La obra Palacio del deseo, del Premio Nobel de Literatura 1988, Naguib Mahfuz, fue publicada en 1957, sólo un año después de la aparición de Entre dos palacios. Ambas, junto con La azucarera, constituyen la Trilogía, considerada la obra cumbre de este escritor egipcio.
En este volumen se narra la vida de la segunda generación de la familia Abd el-Gawwad entre los años 1924 y 1927. La idea argumental del libro, parte central de la Trilogía, se articula en torno a unos diálogos más ágiles, sin abandonar las descripciones minuciosas de escenarios y personajes, tanto los ya conocidos como los nuevos que irán apareciendo a lo largo de la obra. El lector se enfrenta aquí con un exhaustivo análisis de los sentimientos y las relaciones humanas, llevado a cabo con gran maestría y profundidad psicológicas.
La traducción del presente volumen (previa división del texto en seis partes) ha sido llevada a cabo por el equipo inicial que se encargó de traducir Entre dos palacios y que, tras algunos cambios, ha quedado como sigue: Mª Dolores López Enamorado (capítulos 1 al 6), Eugenia Gálvez Vázquez (7 al 13), Clara Mª Thomas de Antonio (14 al 19), Rafael Valencia Rodríguez (20 al 27), Rafael Monclova Fernández (28 al 34) y Carmen Gómez Camarero (35 al 44). La corrección de estilo ha corrido a cargo de Fernando Rodríguez-Izquierdo Gavala y la abajo firmante ha asumido la tarea de coordinación del equipo.
Al objeto de no entorpecer la lectura del relato con notas aclaratorias a pie de página, al final del libro se ha incluido un glosario en el que el lector encontrará tanto las palabras que aparecen en cursiva en el texto como aquellas cuya explicación pudiera facilitar la comprensión del lenguaje. Las citas tomadas del Corán o el hadiz aparecen también en cursiva y, por las mismas razones apuntadas anteriormente, no llevan nota a pie de página.
La revisión final del texto ha corrido a mi cargo. Algunos nombres difieren ligeramente de la transcripción ofrecida en el primer volumen de la Trilogía. Ello obedece al deseo de adecuarlos más exactamente, en la medida de lo posible, a la fonética árabe. Esperamos, tras las diversas revisiones de conjunto, haber conseguido la homogeneidad que se pretendía, así como que el resultado sea del gusto del lector.
Mª DOLORES LÓPEZ ENAMORADO