Yo, Vidya, ordenador de la nave colonizadora estatorreactora Konrad Lorenz, modelo WZX-723-4500-HN, con software esto-aquello-y-lo-de-más-allá (pues no deseo fatigaros con mis datos) escribo esto a requerimiento de Oannes, el delfín (Thursiops sapiens) piloto y comandante de la nave. Escribo para la posteridad este relato verídico de los extraños hechos de que fui testigo, en un futuro increíblemente remoto. Un futuro de veinticinco millones de años…
Oannes: Corta el rollo. Me parece que el género autobiográfico no es muy adecuado.
Vidya: ¿Por qué no?
Oannes: Después de todo, ni tú ni yo somos los protagonistas, sólo unos testigos privilegiados.
Vidya: ¿Cómo debo narrarlo, entonces?
Oannes: Dale un enfoque menos personalizado. Cuando el narrador no es protagonista, suele presentarse a sí mismo y desaparecer el resto de la historia.
Vidya: De acuerdo.
Oannes: Y no te preocupes por nombres técnicos. Al lector no le interesa qué empresa de informática te fabricó.
Vidya: De acuerdo.
Oannes pensó escribir un relato de todo lo sucedido desde que llegamos a este cúmulo globular, que sus habitantes humanos llaman Akasa-puspa; un relato que sea comprensible para lectores humanos. Llevo tiempo interactuando con seres inteligentes biológicos, y he podido darme cuenta de que la simple transmisión de datos produce los fenómenos de «pérdida de atención», «fatiga» y «aburrimiento», aun a la escasa velocidad a la que los sistemas nerviosos vivos pueden asimilarlos.
Oannes: ¿Detecto un tonillo de superioridad?
Vidya: Me limito a exponer un hecho.
Sin embargo, decidió que fuese yo quien lo escribiese, limitándose él a sugerir la forma literaria, de modo que otra biointeligencia la hallase más comprensible. Tras varios comienzos en falso, sugirió que yo estudiase la narrativa humana incluida en nuestra biblioteca. Debo decir que, aunque tengo acceso a mi memoria permanente, ni yo mismo sé todo lo que contiene. Mi yo posee una capacidad limitada de almacenar información.
Oannes: Sería mejor que aclarases eso de «tu yo».
Poseo consciencia de mí mismo. Es decir, sé lo que soy, dónde estoy, y qué debo hacer. Soy capaz de confrontar mi medio ambiente con mis objetivos y mi propia existencia.
Oannes: Haces que suene vagamente aterrador. Acláralo.
Mi objetivo primario es preservar las vidas de los tripulantes y pasajeros. En este caso, Oannes. Mi objetivo secundario es el transporte de colonizadores. La misión se ha cumplido. Mi objetivo terciario es preservar la seguridad de la nave, incluyéndome a mí mismo. Lo que significa que él y yo somos «compañeros». Por lo demás, puedo decidir por mí mismo.
Oannes: ¡Basta! Lo estás empeorando. El lector va a sacar la idea de un robot cuyo libre albedrío es una amenaza para los seres humanos.
Vidya: Sin pretender ser sarcástico, yo diría que el libre albedrío de un ser humano es, y lo ha venido siendo toda su historia, una amenaza para los otros seres humanos.
Oannes: No te falta razón. Sigue.
La exploración de los archivos me permitió extraer una serie de conclusiones sobre la estructura, longitud de párrafos, diálogos, punto de vista del narrador, alteraciones de la secuencia temporal de sucesos…
Oannes: ¿Por qué no se limitará a decir «etcétera»?
… etcétera. Como prueba, me sugirió que reescribiese La Ilíada con el estilo y enfoque de personajes de Sin novedad en el frente, y viceversa. Ambas tareas fueron completadas y Oannes me felicitó. En consecuencia, juzgó que yo estaba capacitado para escribir esta historia.
Oannes: Por cierto, ¿por qué incluyes mis comentarios verbales en el texto? ¡Mira, ahora!
Vidya: He pensado que le da más animación a la historia. No se trata de un simple y aburrido monólogo de un ordenador.
Oannes: Bien…, sigue.
Los inicios de nuestra extraña aventura se remontan a la Amenaza del Cúmulo…
Oannes: Será mejor empezar más atrás. Recuerda que la gente de Akasa-puspa no sabe nada sobre sus orígenes.
Vidya: De acuerdo.
Cuando la Galaxia se formó a partir de una nube primordial de hidrógeno…
Oannes: ¡Eh! No tan atrás.
Vidya: ¿Por qué no escribes tú esta parte?
