Este libro es una novela. Tanto la ciudad de Warlock como el territorio donde está situada son ficticios. Pero la relación de los personajes con seres reales, vivos o muertos, no siempre es pura coincidencia, porque muchos de ellos se componen de una amalgama de individuos que siguen viviendo en la frontera entre la historia y la leyenda.
El tejido de la narración, asimismo, está formado por acontecimientos reales e imaginarios; combinando lo que sucedió con lo que podría haber pasado, he intentado mostrar lo que debería haber ocurrido. Los entusiastas de la leyenda del Oeste podrán quejarse, por tanto, de que he utilizado elementos conocidos para construir una trama caprichosa, y de que he alterado o pasado por alto los hechos establecidos. De manera que, repito, esta obra es una novela. La persecución de la verdad, no de los hechos, es tarea de la ficción.
OAKLEY HALL