CAPÍTULO 1

EL PELIGRO NORMANDO Y

EL EMPERADOR CARLOS III

EL GORDO

«Pero Carlos, que llevaba el título de emperador, partió con un gran ejército contra los normandos y llegó hasta su fortificación: pero entonces le faltó el valor y por mediación de algunos consiguió mediante un tratado que Godofredo se hiciese bautizar con los suyos y logró tomar de nuevo como feudo Frisia y las demás posesiones que Rorich había ocupado».

ANNALES BERTIN IANI[1]

«Cuando el emperador tuvo conocimiento de sus astutos manejos y de todas sus maquinaciones, trató con Enrique, un hombre muy prudente, con el secreto propósito de eliminar mediante un ardid al enemigo, al que había invitado en la frontera extrema del imperio… decidió actuar con astucia más que con violencia En consecuencia, despachó a los enviados con un contestación equívoca y les permitió regresar con Godofredo asegurándoles que por medio de sus emisarios daría a todos los asuntos de su misión una respuesta que satisficiese tanto a él como a Godofredo, sólo para que continuase siéndole leal. Después envió a Enrique para que tratase con aque hombre y junto con él, a fin de ocultar el engaño que estaba en marcha, envió también al venerable obispo de Colonia Wiliberto…

»Y en efecto, Godofredo murió después de que Everardo le hubiese apaleado y los acompañantes de Enrique le atravesasen, siendo asesinados todos los normandos que se encontraban con él. Por consejo del mentado Enrique, sólo algunos días después Hugo fue atraído mediante promesas a Gondreville, donde alevosamente fue hecho prisionero y, por orden del emperador, el propio Enrique le sacó los ojos… Acto seguido fue enviado a Alemania, al monasterio de san Galo… Finalmente, en tiempos del rey Sventiboldo fue tonsurado por mi propia mano en el monasterio de Prüm.

ABAD REGINO DE PRÜM[2]