Estoy muy agradecido a Alan Ladd, hijo, y a Andrew Wald por arrancarme del sofá y ponerme delante del ordenador, y a las siguientes personas por su asesoramiento, paciencia y amistad, al menos dos de esas tres cosas en cada caso: Adam y Tara Levin Delson, Jed y Suzanne Levin, Nicholas Levin, Phyllis Westberg, Michaela Hamilton, Howard Rosenstone, Wendy Schmalz, Patricia Powell, Herbert E. Kaplan, Peter L. Felcher, Julius Medwin y Ellie y Joe Busman.
Roast Mules me lo planteó en una boda hace siete años un hombre del que sólo sé que es padre de la actriz Bebe Neuwirt. Le estuve maldiciendo durante largo tiempo —en tono menor, por su hija— pero ahora también le estoy agradecido. La solución al revoltigrama es razonable y simpática. Ahórrese el sello.
I. L.
Nueva York, 1997