CUMBRE. La luz reposa
vagamente en lo intacto
de la noche. La luna
se derrama en la mano.
Montón de sombra negra.
La noche está en nosotros.
Su quietud desvelada
la adivinan los ojos.
El agua bulle alegre
y el corazón camina.
De ladera en ladera
suena rota la brisa.
Los barrancos sin nadie.
(¡Mi corazón en sueños
era inmenso!). La noche:
limpidez del silencio.
Cumbre pura y fragante.
MÍ corazón soñaba
desvelado en la sombra.
(¡Y era inmensa mi alma!).