CON LA SAL DE MIS HUESOS

HE escrito mucho, y confiadamente,

con la sal de mis huesos, poesía:

declaraciones súbitas al día

desde la noche donde está mi fuente.

He escrito y he besado frente a frente

palabras con rumor de lejanía,

y hoy mí cansado sueño es todavía

como un niño perdido entre la gente.

He escrito y he besado y he aprendido

que es mejor la esperanza en sus raíces

que en su poblada flor; pero no importa.

Desde dentro del alma siempre he ido,

solo, como los pájaros felices,

adonde nadie la esperanza corta.