24 March 2006 @ 13:46 hrs.

ENTRADA 72 (I)

Algo va terriblemente mal con Waqar. No soy médico, pero juraría que el derrame interno, o lo que sea que tenga, está empeorando por momentos. Ya no sangra por la boca, pero está terriblemente pálido y tiene la zona inguinal muy dura, con la piel tensa como el parche de un tambor. También tiene un enorme hematoma en el pecho y un profundo rasguño en su brazo derecho, en carne viva.

Tiene una fiebre altísima. Todos los medicamentos que tenemos se reducen a unos cuantos antipiréticos y una caja de Clamoxil, que es un antibiótico de gama media. No disponemos absolutamente de ningún tipo de analgésico que pueda calmar su dolor. Le he dado un par de antipiréticos para bajar la fiebre y le estoy obligando a beber mucha, mucha agua, mientras Pritchenko le pone compresas húmedas en la frente cada diez minutos. Somos los únicos que estamos cuidando a este pobre chaval.

Kritzinev ha encontrado una caja con botellas de vino, y hace un rato que no está para el mundo. Los otros dos pakistaníes permanecen rezando y mirándonos con cara de angustia, pero por lo demás no son de mucha ayuda. De vez en cuando nos dicen algo en urdu, pero ni Viktor ni yo les entendemos, lamentablemente. Supongo que se sienten absolutamente impotentes ante esto.

Hay unos cuantos engendros ahí fuera. No sabemos exactamente cuantos son, porque la persiana está echada y por suerte aguanta bien, pero oímos retumbar los golpes que dan contra ella y sus rugidos de furia. No hay puerta trasera ni otra salida, aparentemente. La situación es terriblemente comprometida. Estamos atrapados.

Me preocupa Waqar. Creo que va a diñarla irremediablemente en pocas horas, como no le saquemos de aquí. No me cabe en la cabeza la inconsciencia absoluta de esta gente ¡Venir a tierra sin llevar ni un mal botiquín de primeros auxilios, con tan solo unos cuantos medicamentos sueltos!… Y el estado del resto de las provisiones no es mucho mejor, por lo que he podido ver al revisar las mochilas de los pakistaníes.

Supongo que pensaron que esto sería un simple paseo, llegar a las oficinas de UPS, coger el paquete y volverse a bordo. Gilipollas. Esto es el infierno en la tierra y en el infierno, cualquier incidente puede transformarse rápidamente en una tragedia. Como ahora.

Son las 00:30… Estoy agotado. Waqar empieza a delirar.