… ¡Tumbado en una vaga
lejanía, estar solo
en la hierba de un prado
movido por su soplo!
Estar solo, y oírte
vagamente. ¡Qué gozo
tan parecido al agua
que entre las ramas oigo!
Sentado en una piedra,
¡qué unión 5e ve en Jo hondo!
¡Qué bien se va descalzo
siguiendo los arroyos!
¡Qué relación tan fina
la sombra con el chopo,
la espuma con el junco,
los ojos con los ojos!
El alma con el alma,
la paz con el reposo,
caminos del verano.
¡Qué alegre y claro es todo!
¡Qué placidez errante
la oveja con el polvo,
los pies con el sendero,
las alas con el rostro!
… ¡Caminos entre mieses
calladas al retorno!
¡Qué cerca todavía
cuando tu mano tomo!