ELOGIO METAFÍSICO DE LA DESTRUCCIÓN
UN cíclope, atraído por el estruendo, asoma su cabeza gigantesca por encima de las montañas y mira con sorpresa el valle convertido en lago, con el único ojo, terrible y amenazador, que tiene en su frente.
EL CÍCLOPE.
Destruir es cambiar; nada más. En la destrucción está la necesidad de la creación. En la destrucción está el pensamiento de lo que anhela llegar a ser.
Destruir es cambiar; destruir es transformar.
En el mundo en que nada se aniquila, en el mundo en que nada se crea, en el mundo físico, en el mundo moral, en el mundo en que la nada no existe…
Destruir es cambiar; destruir es transformar.
En el volcán que se levanta en medio del océano, en la isla que se hunde en el mar, en la ola que se evapora, en la nube que se condensa en la lluvia…
Destruir es cambiar; destruir es transformar.
En la tierra que se rompe con el arado, en el mineral que se funde en el horno, en el cuerpo que se volatiliza, en el prejuicio que desaparece…
Destruir es cambiar; destruir es transformar.
Pálidas imágenes del pensar humano, brutales explosiones de la materia inerte: sois igualmente destructoras, sois igualmente creadoras.
Destruir es cambiar. No, algo más. Destruir es crear.