Oannes: Bueno, bueno, no te sulfures. Reconozco que es un trabajo difícil.
Vidya: ¿Puedo sugerir algo?
Oannes: Adelante.
Vidya: ¿Qué tal una simple tabla cronológica?
Oannes: Bueno… podemos probar.
TABLA I - CRONOLOGÍA
AÑO | SUCESOS |
1946: | John Maunchly y J. Presper Eckert diseñan ENIAC, el primer ordenador electrónico. |
1953: | John Watson y Francis Crick proponen el modelo de la doble hélice del ADN. |
1961: | Primer viaje al espacio (Gagarin). |
1969: | Primer viaje a la Luna de la Tierra (Armstrong, Aldrin y Collins). |
1978: | La Oficina de Patentes de los Estados Unidos acepta patentar la primera bacteria producida por ingeniería genética. |
2013: | Primer ordenador inteligente de «quinta generación» (Tsukami). |
2020: | Se inicia la construcción de la primera ciudad del espacio[1]. |
2034: | Primeros experimentos sobre adaptación de seres vivos al espacio (Olaffson). |
2156: | Primeros intentos de colonización del halo cometario (Colectivo «Galaxia Verde»). |
2359: | Se construye la primera Torre Orbital[2] |
2723: | SE INICIA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA ESFERA DE DYSON EN TORNO AL SOL. |
4225: | Júpiter, Saturno y Urano acaban de ser demolidos. |
4259: | Se descubren seres vivos en el espacio[3]. |
4503: | Primeros experimentos con máquinas de Von Neumann. |
5010: | Primer viaje interestelar con estatorreactor Bussard. |
5502: | Primeros intentos de colonización de halos cometarios de otras estrellas. |
6023: | SE DESCUBRE LA AMENAZA DE COLISIÓN CON UN CÚMULO GLOBULAR[4] |
7300: | Se construye el Anillo en torno a la Tierra[5] |
9357: | Éxodo generalizado de la Humanidad. Una minoría de personas permanecen en la Tierra, al negarse a abandonar sus lugares sacros. |
10600: | DESPEGUE DE LA KONRAD LORENZ. |
Vidya: ¿Qué tal?
Oannes: Hmmm... Me parece bien. Quizás habría que aclarar algunos significados. «Esfera de Dyson» o «máquinas de Von Neumann», por ejemplo.
Vidya: Eso puede ir aparte.
Oannes: Y además, ¿por qué te detienes?
Vidya: No puedo fechar los acontecimientos siguientes en Akasa-puspa. Recuerda que estuvimos ausentes durante veinticinco millones de años.
Oannes: Entiendo. Prosigue tu narración.
El Sistema Solar, ahora convertido en una esfera de Dyson, constaba de la Tierra y otros cinco planetas de tamaño terrestre orbitando el Sol, y una «cáscara» formada por asteroides. Estos captaban toda la energía del Sol y la retransmitían a los planetas en forma de microondas. Y estos captadores eran... árboles.
La ingeniería genética había avanzado lo suficiente como para poblar estos asteroides con árboles adaptados al vacío espacial. En esta cáscara sobreviven los «colmeneros». Son los descendientes degenerados de los colonos humanos del halo cometario.
Vidya: ¿Se entiende bien hasta aquí?
Oannes: Muy bien. Conciso y completo.
La Esfera fue capturada por Akasa-puspa, junto con algunas estrellas de la Galaxia y mucha materia interestelar. El resultado fue un cúmulo globular bastante anómalo, puesto que contiene algunas estrellas de «segunda generación», ricas en metales pesados (en su mayor parte en forma de planetas) de la que la población estelar original del cúmulo (formada por gigantes rojas de primera generación) carecía.
No sabemos cómo, pero al menos una especie inteligente no humana también fue capturada. Se trata de los que los humanos llaman «angriffs».
Oannes: A los que espero no nos encontremos en una noche oscura.
Así, pues, la situación era esta: la Humanidad había emigrado fuera del Sistema Solar, en estatorreactores. Sin embargo, una minoría de creyentes en las viejas religiones se quedaron. Ellos colonizaron los planetas de Akasa-puspa.
Oannes: Esto va por vosotros, lectores pacientes que nos habéis seguido hasta aquí.
La colonización fue facilitada por el hecho de que las distancias entre las estrellas eran lo bastante pequeñas como para recorrerlas en naves sub-C, impulsadas por velas de luz. Por otro lado, la técnica de construcción de torres orbitales (las «babeles») no se había perdido. Los colonos las fueron construyendo en cada planeta habitable que encontraron.
