KLINGSOR ENVÍA UN POEMA A SU AMIGO THU FU
(De los días en que pintaba su autorretrato)
Estoy sentado, de noche, en el bosquecillo.
Al viento.
El otoño corroe la rama que canta.
El tabernero, gruñendo, corre a la bodega
a llenar mi botella vacía.
Mañana, mañana me despellejará la pálida muerte.
Su guadaña chirriante en mi roja carne.
Sé desde hace tiempo que está al acecho,
feroz enemigo.
Canto durante la noche, para burlarme de ella.
Balbuzco mi ebria canción en el bosque cansado.
Para reírme de su amenaza
canto y bebo.
Mucho hice y sufrí, viajero de largo camino.
Al anochecer me siento, bebo y espero inquieto
a que la reluciente hoz
separe la cabeza del corazón palpitante.