Terence cierra la marcha. Delante de él corren Mark, Kurt y Aidan. Cuando ve aparecer los primeros zombis desde la calle lateral, Terence cree que no lo lograrán. Ve a Carrie caer al suelo, a Jason ayudándola, al hombre que muerde a Carrie y la pelea que tiene Jason tratando de apartar a varios zombis. Mark y Kurt tratan de esquivar a los muertos corriendo en diagonal hacia la pared. Aidan dispara hacia uno de ellos, derribándole. Mark pasa como una exhalación junto a las manos extendidas de un hombre. Kurt se frena, para esquivarle, y quiebra hacia la izquierda. Escapa del hombre, pero una mujer se abalanza sobre él. Terence la empuja con el hombro, derribándola. Después, levanta el hacha y la descarga con fuerza sobre la cabeza de la mujer. El hombre corre de regreso hacia él. Terence gira, levantando el hacha, y la hoja arranca la parte superior de la cabeza del hombre, casi como si fuera un flan. Aidan vuelve a disparar contra otro de los muertos. Le da en la pierna, y el muerto cae al suelo. A Terence le fascina comprobar que el tipo sigue arrastrándose, tratando de atrapar a Aidan.
Pero Aidan, Mark y Kurt ya están a salvo, a menos que se caigan u ocurra alguna catástrofe. Terence es otra cosa. Cada vez más zombis salen desde la calle lateral y corren desde atrás, y Terence es la cola del grupo humano. Se da la vuelta y echa a correr, esquivando a una mujer que se lanzaba hacia él.
Ve caer a Jason de rodillas. Dos zombis corren hacia él, y le alcanzarán sin problemas. Terence cierra el puño con fuerza sobre el mango del hacha y grita, al tiempo que lanza el hacha por los aires. El arma vuela en dirección a los muertos que corren hacia Jason, girando en el aire, y se hunde en la espalda de uno de ellos, lanzándolo por los aires hacia delante.
El muerto cae, con el hacha hundida en su espalda, a un par de metros a la izquierda de Jason, que levanta la cabeza al oír el golpe.
—¡Cuidado! —grita Terence, sin dejar de correr.
Jason se gira. El segundo de los zombis se lanza contra él, con la boca abierta y dispuesto a morderle. Jason levanta los brazos y le placa, tirándole a un lado. Se incorpora y mira hacia Terence. Su expresión es de auténtico horror.
Solo que Terence se da cuenta de que no le mira a él. Mira más allá. Hacia la espalda de Terence. Y el bombero, que no ha querido mirar hacia atrás, toma conciencia del creciente sonido de pasos y gritos que tiene a la espalda.
Jason da un par de pasos tambaleantes hacia atrás antes de darse la vuelta y echar a correr. Terence no afloja, y al pasar junto al muerto con el hacha clavada en la espalda, que está intentando levantarse a pesar de todo, agarra el mango y recupera su arma.