esta noche. Tengo muchos preparativos que hacer. Soy un chico muy ocupado estos días, ¿sabes? —Acercó un poco más la silla a la cama, mirando alrededor con expresión conspirativa, antes de susurrar en el oído de ella—: Me he encargado de otra. He hecho que otra historia cobrara vida. Era muy triste, ésta. Lo vi en su rostro tan hermoso, cuando me dejó entrar a esa gran mansión vacía que tenía. Una princesa en una torre de marfil. Le hice un gran favor, mutti. Realmente no quería que sufriera. Y ahora, por supuesto, tengo que prepararme para cuando vengas a casa. También he estado ocupándome de eso.

Hizo una pausa y acarició el cabello de la anciana mujer.

—Pero tú sí sufrirás, terriblemente. Eso te lo garantizo. —Se oyeron sonidos al otro lado de la puerta, el ruido de pies calzados con zuecos, cuando la enfermera de guardia pasó por el pasillo. Él se echó hacia atrás en la silla y esperó a que los pasos se desvanecieran—. Lo que yo hago es maravilloso, madre. Hago que vuelvan a ser niños otra vez. En esos preciosos momentos que comparto con ellos, es decir, antes de morir, todo aquello en lo que se han convertido desaparece… Años de vida adulta quedan borrados, y vuelven a ser, una vez más, niños pequeños y asustados. Almitas perdidas y aterrorizadas por lo poco que entienden lo que les está ocurriendo. —Se calló un momento y la habitación quedó en silencio, salvo por el sonido lejano de una conversación interrumpida por risas que tenía lugar en otra habitación del mismo pasillo, en otro universo. Después de un rato, continuó—: La policía ha venido a verme, mutti. Son personas muy estúpidas, ¿sabes? Creen que tienen todas las respuestas, pero no tienen nada. No tienen la menor idea de a quién se enfrentan. Jamás me atraparán. —Lanzó una risita—. Al menos no lo harán antes de que tú y yo nos divirtamos juntos. ¿Qué te asusta más, madre, el hecho de que vas a morir, o el hecho de que no morirás lo bastante rápido? ¿El dolor te asusta? ¿La idea del dolor? Será grandioso. Eso puedo asegurártelo: tu dolor será realmente grandioso. Y ya casi es hora, mutti… Ya casi es hora…