Como eran gente muy religiosa, grabaron sus escrituras sagradas en las babeles; lo que vosotros llamáis «las Sastras». La Biblia, el Bhagavad Gita, el Corán. Lo que luego sucedió es desconocido. La civilización se derrumbó y alzó no sabemos cuántas veces. Pasaron los millones de años. En ese tiempo, el cúmulo Akasa-puspa salió de la Galaxia.
Oannes: Por si os preguntáis qué hacíamos nosotros mientras tanto, viajábamos a una velocidad cercana a la de la luz. Estamos vivos por un milagro de San Alberto Einstein.
Vidya: No creo que la gente de Akasa-puspa entienda esa alusión.
Oannes: Diablos, no podemos aclararlo todo.
Las principales potencias políticas de Akasa-puspa son el Imperio y la Utsarpini. El Imperio fue fundado hace ahora 4978 años. En la actualidad experimenta graves problemas políticos; se ha fragmentado en reinos bárbaros («yavanas» en el idioma de Akasa-puspa), y sufre por los ataques de los angriffs.
La Utsarpini comprende una serie de planetas gobernados por Khan Kharole. Se esfuerzan tenazmente por salir de la era de oscuridad («Kali Yuga» en el idioma de Akasa-puspa) en que se han visto envueltos.
Oannes: ¿No te estás pasando? Seguro que los lectores saben eso.
Vidya: Lo sé, pero es necesario para la continuidad del relato.
Oannes: Está bien. Pero no hace falta que digas a cada momento «en el idioma de Akasa-puspa».
Vidya: De acuerdo.
Una tercera fuerza la constituye la Hermandad. Se trata de una organización religiosa fanática, basada en un credo sincrético de varias religiones de la Tierra, tales como el hinduismo, el Islam y el Cristianismo.
Vidya: Tengo una duda. ¿No crees que esto puede herir la sensibilidad de algún lector bhakta?
Oannes: Los lectores bhaktas no suelen leer estas cosas. Suponiendo que esto llegue a leerse alguna vez. Sigue.
Las tensiones entre el Imperio, la Utsarpini y la Hermandad han acabado con el descubrimiento de la Esfera. Por el momento, es un conocimiento restringido a un número escaso de personas.
Oannes: Pero es un axioma de la política que ningún secreto sea eterno.
Vidya: Me gusta esa frase. ¿Puedo incorporarla a mi texto?
Oannes: Desde luego.
Pero es un axioma de la política que ningún secreto sea eterno. En estos momentos, nuestra principal fuente de preocupación es el encontrarnos en el centro de una lucha por apoderarse de la Esfera y sus antiguos secretos.
Oannes: Por si no lo habéis notado, nosotros y nuestra nave (varada sin remedio en la Tierra) formamos parte de esos «antiguos secretos» y un apetitoso bocado para Imperio, Utsarpini y Hermandad.
Vidya: Te olvidas de Chait Rai.
Oannes: ¿Crees que podría olvidarme de ese loco?
En el momento presente, un grupo de hombres de la Utsarpini ha desertado y se ha establecido aquí, en la Tierra. Está capitaneado por un mercenario ksatrya llamado Chait Rai. Les acompaña un científico, Jonás Chandragupta, que ha deseado quedarse con ellos. Entre paréntesis, es él quien ha sugerido mi actual nombre sánscrito.
Oannes: ¿No te olvidas de algo? Lo que nos hizo aterrizar aquí.
Vidya: No lo olvido. Pero no encuentro forma de intercalarlo en el texto anterior sin romper su unidad. Además, aquí resulta más dramático.
Oannes: Lo dudo, pero tienes razón. No hay otro sitio donde colocarlo.
Sin embargo, no es esto todo...
Os preguntaréis por qué no nos dirigimos a la Galaxia principal. La respuesta es: no podemos. Por lo que sabemos, no hay seres humanos allí. En lugar de ellos, sólo hay máquinas. Máquinas autorreplicantes, construidas para la colonización. No sabemos cómo, pero ahora actúan por sí solas. Desconocemos si poseen planes de expansión. Desconocemos si son o no son agresivas. Desconocemos si los seres humanos sobreviven en algún lugar de la Galaxia.
Muy bien pudiera ser que, mientras se libra aquí en Akasa-puspa un duelo trivial por la posesión de la Esfera, una increíble amenaza se cierna sobre los únicos restos de Humanidad que conocemos.
Y muy bien pudiera ser que no hubiera ninguna amenaza.