XII

UNA NOTICIA

DEL Echo de Bu-Tata:

Tras de la misa, el abate Viret pronunció una elocuentísima arenga. En ella enalteció al ejército, que es la escuela de todas las virtudes, el amparador de todos los derechos. Y terminó diciendo: Demos gracias a Dios, hermanos míos, porque la civilización verdadera, la civilización de paz y de concordia de Cristo, ha entrado definitivamente en el reino de Uganga.

Madrid, enero 1906.