CAPÍTULO 7

EL EMPERADOR OTÓN II

(973-983)

«Pallida mors Sarracenorum», la pálida muerte de los sarracenos.

OTÓN I, OBISPO DE FREISING[1]

«Su juventud fue dichosa, pero al final de su vida le visitó la desgracia, porque todos pecamos gravemente.»

THIETMAR DE MERSEBURG[2]