CANCIÓN DEL AGUA NOCTURNA

TIEMBLA el frío de los astros,

y el silencio de los montes

duerme sin fin. (Sólo el agua

de mi corazón se oye).

Su dulce latir, ¡tan dentro!,

calladamente responde

a la soledad inmensa

de algo que late en la noche.

Somos tuyos, tuyos, tuyos.

Somos, Señor, ese insomne

temblor del agua nocturna

que silencia, golpe a golpe,

la piedra del Guadarrama;

piedra y eco igual que entonces,

y agua en reposo que queda

más limpia después que corre.

¡Agua en reposo viviente

que vuelve a ser pura y joven

con una esperanza! (Sólo

en mi alma sonar se oye).