LA GRAN PANTALLA

—Lo han hecho cerrando y abriendo las superficies reflectantes de los árboles —dijo pasmado Dohin.— Como las tramas grises en una reproducción fotográfica impresa, o los pixels de una pantalla. ¡Pero a una mayor escala!

Jonás parpadeó, y el físico pensó que había algo raro en aquello. ¿Pero qué?

El comandante Azmeri ordenó que calculasen el tamaño del rostro. De inmediato, Narayan comenzó a teclear en el ordenador como un poseso. Pasaron algunos minutos en silencio. Luego tragó saliva.

—El radio del iris —recitó monótonamente— es 33'33 segundos luz. La superficie del iris, 615.920'70 veces la de un planeta habitable. Las dimensiones de la cara son 22'22 minutos luz de alto y 16'67 minutos luz de ancho… quizás les gustaría saber, señores, que uno de los pelos tiene 0'67 segundos luz de grosor.

Las cifras quedaron flotando en el ambiente como ladrillos de plomo en caída libre. El gigantesco rostro de Jonás parpadeó de nuevo. Dohin seguía pensando que había algo raro en aquella imagen; sin embargo, fue Lilith quien lo descubrió.

—¡Fijaos en eso! Los párpados se mueven más rápidos que la luz. ¿Es eso posible, Kot?

—¡Ah! —exclamó el físico.— No, Lilith, es sólo aparente. En realidad no hay nada que se mueva. Es… imagínate que tienes una pantalla de cine de un año luz de largo, y te sitúas frente a ella a un año luz de distancia. Coges una linterna y proyectas un círculo de luz sobre un extremo de la pantalla, ¿conforme? Bien, ahora giras rápidamente la muñeca y proyectas el haz de la linterna sobre el otro extremo. ¿Qué verías?

—Si la pantalla está a un año luz…

—No verías nada, de acuerdo. Pasados dos años, verías un círculo de luz que recorre en pocos segundos un año luz de distancia, de un extremo de la pantalla al otro. ¿Sabías que algunos quasars parecen moverse más rápidos que la luz? Se han propuesto varios mecanismos para explicarlo, y éste es uno de ellos: una fuente de ondas de radio que gira a gran velocidad.

—A ver si lo entiendo —dijo Lilith.— Supongo que Jonás estará situado ante una cámara o algo así, y esta imagen es una proyección, dibujada con árboles. Jonás parpadea; el tiempo de un parpadeo es un quinto de segundo, si no me falla la memoria. La señal de «dibujar el ojo cerrado» llega a… lo que sea que dibuje la parte superior del ojo. Un quinto de segundo más tarde, la señal llega a lo que dibuja la parte inferior.

—Sí. Desde luego sólo es posible si Jonás está equidist…

Dohin se interrumpió. Se dio una palmada en la frente, que estuvo a punto de tirarle de espaldas en la ingravidez.

—¡Claro! ¡Pero qué estúpido soy! Comandante, ¿le interesa saber dónde está el doctor Chandragupta?

Los oficiales de puente habían asistido al diálogo de los dos cientificos en silencio expectante. El comandante exclamó:

—¡Desde luego! ¿Dónde?

—Tracen una línea que vaya desde el sol hasta el centro de la cara. En algún lugar a lo largo de esa línea estará la emisora que proyecta la imagen.

—Búsquenlo; usen el radar máser —ordenó el comandante Azmeri. Se pusieron a la tarea. El haz del radar máser era muy estrecho, aunque de gran alcance y gran poder de resolución. Sabiendo dónde buscar, era un instrumento de detección extremadamente preciso.

Aún se encontraban en la tarea cuando Jonás empezó a hablar.