Los autores desean expresar su gratitud hacia las personas que han contribuido en este esfuerzo, algunas de las cuales, por razones de privacidad, han querido permanecer en el anonimato. Estamos especialmente agradecidos a los miembros de la expedición de 1996 de Mountain Madness al Everest.
Son muchos quienes han contribuido a la trama y a la textura de los momentos y sucesos que dieron origen a este libro. Deseamos extender nuestro agradecimiento a: Reina Attias, Kevin Cooney, Charles Rambsburg, Michele Zackeim, Bob Palais, Charlie Mace, Perry Williamson, Gary Neptune, Laurie Brown, Michael DiLorenzo, Todd Skinner, Jack Robbins, David Shenk, Alex Beers, Jack Robbins, Elliot Robinson, Fleur Green, Christian Beckwith, Anne Kirchik, Dr. Roger Miller, Beth Wald y Sue Fearon.
Weston DeWalt debe gratitud especial a Jed Williamson, anterior presidente del Club Alpino Americano y actualmente editor del anuario Accidents in North American Mountaineering. Su apoyo a nuestro empeño ha sido una constante fuente de motivación.
Dos traductoras e intérpretes, Natalya Lugovskaya y Barbara Poston, nos han auxiliado durante todo el proyecto, y la forma final de los textos de estas páginas se debe en gran medida a sus incansables esfuerzos.
Nuestra principal investigadora, y a veces entrevistadora, ha sido Terry LeMoncheck, cuyo compromiso con esta tarea ha sido un verdadero regalo. No hubiéramos podido completarlo sin ella.
Y ambos debemos nuestra más profunda gratitud a una amiga especial, Linda Wylie. Su hospitalidad, amabilidad, buen juicio y compromiso con el espíritu humano han logrado, más de una vez, bajarnos de las nubes a los asuntos importantes.