Rhoda decidió acompañar a sus padres a Anchorage. Puedo faltar al trabajo, le dijo a Jim. Mi madre me necesita allí con ella.

De acuerdo, dijo él.

Hasta mañana. Nos quedaremos a pasar la noche.

Y cuando Rhoda se hubo ido, Jim recogió a Monique en el King Salmon y fueron a su casa. Ella vestía vaqueros y botas, y el anorak viejo. Sentada en un taburete, Monique contempló lo que habría sido la vista si el cielo no hubiera estado tan tapado.

No te vendría mal una chaqueta nueva, dijo Jim.

Era de mi padre.

Ah.

Descuida. No pasa nada, dijo ella. Un poco de nostalgia. Una pequeña dosis no hace daño.

Ya, dijo Jim.

Estoy aburridísima. Me parece que voy a volver al D.C. Aquí no hay nada de nada.

Estoy yo.

Sí.

Qué entusiasmo.

Es que me aburro. Me parece que iré a darme un baño.

Y Jim se quedó de morros en el sofá mientras ella se bañaba. Más de una hora encerrada en el cuarto de baño. No dejó de pensar en sexo todo el rato, o casi, y Monique parecía más animada cuando reapareció. Llevaba la cabeza envuelta en una toalla blanca, ninguna prenda más. Alta, perfecta. Se acercó y fue a sentarse en una otomana, la espalda muy recta, y Jim pensó que hasta en la postura se notaba que tenía clase.

Nunca me han pagado por follar, dijo Monique. La idea de cobrar empieza a ponerme cachonda, ¿sabes? Aparte, creo que sería capaz de hacer cosas que de otro modo no haría, lo cual me calienta todavía más.

¿Dinero?, dijo Jim.

Dinero, claro que sí. Eso lo haría más interesante. Ahora bien, estoy hablando de una cantidad respetable. Ve a sacar cinco mil en billetes de cien. Creo que con eso te duraré toda la tarde.

¿Cinco mil dólares?

Venga, vete, dijo ella. Y trae un poco de helado. Que sea New York Superfudge Chunk. Y lo que tú quieras. Comida afrodisíaca, sadomaso, juguetes eróticos, disfraces, rollo perverso, lo que más te ponga. Usa la imaginación. Ah, y si quieres repetir por la noche, saca más pasta.

¿Estás hablando en serio?

¿Tú has cumplido los cuarenta? ¿Yo he cumplido veintitrés? ¿Tú tienes michelines? ¿Yo me he rasurado?

No hace falta plantearlo así.

Despierta de una vez, coño.

Esto no me gusta.

Ah, entonces, ¿cómo es que estás empalmado solo de mirarme? Yo creo que sí te gusta. Y opino que lo mejor será empezar la sesión haciéndote dar vueltas con un collar de perro. Tendrás que arrastrarte e implorar para que yo permita que me pagues con tu dinero. Lo dicho, no vuelvas sin un collar de perro.

Pero ¿qué coño?

Vale. Pues me visto. Y se fue al dormitorio.

¿Qué mierda está pasando aquí?, preguntó Jim.

Que me visto, dijo Monique. Después vamos en coche al banco, sacas cinco mil y me los das, de allí al hotel a recoger mis cosas, luego vamos al camping, o quizá no, ya veremos, y para terminar me llevas al aeropuerto y me pagas el billete de avión. Si quieres almorzamos allí. Pero yo me largo de esta pocilga.

No pienso hacer lo que dices.

Estaba de pie en el umbral, mirando cómo se ponía las bragas, el sujetador, los vaqueros.

Se lo contaré todo a Rhoda, dijo Monique.

Eso es chantaje.

No creas. Yo soy una pija, de familia rica. No necesito el dinero. De hecho ni siquiera me hace falta currar, considéralo mi cruz, aunque tú no lo entenderías. El caso es que es una putada. Mira, solo quiero darte una lección. Como por lo visto no te dabas cuenta de lo que tenías, yo te ayudo a que te enteres.

Por mí ya puedes ir andando al aeropuerto, dijo Jim.

El precio acaba de subir a diez mil.

Jim sintió ganas de matarla. Era la primera vez en su vida que experimentaba semejante deseo. Y ella ni siquiera estaba enfadada. Poniéndose las botas como si tal cosa. Como si él no fuera nadie.

Monique levantó la vista y le sonrió. Puños, dijo. ¿Estás pensando en pegarme? ¿Te sentirías mejor si peleáramos? Se puso de pie, la sonrisa grande, avanzó unos pasos hacia él y le atizó una patada, demasiado rápido como para que Jim pudiera reaccionar. La larga pierna extendida, la bota contra el abdomen, y él acabó cayendo de culo en el pasillo. Encogido de dolor, sin poder respirar apenas.

Ella le pasó por encima. Te espero en el coche, dijo.