La Biblia hace constar, con fehaciente claridad, que Satanás existe y que es muy poderoso. No se trata de un mito, no es una simple proyección de nuestro cerebro cuando intentamos explicar los misterios del mal. Es un perverso poder espiritual cuyo único objetivo consiste en combatir la obra de Dios.
BILLY GRAHAM
Newsweek, 13 de noviembre de 1995